Capítulo 5 Cállate

Derek y Madeline acababan de llegar al club Glamour. Kathy y algunos de sus amigos más cercanos ya estaban sentados en un salón reservado del piso de arriba.

"¡Madeline, regresaste! ¡Te extrañé mucho!", exclamó Kathy, dándole un fuerte y dramático abrazo para demostrar su emoción.

Madeline le devolvió el abrazo, pero se mostró un poco reservada.

"¿Por qué sigues comportándote como una niña?", murmuró. Luego, dirigió su atención a Derek y añadió: "Es agradable mantenerse joven de corazón. Creo que eres la única que me mantiene cerca".

Kathy era astuta, así que captó su mensaje oculto. Para defender a su hermano, agregó:

"Madeline, Derek estaba tan perdido sin ti. ¡Cuando regresaste, terminó rápidamente con esa mujer!".

Kathy había estado molesta con Madeline por su partida, especialmente porque Derek había terminado en coma después del accidente. Pero cuando vio a su hermano llorar y beber durante días, añorando a Madeline al despertar, sus resentimientos se desvanecieron. Si Derek y Madeline estaban juntos, y así él era feliz, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para apoyar su relación.

Pronto sus amigos a su alrededor comenzaron una conversación animada.

Madeline no pudo evitar sonreír mientras saboreaba el animado ambiente. Sentada al lado de Derek, sus ojos brillaban cuando lo miraba.

Derek había soñado despierto con ese momento más veces de las que podía contar, pero vivirlo en persona le hizo sentir una mezcla de emoción e inquietud, como si sus sueños no coincidieran con la realidad.

Estaba a punto de hablar con Madeline, pero Kathy lo interrumpió.

"Derek, ¿esa no es Norah?".

Todos se volvieron hacia esa dirección.

Fue entonces cuando Derek vio a Norah. Estaba deslumbrante con un vestido de lentejuelas blanco plateado que abrazaba perfectamente su figura. Su cabello castaño caía maravillosamente sobre su espalda y su maquillaje estaba impecable, haciéndola destacar como una radiante diosa entre la multitud.

Con solo una mirada, Derek supo que era ella sin lugar a dudas.

Varios hombres la rodearon, liderados por un tipo corpulento, mientras que otros tenían expresiones amenazadoras.

Las tenues luces impidieron que Derek distinguiera la expresión de la mujer. No estaba seguro de si se sentía asustada o disfrutaba de la atención.

"Derek, tu esposa es toda una belleza".

"Ese tipo que lidera a todos es el señor Smith, ¿verdad? Es conocido por ser un matón y utiliza el estatus de su hermano en la industria del entretenimiento para mostrarse poderoso. Si ella se involucra con el señor Smith, estará en problema".

"¿Y quién dice que no quiere? Mira su atuendo. Seguramente llamará la atención de todos en el club Glamour".

"¡Maldición! Cuando Derek apareció con su esposa en una fiesta anterior, no me di cuenta de su hermosura. ¡Nunca imaginé que sería tan deslumbrante y tendría una figura tan asombrosa!".

"Antes de que Derek despertara, siempre estaba en fiestas y se vestía para llamar la atención, intentando captar la atención de los hombres. Ahora que Derek ya no está con ella, tendrá que esforzarse para mantenerse a sí misma. Pero es inteligente, ya está captando la atención del señor Smith".

Sus amigos se rieron.

Derek no pudo ocultar su molestia.

"¡Basta!", espetó bruscamente. Luego, miró a su hermana con severidad. "Kathy, ¿de dónde aprendiste a hablar de esa forma? No tienes modales. Una dama no debería decir esas cosas".

Kathy bajó la cabeza con culpabilidad. Le tenía tanto miedo a Derek que sus ojos se llenaron de lágrimas.

Madeline le dio a Derek una suave palmadita en la espalda.

"Kathy todavía es joven. No seas tan duro con ella, ¿sí? ¿Qué te tiene tan enojado?". Luego, miró a Norah. "Si no nos hubiera visto juntos hoy, no habría terminado aquí esta noche, buscando hombres...".

El humor de Derek se ensombreció más.

"Yo no soy el motivo de sus decisiones", espetó.

¿Podría Norah, siendo libertina por naturaleza, ocultar su verdadera personalidad y fingir ser obediente? Por supuesto que no.

Norah ya estaba molesta por las duras palabras de Derek y el regreso de Madeline. La persona que se contactó a través de Joanna aún no había aparecido, lo que aumentaba su frustración. Cuando su paciencia se agotó, exclamó:

"¡Piérdete!".

Jordy Smith no pudo soportar su rechazo, así que intentó tocarla.

"¿Quién te crees que eres? ¿No estás buscando compañía si te vistes como una puta? ¡Yo soy más que capaz de acompañarte!".

Norah sonrió mientras veía su mano regordeta acercándose a su hombro. Rápidamente lo agarró de la muñeca, le dio un rápido codazo en la barbilla y lo empujó.

Jordy lanzó un grito y retrocedió unos pasos antes de desplomarse. Con una mueca de dolor se llevó las manos a la barbilla.

"¡Joder!", maldijo escupiendo sangre y trozos de dientes. "¿Cómo te atreves a pegarme?".

La conmoción del piso superior se detuvo brevemente cuando Jordy dejó escapar un aullido, pero luego se reanudó.

Norah se mantuvo firme.

"Si vuelves a intentarlo, perderás algo más que tus dientes".

"¿Sabes quién soy?", murmuró él. "¿Con quién crees que te estás metiendo? Podría echarte de Glophia mañana".

Norah se mantuvo imperturbable. Luego, agarró su bolso de diseñador y comenzó a buscar en él.

Creyendo que estaba asustada y que quería pedir refuerzos, Jordy agregó con arrogancia:

"¡Me arrancaste los dientes, así que no te dejaré escapar fácilmente! Tienes dos opciones: pasa la noche conmigo, o enfréntate con la bancarrota y con un período en la cárcel. Tengo amigos en la policía y puedo mover ciertas influencias".

"Derek, ¿adónde vas?". Al verlo levantarse abruptamente, Madeline agarró enseguida su mano. "No planeas ayudar a Norah, ¿verdad?".

"Todavía estamos casados ante la ley", respondió él con seriedad. "Técnicamente sigue siendo parte de la familia Carter. Si la acosan, puede darnos una mala imagen".

Madeline trató de retenerlo.

"Derek, si no dices nada, nadie sabrá que es tu esposa. Está buscando problemas por sí sola...". Al ver la determinación de Derek, agregó: "No olvides que hoy nos roció con agua. Además, está bien. Cualquiera que sea el problema, ella misma se lo buscó. Ninguna mujer que se respete a sí misma estaría persiguiendo hombres en un club después de su divorcio. Solo está jugando a ser la víctima".

En medio de la bravuconería de Jordy, Norah sacó una tarjeta de presentación de su bolso y la arrojó a sus pies.

"¡Cállate!", gritó.

Pero Jordy estaba tan alterado que no podía detenerse. Sin revisar la tarjeta, comentó:

"¿Por qué crees que tirarme eso me hará callar? ¡Qué hilarante! ¡Hoy no saldrás a salvo de este club!".