Las cuerdas se rompen, salto de la mesa quitandomelas de encima, me persiguen, me atacan saltando sobre mi, arañandome con patas y dientes... luego se detienen y huyen dejandome sola y rodeada de la oscuridad... un olor a flores atrae mi atención y al fondo se ve el brillo de una puerta, corro hacia ella y al entrar y cerrar detras de mi, estoy en un jardín. Cubierta de sangre, mordidas y arañazos, un contraste horrible para un hermoso jardín... el aroma a flores me ayuda a calmar mi creciente pánico, me ayuda a regularizar mi respiración, el acelerado latir de mi corazón ayudan a calmarme.
– Llegas tarde – me sobresalto al oír su voz y sentir su mano sobre la mía. El color de sus ojos y la sonrisa me gusta más de lo normal... ¿No se que es? ¿Qué tiene? Pero me agrada la cercanía de Victor.
Tira de mi mano y me lleva a un estanque con peces... el empieza quitase la camisa.
– ¿Por qué te desnudas? – algo hormiguea en mi boca. ¿una sonrisa?
Él no contesta, me toma de la mano de nuevo y me hace entrar con él, el agua llega a mi cintura y a la suya, su mano se alza acariciando la superficie y vierte agua en mi rostro, acariciando mi labio. Es extrañamente tranquilizante, como el agua cura mis heridas y se lleva la sangre de mi piel, los peces se mueven brillando a nuestro alrededor, al agua crea ondas hipnóticas.
– Quedate conmigo – siento su aliento en mi oído, el calor de su cuerpo me hace desear obedecerlo "me quedaré donde sea, mientras estés conmigo" como si él hubiera escuchado mis pensamientos me besa.
Victor
Euforia
Es la droga más peligrosa que secunda al amor.
Nos hace abandonar el sentido común, el poder de razonamiento e incluso provocar accidentes hasta la muerte.
Victor
Puedo ver en su interior, algo que nadie puede hacer, porque ella no lo permite.
En como usa a los hombres con su físico para obtener lo que desea, su desconfianza la llevo hacer presa a depredadora, ella no hace daño, no a propósito. Es un talento innato que es consciente en poseer. Ella puede lastimar un corazón con palabras, robar almas, aunque sea una asesina, tiene un poder. Aunque su sensualidad es algo desconcertante y ellos, otros ojos que la miran me confirman mis pensamientos. Sabe que es sexi a matar, pero no es consciente de cuánto, varios pares de ojos la siguen en cuanto ingresa algún lugar concurrido y solo apartan algunos las miradas cuando me reconocen a su lado. Quien me conocen saben que nadie toca lo que es mío.
Y no lo saben. Creen que estamos juntos.
La veo desenvolverse con soltura, coquetear con los clientes sin ser descarada o vulgar al tocarlos. Incluso su mirada gris penetrante, casi nadie puede sostenerla, somos pocos entre los que me incluyo (Daniel, Xiomara, Erin mi hermano y Ashley) . Soy afortunado de tenerla a mi lado.
Y me molesta que use el sexo como... "forma" de saciar su deseo, lose. Porque cuando desea a alguien de esa manera que me hipnotiza, de una manera en que ha empezado a mirarme... me niego hacer su juguete sexual, incluso si solo fuera sexo, con ella seria diferente. Eso me asusta y al mismo tiempo me atrae.
– Odio las zapatillas de 10cm – se acerca en medio del congreso, rio solo para ella y me mira perpiscaz.
– Puedo llevarte en brazos si te duele tanto – lo digo encerio aunque parezca broma, no tener sexo es bueno con ella, abrazarla seria un alivio para mi ansiedad.
– Ni se te ocurra – se gira hacia ami con ese aura sexi, reafirmando mis anteriores pensamientos y tras su falsa sonrisa, que casi sería autentica, de no ser por cómo la esquina de su boca tiembla ligeramente. Yo le doy mi mejor sonrisa.
– No puedes detenerme.
Ella acepta mi desafío, como si fuera lo más natural, toca mi brazo, disparando todo mi sistema nervioso, su rostro se acerca al mío y me susurra, con voz suave y melodica. Como una sirena.
– Solo si me llevas a tu cama.
Y con esas palabras flotando en mi mente se va. Dejándome inmovil. su cuerpo desaparecer entre ejecutivos trajeados y mujeres demasiado arregladas, que se abren como puertas y se cierran ocultando su cuerpo seductor.
Estoy tan excitado. ¡mierda si! Me encanta. Si cree que no se jugar... no sabe con quien se mete.
– Tienes esa mirada – me interrumpe mi hermano favorito.
Me obligo a verlo
– ¿De qué hablas? – lo miro mal en broma.
