La Esposa Abandonada y el CEO
img img La Esposa Abandonada y el CEO img Capítulo 8 Reencuentros familiares
8
Capítulo 10 Alana y su nueva empresa img
Capítulo 11 Nando de regreso por unos días img
Capítulo 12 El secreto de Nando img
Capítulo 13 Mi amigo Elton img
Capítulo 14 Primera visita de Elton img
Capítulo 15 Compartiendo con Elton img
Capítulo 16 Sorpresas de la vida img
Capítulo 17 Compartiendo con Elton otra vez img
Capítulo 18 Después de la borrachera img
Capítulo 19 Mejorando las cosas img
Capítulo 20 En la mansión img
Capítulo 21 Hablando con Liseth de Nando img
Capítulo 22 Conociendo a los Queen img
Capítulo 23 Desiciones improvisadas img
Capítulo 24 Invitando a mi amigo img
Capítulo 25 Bebidas con Elton img
Capítulo 26 Primeros cambios en Nando img
Capítulo 27 Las cosas bien con Nando img
Capítulo 28 Enojada con Nando img
Capítulo 29 Sorprendiendo a mi esposa img
Capítulo 30 Nando charlatán img
Capítulo 31 Un poco tensa la noche img
img
  /  1
img

Capítulo 8 Reencuentros familiares

NARRADO POR ALANA----------------

Nancy y yo decidimos volver a la capital, nos llevamos a la bebé y a la niñera; Claudia.

-¿No le dijiste a Nando de que vinimos a la capital? -me preguntó Nancy cuando llegamos.

-No, Nancy. No creo que sea necesario. Es más ni siquiera le importa y ni me llama. ¿Ves? No intentes convencerme de buscarlo que no lo voy a buscar -le respondí a Nancy.

Me movilicé abriendo la puerta del carro y bajando del auto.

-Por lo menos una notificación. Sea como sea es tu esposo y debe de saber donde estás. Tú y él tienen problemas de celos y creo que te conviene de que él sepa donde tú estés -trató de concencerme ella.

Entendí que era con buena intención, pero en definitiva no me agradó su consejo. Vacilé por unos segundos y decidí no decirle nada.

-No pienso decirle nada -sentencié.

Decidí avanzar mis pasos y casualmente nos abrieron la puerta. Saludanos cordialmente a todos. Mis padres estaban en el estudio, de inmediato nos movimos hacia allá.

-Hola mami y papi -pronuncié al entrar, ensanché una sonrisa y ellos se alegraron al vernos.

-Alana -dijo mi madre, de una vez miró a Nancy y le dio una mirada muy seria-. Vienes al país y la primera casa que pisas es la de tu hermana -se quejó mi mamá-. Dime Nancy.

-¡Mamá! ¡No es para tanto! -se quejó Nancy-. Deja el drama. Yo te llamo todos los días. Siempre me mantengo en contacto contigo y vienes con eso -rodé los ojos-. ¿Qué hay de malo que yo quisiera visitar a Alana? Ella necesita ni compañía. Además me quedaré un tiempo aquí.

Ella la miró sorprendida.

-¿Te quedarás un tiempo Nancy? Espero de que me visites más seguido.

-Claro que sí, mamá.

Mientras ellas conversaban yo me movilicé hacia un mueble junto a la niñera y la bebé. Mi papá solo los observaba a ellas mientras se hablaban, aveces sentía como que discutían hasta que decidieron olvidar ese asunto. Mi papá se movilizó y tomó a la bebé con él, la cargaba con mucho amor y ternura. Mi mamá al ver a papá se movilizó hacia la bebé. Vi que Nancy rodó los ojos.

En la noche nos retiramos y Nancy quería salir para una discoteca. Yo no quería y no estaba para eso.

-¿En verdad crees de que yo te voy a acompañar?

-¡Alana! ¡¿Qué hay de malo?! Tú y tu esposo están peleados.

