Capítulo 4 ¿Suspiros de enamorado

- ¡Mierda!, Mi celular -me levanto rápido para dirigirme hacia dicho ruido. Saco mi teléfono del pantalón, para luego contestar al instante.

- ¡Steve!, ¡¿Cómo se te ocurre no contestar, apenas llegaste?! -me grita mi mamá a través del auricular. Casi siento que me quedé sordo.

-Disculpa mamá, es que llegue muy cansado. Y quise dormir un rato -trato de explicarle.

-Eso no justifica nada, igual tienes que llamar. Así haya una puta bomba nuclear al lado tuyo, ¿Entiendes?

-Si mamá...

No puedo evitar fruncir el ceño por su exageración, pero es precisamente eso lo que me extrañaba. Le comento como me fue desde que salí hasta que llegue, obviamente evitando el hecho de cierto choque.

Después de mucho tiempo de hablar, ella se despide. Me traslado hasta la ventana de mi alcoba, donde me doy cuenta de que ya es tarde. Encamino hacia la cocina, para dirigirme hacia la nevera con la esperanza de encontrar algo.

- ¿Qué estupidez se supone que estoy haciendo?, Obviamente no hay nada acabo de llegar de otro país -me regaño a mí mismo.

Dirijo mis pasos hacia mis maletas, para tomar un cambio de ropa. Con el cual salgo de aquí, no sin antes tomar mi billetera. En la puerta de mi apartamento, tomo mi móvil para buscar en línea algún supermercado donde pueda comprar algo para la cena, después de todo no confío demasiado en comer en la calle. Cuando encuentro lo que estoy buscando, decido salir del edificio.

Doy un leve vistazo otra vez a esa puerta, pero solo sonrío levemente antes de seguir mi camino hacia el ascensor, entro sin mucho problema. Pero justo cuando las puertas están a punto de cerrarse, escucho una voz característica que me grita que lo detenga.

Así que yo, de buen ser humano, lo hago, no tiene nada que ver que su voz me haya descolocado porque estuve expectante a cualquier señal de ella.

Observó cómo entra al ascensor, me apartó para darle un espacio, no puedo evitar darle un vistazo completo. Cosa que no pude hacer muy bien un par de horas atrás.

Traslado mi mirada de su cabello largo, hasta su camisa, la cual muestra más piel de lo que debería con un cuerpo con muchas curvas. No puedo ignorar lo atraído que me siento por ella, sé que tiene un cuerpo espectacular, pero hay algo en su mirada que me incita a no querer apartarme.

-Hola... - es lo primero que dice, al verme.

-Hola, dos veces en el día ya es un número increíble -le comento con una sonrisa.

-Si eres bobo -al verla sonreír, yo hago lo mismo satisfecho de haber logrado que se riera.

-Si hay algo que debes saber de mí, es que esa es una palabra que me identifica muy bien. Así que has de acostumbrarte mucho a eso.

-Espero también poder compartir más contigo -si hay de lo que me he dado cuenta es que es muy mala susurrando. Escuche perfectamente lo que dijo más temprano, y ahora igual.

- ¿Así que deseas compartir más tiempo conmigo? -mi pregunta, hace que se sonroje porque fue atrapada con las manos en la masa-, no sé si lo sabes, pero me he dado cuenta de que no eres buena susurrando.

Me río un poco por su rostro sonrojado, pero paro tiempo después cuando siento que es suficiente. Después de todo la idea es bromear un rato, no incomodarla completamente. Pero fuera de lo que pensaba, no se aparta de mí.

Después de mi pequeña broma viene un momento de silencio, aunque al contrario de otros que he experimentado. Este es más cómodo, solo nosotros esperando pacientemente a que lleguemos a planta baja para ir hacia donde sea que vayamos.

- ¿Adónde te diriges? -pregunto, no aguantando más ningún minuto de silencio-, yo me dirijo al supermercado. Después de todo me acabo de acordar que no tengo nada para cenar.

- ¿No crees que te acordaste un poco tarde de eso? -no puedo evitar reflexionar en lo tierna que se ve.

-No me digas que ya todo está cerrado -le digo preocupado-. ¿Quién me manda a acostarme a dormir? -me pasó la mano por el rostro preocupado.

-No nada de eso, únicamente que me extraña que no es hasta este momento que sales a comprar mida -cuando posicionó mi mirada en ella, al ver su mirada de burla. Me doy de cuenta que lo hizo apropósito.

