Enamorada de mi Gigolo
img img Enamorada de mi Gigolo img Capítulo 3 el gigolo
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Capítulo 8 Cómprate algo bonito img
Capítulo 9 Él es algo bonito img
Capítulo 10 él en mis pensamientos img
Capítulo 11 Algo sensible img
Capítulo 12 Una ridícula empatía img
Capítulo 13 Todo por dinero img
Capítulo 14 Me estoy volviendo loca img
Capítulo 15 Un reclamo injusto de mi esposo img
Capítulo 16 Mi esposo de vuelta img
Capítulo 17 Un encuentro inesperado img
Capítulo 18 Mientras tanto para Gerónimo img
Capítulo 19 Quiero zafarme, pero no puedo img
Capítulo 20 Obsesionada con él img
Capítulo 21 La subasta img
Capítulo 22 Eres más de lo que imaginaba img
Capítulo 23 A la vista la quiebra del matrimonio img
Capítulo 24 Es un dilema si decides continuar, o simplemente decides parar img
Capítulo 25 ¿Thomas siente celos img
Capítulo 26 Un dolor inesperado img
Capítulo 27 Tu no eres la oficial img
Capítulo 28 Yo no quiero que estés en casa img
Capítulo 29 Algo no está bien img
Capítulo 30 Yo te curo las heridas img
Capítulo 31 Una situación descontrolada img
Capítulo 32 Un dura despedida img
Capítulo 33 ¿recuperando mi matrimonio img
Capítulo 34 La desconfianza img
Capítulo 35 ¿con quién me casé img
Capítulo 36 algo en el corazón de Brenda se quebró img
Capítulo 37 Cayendo en sus brazos img
Capítulo 38 Una posible guerra img
Capítulo 39 Enfrentando una realidad img
Capítulo 40 Un callejón sin salida img
Capítulo 41 ¿encerrada img
Capítulo 42 Un escape necesario img
Capítulo 43 Una noche mágica img
Capítulo 44 Una verdadera pesadilla img
Capítulo 45 Una bendición no puede ser una mala noticia img
Capítulo 46 Una ilusión img
Capítulo 47 Un mar de sentimientos encontrados img
Capítulo 48 Por fortuna para mi img
Capítulo 49 Lo necesito como el aire para vivir img
Capítulo 50 Una noche extrema img
Capítulo 51 Conociendo la maldad img
Capítulo 52 Perdida en una profunda depresión img
Capítulo 53 Un fingido romance para ganar su confianza img
Capítulo 54 Yo soy un completo desastre img
Capítulo 55 Seduciendo al enemigo img
Capítulo 56 Mi corazón cambió completamente img
Capítulo 57 El día que mas habia esperado en lo que llevaba de embarazo img
Capítulo 58 Un corazón roto, duele demasiado img
Capítulo 59 Una persona adolorida, está completamente ciega img
Capítulo 60 La hora de la entrega de la herencia img
Capítulo 61 Un cambio repentino img
Capítulo 62 Algo reconfortante en medio de tanto hastió img
Capítulo 63 ¿Un posible plan en contra de mi esposo img
Capítulo 64 Hay que tomar las mejores decisiones img
Capítulo 65 Decisiones sin cordura img
Capítulo 66 Un malvado plan de Gerónimo img
Capítulo 67 Aun no es el tiempo de llegada img
Capítulo 68 Un estremecedor momento img
Capítulo 69 Todos los planes se están esfumando img
Capítulo 70 La genética no miente img
Capítulo 71 La desilusión img
Capítulo 72 Gerónimo es el peor ser humano img
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Capítulo 3 el gigolo

Capítulo 3 el gigoló

La sigo hasta el fondo del lugar, había un montón de luces rojas y unos tubos de baile, mientras que unos hombres que apenas se cubrían su entrepierna hacían exóticos bailes, había jaulas, había tarimas, y muchas mujeres, unas de mi edad y otras mucha mayor. No lo podía creer ¡se trataba de un bar de mala reputación, pero para mujeres! sorprendida por todo lo que veía, mis ojos estaban bailando al vaivén de las caderas de esos hombres, me sentía avergonzada, ¿Como una mujer casada y de buena reputación como yo, estaba asistiendo a un sitio como estos? pero... es llamativo, es espectacular, es seductor, es erótico, y me atrae.

Ginna llega con un par de tragos, tomo el vaso y le doy un trago largo, mi cabeza no dejaba de dar vueltas, no sabía si salir corriendo o quedarme a disfrutar de algo a lo que no estaba acostumbrada, sentía que estaba violando todos mis valores y principios.

-Amiga, mira, aprovecha el espectáculo que están dando, son preciosos ¿verdad?- Ginna no hacía más que sonreír encantada

- ¿A qué te refieres?

