Capítulo 4 4

Rebecca sonríe soñadoramente a Daniel, como si esta fuera la mejor historia que jamás había escuchado. Y casi puedo escuchar los engranajes en su cerebro haciendo clic, evaluando cuán liberado debe estar.

Tomo un sorbo de mi bebida, igualmente fascinada con su historia. "¿Cómo se siente ser sexual con alguien que no es tu inclinación natural?"

"Bien. Tal vez un poco pervertido. Daniel se encoge de hombros. "Creo que eso es lo que es para mí, siento que estoy haciendo algo malo, algo que no debería estar haciendo pero que al mismo tiempo se siente tan natural. Y no sé cuánto tiempo seguiré haciéndolo, tal vez no para siempre, tal vez no mucho más. Pero siempre que lo hago, no me arrepiento. No se siente mal, si eso es lo que quieres decir.

"Cuántos . . ." La voz de Rebecca se apaga cuando se detiene.

"Puedes preguntarme cualquier cosa", le pide Daniel.

"¿Con cuántos hombres has estado?"

Daniel entrecierra los ojos mientras piensa. "Hmm, no muchos, diría más de diez pero menos de veinte".

"Jesús". Mis cejas se levantan solas.

"¿Qué es eso que busca?" Daniel sonríe.

"Bueno, dijiste que no te has acostado con muchos hombres. Si ese es un número bajo para usted, ¿qué es un número alto? Quiero decir . . . ¿Cuáles son sus números para las mujeres?

Daniel se ríe. Demasiados para contarlos, me temo. Conozco gente hermosa en mi industria, a veces la tentación es demasiado grande".

La decepción me llena y arrugo mi servilleta y la tiro sobre la mesa con disgusto. "Desearía ser más como tú", suspiro.

"¿Significado?"

"Ya sabes, todo liberado y genial y" -hago una pausa mientras pienso en la terminología correcta- "supongo, libre".

La cara de Daniel cae. "¿No te sientes libre?"

Oh Dios, ¿por qué dije eso? Ahora sueno como una maldita reina del drama. "Lo que quise decir es que supongo que me gustaría estar en tu lugar, ya sabes, acostándome con quien quiera por diversión".

"¿No tienes sexo por diversión?" Daniel frunce el ceño.

Todo esto está saliendo mal. "Quiero decir, lo he hecho en el pasado. Supongo que me salí del ritmo a medida que crecía".

"¿Cuántos años tiene?" él pide.

"Veintisiete. Tuve algunos novios en la escuela secundaria y la universidad, y luego tuve un novio a largo plazo. Rompimos un año después de la muerte de mis padres".

"¿Tus padres murieron?"

tomo un sorbo de mi bebida; ¿Cómo llegamos a este tema?

¿Por qué dije eso?

"Estuvieron involucrados en un accidente automovilístico de colisión frontal", responde Rebecca; ella sabe cuánto odio decir eso en voz alta.

Los ojos de Daniel vienen a mí en una pregunta.

"Mi madre murió en el lugar, mi padre murió camino al hospital. El conductor que los golpeó tuvo un infarto y se desvió hacia el lado equivocado de la carretera". Siento que la pesadez me invade cuando mi pecho se contrae, y miro hacia los amables ojos de Rebecca, quien me da una sonrisa suave y toma mi mano sobre la mesa. Me acababa de mudar con Rebecca en la universidad cuando mis padres murieron. Ella ha sido mi apoyo y una amiga maravillosa y ha estado allí para mí en muchas noches tristes y solitarias.

"Lo siento mucho", susurra Daniel. "¿Tienes algún otro familiar?"

"Sí." Yo sonrío. "Tengo un hermano maravilloso, Brad, y tengo una hermana que. . ." Mi voz se apaga.

"¿Quién Qué?" pregunta Daniel.

"Es una perra delirante", espeta Rebecca. "No tengo idea de cómo estas dos chicas están relacionadas genéticamente. No tienen absolutamente nada en común. Tiza y queso."

Daniel sonríe sorprendido mientras mira entre nosotros. "¿Por qué, cómo es ella?"

"Hermoso." Bebo mi bebida.

"Con derecho y mala", interviene Rebecca.

Sonrío con tristeza. "Ella no es tan mala. Ella ha tomado la muerte de nuestros padres más duro y de alguna manera su personalidad cambió de la noche a la mañana. Brad y yo nos hemos sostenido y cojeado y, sin embargo, todo lo que ella quería hacer era estar sola. Ella no ha manejado el duelo de la misma manera que nosotros".

"¿No la ves en absoluto?" pregunta Daniel.

"No, la veo", respondo. "Normalmente estoy molesto o alterado después de que ella se va. Sabes cuando pasas tiempo con alguien y te chupa la vida. Le gusta el dinero y la fama y tener bolsos de diseñador y todos sus hermosos novios. Siento que... -hago una pausa mientras trato de articularme- siento que está reemplazando el amor de nuestros padres con objetos.

"¿No te gustan las cosas de diseñador?"

"Supongo." Me encojo de hombros. A todo el mundo le gustan las cosas bonitas, ¿no? Simplemente no es mi prioridad".

"Kate es muy buena con su dinero", interrumpe Rebecca.

"Ese es el código para apretado". Daniel se ríe mientras sus ojos se mueven hacia mí. "¿Eres estrecha, Kate?"

"No estoy apretado".

"Oh, tú también", se burla Rebecca. "Ella no gastará nada de dinero en sí misma y siempre está ahorrando para un día lluvioso. Lleva los mismos diez conjuntos y se esconde detrás de esos grandes y gruesos anteojos".

-Necesito que lo vean, Rebecca -anuncio, indignada-. "Y simplemente no veo el punto de gastar una fortuna en ropa y vestirse elegante todo el tiempo".

"Trabajas en el centro de Londres con algunos de los hombres más atractivos de la capital y estás demasiado ocupado vistiendo ropa de oficina adecuada para atraer a alguno de ellos".

Pongo los ojos en blanco con disgusto. "Confía en mí, no hay nadie en el trabajo que valga la pena impresionar".

Los ojos de Daniel se demoran en mí y, mientras la diversión cruza su rostro, choca su copa con la mía.

"¿Qué?" Pregunto.

"Creo que acabo de encontrar mi nuevo proyecto".

Cuatro horas y tres botellas de vino más tarde, y con Stevie Nicks tocando de fondo, Daniel dice: "¿Entonces qué voy a escribir?". Él ríe.

Estamos sentados en el sofá todavía hablando demasiadas tonterías y completando un perfil en una aplicación de citas para Daniel en mi computadora. Aparentemente, esta es una prioridad cuando te mudas a una nueva ciudad.

¿Quien sabe?

La pregunta dice:

¿Qué estás buscando?

" Hmm , eso es difícil". Daniel inhala profundamente mientras hace todo lo posible por pensar a través de la nube de alcohol.

"Oh, lo sé. Escribe esto -dice Rebecca con su voz ronca de «estoy tan borracha como una mofeta». "Vagina o polla, baja o alta, depilada o peluda, preferiblemente caliente".