Unidos por una pasión
img img Unidos por una pasión img Capítulo 6 El amor
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Capítulo 17 Plan macabro. img
Capítulo 18 Desaparecer img
Capítulo 19 La venganza nunca es buena img
Capítulo 20 Catherine, no le cree nada. img
Capítulo 21 Una despedida, un hasta siempre. img
Capítulo 22 Solo amigos img
Capítulo 23 Se entera del romance img
Capítulo 24 Sonia enfrenta a Hector img
Capítulo 25 No estás pensando claramente. img
Capítulo 26 La gran pelea img
Capítulo 27 Detective E img
Capítulo 28 Otra vez no cometeria el mismo error. img
Capítulo 29 Paula, no lo permitirá img
Capítulo 30 ¿Tu mamá tiene armas img
Capítulo 31 Te amo, pero vos a mi, no img
Capítulo 32 Los celos la encerraron. img
Capítulo 33 Al rescate img
Capítulo 34 Su amor era correspondido. img
Capítulo 35 Fue todo una trampa img
Capítulo 36 Una despedida img
Capítulo 37 ¿Qué hice img
Capítulo 38 La locura se desata. img
Capítulo 39 Comenzar en otro lado. img
Capítulo 40 Y otra vez le jugó mal. img
Capítulo 41 La locura es total. img
Capítulo 42 La arpia es capaz de todo. img
Capítulo 43 Te descubrieron. img
Capítulo 44 No se fue, él no lo permitió. img
Capítulo 45 ¿Dos con los mismos sintomas img
Capítulo 46 La desicion de amarse img
Capítulo 47 El que no arriesga no gana. img
Capítulo 48 Fue capturado img
Capítulo 49 El ultimo recuerdo. img
Capítulo 50 Desespera esperar img
Capítulo 51 En estado delicado. img
Capítulo 52 Elisa quiere decir la verdad img
Capítulo 53 Perdió todo. img
Capítulo 54 Los recuerdos no encontrados, no le impidieron sentir. img
Capítulo 55 ¿Qué le pasa img
Capítulo 56 Deben seguir con la mentira. img
Capítulo 57 Se debe ir con la verdad img
Capítulo 58 ¿La besaste img
Capítulo 59 Amigas img
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Capítulo 6 El amor

Capítulo 12

Para el final de esa semana Evy tenía toda la información que necesitaba. Ella ese mismo día, decidió estar presente en uno de los ensayos, es que no se aguantaba tanta información para ella sola.

- Chicos este fin de semana tenemos mucho trabajo- les informó Alex- por lo tanto necesito todo el esfuerzo posible de parte de todos ustedes- Mientras Alex daba su discurso en medio de galpón Carla y Evy estaban en su mundo, sentadas sobre pequeños almohadones detrás de él.

- Tengo suculenta información- susurró Evy al oído de Carla

- ¿Si?- preguntó un tanto aburrida por la charla.

- Se llama Mariano y.... - no pudo continuar pues fue interrumpida por la voz de Alex.

- Pueden mantener la boca cerrada ustedes dos- dijo girando para mirarlas a la cara.

- Lo sentimos- se disculpó Carla sofocando una risita absurda.

Los próximos minutos parecieron horas para todos, menos para Carla que estaba sumida en una nube de ensueño, en su cabeza solo resonaba el nombre Mariano, al fin ese rostro tenia nombre. Después de que fueron liberados del tortuoso discurso, se dispusieron a ensayar, al final del ensayo Alex hizo saber a Carla que necesitaba verla en su oficina.

La oficina estaba lujosamente amueblada, quizás no era muy grande pero Alex supo darle un toque sofisticado, Carla se asomó a la puerta y dio pequeños toques anunciándose.

- Pasa- le oyó decir a Alex en tono distraído

Ella se sorprendió de ver a Elisa allí, últimamente iba muy seguido hablar con Alex, estaba algo sonrojada y su cuerpo parecía querer salir corriendo. Él le susurro algo apenas audible.

- Siéntate- ordenó señalando la silla color caoba que estaba junto al escritorio- Me gustaría saber, ¿si realmente estas conforme con estar en el grupo y si querés permanecer en él?

- Si, por supuesto- contestó mordiéndose la comisura de los labios.

- Estoy harto de tu "amiguita", ¿Qué piensa que es el galpón?, ¿Un salón para sociabilizar?

- Es que...-

- No quiero escuchar escusas- la interrumpió sin importar que tenía ella que decir- estoy notando que no estás dando el cien por ciento a la banda, que estas distraída y que no te esforzas por lo que tanto te ha costado tener.

- Estas siendo injusto- dijo parándose de la incómoda silla.

- ¿Injusto?- dijo sonriendo.

- Si he puesto y sigo poniendo todo mi esfuerzo para complacerte en cada exigencia que se te ocurre, pero veo que nunca va a ser suficiente bueno mi trabajo para ti. ¿Qué buscas Alex?- lo enfrentó rabiosa hambrienta de despedazar al hombre que tenía en frente.

