Capítulo 10 No hagas nada inapropiado

Después de salir del club, Charlee se quedó en la acera, esperando a que pasara un taxi. El viento levantó suavemente su pelo, proyectando sobre su rostro un dramático juego de luces y sombras.

"¿Estás esperándome?", preguntó una voz detrás de ella, devolviéndola al presente.

Sobresaltada, se hizo a un lado, antes de girarse para mirar al hombre, quien ahora estaba vestido de manera más informal.

Las manos relajadas en los bolsillos de su pantalón suavizaban su habitual comportamiento severo, dándole un atractivo inesperadamente cálido.

"¿Por qué estás aquí?", le preguntó ella con una expresión llena de suspicacia. Le pareció que haberse encontrado a ese hombre fuera del Grupo Sullivan y de nuevo afuera del club no podía ser una mera coincidencia.

"Acosar a alguien no solo está mal; también es contra la ley", le recordó con firmeza.

Al observar su postura defensiva, Marc dejó escapar una risa suave, la cual suavizó los bordes severos de su rostro, haciéndolo lucir realmente atractivo.

La joven dio otro paso atrás instintivamente, mientras su corazón se aceleraba y su rostro reflejaba una mezcla de vergüenza e indignación.

"¿De qué te ríes?".

Marc reprimió su diversión con una tos discreta. A continuación, respondió en tono grave: "Recordé un chiste muy gracioso acerca del trasero de alguien".

"Eres un...", comenzó a decir Charlee, fulminándolo con la mirada. Acto seguido, dio un paso hacia el hombre y, en tono de advertencia, le susurró: "Asegúrate de mantenerte fuera de mi camino".

"¿Qué pasaría si te garantizara que conseguirás el contrato con la Corporación Champion?".

La expresión de Marc se intensificó cuando la vio reaccionar a la defensiva.

Por supuesto, ella no le creyó ni por un segundo.

"Si realmente pudieras hacer que eso sucediera, yo...".

Al percibir el aroma de un perfume conocido, dejó de hablar.

Al voltear, vio a Stacey, caminando del brazo de Liam.

Un destello de triunfo apareció brevemente en los ojos de esta cuando notó a la otra con Marc; sin embargo, rápidamente lo ocultó y dijo en un tono suave: "Charlee, primero estuviste con un grupo de strippers, ¿y ahora con un extraño...? ¿Por qué insistes en rebajarte así?".

Luego, miró significativamente a Marc, y con una expresión que reflejaba deducción, agregó: "Creo que debería culparme a mí misma. Como he estado muy mal de salud, he necesitado a Liam. En otras circunstancias, no te habrías denigrado así...".

Un torrente de lágrimas brotó de sus ojos mientras hablaba.

Charlee la miró con frialdad, como si estuviera observando un acto tonto. Le dijo en tono burlón: "Stacey, ahórrate el drama. Quizás logres engañar a Liam, pero yo sé que solo estás fingiendo".

"Eres una...".

Al oír eso, los ojos de su media hermana reflejaron una intensa ira.

El rostro de Liam se volvió severo y su voz se tiñó de fastidio cuando escupió: "¡Charlee, no puedes hablarle así a Stacey! Recuerda que está muy delicada de salud. No la provoques, por favor".

Ella solo lo encontró absurdo. "Liam, ¿de verdad estás tan ciego? ¿No puedes percibir su verdadera naturaleza?".

"¿Ahora estás calumniando a Stacey y a mí por culpa de un gigoló?", inquirió él, frunciendo el ceño. Verla con un hombre excepcionalmente apuesto lo llenó de furia.

"¿Un gigoló?".

Charlee se rio entre dientes como si hubiera escuchado algo realmente ridículo.

Acto seguido, se volvió hacia Marc y le dijo: "Acaba de llamarte gigoló".

Este levantó una ceja y sonrió maliciosamente, al mismo tiempo que contestaba: "Si ese es el caso, solo tú puedes decirlo".

Por un momento, la joven se quedó sin palabras.

Sintiéndose traicionado, Liam agarró con fuerza la muñeca de Charlee y la atrajo hacia sí.

"¡Te lo advierto: no quiero volver a pillarte con otros hombres!".

"¡Estás lastimándome!", exclamó ella; sus ojos reflejaban un intenso desprecio.

Al darse cuenta de que su agarre era demasiado fuerte, el hombre la soltó.

"Charlee, recuerda que sigues siendo mi prometida, así que evita hacer cualquier cosa inapropiada".

Justo en ese momento, un vehículo se detuvo a la entrada del club, disipando momentáneamente la atmósfera tensa...