24/7 Libro 2
img img 24/7 Libro 2 img Capítulo 9 Peleas clandestinas
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Capítulo 11 El rechazo img
Capítulo 12 Monica img
Capítulo 13 Un abrazo img
Capítulo 14 El jardín img
Capítulo 15 Absurdo img
Capítulo 16 Cenizas img
Capítulo 17 La apuesta img
Capítulo 18 Metamorfosis img
Capítulo 19 Tortura Parte 1 img
Capítulo 20 Tortura Parte 2 img
Capítulo 21 Estadísticas de ansiedad img
Capítulo 22 Memorizar img
Capítulo 23 Oferta img
Capítulo 24 Tararear img
Capítulo 25 Enfrentamiento img
Capítulo 26 La Gala Parte 1 img
Capítulo 27 Gala Parte 2 Ansiedad img
Capítulo 28 Quédate conmigo Parte 1 img
Capítulo 29 Quédate conmigo Parte 2 img
Capítulo 30 Segundo Enfrentamiento img
Capítulo 31 Sirena img
Capítulo 32 Sorprendidos img
Capítulo 33 Capituló 33 img
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Capítulo 9 Peleas clandestinas

Capítulo 8

PELEAS CLANDESTINAS

Victor

Cuando llegamos debajo de un puente había carros de lujo estacionados formando un círculo, los principales con las luces encendidas, reconocí varios rostros, hijos e hijas de las 7 familias más poderosas buscando algunas emociones fuertes, caminamos entre ellos con ella al frente, el contraste era un poco desconcertante ella parecía la Reina y nosotros sus subordinados, eso pone una sonrisa en mi rostro.

– Aquí esta mi angel – un tipo gordo, se acerca tomándola por los hombros y besando ambas mejillas, lo que me sacó de quicio fue como una de sus manos sobo sus glúteos y le dio una nalgada, por instinto di un paso al frente, la mano de Daniel me impidió una hacer una estupidez.

– Es para la buena suerte, es como un ritual entre ellos, tranquilo.

Apreté los dientes y fulmine con la mirada al cerdo, después de apartarse rodeo con sus gordos brazos sus hombros.

– Zenpo está aquí y quiere una revancha – la sonrisa sincera que le dedicó al tipo me puso de los nervios – Hay un novato que tiene un año sin perder.

– Merl quiero 3 de 25, no quiero 50,70.

Hablaban de cifras, 3 peleas por 25 mil Dll, de un peso más de 50,70, no imaginaba a Natalia enfrentarse a algo así, pero la sonrisa de Daniel me preocupaba. Era algo tensa.

– Ellos son Víctor Zolov un amigo, a Daniel ya lo conoces, Victor el es Merly Molotov el obrero.

Un obrero es el que organiza y maneja peleas ilegales.

– La mafia rusa... interesante.

– No soy mafioso – eso era una media verdad, ellos nunca lo entenderian.

– Valeeee... bienvenidos a tregua.

– La tregua es la zona donde los hijos de capos, y las familias más poderosas, luchadores profesionales se reúnen para aprender, practicar nuevos estilos, – explica el gordo Merly – Aquí mi angel guardian me salvó el culo cuando una pelea salió mal y ella puso control. Es mi amuleto de la suerte.

– Si eres enemigo o no aquí, tienes que acatar las leyes, aunque cada uno toma una ruta distinta y un lapso de 24 horas, nadie se atrevería a enfrentarse a mi ángel. – me explica Merly, como si no supiera las reglas, le sonrió suspirando y Natalia le rodó los ojos.

Aplaudió en el aire, mientras Natalia calentaba sus músculos, minutos después untaba su aceite en brazos cuello y vientre, como siempre llevaba un top de deporte y su pantalones de licra ajustados, se ató el cabello en una coleta alta y estiro encima de una capo mientras otras peleas inician y finalizan en cuestión de minutos.

Los jóvenes, algunos adultos ya estaban tomando, drogándose, enardecidos de sangre, apostadores adictivos en busca de más dinero o hacer contactos. Recordándome que yo una vez estuve en estos círculos.

– Mmm, papi, ¿como te llamas? – una tipa se pega a mi cuerpo apestando a cigarro y alcohol, intentó colgarse de mi cuello y sujete sus muñecas antes de que me tocara.

– Largate – le gruñí sin dejar de mirar a Natalia.

– ¡Hay!, eres un idiota – la solte y se fue contonenado sus caderas.

– Señores y señoritas... lo que han estado esperando – anunció a todo pulmón Merly – ¡La ardiente!... ¡La poderosa!,¡ la más sensual! ¡La que da más terror que nuestras madres!.... ¡Ella es! ¡Lara!

Silbidos, bocinazos, improperios y alagos gritaron en su dirección mientras se sentaba en una silla metálica, un tipo de rastas masajeaba sus hombros. Y le susurraba algo en su oído. Natalia ya tenia la cinta alrededor de sus nudillos y al ponerse en pie el tipo le susurro algo que la hizo sonreír con cierta coquetería y asintió.

