- Ay no, me va a dar un sincope, entre Alex y tus locuras no llego a fin de año- dijo Carla exasperada.
- Perdón , es que me basto con eso que me comentó, me pareció muy romántico, además vos sabes que mi lengua se afloja cuando me siento algo nerviosa- Se excusó.
- Si lo sé, ya me estoy acostumbrando a tu lengua suelta- dijo pensativa- me muero, ¿él siempre me veía?
- Si así es, bueno eso fue lo que él dijo, ahora lo que queda es reunirte con él.
- Ni lo sueñes.
- ¿Cómo?, me arriesgue por vos ¿y ni siquiera vas a intentarlo?
- Es que no sé cómo, ni cuando, ni dónde.
- Eso se arregla fácil- dijo Evy tomando su celular.
- ¿Qué haces?- preguntó alarmada.
- ¿Mariano?, que tal cariño, soy Evy, bien gracias, mi amiga quiere hablar contigo.
Carla quería matarla, pero en vez de hacerlo respiro hondo y tomo el celular.
- ¿Hola?-
- Hola- dijo una voz gruesa pero a la vez dulce- ¿Carla?
- Si, ¿cómo estás?- preguntó nerviosa.
- Excelente, ahora que te escucho.
- Perdón por conocer en estas maneras a mi amiga, es que cuando quiere algo lo logra como sea.
- ¿Me llamaste para pedirme disculpas?
- No, en realidad para poder encontrarnos- dijo sin rodeos, él quedo en silencio- Mariano, ¿estás ahí?
- Si es que esto parece un sueño- dijo tragando saliva- ¿tienes para anotar mi dirección?
- ¿De tu casa?
- Si a no ser que quieras invitarme a la tuya.
- No- dijo rápidamente- es decir no vivo sola- sonrió
- Excelente, ¿nos vemos esta noche?
- Excelente- lo reparó ella.
- Nos vemos hermosa- se despidió.
Horas más tarde Carla se encontraba en su habitación, la emoción no le entraba en el cuerpo, por fin se vería con ese amor platónico que la seguía desde hace algún tiempo. Estaba frente al espejo meditando el atuendo que había decidido ponerse, llevaba un jean combinado con una remera blanca, le pareció que ir algo casual le aplacaría los nervios y tendría que dar menos explicaciones al salir. Miró la hora en su reloj de pared, parecía que aquel diminuto oso panda le indicaba que estaba por verse con el destino cara a cara.
El llamado a la puerta la sacó de sus pensamientos.
- Carla, Evy te espera- oyó decir a su madre.
- Un momento- contestó mientras se acomodada la cola de caballo que se había hecho en el pelo.
Abrió sigilosamente la puerta de su habitación y salió caminando a paso pausado, al darse cuenta que su madre le pisaba los talones, dio media vuelta y preguntó:
- ¿Dónde vas mamá?
- Eso mismo pregunto yo, ¿dónde vas tú?
- Salgo- dijo mientras continuaba su caminata hacia la salida.
- ¿A dónde?- preguntó Esmeralda sosteniendo su brazo.
- Vamos a dar una vuelta- las interrumpió Evy.
- ¿Me hablan en serio?- preguntó sin creerlo.
- Si mamá quiero salir, irme lejos, despejar mi cabeza, estas paredes me ahogan.
- Acaso, ¿perdiste la cabeza?, si querés despejar tu mente lee un libro, y si las paredes te ahogan Salí, pero a respirar aire al patio, ni lo sueñes que vas a salir, ¿no te basto con desaparecer hoy?
- Pero mamá, necesito salir o voy a enloquecer.
- Deja ya el drama Carla y compórtate, además la prensa los acosa, no te permitiré salir sola.
- No voy sola.
- No quiero que salgan solas- se corrigió.
- Pero mamá, no vamos solas- mintió
- ¿Con quién van si se puede saber? - preguntó desconfiada.
- Van conmigo- contestó Matías. Carla no sabía cómo pero él estaba destinado aparecer en el momento justo.
- Mati -dijo mientras abrazaba a su sobrino- no sabía que estabas aquí, ¿Cómo es que vas a ser de niñero?
- No soy una niña mamá- replicó Carla.
- Alex me contrató como su mano derecha, por eso me vas a ver más seguido por aquí.
- Cuanto me alegro.
- Ahora que sabes que las chicas van a salir conmigo, ¿les das permiso?
- Claro sobrino están en tus manos, cuídalas.
- Así lo haré.
Capítulo 15
Una vez que habían podido zafarse de su madre, caminaron hacia el auto de Evy.
