Una niñera para el millonario
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Capítulo 5 Abrazos incómodos

KEVIN

Me despierto y doy un respingo al ver que mi pequeña ya no está aquí. Me levanto de la cama y salgo corriendo de mi dormitorio.

-¡Princesa!- La llamo a gritos y entro en su dormitorio pero no está. Bajo corriendo las escaleras y me quedo helada cuando la veo sentada delante de la puerta principal.

Me acerco a ella y la levanto.

-¿Por qué estás sentada junto a la puerta, Lily?

-Avey-. Ella murmura y yo suspiro para mis adentros y nos dirijo a la cocina. La coloco en una silla y empiezo a prepararle el desayuno.

-¿Qué quieres hacer hoy? Podemos ir al cine a ver esa nueva película de princesas-. Se encoge de hombros y evita el contacto visual.

-Avey iba a llevarme-. Susurra.

-Todavía podemos ir juntos-. Le digo mientras termina sus tortitas.

-Vale-. Refunfuña. Le pongo un plato delante.

-Lily, por favor, deja esa actitud-. Le digo con severidad, pero mis ojos se abren de par en par cuando pone los ojos en blanco. -Me acabas de poner los ojos en blanco, jovencita-Me agacho delante de ella.

Se vuelve para mirarme.

-Yo. Quiero, Avey-. Refunfuña.

-Termina de desayunar-. La ignoro y me levanto a limpiar la cocina.

Me doy la vuelta para ver si está desayunando y veo que sí, con el ceño fruncido.

-Princesa, por favor, deja de enfadarte conmigo-. Le suplico mientras seco los platos.

-Ya he terminado-. Aparta su plato medio vacío y baja de la silla.

-Te quiero-. Le digo y sale corriendo de la cocina, con el sonido de sus pies regordetes golpeando el suelo de mármol. -Sí, yo también te quiero, papá-Murmuro para mis adentros.

*

-Vas a ignorarme siempre, princesa-. La miro mientras conduzco hacia el cine.

-Es que estoy triste, papá-. Levanta los bracitos, frustrada, y yo suelto una risita.

-Yo también, mi princesita está enfadada conmigo-. Le digo.

-Y porque le dijiste a Avey que se fuera-. Ella mira por la ventana como si lo que hubiera dicho no fuera para tanto.

-Princesa... yo... ¿q-qué?-. Tartamudeo, sin palabras.

-Cuando lleguemos al cine, ¿puedes invitarme a palomitas grandes y a un granizado grande porque estoy triste?-. Me sonríe y yo asiento con la cabeza, aun en estado de shock por lo que ha dicho.

Esta chica me va a matar.

Llegamos al cine y le compro lo que quería. Vamos a sentarnos y no podría parecer más fuera de lugar aunque quisiera. Las niñas con sus madres me miran extrañadas mientras me apretujo en el minúsculo asiento. Miro a mi princesa y sonrío cuando veo que está comiendo palomitas. Mira a las niñas que me miran mal y ellas se dan la vuelta.

Me río entre dientes, definitivamente ha heredado esa cara de mí.

Cuando termina la película, saco a Lily en brazos porque dice que no puede andar porque ha comido demasiadas palomitas.

-Gracias.-Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. -Te quiero. -Rápidamente, evito que se me humedezcan los ojos.

-Yo también te quiero, princesa. -Le beso la frente-¿Quieres ir a comer algo?-. Ella sonríe y asiente con la cabeza.

Vamos a un restaurante italiano y ella pide espaguetis a la boloñesa y yo pollo Alfredo.

-¿Qué te parece una nueva niñera?-le pregunto con voz nerviosa.

Me mira sin comprender.

Para tener cuatro años, mi hija ya se comporta como una adolescente y eso me asusta. Es demasiado lista.

-Avey-. Afirma y vuelve a comer.

-No cariño, otra persona-. Suspiro y bebo un sorbo de agua.

-No quiero a otra, quiero a Avey y tú también-. Entonces coge su vaso de agua con las dos manos y se lo bebe de un trago enorme, empieza a hacerse un lío así que cojo una servilleta y empiezo a limpiarle la cara.

Antes de que pueda decir algo más nos interrumpe la camarera que nos sirvió cuando llegamos.

-¿Estáis bien de comer?- Me pregunta mirándome fijamente.