-A todos los chicos que están bailando, esas curvas, ay no, esos pectorales, esos músculos de sus piernas, ¡ah y ni hablar de su entrepierna! Picante, picante...-Ginna me hace sentir vergüenza ajena, hablaba como si fuera una mujer demasiado libertina, no comprendía como podía dirigirse así a un hombre.

-Ginna, contrólate de verdad, estas hablando horrible- la miró con un poco de desprecio

-Mira Brenda, no sé qué es para ti diversión, pero deja de actuar como una mojigata que la noche es joven, ven vamos hacia esa barra, mira que bombones ahí allí- le doy otro largo sorbo a mi bebida y tímidamente salgo para allá, yo no era una chica muy joven pero tampoco era una anciana con necesidades especiales fisiológicas. Podría aprovechar aún la vista.

Llegamos a la barra y hay dos jóvenes, no creo que sean muy menores que yo, a decir verdad, eran demasiado guapos, comienza a sonar una canción específica para hacer striptease y eso hace que la piel se me enchine.

Mi amiga había logrado obtener dos puestos espectaculares frente al par de hombres, ambos estaban con un tipo de disfraz de vaquero, tenían sombrero y pantalones, también chalecos de cuero, y comienzan a bailar para nosotras.

Uno de ellos se queda viéndome directo a los ojos, y con su baile hipnótico de caderas comienza a ser insinuante, casi me desmayo al verlo, mis piernas me tiemblan y por poco dejo caer mi vaso.

Él joven comienza a mover su cadera muy frente a mi cara, podía sentir su olor a sudor, pero era un sudor delicioso, de hombre alfa, combinado con su perfume amaderado inundaba mis fosas nasales, a medida que iba sonando la canción se iba quitando una de sus prendas- mi amiga me codea

-Nena, está bailando para ti, ponle un billete, así amiga así- ella se lanza sobre el otro muchacho y de una forma muy atrevida le pone un billete de 50 en medio de sus tangas, y otras mujeres hacían lo mismo, ay, mi Dios, que nervios siento, saco como puedo un billete de mi cartera y sin darme cuenta le pongo uno de cien. El joven reacciona con un grito de vaquero - ¡¡yi ja!!!, yo apenas doy un sobre salto y me quedo bloqueada, (cien menos, pienso) mientras que él comienza a quitarse cada una de sus prendas.

No sé qué me pasa, pero no puedo quitar mis ojos de su cadera, de sus movimientos sensuales de un lado hacia otro, tenía la piel color canela, sus abdominales bien marcados, sus pectorales perfectos, y su trasero desorbitante, se notaba que era un apasionado por cuidar su cuerpo.

La canción se acabó para mi felicidad, siento un alivio recorrer mi cuerpo, el hombre se acerca y me da un beso apasionado en la mejilla, yo andaba como boba, ni siquiera me inmutaba ante tal espectáculo, me sentía una amoral, pero en el fondo me gustaba.

- ¿Te gusto el show? - su voz varonil hizo eco en mis oídos, mientras que trataba de recobrar su respiración que estaba entrecortada debido al baile.

-He... he... - me quedo sin poderle responder, por fortuna para mi estaba Ginna.

-Si lindo, si le gusto, es más, le fascinó la has dejado sin palabras, si necesitamos de tus servicios, te busco- ella le guiña un ojo y el hombre se va de frente de nosotras

-Al menos me hubieras dejado responder a mi- le doy el último sorbo a mi vaso.

- ¿No viste como te pusiste? Casi ni respiras, eso es fantasía mi amor, y lo que nos falta

-No, ¿Cómo se te ocurre?, no podemos hacer eso, me tengo que ir lulú está sola y yo, ya di cien dólares, no me alcanzo a imaginar si me quedo más aquí, me quedo en la quiebra- le digo soltando una carcajada

-esa es la idea mi amor que disfrutes de la noche- mi amiga me pasa otra copa llena de alcohol, me tomo un sorbo, y otro más y otro más, ahí empiezo a sentirme más relajada, más abierta, más feliz, la muy desgraciada parece que me habia drogado, yo estaba en pleno éxtasis.

- ¿Cómo te sientes? – Ginna me pregunta mientras estamos las dos bailando a saltos en medio de la pista, con un montón de empleados del lugar y claro muchas mujeres más que los estaban rodeando.

-Me siento genial, ¡uff me siento feliz amiga! Relajada- y de verdad me sentía en otra onda, mi cuerpo estaba lleno de energía, estaba frenética, lo que hubiera sido que fuera lo que me dio Ginna, se lo agradecia con el alma, eso era lo que realmente necesitaba así fuera por sentirme viva un solo momento, pero algo estaba mal, sentía como mi cuerpo se calentaba, y una leve excitación por ver aquellos hombres danzar, mis pezones de repente estaban rígidos, y sentía unos deseos inmensos de tener relaciones sexuales.

            
            

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