– Y del otro lado, el retador... con una potencia de 70,40, ágil... ¿Podrá contra Lara?... ¡Claro que no...él es el terror! !es el enzo!

Ante mis ojos el hombre de rastas entra al círculo manteniendo el suspenso, sin tiempo a nada la atacó lanzado el primer golpe casi rozandola cercas de la nariz, mi cuerpo se tenso cuando empezaron a lanzarse golpes sonriendo todo el tiempo y susurrando cosas, entre más los veía interactuar más me cabreaba. Las sonrisas cómplices, los intentos por derribarce, solo era un juego de niños, cuando pasaron tres minutos sin que nadie se tocase, ella empezó atacar con una brutalidad y fuerza que hizo retroceder varias veces al tal Enzo, la multitud estaba excitada, las apuestas se cerraba al tiempo en que se mide cuánto duraría la pelea, no había recibido ningún golpe, verla esquivar golpe tras golpe disparo mi ansiedad, tras cada giro y patadas parecieron aburrirla y en solo dos golpes dejó al tipo de rodillas frente a ella .

Natalia se rezago estirando y platicando con su rival, Enzo, quien no paraba de acercarse demasiado y ella se inclinaba hacia el.

– Bien, bien... el verdadero juego inicia... desde los angeles, señores y señoritas... con una potencia de 70, 80, pesa 86kl, mide 1,80, el es, ¡el ruso negro!

Solo la mención de su nombre mi cuerpo vibra y mire alarmado a Natalia, que está en silencio esperando a su presa, cruzada de brazos... un puto vilador... a eso se enfrenta Natalia. Su amigo o lo que sea el tal Enzo le sonríe nervioso.

– Calmate – me susurra Daniel, tocando mi hombro, seguro mi mirada demostraba mis emociones – Es fácil para ella .

– ¿Por qué lo hace?

– Le gustan los retos.

"Esta loca"grita mi subconsciente ni siquiera pensé en cuáles son sus motivos, por la sonrisa en su boca ella estaba a modo cazería. Cuando el monstruo en cuestión apareció, sonriéndole y comiéndosela con la mirada, el primer gancho de Natalia lo dejó doblado por la mitad, escupiendo sangre.

– Perra – leí en sus labios – Cuando acabe contigo, me montaras.

Apreté los puños ante su mirada lasciva y como se lamió la boca, Natalia le sonrió, alzó un mano y le incito acercarse.

– Me pregunto, qué sabe tu coño – empezó a danzar a su alrededor con los puños al aire, lanzó el primer golpe que impactó en la cara de Natalia, jadee de la sorpresa, recibió otro en sus costillas, sentí como si yo los recibiera, no podía ver esto, me hacía sentir impotente, como cuando mi hermana llegaba golpeada a casa, tras ser sido agredida brutalmente y escapar con vida, yo cure sus heridas y aun asi ella volvía porque necesitábamos el dinero, la ansiedad se apoderaba de mi.

Cuando Natalia se enderezo bloqueó el siguiente golpe y atacó al ruso musculoso, parecía que ella no se esforzaba en nada, al mismo tiempo su agilidad estaba a su favor para esquivar sus golpes, cuando ella atacaba parecía que el tipo no sentia nada, sabía que cada golpe dolía, la e visto entrenar con los reclutas, cada golpe de Natalia es un punto estratégico, la he visto derribar a tipos más grandes que ella con solo 5 golpes en los nervios. El tipo desesperado por derribarla y bajo el control de Natalia comenzó a lanzarle golpes a Natalia que la hicieron rodar por el suelo, él intentaba acorralarla, pero era Natalia quien guiaba su danza. Daniel solo la observaba en silencio.

· Estás lista para la mejor cogida de tu vida.

Canto victorioso el ruso y logra impactar un gancho que hizo que Natalia quedara recostada en un capo, como si estuviera cansada y a pesar de que sabía que era solo una actuación, que ella lo dejaría acercarse, di dos pasos al frente, Merly y Daniel se interpusieron en mi camino.

– ¡Tranquilo tio! ¡Tu chica sabe lo que hace!

– No lo arruines Victor – me suplico Daniel.

– Si te metes en esta pelea tendré que vetarla y ella es la única que lo mantiene a raya.

– ¡No! – fue mi respuesta eh intente rodear al público enardecido.

Lo miro tomar su cabello y alzar su puño, listo para romperle la cara, le pegaré el doble con tal de terminar con esto, pero no podía dejar como ella se deja golpear así. Pareció leer mi mente cuando su mirada se cruzó con la mía, porque en un impulso ágil y grácil sus manos apartaron su agarre, fue tanta la brutalidad que era imposible la fuerza que poseía, hasta que el alarido de dolor, se tomó de su cabellera rubia y lo hizo caminar mientras este no se defendía, lo encaro alzando el rostro y pateo sus bolas, el público enloqueció en gritos, ¿que cojones le hizo ?