- ¿No sabes que no es bueno aprovecharse de las personas? -le pregunto en tono de broma.

-Pero no puedes negar que es gracioso hacerlo.

-Esta vez lo concedo, tienes la razón.

Me guiña el ojo, aprovechando que se abrieron las puertas para salir rápidamente. Niego con la cabeza para luego seguirla. La alcanzó en el umbral del edificio

- ¿Y tú adonde te diriges? -le pregunto a su lado.

-Al supermercado, a comprar algunas cosas -aparta su mirada después de responderme.

-Así que la que se burlaba de mí, por ir a esta hora a comprar ingredientes para la comida, va al mismo lugar que yo, ¿Tan rápido te llegó el karma?

Me ignora completamente, pero fuera de molestarme o quizás sentirme ofendido por su actitud. No hace más que darme un poco de risa por su actitud, parece una niña.

Ese aspecto me ha gustado mucho de ella, es tan fácil hablar con ella.

Llegamos al sitio, pero para mi desilusión en cuanto entramos, nos separamos por caminos diferentes. No le prestó mucha atención, después de todo no es si fuera a ser la única vez que nos veremos.

Comienzo a buscar todo lo necesario para la cena. Busco ingredientes sencillos, después de todo buscaré con calma otro día para equipar mi casa, justo ahora solo deseo comprar lo necesario para unos hot cakes.

Después de encontrar todo lo necesario para la cena, voy hacia el sitio de artículos de higiene personal para encontrar todo lo necesario, como crema de afeitar, máquina de afeitar y un cepillo de dientes.

Esas no son cosas que pudiera haber traído en las maletas. Al detallar todo y darme cuenta de que tengo todo listo, desde copitas para los oídos hasta perfume, me dirijo a la caja con la esperanza de encontrarme con Rebeca. Suspiro desilusionado.

- ¡Diablos! ¿Por qué este lugar es tan grande? -me preguntó a mí mismo antes de poner todo en la banda transportadora.

Esto es lo único que lamento de haber venido a la gran manzana, haberme perdido la oportunidad de un regreso al edificio. Con cierta morena preciosa, que no hace más que atraerme más con sus gestos.

Comprobando que está todo, procedo a pagar para salir de aquí. Me tardo apropósito con la esperanza de encontrarme con ella, pero eso no sucede. Llegó hasta el Lobby del edificio para después encaminarme hacia mi apartamento.

-Qué lástima no haberme encontrado con ella nuevamente, pero bueno, en otra oportunidad será. Quizás lo que iba a comprar requería menos tiempo.

Con ese pensamiento me dirijo hacia la cocina para proceder a hacerme algo de comer, caliente el sartén para luego hacer una rápida mezcla. Cuando está lista, le echo el aceite esperando pacientemente a que caliente lo suficiente para verter la mezcla en él.

Después de un tiempo ya está todo listo, así que sacó el jugo de manzana que compre para acompañar, me voy a la mesa a comer tranquilamente. Al haber terminado, lavo lo que ensucie para luego dirigirme hacia mi habitación para poner todo lo que compre en su lugar.

-Debería de tomar una ducha, no sude ni un poco. Pero no hay nada mejor que acostarse después de una ducha.

Me introduzco después de quitarme toda la ropa que traía puesta, comienzo a lavarme como es debido. Salgo no mucho tiempo después, normalmente me gusta poner un poco de música, ya sabes ese concierto en el baño a lo que estamos tan acostumbrados, pero no me siento como para hacerlo.

Después de todo todavía me siento agotado, a pesar de que dormir bastante en cuanto llegue. Tomo mi toalla para comenzar a secarme, y después de hacer todas mis necesidades camino hacia el lavamanos para cepillarme y afeitarme.

- ¿Cuándo te volveré a ver Rebeca? -es lo único que surge en mi mente, en mi camino hacia mi cuarto.

Me pongo mi ropa interior, para luego tumbarme de nuevo en la cama para descansar un poco más. Doy un par de vueltas en la cama, hasta encontrar la posición correcta para dormir.

- ¿Qué me pasa hoy?, Normalmente no me cuesta mucho coger el sueño. Pero casualmente las veces que he intentado dormir no logro conciliar rápido el sueño, tiene que ser porque estoy en un lugar nuevo, es la única explicación que encuentro.

Libero un suspiro antes de posicionar mi mirada en el techo con la esperanza de caer rendido en algún momento. Después de mucho tiempo, por fin caigo dormido con el recuerdo de la sonrisa de mi dulce compañera de piso.

            
            

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