– Esa mirada – hace una pausa para hacer drama – Ella acaba de soltarte una perla y tu no eres de quedarte callado y sin hacer nada – no le contesto, seria darle alas – Osea idiota que te gusta.
No voy a negarlo, ni a reconocerlo delante de él ni de nadie, solo de mí mismo. Lo que mi hermano Erin no sabe es que Natalia juega con los hombres y después los desecha. La e visto engatusarlos y después desaparecer sin dejar rastro.
Es como una viuda negra, ella no te mata, ella te comería vivo mientras no puedas moverte. Ella es letal. Como sentir euforia con solo tenerla cerca.
Es una sirena.
Después de "vigilar" a nuestros supuestos aliados en un congreso de hostelería, al llegar a casa, y antes de que termine de subir los escalones, la tomo en mis brazos sin permiso.
– ¡Victor! – se remueve agarrándose de mi cuello para conservar el equilibrio – Bajame.
Demanda autoritaria. Todo lo que recibe en respuesta es mi sonrisa de superioridad. Resopla aferrándose a mi cuello.
– Sí no fueras tan guapo te golpearía.
Intenta fingir enojo mientras atravesamos la puerta de mi mansión, abierta por uno de mis escoltas que intenta no sonreír.
– Deja de fingir que los tobillos no te están matando, veo las marcas rojas.
Ella alza un tobillo, mostrando la marca que le hizo la zapatilla.
– Bien, espero que me lleves a tu cama y me cogas con ganas - mi sonrisa se borra olvidándome de sus juegos. Maldigo internamente.
– No voy a llevarte a mi cama.
– Te dije que no me cargaras a menos que me llevaras a tu cama.
– Eres consciente de que tus trucos no me intimidan, ni funcionan conmigo.
– Es porque aun no encuentro tu punto débil... lo are... es cuestión de tiempo, todos tienen una debilidad.
– Si... pero la mia ya la conoces – enfatizo – Mis hermanos no te temen y no puedes hacer nada al respecto.
– Que no se te haga una costumbre, ahora llevame a la cosina – me detengo un momento al pie de la escalera.
– ¿Para qué?
– Chocolate. Necesito mucho chocolate. Como pago por soportarte toda la noche espantando a mis citas.
Contengo una sonrisa arrogante porque eso hice. Pero no puedo contenerla y suelto un carcajada, giro sobre mis talones, la siento sobre la barra contra sus protestas de que la deje en el suelo, le advierto que no se mueva. Tiene una regla no escrita de no lastimar a sus aliados, porque se que puede liberarse de mis brazos peleando.
Se pone a modo mandón haciendo me rebuscar y darme "órdenes" le encanta decirme que hacer, donde buscar, ¿Cómo si no conociera mi cocina? Decido torturarla.
– ¿Para que lo quieres? – frunce sus cejas.
– Para comermelo... que otra cosa podría hacer – me sonríe perversamente, y se lo que está pensando, bloqueo el pensamiento. Destapo la nutella y ella enarca una ceja.
– Si no me dices la verdad... pienso comer esta delicia delante de ti – amenazo y tomo una cuchara para reafirmar mis palabras.
– No te atrevas – undo la cuchara en el bote – Bien... bien, te lo diré – pero no lo hace y saco una porción – No me obligues a quitártelo .
– Estás herida – ondeo la cuchara en su dirección.
– No es nada.
– Podría infectarse.
– No seas tonto – se relame viendo el chocolate.
– Cuando se trata de salud, nunca sirena.
– ¿Cómo? – sonrió aun más y acerco la cuchara a mis labios.
– ¡Bien!... estoy en mis dias y tengo colicos.
Bajo la cuchara al bote y me carcajeo de nuevo fuertemente "lo supe" incluso gracias a mis novias y Ash se ponen de un humor distinto y de malas en "esos días del mes" Natalia tiene un tick en el tobillo que le causo la laceración y supe la verdad. Me cerco dejando el bote entre sus piernas y alzó la cuchara a su boca. Ella abre y se come la porción sin apartar la mirada. Puedo jugar con fuego, tensar esta tensión y volverla a mi favor. Ella es nitroglicerina pura y la explocion sera poderosa. La vuelvo a tomar en mis brazos mientras ella se relame el dulce a propósito, tentandome.
– No ensucie mucho – digo con voz ronca.
– Seguro te encantará limpiarlo.
Niego rechazando su oferta, cada vez se esta volviendo mas osada. Se que abra mas promesas de sexo, duro y salvaje. Ella seguirá insistiendo en acostarnos y yo en negarme. Quiero su amistad y su confianza. No niego que no la deseo. Se que en el momento en que deje de ofrecerme sexo, habre llegado ami objetivo principal.