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Luego recibí la visita de Jack quien vino con un médico el cual me causó mucha intriga ya que me miraba como si quisiera examinarme pero no me tocó un cabello solo me veía mientras anotaba en una hoja apoyada en una tabla preguntándole cosas a Jack luego el doctor se macho y Jack se quedó a conversar conmigo.
– El doctor me dijo que tus crisis de ambivalencia afectivas son los síntomas de un Trastorno por estrés postraumático.
Ese día Jack me recordó a mi maestra de matemáticas que aunque le escuchaba detenidamente no podía entenderle nada de lo que decía la diferencia era que esta vez ya no me quedaría dormido así que le pregunte
– ¿Que es la ambivalencia afectiva?
– ¡Me gusta que hables! Bueno, es cuando una persona se encuentra bien y de pronto cambia su estado de ánimo eso le llamamos ambivalencia afectiva.
– Explicandome con mucha humildad.
Yo que poco entendí decidí no preguntar más luego Jack se fue y me recoste un poco durante la tarde recibí una visita que me causó mucho temor, la policía Española vino a preguntarme por mi origen y como llegué a España.
Después del almuerzo una enfermera me colocó un tratamiento por la vía que me colocaron en mi muñeca.
Luego de terminar me dijo algunas cosas muy pausadamente pero con mucha esperanza apenas se marchó ingresaron dos hombres altos vestidos se marchó ingresaron dos hombres altos vestidos con sacos de color negro pantalones negros zapatos negros camisa blanca bajo sus sacos llevaban una corbata negra. Para mi sorpresa uno de ellos hablaba mi lengua perfectamente se sentó en el borde mi cama y me interrogó:
– ¡Buenas tardes! Soy el detective Alonso, el es mi compañero el detective Ramos.
El otro levantó su cabeza emitiendo una leve sonrisa.
– ¡Mucho gusto señor!
Me presenté sin decir mi nombre y aquel hombre comenzó a dialogar conmigo:
– Venimos para leerle sus derechos fue rescatado del mar en territorio Español hace casi un mes pronto mejorará y necesitamos que arregle su situación migratoria, ¿Lo entiende?
– Yo moví mi cabeza de arriba a abajo.
–Afortunadamente tiene sus documentos de identidad y están intactos al igual que sus pertenecias.
Saco de su bolsillo un dije y el documento de identidad de Arturo y me lo dió.
– Con este documento puede solicitar un estatus de refugiado ahora solo le pregunto ¿Quién era el joven que recogieron muerto del mar con usted?
No pude controlar mi llanto, inmediatamente comencé a llorar había perdido mi único amigo mi hermano, recordé claramente que cuando partimos de Egipto Arturo me dijo:
– ¡Este dige es como un tesoro! – alzándolo con su mano derecha.
– Para ti significa mucho por eso crees que es un tesoro – le pregunté de forma reflexiva.
– ¡No Dominic! De verdad es un tesoro si lo llevo a Francia el destino de mi familia cambiará para siempre luego de llegar a París y entregarlo tendré el dinero suficiente para volver volando y traer a mi familia conmigo a Europa.
Yo no entendí como un trozo de madera tallado podía valer tanto pero Arturo le cuidaba más que a su vida.
– El oficial me llamaba Arturo, Arturo cálmese Tranquilo usted no le hizo nada a su compañero, el murió por deshidratación severa usted es un milagro cuando llegó acá su estado era crítico ¿Bebió agua de mar?
– ¡Si señor, le dije rápidamente!
– ¿Recuerda cuantos días vago por el océano?
– ¡No lo sé señor!
Aquellos hombres comenzaron a conversar durante un rato ahora entiendo porque Arturo me dijo que no dijera mi verdadero nombre en aquella pesadilla sin mis documentos de identidad que había perdido en el desierto no podría solicitar el estatus de refugiado de pronto el oficial exclamó:
– ¡Arturo! Solo necesito que me diga algo ¿Cómo se llamaba su amigo?
Yo guarde silencio por unos segundos y pensé decir mi verdadero nombre sin embargo recordé la advertencia de Arturo en mi sueño entonces tenía la oportunidad de morir y volver a nacer con un nuevo nombre sabía que al mentir sobre quién era realmente podría meterme en muchos problemas pero no había forma de comprobarse mi verdadera identidad.
Quizás esa seria mi mejor decisión o fue mi peor error los oficiales me miraban muy extrañamente de pronto llegó Jack les llamó aparte y ellos conversaban en esa lengua rara que no podía entender el oficial se acercó a mi y me dijo que vendría luego pero yo lo detuve y le dije mi nombre:
Señor me llamo Arturo y el chico muerto era mi mejor amigo su nombre era Dominic nos conocimos camino a Egipto donde fuimos capturados por traficantes de personas y vendidos unas tres o cuatro veces un día decidimos escapar creando un bote de mentira así le llamó mi amigo luego nos aventamos al océano dónde casi perdimos la vida bueno mi amigo la perdió.
Mi mirada se quedó perdida en aquel recuerdo los oficiales quedaron pasmados inclusive aquel hombre que no entendía mi lengua ese día comprendí que el idioma no es una barrera que el lenguaje universal si existe es el que habla el corazón de quien lo dice si los hombres habláramos a través del corazón simplemente nos entendiéramos sin importar nuestra lengua. Jack tenía lágrimas en sus ojos se acercó a mi y me dijo:
– Yo también fui capturado en el desierto hace varios años atrás.
En ese instante comprendí que aquel hombre y yo compartíamos historias similares los oficiales se marcharon con lágrimas en los ojos yo me di vuelta y me coloque en posición fetal escuché cuando Jack se marchó de mi habitación como si nuevamente leyera mis pensamientos y entendía que quería estar a solas.
Muchos se lanzan al mar ya que es la única salida corriendo a la boca de un gigante león hambriento.
Luego de llegar de ser rescatado del mar Dominic es asistido por un equipo de médicos que conforman una fundación beneficiaria para ayudar a los migrantes que cruzan el Mediterráneo, al despertar fue recibido por un migrante que trabaja en la fundación el cual fue rescatado tiempo atrás.
Dominic en España recibe diversas atenciones, además la policía le ha visitado para investigar quién es y de dónde proviene, también le preguntan por su amigo muerto que se hallaba con él flotando en el mar y con el cuál fue confundido.