- No busco nada- respondió observando las acaloradas mejillas de Carla.

- ¿Acaso no tenés agallas para decirme que te propones conmigo?

- Me sobran, y si querés saber, te quiero fuera del grupo, no servís para esto, no tenés madera.

- Bien, ¿qué esperas para decirme que me valla?- preguntó irónica.

- Eso no puedo hacerlo.

- Claro que no, porque si me hechas te quedas sin negocio.

- Así es mosca muerta, me tenés agarrado de las pelotas, pero tenlo por seguro que cada minuto que pases en el grupo será una tortura, tanto que vas a desear morirte, te vas arrepentir...- Alex se vio interrumpido por alguien que entro a la oficina sin anunciarse.

- ¿Interrumpo?-preguntó Matías.

Matías era uno de los tantos primos de Carla que rondaban su casa, en ese momento que fue hacer a la oficina, ella no tenía idea, pero agradecía al cielo por su presencia.

- No interrumpes nada importante, adelante- miró a Carla y dijo- terminamos acá- ella sin pensarlo huyo despavorida.

Capítulo 13

- Bueno soy todo oídos, ¿para que soy bueno?- preguntó Matías mirando hacia la puerta donde Carla hacia segundos se había esfumado.

- ¿Un trago?

- No gracias.

- Bien, te llame porque necesito una mano derecha que haga el trabajo cuando yo no pueda.

- ¿Por qué yo?- preguntó desconfiado.

- Simple, he visto que te llevas bien con los chicos, que los aconsejas de buena manera y la verdad necesito una buena mano por estos lares- le informó – ¿te interesa?

- Acepto- dijo estirando su brazo para tomar el vaso de whisky.

- ¿Qué aceptas? ¿El trago o el puesto?- preguntó confuso

- Ambos, eso sí, los voy a defender con uñas y dientes- le advirtió

- Como quieras, mientras aceptes, me da lo mismo.

Mientras tanto...

Caminaba lo más rápido que podía quería salir lejos, correr, sentía la necesidad de ir a un lugar en donde nadie pudiera lastimarla. Se dirigía hacia la salida que da a la calle, pero su paso ligero se vio interrumpido por una voz que le dijo:

-Si salís por ahí lo menos que vas a encontrar es soledad y tranquilidad.

- Evy llévame lejos no doy más- se lo pidió entre susurros con lágrimas abrazando a su amiga.

- Tranquila, vamos- le señaló su auto, subieron y mientras Carla lloraba a mares, Evy conducía con furia.

Fueron al lugar que ellas siempre iban cuando no querían ser vistas, estaba ubicado en la pequeña isla que había en el rio que costeaba la hermosa ciudad, era un conjunto de playas hermosas. Evy y los chicos lo conocían como la palma de su mano ya que lo descubrieron cuando niños, en sus tantas travesuras.

Cruzaron el puente que conecta la cuidad con la pequeña isla, estacionó el vehículo y caminaron hasta el final de aquel hermoso lugar.

Al llegar al rincón apartado se sentaron en la arena fina y blanca, Evy suspiro, mirando el hermoso rio que golpeaba contra aquella superficie. Miro a su amiga que seguía aun compungida.

- ¿Qué sucedió?, ¿Qué te dijo ese viejo verde?

- Me quiere fuera del grupo, y amenazó con hacerlo de una u otra manera.

- No lo puedo creer, que rabia, que impotencia, quisiera romperle la cara- dijo estrujando arena en sus puños.

Carla rompió en llanto nuevamente.

- Tranquila no llores.

- Lloro de rabia, de miedo, de.... - no pudo seguir pues las lágrimas aguaban cada palabra que quería pronunciar.

- viejo verde, es un baboso que solo tiene ojos para el trasero de Elisa.

Carla sonrió, su amiga se las ingeniaba para hacerlo a pesar de todo.

- Ahora que lo mencionas, ella estaba en su oficina y algo en ella me alertó que no estaban solo hablando- dijo limpiándose sus mejillas.

- Pasa coqueteando con él, es como si estuviera en celo.

Carla soltó una carcajada.

- Grita amiga, grita todo lo que quieras, suelta todo lo que tienes.

Carla la miro sorprendida y sin dudarlo empezó a gritar.

- Aaaah, odio a Alex, odio cuando coquetea con Elisa y odio que sea nuestro manager, estoy cansada de ti Alex Broom.

- Eso es amiga, grita.

- Estoy cansada- dijo una vez calmada.

- Cansada un cuerno, no debes bajar los brazos, debemos seguir con más ganas.

- Si, tenés razón

- Bien ahora que estas más calmada, hablemos de lo que investigue.

- De Mariano- dijo entusiasmada.

- Sí que se te grabo ese nombre en tu cabecita.

- Si, por fin esa cara tiene nombre.

