Capítulo 6 6

"Se presentó una emergencia. Mi jefe me llamó para mostrar la propiedad en lugar de Brent". Estaba orgullosa de que su voz sonara más normal. "¿Puedo ir ahora? Obviamente no estás interesado en comprar el edificio, ¿verdad?

La boca del rubio se apretó en una línea firme. Su mano se levantó lentamente hacia su oreja para tocar su lóbulo. "Decir de nuevo. No entendí eso. Hay interferencia del acero aquí en algunas partes".

El hombre de cabello oscuro avanzó y Lauren se apretó más fuerte contra la puerta. Todo su terror volvió cuando se centró en él. Los hombres casi podrían ser gemelos en tamaño puro. Ambos se elevaban por encima de ella, anchos de hombros y musculosos. Ella tampoco podía ver sus ojos a través de las gafas oscuras, pero sintió que él también la miraba. Ella no trató de hacer contacto visual ya que no tenía sentido. Su mirada cayó al piso de concreto mientras comenzaba a orar. Por favor, que me dejen ir. Por favor Dios.

"Lauren Henderson".

La mirada de Lauren se centró en la de pelo oscuro que había dicho su nombre. Volvió la cabeza para mirar al otro hombre. Se encogió de hombros.

"Mi comunicación estaba bien. Lauren Henderson es su nombre. Trabaja en la misma empresa que nuestro objetivo".

El rubio giró la cabeza y Lauren miró las gafas de sol negras. Tragó saliva de nuevo y asintió. "Trabajo con Brent, pero no lo conozco bien".

El hecho de que llamaran a Brent un objetivo no presagiaba nada bueno para ella ni para su compañero de trabajo. Sus rodillas temblaban casi tanto como sus manos. El objetivo significa que probablemente sean sicarios contratados. ¡Jesús! ¿En qué diablos está metido Brent?

"Ella es su novia". El de cabello oscuro también tenía una voz profunda, pero la suya no sonaba como grava.

"No estoy saliendo con ese asqueroso. Lo juro. No estoy saliendo con nadie". Tenía que convencerlos o podrían decidir lastimarla a ella en lugar de a Brent. Ni siquiera me gusta. Es un imbécil.

Dos pares de gafas de sol apuntaban en su dirección y sintió que la miraban. Rápidamente tuvo la impresión de que no lo estaban comprando cuando ambos fruncieron el ceño. Los segundos pasaban con una lentitud insoportable.

"Seamos racionales, ¿de acuerdo?" Forzó el aire en sus pulmones. "Mírame. ¿Conoces a Brent? Le gustan las mujeres delgadas y altas. Ese no soy yo. Él va a bares todo el tiempo, pero yo ni siquiera bebo".

Sabía que estaba balbuceando, pero no le importaba. No quería que le rompieran las piernas como advertencia a un novio que ni siquiera tenía. "Ni siquiera me gusta el chico. Es grosero y no nos llevamos bien. Llegó al trabajo la semana pasada mostrando fotos en su teléfono celular de culos desnudos de mujeres y dijo algunas cosas malas cuando le dije que no lo apreciaba. No me gusta el chico y él no me quiere. No soy -casi gritó las palabras ahora-, ¡su novia o su amiga! Solo soy el idiota que contestó su teléfono cuando llamó su jefe y de hecho vino aquí para mostrar esta propiedad". Ella cerró la boca.

"Están durmiendo juntos". Era el de pelo oscuro. "Conocemos a Bill". Su boca se torció en una sonrisa y los dientes blancos brillaron.

El rubio asintió. "Sí. Hacemos."

"No me voy a acostar con él". Lauren estaba sorprendida. "¿Hola? ¿No me escuchaste? ¡No soy su tipo y él está seguro de que no es el mío! Le tomó unos segundos darse cuenta de que habían llamado a Brent por otro nombre, pero probablemente persiguieron muchos objetivos. Había sido un desliz. Tampoco iba a señalarles el error. "Tengo normas".

"El tipo de Bill tiene senos y tú los tienes". El rubio sonaba divertido.

"No me he acostado con nadie en mucho tiempo. Confía en mí", tartamudeó Lauren apresuradamente. "Yo no me acostaría con ese idiota. Él es un puto hombre y un cerdo total. No estoy saliendo con nadie y no lo he hecho en casi un año. Realmente hablo en serio. No me gusta Brent, Bill o como se llame.

La sonrisa del moreno murió. "Casi un año, ¿eh? Ahora sé que estás mintiendo.

Ella sacudió su cabeza. "Esa es la verdad. No lo tocaría ni con un palo de tres metros y no nos caemos bien. Ni siquiera hablamos a menos que sea para discutir. No sé qué quieres con él y no me importa. ¿Puedo irme ahora? ¿Por favor? Si crees que le advertiría o algo así, no lo haría. Lo juro. Puedes tenerlo. Llévatelo por favor. Es un idiota que estoy seguro de que merece que le rompan las piernas o lo que sea que tengas que hacer para conseguir tu dinero. A veces desearía poder lastimarlo, así que hazlo. Por favor, ¿puedo irme ahora?"