AVA
-¡Vamos a bailar!- Levanto a una risueña Lily y me balanceo.
-¡Sí!- Lily sonríe y yo miro a Kevin, que nos sonríe. -¡Ven con nosotros, papá!- Ella chilla, él se levanta y nos rodea con sus brazos, mi respiración se entrecorta.
-Vamos, Ángel. Vamos a bailar-. Me guiña un ojo.
El alcohol debe de estar afectándome mucho porque sonrío y le rodeo con el brazo, echando la cabeza hacia atrás riendo.
-¿Estás borracha, Ángel?- Kevin me sonríe.
-¡No!- me río.
-Papá, ¿qué significa borracho?-Lily le mira confusa.
-Ava ha bebido demasiado vino-. Se ríe entre dientes, coloco a Lily en el suelo y luego miro a Kevin, retrocediendo un poco a trompicones para que tenga que rodearme la cintura con los brazos.
-No, no he bebido. No le hagas caso Lily-. Solo suelta una risita.
-¿Podemos coger ya todas las almohadas y mantas?-. Ella salta de emoción.
-Vale, princesa. ¿Estás bien para cogerlos tú sola o necesitas ayuda?- Menea la cabeza y sale corriendo.
Kevin se acerca al sofá y lo saca para crear un sofá cama. Lily vuelve arrastrando las mantas antes de salir corriendo de nuevo a por las almohadas.
-Ángel, parece que vas a desmayarte en cualquier momento-. Kevin ríe entre dientes, pero puedo ver un atisbo de preocupación en su atractivo rostro.
-Solo necesito tumbarme-. Balbuceo un poco. Chillo cuando me levanta y me coloca en el sofá cama.
-Te traeré agua-. Me acaricia el pelo y se va a la cocina.
Un par de minutos después, Lily vuelve con las almohadas, las coloca y luego me mira fijamente y levanta las cejas.
-¿He hecho algo mal?-. Frunzo el ceño.
-Estás en la esquina-. Ella frunce el ceño.
-¿Es eso un problema?
-Tienes que estar en el centro del sofá cama-. Se sube a gatas y me arrastra hasta el centro, luego ocupa mi sitio anterior y arrastra el edredón sobre los dos. Sonrío cuando se acurruca a mi lado.
Kevin entra y nos sonríe.
-¿Hay sitio para mí?- Sonríe, Lily asiente y se inclina sobre mí para tocar el espacio vacío.
Se sube, asegurándose de estar muy cerca de mí. Kevin coge el mando a distancia y pone una película, las luces están apagadas así que la única fuente de luz viene de la tele.
Se me acelera el corazón.
A los treinta minutos de película, Lily ya se ha dormido, agarrada a mi brazo. Siento que empiezo a quedarme dormida, pero doy un respingo cuando siento que Kevin entrelaza sus dedos con los míos. Le miro, pero veo que sigue con los ojos fijos en la tele.
Voy a apartar la mano, pero él me la aprieta y luego me frota el pulgar de arriba abajo.
-Kevin-. Susurro, pero me hace callar. Suspiro y me acurruco contra él.
-¿Estás cansada, nena? Niego lentamente con la cabeza, ignorando por completo el apelativo que me ha dedicado. Me arrastro por el sofá cama hasta quedar tumbada y le rodeo la cintura con el brazo. Apoyo una mano en su pecho y siento cómo su corazón late rápidamente. -¡Joder! ¿Qué me estás haciendo?- Susurra, más bien para sí mismo.
Sonrío y me duermo lentamente.
*
Abro lentamente los ojos y me encuentro cara a cara con una Lily dormida. Me quedo helado cuando siento un cuerpo apretado detrás de mí y unos brazos que nos rodean a Lily y a mí. Lo último que recuerdo es el fuerte dolor de cabeza causado por el exceso de vino de anoche.
Giro torpemente la cabeza y veo a Kevin dormido, con el pelo suelto. Me muevo un poco y sus brazos se tensan.
-Ava-. Susurra, aún dormido, y siento su dureza rozándome.
Dios mío.
Intento levantarme de nuevo, pero Lily decide despertarse.
-Buenos días, Avey-. Murmura contenta y me rodea el cuello con los brazos.
-Buenos días, cariño-. Me rindo y vuelvo a tumbarme. Ella sonríe alegremente. Entonces oigo un bostezo detrás de mí.
-Buenos días-. Kevin me raspa al oído. Salgo de sus brazos y lo veo gemir por la pérdida de contacto. -Vuelve-. Refunfuña.
Me levanto y busco mis zapatos.
-Siento haber bebido demasiado anoche-. Doy un traspié y miro a Lily y Kevin que me observan divertidos.
-Estabas borracha, dijo papá-. Lily suelta una risita-Eres gracioso.
-Vuelve a tumbarte, Ángel-. Da unas palmaditas en el espacio vacío y yo sacudo la cabeza.
-Debería volver a casa, sigo buscando trabajo-. Kevin niega con la cabeza.
-¿Cómo que estás buscando trabajo? Cuidas a mi hija-. Dice como si nada.
Como si no me hubiera despedido hace un par de días.
-Me dijiste...
-Y me arrepiento-Me interrumpe. -Princesa, ve a lavarte los dientes y prepárate-. Él la ayuda a bajar del sofá cama y ella sale corriendo.
-Realmente debería irme.
-Siéntate conmigo-. Dudo al principio, pero obedezco-Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo-. Se acerca y me acaricia la mejilla. -Tenerte entre mis brazos anoche me ha abierto una nueva puerta y no creo que pueda ignorarlo-. Cierra los ojos y vuelve a abrirlos lentamente.
-Kevin, ¿qué estás diciendo?-. Ladeo la cabeza, con el corazón a cien por hora. Él niega con la cabeza y mira hacia otro lado, pero yo levanto el brazo y le giro la cabeza para que vuelva a mirarme. -Dímelo.
-Eres muy guapa y no solo me haces feliz a mí, sino también a mi hija. Nunca había sido tan feliz, te admira tanto. Contratarte como canguro de mi hija me ha hecho darme cuenta de lo mucho que necesito a alguien a mi lado, alguien que me ayude a criar a mi preciosa niña-. Me coge las dos manos.
-No sabía que te afectara tanto-. Sonrío nerviosa y él se inclina más hacia mí.
-Te deseo, Ava.
Luego me besa.