Convertida en la Esposa de un Millonario
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Capítulo 3 03

Después de la intensa discusión con el hombre trajeado, Valeria decidió que necesitaba un momento para sí misma. Se dirigió rápidamente al baño de la cafetería, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Una vez dentro, cerró la puerta con un suave golpe y se apoyó contra ella, dejando escapar un suspiro tembloroso.

¿Por qué le afectaba tanto? Se preguntó. Sabía que no debía permitir que las palabras hirientes de un extraño la afectaran de esa manera, pero la verdad era que esos días había estado más sensible de lo habitual. La presión de su nueva vida, el miedo a lo desconocido y la soledad la hacían sentir vulnerable.

Se miró en el espejo, y al ver su reflejo, las lágrimas comenzaron a caer. No quería ser débil, no quería llorar, pero la angustia era abrumadora. Se dejó caer en el lavabo, con la cabeza entre las manos, mientras las emociones la invadían.

-No puedo seguir así -murmuró para sí misma, sintiendo que la tristeza la consumía. Era un ciclo sin fin: el miedo, la inseguridad, y ahora esto.

Las palabras del hombre resonaban en su mente. "Este traje cuesta más que tu sueldo." Esa frase la golpeó como un puñetazo. No era solo un comentario sobre su trabajo; era un recordatorio de su lucha diaria. ¿Por qué le importaba tanto lo que pensaba un desconocido?

Después de unos minutos, Valeria tomó una respiración profunda y se miró de nuevo en el espejo. Sus ojos estaban rojos y hinchados, pero sabía que no podía dejar que eso la detuviera. Tenía que seguir adelante, no solo por ella, sino por el pequeño ser que llevaba dentro.

-Tienes que ser fuerte -se dijo, limpiándose las lágrimas con una toalla de papel. No podía permitirse ceder ante la desesperación. Se recordó a sí misma que estaba construyendo un nuevo futuro y que cada paso, incluso los difíciles, contaba.

Finalmente, se lavó la cara y ajustó su cabello antes de salir del baño. No podía dejar que esa experiencia la definiera. Tenía un trabajo que hacer y clientes que atender. Aunque la situación con el hombre trajeado había sido incómoda, no podía dejar que un solo momento arruinara su día.

Cuando salió del baño, notó que Carla la esperaba en la barra, con una expresión preocupada.

-¿Estás bien? -preguntó, acercándose a ella.

Valeria sonrió débilmente, intentando ocultar su vulnerabilidad.

-Sí, solo necesitaba un momento -respondió, sintiendo que su voz temblaba un poco.

-Entiendo. Pero recuerda, aquí estamos para apoyarnos. No dejes que un cliente te baje el ánimo -dijo Carla, dándole una palmada en el hombro-. Eres más fuerte de lo que crees.

Valeria asintió, sintiendo que las palabras de su compañera la reconfortaban.

-Gracias, Carla. Aprecio tu apoyo -dijo, sintiendo que su determinación comenzaba a regresar.

Mientras regresaba al piso, Valeria se obligó a centrarse en el trabajo. Cada cliente era una nueva oportunidad, cada día un nuevo comienzo. Aunque el camino era incierto y lleno de desafíos, sabía que tenía que seguir adelante.

Con esa mentalidad, comenzó a atender a los clientes, tratando de dejar atrás la tristeza y la frustración. Tenía que ser fuerte. Para ella, y para su bebé.

Después de un largo y emocional día en la cafetería, Valeria finalmente terminó su turno. La tensión y las emociones del día aún pesaban sobre ella, pero cuando salió al aire fresco de la tarde, sintió que un nuevo alivio la envolvía. Era hora de dejar atrás lo que había pasado y encontrar una manera de animarse.

Mientras caminaba hacia su casa, su mente comenzaba a divagar. Los aromas de las panaderías y restaurantes que pasaba la rodeaban, recordándole que aún había pequeños placeres en el mundo. Tenía que recompensarse por lo que había enfrentado.

Al llegar a su apartamento, sintió que la cocina la llamaba. Decidió preparar algo delicioso. Recordó que había comprado ingredientes para hacer una pasta con salsa de tomate y albahaca, un platillo que siempre había disfrutado, especialmente cuando necesitaba un poco de consuelo.

Valeria se puso un delantal y comenzó a cocinar, disfrutando del sonido del agua hirviendo y del aroma de los tomates frescos al saltearse en la sartén. Mientras picaba la albahaca, se permitió sonreír. Cocinar siempre había sido una forma de relajarse para ella, un momento en el que podía desconectarse de las tensiones del día.

Mientras la pasta se cocía, Valeria preparó una ensalada simple con lechuga, tomates cherry y un toque de aceite de oliva. La idea de disfrutar de una cena sabrosa comenzó a levantar su ánimo. Era un pequeño acto de autocuidado, pero en esos momentos, significaba mucho.

Finalmente, sirvió la pasta en un plato hondo, agregando la salsa y espolvoreando un poco de queso parmesano por encima. Se sentó en la mesa, mirando la comida con satisfacción. Era una simple cena, pero para ella, era un banquete.

Al dar el primer bocado, el sabor cálido y reconfortante llenó su boca. Era justo lo que necesitaba. Las preocupaciones del día se desvanecieron lentamente, y mientras comía, se permitió disfrutar del momento.

Mientras terminaba su cena, Valeria se sintió agradecida. Agradecida por la comida, por su hogar, y por la fortaleza que había comenzado a encontrar en sí misma. Aunque el día había sido desafiante, había aprendido a hacerse valer y a no dejar que nadie la hiciera sentir menos.

Después de la cena, decidió darse un pequeño capricho. Se preparó una taza de té de hierbas y se acomodó en el sofá con un libro que había estado esperando leer. La combinación de la comida, el té y un buen libro era todo lo que necesitaba para calmarse.

Mientras pasaba las páginas, Valeria se sintió más ligera. Era un recordatorio de que, aunque la vida presentara desafíos, siempre había momentos de alegría y consuelo. Estaba lista para enfrentar lo que viniera, sabiendo que cada día era una nueva oportunidad para levantarse y seguir adelante.

A medida que la noche avanzaba, Valeria cerró el libro y se quedó mirando por la ventana, pensando en su futuro. Había un mundo de posibilidades por delante, y con cada pequeño paso, estaba más cerca de encontrarlas.

            
            

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