-Bienvenidos, mis niños ¿Quieren algo de comer?-
-No nana- Respondo -Comimos algo antes de venir- Miro a mis hermanos -Iré a la piscina un rato- Les informé para subir a mi habitación a cambiarme la ropa por un bermuda y bajar a la piscina para nadar un rato.
La pequeña morena no sale de mi mente, con su hermoso cabello chocolate, hasta su cadera, sus labios carnosos, sus lindos ojos color miel, sus muy definidas curvas porque dios ese cuerpo esta para morirse, su voz y por dios su sonrisa, es hermosa en todos los sentidos.
-Tierra llamando a Samuel- Miro a Marko quien me mira con burla -Te he estado llamando desde hace unos minutos-
-Estaba pensando- Le respondo cuando el entra a la piscina.
-Déjame adivinar- Se acerca -En Sofia-
-¿Qué comes que adivinas?- Reímos, echo mi cabello mojado hacia atrás -Pues sí, en ella, es todo lo que siempre hemos deseado-
-Sí, pero aun así debemos informarles a los mayores, si a ellos no le gusta no podemos hacer nada, somos todos o ninguno-
-Pues sí, pero sé que le gustara, Leonardo le encantara cuando la vea-
-Crucemos los dedos para que así sea, pero si ella es nuestro tipo ideal y me gusta su manera de ser-
-Muy diferente a los que hemos acostumbrado en otras mujeres- Miro a Marko con algo de miedo -¿Y si ella no nos acepta? ¿Si piensa que somos unos depravados?- No podía evitar sentir miedo sobre eso.
-Tampoco es que seremos unos desesperados, debemos conocerla y ella a nosotros, iremos lento y la haremos sentir cómoda-
Asiento con la cabeza, aunque deseemos estar con ella lo más rápido posible, no podemos obligarla a estar con nosotros tan rápido.
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Entro al comedor encontrándome a mis hermanos Marius, Camillo, Oscar y Amos, aún faltan Leonardo y Marko.
Saludos a mis hermanos mayores con un choque de puños -¿Todo bien en el trabajo?- Me siento en mi lugar.
-Ya sabes, como siempre lleno de trabajo- Responde Camillo -¿A ustedes como les fue en la universidad?-
-Yo diría que excelente- Sonrió y ellos me miran sin entender mi alegría.
-Hoy conocimos una chica- Suelta Marius -Es nueva y sobre ella debemos hablar después-
Mis hermanos nos miraban con confusión, pero después asintieron con la cabeza sin preguntar. Entra Marko, saluda a mis hermanos y se sienta en su lugar, minutos después llega el mayor de todos con su porte de hombre frio, algo que lo caracteriza por completo.
Lo saludamos y a lo poco segundo nos traen la cena -¿Qué tal sus clases, chicos?- Pregunta Leonardo.
-Muy bien- Marko mira a nuestro hermano -Conocimos a una chica preciosa, se llama Sofia Curuso y creo que es nueva en la ciudad-
-Y es muy agradable- Dice Oscar -Congeniamos mucho con ella-
-¿Congeniar con una chica? ¿Ustedes?- Nos mira sin creerlo -Eso es algo nuevo, debo decir que estoy sorprendido-
La cena transcurrió tranquila, charlando entre nosotros y preguntándonos sobre nuestros días. Después de eso nos dirigimos al despacho de Leonardo que es el más grande, Leonardo esta en su silla atrás de su escritorio, Camillo y Amos están recargados sobre el escritorio con brazos cruzados y nosotros nos sentamos en los sofás de al frente.
Marius empieza a hablar -Queremos que conozcan a Sofia, apenas la vimos supimos que ella podría ser nuestra mujer- Continúa -Ella es la ideal para nosotros y nos cautivó a nosotros, sabemos que puede hacerlo en ustedes-
-Y no es italiana, es latina- Suelta Oscar.
-¿Y cómo la conocieron?- Pregunta Amos con total interés.
-Se tropezó conmigo- Responde Marko -Estaba buscado la zona de arte y no sabía por dónde iba-
-Después la encontramos en nuestra pizzería favorita y la llevamos al edificio donde vive- Termina por contar Marius.
-Bueno, tenemos que verla para saber si es así como ustedes dicen- Habla Camillo -Debemos planear algo para poder conocerla y si nos gusta pues tendremos que organiza todo sobre cómo podemos verla, invitarla a salir, ver que le gusta y traerla a la casa-
-Me parece bien, hermano- Digo -Nosotros podemos hablar con ella cada vez que podamos y saber si quera reunirse con todo nosotros-
-Pero por los momentos aun no- Miramos a Leonardo -Mañana me iré de viaje a Milán, ha habido un problema en la sucursal que tenemos allá de la empresa de la constructora y así que tengo que ir-
-¿Regresaras pronto?- Pregunto.
-Tal vez dure unos días, no sé muy bien hasta cuando- Mira a sus hermanos con seriedad -Así que no quiero que hagan nada en mi ausencia-
-Que aburrido- Amos rueda los ojos -Ya saben chicos, traten de llevarse bien con ella para cuando llegue el momento de nosotros poder conocerla-
-Bueno, ya sabemos en donde vive- Le doy un codazo a Marko por su ocurrencia -¿Y eso por qué?-
-Tonto, no podemos ir a su hogar, así como así, tú mismo lo dijiste, tenemos que ir despacio con ella- Ruedo los ojos.