Ella era tan diferente rodeada de este ambiente tan brutal, sangriento y poderoso. Empezó a golpear al tipo con energía renovada, justo como él planeaba hacerlo seguro, por los gritos de dolor supe que le rompió la nariz en cuanto empezó a sangrar, lo pateó hasta romperle las costillas y una mano.

Para cuando terminó con el camino directo a hacia ami con todas las miradas fijas siguiendola, su mirada asesina clavada en mi rostro, se detuvo a centímetros de mi cuerpo, el olor a sangre en sus manos, ropa y sudor me llego mezclado con su aroma suave.

– No vuelvas hacer eso.

No le conteste.

– ¡Ultima pelea! ¡encuentro amistosos! Directo de los cuadriláteros de New York, ¡Freddy, alias el contador!

La sonrisa que le regaló Natalia y la cara de sorpresa de Daniel, me lo dijo todo esto sería una noche larga.

.......

Por su puesto ella gano y despues se quedo sentada en un mercedes negro, junto a unos luchadores de primera divicion de piel oscura, entre ellos el tal Enzo, que no paraba de acercarsele demasiado.

– Vamos – me sugirió Daniel acercándonos a ella, quien solo nos miro de reojo, sobre todo a mi.

– Ya nos vamos – le dijo Daniel, parecía desesperado por alejarla de su amigo, me miró furtivamente como pidiendo mi apoyo, pero no hice nada, yo no la obligaría a nada.

– Me voy a quedar – sentenció recostandose en un codo y bebiendo unos tragos de cerveza, el tipo Enzo limpio un raspón en su codo, aunque su actitud comenzaba a irritarme, era su forma de llamar mi atención, pero su actitud hacia Daniel me molestaba mas, ella no le importaba sociópata oh no su amigo merecía algo de respeto, me cabreo su indiferencia.

– Ya es tarde – casi gruñi mirando al tipo de rastas.

– Fijate no me di cuenta – respondió desdeñosa sin mirarnos.

– Victor cállate – murmuró Daniel porque sólo estaba emperorandolo todo. Tocó mi brazo y nos alejamos unos paso – Me quedare con ella un rato, quizá logre persuadirla de venir a casa.

– No tienes por que rogarle Daniel, si quiere meterse en problemas ella puede cuidar de sí misma, lo ha demostrado un millar de veces.

– No es por eso que deseo quedarme, si no has notado anda rara.

– ¿Es por el tipo de rastas?.

– En parte si... Mira, no te alarmes pero ellos tienen algo que Natalia le gusta, los acuerdos no escritos, si de alguien deberías preocuparte es de el.

– ¿Que puede hacer que no haya hecho ya de estupido?

– Nunca digas eso delante de ella o será provocarla.

– Bien yo me voy, ella tiene que arreglar sus mierdas, no todo es sexo y alcool, solo esta evitando lo que sea que quiera ocultar, ami no me angaña Daniel.

– Dicelo a ella. A mi no.

– Crees que me escuchara, de verdad lo crees.

– Tienes razón.

No podia ver como se hacia daño de esta manera, ni siquiera cuando el tipo se pego asu espalda y ella se recosto sobre su pecho, la imagen me dio nauceas, ella usaba al tipo como queria usarme ami, como un puto consolador, y como dije no puedo obligarla a nada. Yo ya tengo una relación, y aunque no tenga un futuro, no le pondría los cuernos.

Justo cuando ya nos íbamos el tipo rubio con rastas se para junto a ella, invadiendo su espacio personal, y ella le quita el churro de la boca, para darle una calada, con cara de horror miró a Dany que tiene la misma expresión que la mía, nos acercamos a grandes zancadas, pero conforme vamos reduciendo el espacio me horroriza ver con el rastas, toma su cadena y del dije se pasa lo que creo que es cocaína en polvo. Y después le ofrece a Natalia con una estúpida sonrisa, Dany llega antes que yo para arrebatarle el polvo.

– ¡Que mierdas Natalia! ¡Tú no te drogas!

– ¡Que coño haces! – le gritó su amigo – Era cocaína de la buena.

– Tu no te metas – le gruñe Dany

– ¿Espero que tú interrupción sea por algo? – le responde una Natalia intoxicada, respondiendo a mis dudas. Debe llevar horas intoxicada.

– ¿Estás fumando hierba? Tu nunca fumaste, nos ves que esto está mal, las cosas que haces están mal, Natalia, por favor ven a casa con nosotros

– Se te olvida que yo no tengo casa.

– Crees que a él le gustaría verte así.

– No te atrevas a decir su nombre – le gruñe en respuesta.

– Vámonos – le tocó el hombro a Dany, no podemos hacer nada, si ella quiere autodestruirse es su decisión, no somos sus niñeros para cuidar de ella, aunque quiera gritarle y sacarla arrastras de aquí, con fuerza bruta no ganaré nada. Ella tendrá que reconocer que se hace más mal a ella de este modo y llegará a tocar fondo y espero estar ahí para sostenerla.

            
            

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