-Muy bien, gracias-. Le sonrío con los labios apretados.

-Avísame si quieres algo más-. Me guiña un ojo.

-Está bien, tiene a Avey-. Dice Lily sin mirarla mientras sigue comiendo su comida. La miro con los ojos muy abiertos y ella levanta la vista y me sonríe alegremente.

Le devuelvo la sonrisa y me río de mi preciosa niña.

-¿Qué decías de una nueva niñera, papá?-. Ella me hace un gesto con los ojos.

-Nada.

Parece que tengo que recuperar a Ava.

*

AVA

-Deja de enfurruñarte, Ava-. Charlie suspira por quinta vez.

-Es que no lo entiendo, ¡disfruté mucho haciendo de canguro de la pequeña Lily y ahora probablemente no la vuelva a ver, Charlie! Luego está Kevin, ¡está tan jodidamente bueno y solo me dice que le doy mariposas y luego ya no me quiere cerca!- divago y Charlie me mira sin comprender.

-Kevin te acaba de mandar un mensaje-. Dice, bajando la mirada hacia mi teléfono que está en silencio.

-Muy gracioso, no necesito que estés bromeando en este momento, Charlie. Sinceramente, estoy destrozada.

-No estoy bromeando-. Me pasa el móvil y efectivamente veo un mensaje de Kevin.

Kevin: Hola, soy Kevin. Pensé que habrías borrado mi número, por eso te digo mi nombre. Perdona. ¿Te gustaría venir a cenar?

¿Está hablando en serio?

Después de lo que pasó ayer ahora me invita a cenar.

Yo: No.

Kevin: Ángel, lo siento mucho. Lily te echa mucho de menos.

No lo sé.

Kevin: Te extraño. Lo siento, cometí un gran error solo ven a cenar por favor, así podemos hablar.

Yo: Bien, pero estoy haciendo esto por Lily.

Entonces tiro mi teléfono al suelo y suspiro.

-Voy a cenar, quiere que hablemos.

-Vale vamos a prepararte entonces-. Charlie sonríe.

*

Respiro hondo y llamo a la puerta.

Un par de segundos después Kevin abre la puerta y sus ojos se abren de par en par.

-Guau.- Le oigo susurrar.

-¿Me vas a dejar entrar?-. Levanto las cejas.

-S-Sí... yo um... Lily puso la mesa-. Se pasa una mano por el pelo.

Paso a su lado y me dirijo al comedor.

-Hola, cielo-. Sonrío alegremente.

-¡Avey!- Lily sonríe y corre hacia mí, me agacho y la estrecho en un fuerte abrazo. -¡Te he echado mucho de menos!- murmura en mi pelo.

Luego me coge de la mano y me lleva a la mesa que ya está llena de comida.

-¿Quieres vino?-. Miro a Kevin y asiento con la cabeza. Nos sirve a mí y a él un vaso grande de vino tinto, mientras Lily bebe a sorbos su zumo de manzana.

Empiezo a comer y luego miro a Kevin, que me mira fijamente.

-¿Vas a empezar a comer?-Pregunto sin rodeos y él niega con la cabeza y empieza a comer.

-Papá cometió un gran error-. Dice Lily llamando mi atención.

-Claro que lo hizo-. Levanto mi copa de vino y ella levanta su jugo de manzana y chocamos las copas.

-Tiene razón, cometí un gran error al dejarte ir y realmente espero que me perdones y vuelvas-. Kevin me mira con ojos esperanzados.

-Por Lily- Asiento y termino mi copa de vino-Vuelve a llenarla-. Agito mi copa y Kevin sonríe satisfecho.

*

-¡Me encanta esta película!- balbuceo y Lily suelta una risita, sentándose en mi regazo.

-Eso ya lo has dicho, Ángel-. Kevin se ríe entre dientes, está sentado cerca de mí mientras nos sentamos juntos en el sofá, su brazo descansa detrás de mí.

-Avey, estás haciendo el tonto-Lily se ríe y yo me río con ella-¡¿Podemos quedarnos a dormir?!- Sonríe.

-¡Claro!- Sonrío y luego miro a un Kevin con los ojos muy abiertos.

-¿Seguro?- Él sonríe y yo asiento.

-¡Sí!- Lily nos estrecha a los dos en un abrazo.

            
            

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