-Nunca dije ir a su hogar, solo que podemos llevarla a la universidad y llevarla a su edificio-
-Es una gran idea- Oscar se levanta y enciende un cigarrillo que saca de su bolsillo -Solo si ella está de acuerdo con eso-
-Solo hagan lo necesario por el momento, hablen de nosotros para que ella nos vaya conociendo aun sin conocernos- Camillo también enciende un cigarrillo.
Minutos después nos encontrábamos todo fumando, cada quien en nuestro mundo. Fumar era una de las tantas cosas que tenemos en común, aunque no lo hacemos muchas veces al parte de Oscar que si fuera por él lo haría todo el tiempo.
.Marko.
Después de hablar sobre Sofia cada uno se fue a sus respectivas habitaciones para poder descansar. Mi habitación esta echa un desorden, nunca fui una persona ordenada así que esto no me molesta en lo absoluto y así como soy también lo es Amos, Oscar y Samuel, los más desordenados y por eso siempre recibimos reproche de Camillo que es el más ordenado de todos.
Me acuesto en mi cama y miro el techo pensando en mi linda chica, sus hermosos ojos miel, su color canela, su cabello larguísimo, su buen cuerpo, su voz, su sonrisa, dios todo de ella me llama de una manera única.
Suelto una sonrisa -Estamos acabados- Muerdo mi labio.
Solo imaginarla tenerla en casa, compartir nuestras cosas con ella y darle todo lo que se merece por ser nuestra princesa seria todo un sueño para nosotros. Al venir de una familia polígama se nos es fácil por así decirlo, sabemos todo lo que trae al tener una relación de esa manera, pero sobre todo tenemos que controlar los celos entre nosotros no puede haber celos dentro de la relación, lo primordial es la confianza y la comunicación que debemos tener para que la relación sea fuerte y duradera.
Desde muy jóvenes juramos tener una mujer para nosotros siete, compartirla, amarla, adorarla, apreciarla y mucho más. Formar una familia, tener hijos, una esposa y ser felices es todo lo que siempre hemos querido, aun Samuel que es el más joven de nosotros así lo desea.
Sofia podía ser esa persona, ella podía ser la mujer que nosotros deseamos y ser la madre de nuestros hijos. Si ella es hermosa estando así, no me imagino cuando tenga una hermosa barriguita haciéndola ver adorable y sexy a la vez.
Joder, ya estoy mal.
Trato de quitar esos pensamientos sino tendré una erección y no quiero tocarme por los momentos. Me acomodo para poder dormir y soñar con lo que nos espera.
Al día siguiente hago mi rutina diaria para así bajar al comedor al estar listo para el día. Al llegar veo a mis hermanos, Oscar, Marius y Camillo sentados en sus respectivas sillas, de seguro Leonardo anda entrenando y Amos tratando de despertar al menor de nosotros, Samuel se queda casi toda la noche despierto jugando videojuegos.
-Saben chicos- Obtengo la atención de ellos -Ayer me imagine a Sofia embarazada-
Camillo se ahoga con su agua, Oscar trata de ayudarlo dándole palmadas en su espalda.
-Joder, apenas la conocemos ayer y ya andas de fantasioso- Dice Oscar al lograr que Camillo dejara de toser.
-Si bien aún no sabemos cómo terminara todo esto- Miro a Marius -No sabemos cómo ella se lo tomara, tampoco si aceptara a estar con nosotros y mucho menos sabemos si lograremos que todos le atraigamos-
-Marius tiene razón- Dice un calmado Camillo -Es mejor no apurarse a las cosas y mucho menos ilusionarse con un futuro que tal vez nunca se cumpla-
-No es malo soñar, sé que Sofia será la madre de nuestros hijos- Levanto mis hombros -Es lo más seguro, ya lo verán, se acordarán de mi cuando la veamos con un gigante vientre en espera de nuestro hijo-
Oscar ríe y niega levemente con la cabeza -Debo admitir que lo acabo de imaginar y sería maravilloso en cierta parte-
-¿Cierta parte?- Pregunta Marius.
-Los embarazos pueden ser algo complicados, más aún los cambios de humor que tiene la mujer en ese estado- Continúa Camillo -Recuerdo cuando nuestra madre Carla esperaba a Samuel siempre tenía antojos de dulces, cada vez que la veía estaba comiendo chocolate u otras cosas a escondidas de mi padre, de mamá Lara y de mamá Eva también era muy caprichosa, se quejaba cada vez que no querían darle algo que ella quisiera-
-Por eso el mocoso es así- Dice Oscar a lo que nosotros asentimos.
-Son muy complejos los embarazos, pero creo que es algo que podemos manejar los siete-
Ellos me miran, sacan una sonrisa y asiente confirmando mis palabras. Tener un bebé sería maravilloso, verlo correr, escuchar sus risas, sus llantos y verlo feliz es algo que nosotros deseamos tener, sobre todo tener a nuestra mujer a nuestro lado.
Y ella amándonos aun sabiendo nuestra oscuridad.