Cariño, déjalo y ven conmigo
img img Cariño, déjalo y ven conmigo img Capítulo 4 Vamos a divorciarnos
4
Capítulo 9 Otra identidad secreta img
Capítulo 10 ¿Ofendiste al señor Phillips de alguna manera img
Capítulo 11 El misterioso director ejecutivo de Elite Lux img
Capítulo 12 Daniela y el CEO de Elite Lux img
Capítulo 13 Transmisión en vivo img
Capítulo 14 El mejor chiste que escuché en años img
Capítulo 15 Identidad revelada img
Capítulo 16 El regreso triunfal de Daniela img
Capítulo 17 Desvergonzadas img
Capítulo 18 La confianza de Caiden img
Capítulo 19 Una tonta por amor img
Capítulo 20 El piso dieciocho, cielo o infierno img
Capítulo 21 Descarada img
Capítulo 22 No pelees con cerdos img
Capítulo 23 Cruzaste la línea, señor Bennett img
Capítulo 24 Joyce, recuerda esta lección img
Capítulo 25 Nadie puede detenerla img
Capítulo 26 Es ella realmente la misma Daniela img
Capítulo 27 ¿De verdad era Daniela img
Capítulo 28 Daniela se volvió más inteligente img
Capítulo 29 Sus amigos no serán los míos img
Capítulo 30 Vaciar la casa img
Capítulo 31 Incluso yo debo respetarlo img
Capítulo 32 Hacía mucho que no tenía hogar img
Capítulo 33 Robo a plena luz del día img
Capítulo 34 Sigue soñando img
Capítulo 35 Allí estaba Cedric, protegiéndola con decisión img
Capítulo 36 Cosas sin decir img
Capítulo 37 Un ama de llaves hecha a medida img
Capítulo 38 Cedric sería la pareja perfecta para Joyce img
Capítulo 39 Joyce no tiene ninguna oportunidad con Cedric img
Capítulo 40 Llama a la policía y saca a tu hermana de ahí img
Capítulo 41 Una cazafortunas img
Capítulo 42 Nunca me gustó Joyce img
Capítulo 43 Daniela lo ignoró img
Capítulo 44 Esa era la nueva Daniela: distante e inalcanzable img
Capítulo 45 Idiota img
Capítulo 46 Te estás burlando de mí img
Capítulo 47 No tenía a nadie que la respaldara. img
Capítulo 48 No está considerando una relación, aunque sigue soltera img
Capítulo 49 La auténtica heredera img
Capítulo 50 ¿Usaste protección img
Capítulo 51 Respeto propio img
Capítulo 52 Humillación img
Capítulo 53 No habrá necesidad de que nos volvamos a ver img
Capítulo 54 Puede que vuelvan a saltar chispas. img
Capítulo 55 Ya no tengo padre img
Capítulo 56 Inténtalo y te arrepentirás img
Capítulo 57 Reúnete con Daniela img
Capítulo 58 La madre de Daniela img
Capítulo 59 Sonámbula img
Capítulo 60 Su protección img
Capítulo 61 Cariño img
Capítulo 62 Contraataque img
Capítulo 63 Una terminación legalmente vinculante img
Capítulo 64 Ya no soy asunto tuyo img
Capítulo 65 Tensión img
Capítulo 66 Directora de baños img
Capítulo 67 ¿Por qué debería disculparme img
Capítulo 68 La confianza ciega de Alexander img
Capítulo 69 Una oportunidad img
Capítulo 70 El esfuerzo de Cedric img
Capítulo 71 El edificio img
Capítulo 72 Una experiencia inolvidable img
Capítulo 73 Pagar la deuda img
Capítulo 74 El embarazo no es contagioso, ¿verdad img
Capítulo 75 La ternura de Cedric img
Capítulo 76 Todo lo que él quería img
Capítulo 77 Parientes img
Capítulo 78 ¿Joyce está embarazada img
Capítulo 79 Tal vez de verdad esté embarazada img
Capítulo 80 ¿Estás embarazada img
Capítulo 81 Ella es extraordinaria img
Capítulo 82 También somos su familia img
Capítulo 83 Una familia desvergonzada img
Capítulo 84 Una lección img
Capítulo 85 Rechazar dinero así img
Capítulo 86 ¿Estás saliendo con Cedric img
Capítulo 87 Tú no eres ese chico img
Capítulo 88 El repentino despertar de Caiden (Primera parte) img
Capítulo 89 Hombre despiadado img
Capítulo 90 Lo ofrecido no significaba nada para ella img
Capítulo 91 La muerte de Brylee img
Capítulo 92 Sospecha img
Capítulo 93 El regreso de Peyton img
Capítulo 94 Una invitación img
Capítulo 95 El cuaderno de bocetos img
Capítulo 96 Tú los separaste img
Capítulo 97 El encuentro entre Alexander y Peyton img
Capítulo 98 No toques la fortuna de los Harper img
Capítulo 99 Unas sanguijuelas img
Capítulo 100 Se perdió el cuaderno de bocetos img
img
  /  3
img

Capítulo 4 Vamos a divorciarnos

"¡Sí, fui yo! El almacén estaba empapado en gasolina y tenía muchos explosivos. Todo estaba listo para incendiarse en cuanto aparecieras", se regodeó Joyce, triunfante y arrogante. "¿Y de qué servirán tus videos de vigilancia en la nube, Daniela? Nadie te creerá. ¡Todos pensarán que las imágenes están manipuladas! Además, ya eliminé todo. Hoy, papá y Alexander dejaron claro que creen que eres una mentirosa que no merece ni un poco de confianza".

Luego, se reclinó en la cama con una sonrisa burlona.