- En fin, lo que pude averiguar es que trabaja en una casa de comidas rápidas y tiene un año más que vos.

- Por fin se más de él, ¿cómo averiguaste todo eso?

- Este...mm... no sé cómo decírtelo- dijo mirando al rio.

- ¿Qué pasa Evy?- preguntó sabiendo que algo no estaba bien.

- Le pregunté a él mismo- dijo sofocando una risa nerviosa.

- ¿Qué hiciste que?- Carla quedó paralizada, sentía como la sangre recorría su cuerpo rápidamente.

- Cálmate Carla, es que fui a buscar información discretamente, pero justo estaba ahí con sus amigos, entre en pánico y ya me conoces cuando entro en pánico, suelto la sopa.

-No, no puede ser, siento que la vergüenza me está matando- dijo cubriendo su cara con ambas rodillas.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué?, cuando hablamos de investigar, dijimos que era sigilosamente, no así, va a pensar que estoy desesperada.

- No es así- le informó segura.

- Qué más da, quiero detalles Evy, lujo de detalles- le pidió fulminándola con la mirada.

- Bueno- respiró y dijo: - estaba muy nerviosa, si bien soy la mejor detective en mi mente, llevarlo a la práctica no es tan fácil como lo imagine. Me bajé del auto, iba con un vestido corto ajustado al cuerpo.

- ¿Qué clase de imagen querías dar?- preguntó una absorta y sorprendida Carla.

- Los hombres cuando nos ven ligeras de ropa se muestran más accesibles a dar información.

- Si claro- ironizó Carla.

- Bueno, como te iba diciendo, el vestido marcaba excelentemente mi figura, me di cuenta que había sido un grave error llevarlo, cuando me acerque a la jauría de lobos que tu amor tiene como amigos- respiró y como vio que su amiga estaba atenta siguió- ellos parecían perros en celo, me paré derecha y les dije:

- Hola me llamo Evy y busco a un tal Mariano.

- Chicas hermosas como tú no se ven todos los días- dijo el desconocido acercándose a mí recorriendo mi cuerpo con su mirada- ¿Para qué quieres a Mariano?- preguntó

- Eso no te incumbe- dije revoleando los ojos.

- ¿A sí que no me incumbe?- me miró con ojos entrecerrados amenazadores.

- ¿Dónde lo puedo encontrar?- pregunté segura.

- En mi casa- me informó otro acercándose aún más

- Necesito hablar con él, así que no me moveré de aquí, aun cuando sigan haciéndose los graciosos.

Uno de los babosos rio a carcajadas, parecía que había hablado algo que nunca había escuchado, pero eso no me importó pues necesitaba encontrar a Mariano.

- Ya basta- dijo uno de ellos, lo reconocí cuando apenas lo pude deslumbrar, sabía que era él- ¿De dónde sacaste mi nombre?

- Lo invente- mentí

- No te creo.

- Lo saqué de la lista del último concierto de "los del grupo"

- Interesante.

- Necesito hablar con vos a solas- le pedí mirando a la manada de lobos con desaprobación.

- Hablemos lejos de ellos- dijo señalando a los lobos rapases, me corrijo a sus amigos. Como necesitaba hablar en privado con él, lo subí a mi auto.

- Soy Evy amiga de Carla- le informé.

- Si lo sé, ahora ¿me podes explicar que intentabas hacer vestida así en medio de mis amigos?- El reparó en mi vestido rojo.

- ¿Qué? ¿El vestido además era rojo?- Carla interrumpió su historia.

- Si amiga.

- Me sorprende tu actitud Evy, ¿de rojo? ¿En serio?

-En fin el me preguntó que buscaba y yo le dije:

- ¿Qué buscas con mi amiga?

Él se quedó mudo mirando por el parabrisas como si hubiera visto un fantasma, le toqué el hombro y se sobre salto.

- ¿Y bien?- le pregunté exasperada.

- Es que si tu estas aquí eso quiere decir que...

- ¿Qué quiero a mi amiga por eso me intereso por los que la asechan?

- No- me miró raro y dijo- que ella se interesó en mi- se veía ilusionado.

- Lo que busco con tu amiga es... espera un momento, ¿Qué tengo a cambio por esa información?- preguntó misterioso.

- Como todos los hombres no dan puntada sin hilo, ¿no?, ¿que querés a cambio?

- No soy como todos los hombres- me corrigió- pero nada es gratis en la vida- pensó un momento y por fin dijo- quiero un encuentro con ella.

- Primero la información- le aclaré.

- La conozco mucho antes de que fuera parte de los del grupo.

- ¿De dónde?

- La vi a penas unas cinco veces, pero desde la primera vez, supe que era para mí-dijo cerrando los ojos- la veía en el barrio de mis abuelos, ella nunca se percató de mis miradas hasta ahora.

- Hecho- dije sin pensar, atrapada por la interesante revelación que acababa de escuchar.

            
            

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