- ¿A dónde vamos?- preguntó Matías tras ellas.
- No te interesa, metiche, gracias- contestó Evy.
- Ok, entonces si no piensan decirme donde van, ahora mismo voy y le cuento a mi tía toda la verdad- las amenazó.
Las dos se miraron y Carla dijo: - Esta bien primo vamos en tu auto.
- ¿Adónde las llevo?- preguntó sonriente.
- A donde el diablo perdió el poncho- contestó irritada Evy.
- Uy que genio tiene tu amiga, prima.
- Evy compórtate, mi primo se ha portado excelente y por esa razón merece que le diga la verdad.
- ¿Qué?, le vas a contar al chivo expiatorio de Alex, estas frita amiga- dijo cruzándose de brazos en la parte de atrás del auto de Matías.
- No soy ningún chivo de Alex, yo estoy para apoyarte prima, y lo sabes.
- Gracias por este favor y por entrar hoy a la oficina, justo a tiempo- dijo apenada.
- Te estaba amenazando, ¿cómo no voy a interrumpir?
- Me quiere fuera del grupo- comentó dolida.
- Si, es lo que escuché, pero ¿por qué?
- Según él, no sirvo para estar en el escenario y además no le caigo bien.
- Es un imbécil- agregó Evy.
- Prima, prométeme que no se va a salir con la suya
- Por supuesto que te lo prometo- dijo parpadeando ligeramente.
Luego de convencer a Evy que Matías era de confiar, le contaron el asunto de Mariano. Después de escucharlas accedió a llevarlas, no sin antes interrogarlas.
- ¿Y cómo sabes que no es un secuestrador?
- Me he cerciorado de ese asunto- contestó Evy mientras clavaba la mirada en el retrovisor.
- Confío en Evy y en lo que dice mi corazón, Matías, él es el hombre que tanto he esperado, lo sé, sé que cada persona está destinada a encontrarse con su alma gemela, con ese amor que vale la pena luchar, aunque algunos se niegan a creer eso, yo sé que él es el amor de mi vida.
Ninguno de los dos objetó, sabían que cuando Carla hablaba de ese tema nadie podía llevarle la contra, jamás se había enamorado, pues ella creía profundamente que su alma gemela la estaría esperando y que cuando llegará a encontrarlo, su corazón vibraría.
- Llegamos, esta es la dirección que me diste- anunció Matías.
Carla se estremeció de los nervios, quería salir corriendo de ahí, Evy la saco de sus pensamientos.
- ¿Estás bien amiga?
- Si, un poco nerviosa, pero bien- Contestó dejando sus pensamientos a un lado, descendió del auto y antes de marcharse preguntó- ¿Cómo me veo?
- Hermosa- contestaron a coro haciendo sonreír a Carla.
- En una hora pasamos a buscarte- le informó Matías.
- ¿Qué?- preguntaron las dos a coro.
- Está bien, dos horas- accedió Matías.
- Ve tranquila, disfruta de ese príncipe que cuando estés lista pasamos- Evy miró a Matías desafiante.
Capítulo 16
Carla camino con aire dudoso, no sabía que encontraría en ese lugar, la incertidumbre hizo que el miedo se apoderada de sus sentidos, no pudo dominar sus emociones y entonces corrió hacia el auto, pero para su tristeza Matías no estaba.
- ¿Tan pronto te vas?- Carla se congeló en el lugar, temía darse la vuelta, no quería romper el hechizo que su voz generó en ella- te estaba esperando.
-Solo estaba tomando impulso- sonrió.
Mariano era el hombre más bello que había visto, verlo parado allí hizo que su corazón se desbocara y un gran impulso por abrazarlo la lleno, trato de no obedecer a sus deseos y cuando menos lo pensó había llegado a su lado.
Los dos se miraron por un instante absorbiendo cada detalle de sus rostros como si nunca más se verían. El poseía una mirada profunda en esos ojos color café, su cabello ralo y fino. Él estrechó sus manos alrededor de ella, ella se dejó abrazar y en ese abrazo se perdió por unos minutos.
- ¿Entramos?- preguntó él sin dejar de abrazarla.
- Sí- contestó hechizada.
- Estás hermosa.
- Gracias.
Carla se quedó pasmada, cuando entró en su casa, era hermosa acogedora, cada detalle resaltaba algo de masculinidad, Medallas que colgaban en una repisa, posters y fotos de jugadores de fútbol.
- Esto me parece un sueño- dijo sentándose a su lado.