-¿Y por eso tengo yo que ir a una discoteca? No me gusta y lo sabes Nancy.

-Vamos -volvió a insistir mientras ella iba al volante-. Vamos Alana. Solo por hoy.

-No lo sé.

-Tú quieres. No digas que no.

-Tengo mucho que no me meto en una discoteca. La última vez que lo hice Nando y Liseth me reprocharon -recordé aquel día, más nunca quise volver.

-¿Y si vamos por esta noche?

-¡Nancy!

-¡Alana!

Rodé los ojos. Nancy se estaba volviendo insoportable verdaderamente y decidí hacerle compañía.

-Lo haré por ti y no te acostumbres Nancy -dije finalmente.

Mi hermana se quedó tranquila al escucharme, eso era lo que ella quería. Íbamos transitando el camino hasta llegar a la casa, allí nos desplazamos para tomar una ducha y vestirnos de nuevos. Nos marchamos hacia una discoteca. Yo tenía tanto que no iba, que me encontraba todo como tan extraño. Decidí quedarme tranquila, nos quedamos en un mueble y pedimos vino. Tomamos tanto de que no nos dimos cuenta cuando regresamos y ni como. Me desperté al día siguiente recordando poca cosa. Deslicé mis manos para tomar mi móvil y vi muchas llamadas perdidas de Nando, las cuales ignoré.

-Seguramente se dio cuenta pero que sufra.

Por lo tanto, me movilicé rápidamente para tomar un baño, me puse ropa y en seguida busqué a mi hermana. Ella aún estaba durmiendo, decidí dejarla dormida y me busqué a Sonia que estaba en la cocina.

-Hoy pasaré el día fuera, me llevaré a la niñera y a la bebé -le comuniqué a Sonia.

Ella asintió. Rápidamente busqué a la niñera y estaba con la niña en la sala de estar.

-Busca el bulto de la bebé, pasaremos el día afuera -fue lo que yo dije.

Entonces esperé a que retornara, tomé las llaves de mi auto y nos marchamos al apartamento de mi hermano. Llegué allá y él estaba despierto. Me miró extrañado.

-Tú.

-Sí.

-¿Te votó Nando?

-Claro que no, mi hermano. Huyo de él y no es lo mismo.

Me miró aún más sorprendido.

-¿Qué?

-Déjame entrar hermano.

-Disculpa -y nos dejó pasar.

Entramos adentro y me senté en un mueble.

-Nancy y yo nos fuimos a una discoteca. Tú sabes de que Nando está en la capital por unos días. Se fue enojado. Me levanté esta mañana y vi muchas llamadas perdidas de él.

-Estás huyendo de él -pronunció ni hermano parado en frente de mí.

-¿Por qué huyes? ¿Te acostaste con alguien?

-No, no quiero escuchar sus reclamos. De seguro ya lo sabe y ne saldrá con sus sermones.

-Hermana es que tú, no debiste de haber ido a una discoteca a estas alturas...

-¿Te lo encuentras mal?

-Claro.

Mi hermano desaprobó por completo lo que hice. Me dijo que hablaría con mi hermana. Entonces decidí mejor callarme la boca mientras él emitía sus sermones. Vi que llamó a mi hermano y hablaron sobre el asunto.

-¿Qué harás si lo encuentras en la casa? ¿O qué haría él?

-Nada.

-Te va a reclamar.

-Eso es lo que menos me importa.

No me importaba para nada. Por lo tanto me quedé quieta esperando alguna respuesta alguna de mi hermano.

-Alana cometiste un error -volvió a recordarme y rodé los ojos.

-Es verdad tienes razón. No puedo hacer nada al respecto. Nando a mí que no me moleste para nada. Se va de la casa enojado por unos días y entonces quiere venir a reclamarme.

Me molestaba esa situación desde que supo que yo fui a una discoteca de una vez se sintió interesado.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022