"Sigue arrodillada", ordenó. "¡Te arrodillarás ante mí para siempre!".

Daniela intentó levantarse, pero tenía el cuerpo tenso contra un peso invisible.

Las gotas de sudor se acumularon en el suelo, humedeciendo las baldosas debajo de ella.

Su corazón se sentía destrozado, pero dentro de los fragmentos, una chispa de esperanza parpadeaba tenuemente.

Había estado segura de que Alexander era tan meticuloso que eventualmente descubriría la farsa si examinaba bien los detalles.

Pero la realidad era cruel. Le había dado demasiado crédito a ese hombre.

Los pasos de Alexander con sus zapatos de cuero resonaron siniestramente mientras se acercaba. Con una mirada gélida e inquebrantable, se alzó sobre ella. "¿Ahora vas a disculparte?".

Daniela ya estaba tan dolorida que casi se desmayaba. Levantó la cabeza para encontrarse con sus ojos y, en un leve susurro, respondió: "¿Has reflexionado bien sobre todos los detalles?".

Una risa desdeñosa y escalofriante resonó por encima de ella.

El desprecio de Alexander la envolvía como una gélida ráfaga. "Daniela, no seas tan terca. Solo reconoce lo que hiciste. Si no, terminemos con este matrimonio. No quiero desperdiciar mi vida con alguien tan malvado como tú".

La postura rígida de Daniela se desmoronó y la desolación se apoderó de su corazón. "Te lo diré por última vez, soy inocente".

Reuniendo lo poco que le quedaba de fuerzas, se apoyó contra la pared para incorporarse.

Aunque tenía el rostro demacrado, sus ojos parecían contener un espíritu indomable. Su mirada estaba fija en su esposo mientras declaraba con suma precisión: "Por mí, no hay problema. Aceptaré el divorcio con mucho gusto. ¿Por qué querría un esposo tan ciego que no puede ver la verdad?".

Luego, se marchó a su sala compartida.

A su alrededor, se escucharon los murmullos de algunos pacientes. Como su celular no funcionaba, le pidió prestado uno a un paciente vecino.

En lugar de hacer una llamada, envió un mensaje.

"Lillian, envía a alguien al Hospital Northpoint para que me recoja".

"¡Enseguida!", respondió ella sin demora.

La condición de Daniela estaba cada vez peor. Cuando Lillian Dawson llegó para llevársela, tenía una fiebre muy alta.

El dolor de su costilla fracturada era implacable, y su rostro estaba tan hinchado que parecía un globo inflado.

Lillian no pudo evitar enfurecerse. "¿Acaso se volvieron locos? ¿Eligieron a esa perra inútil en lugar de a ti? ¡Déjame encargarme de ese problema, yo acabaré con ellos!".

Sin dudarlo, sacó su celular y empezó a marcar.

Sin embargo, a pesar de su fragilidad, Daniela colocó su mano sobre la de Lillian y presionó el botón de finalizar llamada.

Lillian apretó los puños y exclamó con desesperación: "¡Esto se llama abuso doméstico! ¡Te lastimaron! ¿En serio vas a perdonar a Alexander después de todo lo que te hizo?".

Pronto vio la sangre fresca que brotaba de los vendajes de Daniela, y las lágrimas empezaron a deslizarse por su rostro.

Con la ayuda de Lilian, Daniela se puso de pie. "Por ahora, salgamos de aquí. Nos ocuparemos de ellos cuando llegue el momento".

Al notar la debilidad de Daniela, Lillian le dio un asentimiento. Sus lágrimas se mezclaron con una feroz resolución.

Juró destrozar a esa pareja despreciable cuando llegara el momento adecuado.

Luego, fue a tramitar los formularios para que le dieran de alta.

Daniela estaba esperando afuera, con la mirada en los pisos superiores del hospital.

En las salas VIP del tercer piso, las luces brillaban intensamente

Ahí estaba Alexander, pelando una manzana bajo la luz de la lámpara. Tenía una cálida sonrisa mientras conversaba con la mujer a su lado.

Daniela forzó una sonrisa triste.

Habían pasado diez largos años, y la calidez de esa sonrisa que había buscado tan desesperadamente nunca llegó a ser suya.

En cambio, Joyce se lo había ganado sin esfuerzo.

Daniela se dio cuenta de que había estado equivocada durante años.

Estaba tan débil que ni siquiera podía mantenerse de pie.

Antes de desplomarse, vio a Lillian corriendo hacia ella con una expresión preocupada.

De inmediato, Daniela fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos.

El helado líquido intravenoso se filtró en sus venas, hundiéndola en un sueño profundo.

Cuando finalmente despertó, ya habían pasado dos días.

"¡Daniela! ¿Estás bien?". Los hinchados y rojos ojos de Lillian eran una prueba de que había pasado todas esas noches al lado de ella.

Daniela se incorporó lentamente y respondió con voz ronca: "No te preocupes, estoy bien".

Después del desayuno, miró su celular.

Había un abrumador frenesí en Internet sobre "La novia del incendio".

Todos estaban criticando a Daniela en la sección de comentarios.

"¡No podemos dejar que Joyce se salga con la suya!", exclamó Lillian con la mandíbula apretada. "La elogian por su belleza y su buen corazón. Están diciendo que merece ser la legítima heredera de la familia Harper".

Daniela se mantuvo imperturbable mientras leía rápidamente las hirientes palabras, ya que ya no le afectaban.

Por primera vez, sintió la niebla disiparse, dejándola con una penetrante sensación de claridad.

A partir de ese momento, decidió reservar su corazón solo para quienes realmente la amaban.

La Daniela de antes había perecido en las llamas.

La ingenua y embaucada Daniela se había ido para nunca más regresar.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022