- ¿Un sueño?- preguntó atontada por su perfume.
- Si, pensar que la primera vez que te vi, te veías inalcanzable al menos para mí.
- ¿Inalcanzable?, ¿por qué?- cuestionó mirando cada detalle de su rostro-
-Por qué nunca pensé que se hiciera realidad hablar contigo.
Después de coquetear un poco decidieron pasar a la cena en donde charlaron de sus hobbies, gustos, disgustos y hasta los planes que tendrían en común de ahora en adelante.
Capítulo 17
Mientras Carla se derretía en compañía de Mariano, Evy y Matías se derretían pero de aburrimiento en el auto.
- Sigo sin entender algo- rompió el silencio Matías.
- ¿Qué?- preguntó Evy mirando sus uñas distraídamente.
- ¿Cómo pudiste darle libertad de horarios?
- ¿Cuál es el problema? - preguntó sin interés, mientras seguía mirando sus uñas.
- No sé si te has percatado que moriremos de aburrimiento crónico.
- ¿Estas aburrido?, eso te va a enseñar no andar de metiche.
- Soy un metiche sí, pero si no fuera porque aparecí yo en el momento justo, no podrían haber salido- sonrió satisfecho.
- Tenés razón- dijo mirándolo agradecida.
- Demos una vuelta más- sugirió él entusiasmado.
- Como digas- contestó escuetamente.
Después de dar mil vueltas sin sentidos, Matías volvió al mismo lugar, pues Evy se limitó a callar haciendo más monótono el paseo.
- Como veo que si no te interrumpo no me vas a dejar hablar- ironizó Matías- Contáme porque Alex no aguanta a Carla.
- ¿No es obvio?, la resbalosa de Elisa anda con él y de seguro se lo está pidiendo, o estará enamorado de Carla.
- No te creo.
- Tenés razón, es una locura que le guste Carla.
- Además de eso, Elisa es un bombón, es imposible que ande con Alex, le duplica la edad.
- A tu bombón, le gusta la billetera, ¿no te das cuenta?- preguntó irritada.
-Supongamos que es cierto lo que decís, ¿cuál sería la razón de sacar a Carla?
- Nunca se llevaron bien, y en esa cuestión nace mi segunda hipótesis, Alex está enamorado de Carla y ella lo intuye.
- Estas exagerando, típico de las mujeres.
- Y ustedes los hombres defienden lo indefendible- lo miró desafiante, esperando la respuesta la cual no se hizo esperar.
- Elisa es demasiado bella como para perder el tiempo con Alex, cuando en realidad podría tener al que quiera a sus pies.
- Y un cuerno Elisa y su belleza, más le vale que no se meta con Carla porque le va a ir muy mal, y yo estaré ahí para defenderla.
- Me encanta que defiendas a Carla, pero no podes negar la hermosura de Elisa- la miró fijamente desfeándola.
-He visto mejores- contestó mirando hacia otro lado.
- ¿Cómo quién?, la quiero conocer ya- bromeó
- Yo, ¿no es obvio?
Matías reía a carcajadas, la respuesta de Evy lo dejó en cero, no podía creer lo sincera que era y sobre todo peculiar.
- ¿De qué te reis?- preguntó irritada.
- Es que me has dejado sin palabras- seguía riendo.
- Siempre logro ese efecto en mis víctimas.
- Ya veo.
- ¿Qué?
- Que sos hermosa y muy divertida.
Evy se sonrojo, bajo la mirada avergonzada por comportarse como una idiota con él, que solo quiera ser cordial.
Matías viendo que la había dejado callada dijo: - ¿Llamamos a Carla?
- Si, como digas.
Carla estaba perdida en la mirada de Mariano, hacia un momento habían estado hablando sobre todo lo que querían de este "nosotros" que había nacido hacia un momento, él la beso delicadamente en sus labios. No había palabra que describiera lo que Mariano sentía, quería entregarle la luna si ella así se lo pedía.
El celular de Carla sonó rompiendo lo mágico de aquel momento.
- Es el mío- dijo ella reponiéndose de aquel instante.
- Atiende- ordenó él sin abrir sus ojos absorbiendo el aroma de su cuello.
- Si, mm...bueno... en cinco- mientras ella balbuceaba Mariano contemplaba su rostro como memorizando cada rincón.
- ¿Te vas?
- Si me están esperando afuera.
- Antes de que te vayas, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Si claro.
- ¿Querés repetir la cena?- preguntó nervioso.
- ¿Tu silencio es un no?- insistió
- Mi silencio, es un si