Capítulo 5 El vinculo

Esa mañana 345 despertó decidido a confesar sus sentimientos a la princesa Kiara, sabía que había una gran probabilidad de que lo rechazara provocándole un gran dolor físico y espiritual, si la persona con la que te vinculaste no te corresponde un mal se apodera de tu cuerpo disminuyendo tus habilidades a la mitad y causando un gran dolor, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr, tenía que saber si ella también lo sentía o solo lo veía como un amigo.

Así que cumplió con sus obligaciones en palacio lo más rápido que pudo y luego corrió hasta la cabaña secreta de la princesa, habían quedado que se verían ahí cada día sin falta pero no habían acordado una hora así que simplemente se tiró sobre uno de los sillones hasta quedarse dormido sin darse cuenta.

Kiara despertó de malas ese día, no quería ir a sus lecciones pero sabía que no tenía otra opción.

La primera clase fue historia, en esta el profesor relataba como el tatarabuelo de Kiara había conquistado ese territorio y había empezó a identificar lo que hoy conocemos como el territorio del Clan Luna llena, el cual antes pertenecía al clan Luna nueva,

-Luna nueva aún sigue siendo influyente en el mundo de los lobos con el segundo territorio más grande después del nuestro- Dijo el profesor de Kiara mientras está se dedicaba a jugar con su lápiz moviéndolo entre sus dedos- Pero creo que, quizás, esto no sea de interés de su majestad- dijo quitándole el lápiz de las manos.

-Sí escuché, el clan luna nueva es el segundo más fuerte después de nosotros y tiene menos territorio ya que nosotros le ganamos parte de su territorio en la guerra, si estaba poniendo atención ¿lo ve?- Dijo kiara y el profesor le devolvió el lápiz.

-Muy bien majestad, ahora repasemos los aspectos políticos del reino- Dijo y empezó a dar una charla que kiara conocía de memoria sobre como los Alfas eran superiores a los betas y por eso debían ayudarlos cuando estén en dificultad, pero las relaciones entre alfas y betas no estaban permitidas bla bla bla.

-¿Por qué no están permitidas las relaciones entre Alfas y betas?- Preguntó Kiara.

-Porque sería algo antinatural, además que si los Alfas se mezclan con los betas estos últimos podrían querer tomar el poder creyendo que tienen el mismo valor que un Alfa.

-¿y acaso no lo tienen? Digo, todos somos lobos después de todo- Dijo Kiara.

-No sea tan cándida, majestad, los Alfas son superiores en muchos aspectos, son más ricos, más fuertes, más rápidos y poseen habilidades mágicas, pero los beta somos más, si los betas nos organizaremos para intentar arrebatarles el poder, créame que no sería tan sencillo volver a tomarlo, aunque pienso que lo terminarían obteniendo de todos modos pero no sin un par de muertes de por medio.

-Entiendo- Dijo Kiara mirando por la ventana.

-Princesa- Dijo el profesor tomando la mano de kiara para que lo mirara- Debe tener esto muy claro, Alfas y betas no deben mezclarse bajo ninguna circunstancia.

-Sí, eso ya lo sé- Dijo con aburrimiento con su vista clavada en el bosque, agudizó su vista hasta dar con la cabaña, al parecer todavía estaba vacía. Se alegró de que 345 no la estuviera esperando en vano.

Conforme pasaba el día Kiara empezó a sentir una angustia tremenda y, de algún modo, sabía que esta no desaparecería a meno que pudiera ver a 345, después de la hora de almuerzo volvió a mirar hacia el bosque y con su aguda vista de lobo pudo ver que su querido 345 estaba ahí esperándola.

Tenía que buscar una forma de escapar pero su madre se aseguró de que no tuviera un respiro hasta la hora de la cena y luego ella misma la acompañó a su habitación.

-Debes descansar, pronto serás reina y deberás saber cumplir con tus obligaciones sin que nadie te lo recuerde, no sé que o quién te tiene así pero tienes que dejarlo ir hija, grandes cosas te esperan- Dijo la reina mientras su hija se ponía pijama.

-Si madre, gracias- Dijo la princesa sin haber realmente escuchado ninguna de las palabras de su madre.

En cuanto su madre se fue se cambio de ropa, se puso un vestido ligero y salió del castillo aun con la angustia en su pecho, apenas salió del castillo tomó su forma de loba para correr a la cabaña cuando vio a 345 acostado en el sillón la angustia desapareció, aunque fue reemplazada por un sentimiento de culpa, él la había estado esperando todo este tiempo y ella no pudo corresponderle como quisiera.

Se acercó a él cautelosamente y puso una mano sobre su brazo.

-Ey, despierta, ya estoy aquí- Dijo.

-¿Kiara?- Dijo medio dormido- perdón, quise decir majestad.

-Está bien, tu puedes decirme como quieras.

-Gracias majestad.

De pronto se quedaron mirando por varios minutos, en un diálogo mudo donde sus miradas hablaban de amor y de cuánto se necesitaban el uno al otro, entonces 345 recordó que se había propuesto declarar su amor a la princesa, aunque hacerlo no era tan sencillo como se imaginó.

-Kiara, princesa... yo... yo quería decirle algo...- dijo 345 jugando con sus dedos.

-Dime, te escucho- respondió ella con una sonrisa.

-Yo... yo siento que me he vinculado a Usted, sé que Alfas y betas no deben juntarse pero no puedo evitarlo- Dijo y se agachó instintivamente esperando el rechazo pero no fue así

-¿De verdad? ¡No sabes lo feliz que me has hecho! Yo también estoy vinculada contigo, me duele cuando estás lejos me siento bien cuando estás a mi lado.

Ambos se tomaron de las manos y con ese simple gesto el vínculo estuvo completo, una cuerda invisible unió sus cuerpos y luego desapareció, acto seguido Kiara besó a 345, 345 envolvió con sus brazos a su compañera y luego ambos aullaron a la luz de la luna, única testigo del vínculo que se había completado esa noche.

El vínculo no sólo juntó sus cuerpos si no también sus mentes, de este modo se podían comunicar aunque estuvieran lejos, esto no quería decir que leían todos los pensamientos del otro solo que se podían mandar mensajes con la mente.

-Ahora siempre estaremos juntos- Dijo 345.

-Nadie podrá separarnos- agregó Kiara.

Se quedaron recostados en el sillón y de pronto sintieron hambre el uno del otro, desnudaron sus cuerpos y sellaron su vínculo en una danza de sensualidad donde sus cuerpos se unieron, él estuvo en ella y ella en él después de unas horas cayeron exhaustos. Era la primera vez que kiara hacía algo así y la verdad, le encantó.

Se quedaron juntos hasta la madrugada, entonces kiara volvió a palacio y 345 a su casa, ambos regresaron sigilosamente a sus hogares, kiara escaló el muro y subió al techo para entrar por la ventana de su habitación y no llamar la atención.

                         

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