Melisa no se rendía y trataba de recordarle todo lo que pasaron juntos, sentía que tal vez tanta presión lo obligaría a despertar y reclamar el haberse ido sin despedirse en persona.
-Me gustaría tanto volver a verte sonreír -musitó Melissa. -Sé que eso sucederá -aseguró Melisa antes de abandonar la habitación de Ian. Dejando una caricia
Se iría a su apartamento para prepararse y regresar nuevamente por la noche.
Ese era el único momento donde ambos estaban solos y ella le hablaba de su vida y lo feliz que fue tenerlo de amigo, lo cobarde que fue en no decirle el porqué se iba de su lado.
La enfermera debía regresar a la habitación media hora después de haberse ido Melisa a cumplirle el tratamiento, confiada de que él seguía sin reaccionar entró con su mirada en su implementos hasta llegar a su lado.
La mujer se dio cuenta que Ian empezó a parpadear y abrió los ojos, esto la alarmó y llamó de inmediato al médico y por supuesto a Vanessa. Ella era quien había aceptado dinero de Vanessa para informarle todo lo que pasaba Y si él despertaba.
Los médicos revisaban a Ian contentos de que el muchacho despertara sin problema.
Isabel y Misael ya se encontraban de camino a la clínica, contentos por la noticia que recibían.
Misael recordó lo que había hecho la noche anterior. No solo falsificó la firma de su nieto, también usó su huella sin su consentimiento para que el acta de matrimonio estuviese lista por cualquier cosa.
Mientras todos llegaban a la clínica el doctor le hacía una serie de preguntas a Ian quien estaba totalmente confundido, preguntando dónde estaba Y qué le había sucedido.
-¿Cómo te llamas? -preguntó el médico mientras lo examinaba.
-Ian Vidal Lincoln -respondió Ian sin problema.
-¿Qué edad tienes?
-25 años -respondió en un hilo de voz apenas audible y eso hizo que las enfermeras se vieran una a las otras.
Su historial médico indicaba que tenía 26 años
-¿Recuerdas Por qué estás aquí? -Ian se tocó la cabeza y pensaba un poco pero nada le llegaba
-No -respondió seguro.
Fuera de la habitación se encontraban todos desesperados por entrar para saber cómo se encontraba Ian.
Rogelio llevó a Vanessa casi a rastras obligándola a comer chicles para calmar el olor alcohol que se llevaba.
Mientras que Melisa se mantuvo al margen hasta saber lo que realmente iba a pasar. Estaba feliz de que por fin Ian despertara y alegrará la vida de su abuelo e Isabel. Solo esperaba que no perdiera la memoria.
Los doctores salieron de la habitación para informar de su condición.
Misael se quedó al margen esperando que dijeran cómo se encontraba su nieto, al verlo un poco confundido imaginó que lo que le había dicho Melissa estaba sucediendo.
-El joven se encuentra en perfecto estado pero no recuerda nada -informó el médico dejando a todos en silencio.
Vanessa y Rogelio se vieron, eso sería una buena noticia, Misael se retiró un poco y pasó su mano por su barba, Isabel sintió que su pecho dolía.
-¿Por qué? -indagó Isabel.
-Puede ser sicológico, eso lo descubriremos poco a poco, pero sean cuidadosos y paciente en su recuperación -le pidió el médico antes de marcharse.
Vanessa se hizo la preocupada y pasó sin esperar nada, era momento de ser la mejor actriz y Misael no pudo evitar sentir rabia, ya sabía todo lo que hacía, si no decía nada, es porque su hija estaba ciega y no lo dejaba, pero les daría una gran sorpresa.
-¡Ian mi amor despertaste!, no sabes el miedo que tuve que no despertarás -dijo Vanessa abrazada a él. Ian estaba confundido e incómodo, solo se quedó viendo como la chica lloraba.
-Hija, sabes lo que dijo el médico -la interrumpió Rogelio separándose de él.
-¿Sabes quien soy hijo? -preguntó Isabel.
-Claro mamá, ¿qué me pasó? -indagó Ian confundido.
Vanessa sintió molestia, pero su padre le hizo señas, tenía que actuar como dolida por no ser recordada.
-Cómo estás hijo, ¿no recuerdas a tu novia? -preguntó Misael.
Ian solo sintió una pequeña opresión en su pecho, algo de molestia y confusión.
-No, Disculpa -respondió Ian apenado y muy confundido.
Misael no sabía si sentirse triste por su nieto o contento porque sacaba a esa mujer del camino sabiendo jugar cada pieza.
-No te preocupes, Vanessa es mi hija y tu novia, ¿me recuerdas a mí? -se metió Rogelio inmediatamente.
-Sí, eres el esposo de mi madre -respondió Ian dejando a todos aún más confundidos.
-¿Pueden decirme que me pasó? solo recuerdo que llegué hace unos días de Nueva York -Misael e Isabel se vieron las caras inmediatamente sorprendidos.
Ian había olvidado que llevaba más de un año de haber llegado de Nueva York, y un año de novio con Vanessa.
-No tienes días de haber llegado de Nueva York, tienes más de un año -aclaró su abuelo.
-Y un año de novio de Vanessa -interrumpió Rogelio. Vanessa habló con la cabeza agachada.
-No entiendo, ¿Por qué no recuerdo nada? -preguntó Ian confundido.
-Tuviste un accidente que provocó la pérdida de memoria -habló Misael, sin mencionar lo que realmente había pasado.
-¿Olvidé todo un año de mis recuerdos? -indagó Ian sorprendido.
-Sí mi amor, debes descansar y poco a poco recuperar tus recuerdos -le dijo Isabel.
-Ya el doctor mandó el récipe para tu tratamiento, Espero que tu recuerdo llegue pronto hijo -deseo Misael.
Vanessa estaba cansada ya de fingir estar triste, le importaba poco si Ian recordaba, Ella solo disfrutaba de sus tarjetas de crédito y pensar que debía estar cerca de él Hasta que recordara era molesto.
Mientras que Ian estaba confundido, observaba a Vanessa buscando sentir algo de emoción pero no sentía absolutamente nada. No podía creer que no recordara, quien se supone es alguien importante para él.
Melisa ya sabía lo que debía hacer desde ese entonces, tratar de ser mejor actriz que Vanessa y ocupar el lugar que le había dado su abuelo la noche anterior.
Una total locura que viviría y que le daría la oportunidad de descubrir realmente qué sentía por Ian, y si tal vez él también correspondía a sus sentimientos.