NARRADO POR ALANA-----------------
Me alegré cuando Nando me había dicho de que hizo gestiones para romper la sociedad que tenía con Mery y de que por algunos meses íbamos a estar en otra ciudad. Mi suegra Lisbeth se encontraba devastada, se levantaba muy poco de la cama. Nando decidió desde ese día no volver a la oficina, pero justamente me acordé de Berta, novia de Dariel.
-Nando estamos olvidando un detalle, hay algo que todavía no se sabe -pronuncié acariciando mi barriga-. Dariel no ha confesado la relación que tiene con Berta.
Nando estaba sentado en un mueble con su computador sobre su pierna.
-Es cierto -dijo Nando y lo veía pensativo, dejó de mirar el computador-. Tendré que conversar con mi hermano sobre que hará. Nuestra madre en este momento se encuentra muy mal.
-Liseth cuando se entere... -argumenté yo-. Dariel tendrá que tener mucha paciencia. Pero creo que lo mejor es que si se casan, que no vivan aquí.
-Puede ser -dicho esto veía que él se movilizaba y abandonaba la habitación.
Nando había tomado las mejores decisiones. Me sentía feliz y tranquila. De seguro él iba a conversar con su hermano. Mientras tanto me quedé en la habitación.
Al siguiente día Nando le había ordenado a algunas trabajadoras para que recogieran algunas ropas para llevar. Y nos trasladamos hacia la ciudad próxima, en el trayecto me acordé de Mery y decidí preguntarle a él sobre ella.
-¿Que me dices de Mery?
-Rompí sociedad con ella, empecé los trámites. Me parece que yo te lo había dicho con anterioridad. Aún ella no lo sabe, pero lo sabrá cuando todo esté hecho -me respondió él dándome aún mas paz y tranquilidad.
-Que bueno. Me imagino como se pondrá ella al enterarse de todo. Es mejor ser precavido.
-Hablé con Elton sobre el asunto y esa es una solución, de tenerla lejos de mí.
-Espero Nando de que no te arrepientas de nada -traté de advertirle-. Porque creo que pondrías nuestro matrimonio en riesgo.
-Lo intento y lo sabes. No tienes porqué hablar así de nuestro matrimonio.
-Tengo que advertirte por siacaso.
Mientras tanto continuamos conversando sobre el asunto. Llegamos a la casa que Nando había comprado algunos meses, nos acomodamos allí. Yo llamé a la mamá de Berta a que viniera y me acompañara, ella con mucho gusto aceptó, trabajaba en la casa de mis padres al igual que Berta.
-Señora Sonia -la llamé, ella venía hacia mí con una maleta.
-Dígame señora.
-Quisiera hablar con usted después que termine de acomodar las cosas.
-Sí, señora.
Avancé mis pasos hacia la terraza allí se encontraba mi esposo tecleando su móvil tranquilamente.
-Nando -pronuncié cuando entré, él apartó su mirada de su móvil y la puso en mí.
-Alana.
-Me preocupa un poco tu madre -terminé diciéndole mientras yo avanzaba mis pasos hacia ella.
-No te preocupes por ella. Ella estará bien. Y hablé con Elton, me confirmó de que estará los fines de semana en esta ciudad.
-Elton... Que bien por él. No ha superado por completo la pérdida de su novia.
-Yo le he dado muchos consejos, pero él es que sabrá que hará con su vida en un futuro.
-Es lamentable... Quiero salir y dar una vuelta -me antojé en seguida en querer salir por ahí.
-¿Por qué no sales? -sugirió él.
-¿Vendrías conmigo?
-Esta vez no.
Me senté en un sillón. Me acordé de Sonia y decidí hacerlo con ella.
-En ese caso, me llevaré a Sonia en definitiva.
-Perfecto.
Me quedé allí sentada por un buen rato hasta que Sonia había llegado a la terraza. Inmediatamente busqué las llaves de uno de los autos y me movilicé allí con Sonia. Estuve dubitativa sobre que lugar escoger, decidí escoger un lugar más informal como Burger King. Pedimos una orden y mientras llegaba de una vez empecé a conversar con Sonia.
-Estoy pensando Sonia en el caos que sería cuando se sepa la relación que lleva tu hija con mi cuñado -le confesé a Sonia.
-Yo también. Pero es que en los jóvenes es difícil poder convercerlos.
-Conozco a mi suegra y ella es capaz de muchas cosas.
Veía que me miraba asustada.
-¿Muchas cosas? No me asustes señora Queen.
-Tranquila, trataremos de buscarle una solución. Mi suegra ahora mismo sufre el matrimonio y nueva hija de Mario. Ya te puedes imaginar como debe de estar sintiéndose.
-A mí me preocupa de verdad, he hablado con mi hija y no me escucha.
-Es normal Sonia. Es mejor dejar las cosas fluir de una buena vez. Dariel es como Nando que son pegados a su madre y eso es un problema. Liseth es complicada yo trato de sobrellevarla. Berta podría tener muchos problemas con Liseth por no pertenecer a un mismo círculo social.
-Eso lo sé y me preocupa. Las cosas no van a terminar bien.
-La entiendo Sonia. Yo le he dicho a mi esposo de que convenza a Dariel de que si un día ellos se casan debería de mudarse en otro lugar, no en la casa de Liseth, pero no, ellos son apegados a la falda de su madre.
-Aún así lo veo complicado. No creo que esa señora se quede conforme.
Era de preocuparse la situación entre Berta y Dariel. Yo por mi parte no me atrevía a decir algunas cosas. Podría preocupar a Sonia. Por un rato estuvimos conversando, recibimos la orden, comimos y pasamos un momento allí sentada, después nos trasladamos hacia la casa de Nando. Cuando llegamos él estaba en la sala de estar tomando vino.
-Nando -pronuncié al llegar.
-¿Llegaste? -colocó si mirada en mí inmediatamente-. Me parece que muy rápido llegaste.
Enarqué una ceja mientras me aproximaba a él.
-¿Te parece Nando?
-Pensé que iban a llegar en la noche.
-Como crees Nando. No era para tanto.
-Hable con Dariel. Le contó todo a mi madre de su relación con Berta y te podrás imaginar. Casi le dio un infarto.
-Me imagino. Pero que bueno que ya ella lo sabe.
-Tú sabes como es ella. Se opone rotundamente a esa unión querida.