Capítulo 8 CONTINUACIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA

Todos los empleados de Donovan y asociados fueron convocados para el nombramiento sorpresivo de Amelia, ninguno de ellos conocía a la recién llegada y gran parte olvidaron lo sucedido el día del matrimonio de Fernando .

Amelia llegó a la oficina con una elegancia que parecía estar en perfecta armonía con su aura enigmática, estaba vestida impecable y en seguida su presencia se convirtió en el centro de atención de todos en la compañía.

En especial, se estaba convirtiendo en el centro de atención del CEO predecesor, deslumbrar a Jean era casi que imposible, pero ella lo logró con tan solo un encuentro.

-Bienvenida mi querida Amelia, me alegra que seas mi nueva sucesora, esta compañía necesita personas como tu para continuar con su expansión y crecimiento.

-Me halagas Jean, pero más que eso, se necesita trabajo fuerte, y yo soy experta en eso, te prometo que lo que dejaste construido no será en vano.

Ambos estaban hablando amenamente, cuando las puertas del elevador se abrieron llamando su atención, ambos se giraron al mismo tiempo y sus miradas chocaron con los recién llegados.

Fernando arribaba de la mano de su esposa Virginia, ella aún no sabía del regreso de Amelia y por supuesto que verla le causó gran molestia.

En seguida frenó su paso, apretó la mano de su esposo, y enfurecida gritó:

-¡¿Qué está haciendo esta mujer aquí?!

Fernando sintió como sus mejillas se sonrojaron ante la mirada inédita de los presentes, mientras que Jean miró confundido a Amelia, ella simplemente subió sus hombros y arrugo su nariz, fingiendo sorpresa.

-¡Virginia, por favor! Debemos hablar de esto, pero no es momento de un espectáculo -Fernando le susurro al oído.

Virginia se soltó de su mano y se fue directo hacia Amelia, ella la recordaba a la perfección, pues desde que había desaparecido, su esposo jamás volvió a ser el mismo.

Fernando alcanzó a tomarla por el brazo y con fuerza la sacó hacia un pasillo.

-¡¿Qué?! ¿Qué estás haciendo Fernando ?¿no estás viendo quién está aquí? Y vestida de esa manera -Virginia le reclamó enfurecida.

Él se quedó en silencio por un momento, le estaba ocultando información y eso le costaría un gran berrinche de su mujer.

-¿Por qué te quedas callado? ¡dime! ¿Sabías el regreso de esta mujer? -Virginia sintió que Fernando la traicionó, él sabía y no le dijo nada, ¿Por qué razón?

Su rostro se ruborizo producto de la ira, y comenzó a golpearle en el pecho.

-¡¿Qué te pasa?! ¿Por qué no me dijiste que regresó? ¡Eres un falso Fernando!

Él la tomó por los brazos y la detuvo, suspiró y la miró fijamente.

-¡Escúchame, Virginia! Escúchame por favor, todo tiene una explicación-él le insistió

-¿Cuál? Dime cual, porque no entiendo porque lo ocultaste, después de todo lo que pasó con esa mujer, no eres el mismo, dime ¿Cuál es? -preguntó ansiosa

-Ella es la nueva CEO general de Donovan y asociados.

Virginia abrió sus ojos con sorpresa, se llevó la mano al pecho, y empezó a mover su cabeza con incredulidad.

"¡No puede ser! esto no me puede estar pasando a mí" pensó ella

-¡Ese puesto era tuyo! ¿cómo te lo dejaste quitar? -Virginia de nuevo entró en pánico y comenzó a gritarle.

-¡No más! ¡Cálmate por favor! No es mi culpa Virginia, Elise regresó con ella, no sé qué hay detrás de todo esto, te lo juro.

-¡¿Y qué?! ¿vas a dejar que triunfe así no más? ¿Se te olvidó que por culpa de esa mujer tu abuelo está muerto? -Virginia habló llena de odio, trataba de persuadir a Fernando , ella sabía que, en el fondo de su corazón, él guardaba sentimientos por Amelia, aunque se lo negara.

-¡No me lo recuerdes por favor! -replicó aturdido.

-Tenemos que hacerle la vida imposible a esa malnacida, tú tienes que hacerle pagar todo.

-Virginia, no tiene sentido, suficiente con lo que le hice en la iglesia, fue suficiente humillación -Fernando hablaba desde el fondo de su corazón, por un momento estaba dispuesto a parar con el odio, haberla visto de nuevo lo confundió por completo

-¿Eres idiota o qué? -Virginia lo miró todavía más enfurecida -Esa maldita mujer se debe de ir de Donovan y asociados para siempre y tú te vas a quedar con el puesto por el cual has luchado por tantos años Fernando, sino es así te juro que...

Fernando la interrumpió sin siquiera dejarla terminar.

-¿Me juras que Virginia? Estoy cansado de tus manipulaciones.

-Te juro que no me vuelves a ver y mucho menos a este hijo que estoy esperando.

Virginia acababa de darle la noticia más esperada a su esposo desde que ellos habían contraído matrimonio, el semblante de Fernando cambió por completo.

-¿Estás embarazada? -preguntó en un hilo de voz, la noticia hizo que cambiara su semblante automáticamente

-Sí Fernando , pero si tu no consigues sacar a esa mujer de este lugar, no volverás a vernos... ¿entendiste? Ahora me largare de este sitio, la sola idea de compartir el mismo espacio con esa aparecida me da nauseas, espero que desde hoy empieces con tu plan.

Virginia salió del pasillo, dejando a Fernando con un sinsabor, pero él aprovechó que ella abandonó la compañía para enfrentar a Amelia.

Él no estaba dispuesto a perder a su familia por ella, ni loco que estuviera, ella era su enemiga número uno, y se había declarado así desde el momento en el que se dio a la fuga en el altar.

Se aseguró de que la mujer tomará el elevador, y salió de nuevo a donde estaba Amelia, por fortuna para él, Jean estaba hablando con otros accionistas y estaba sola bebiendo una copa.

Se fue directo hacia ella, mientras sentía que su corazón bombeaba a mil por hora, pensó demasiado para enfrentarla, pero no dejaría que una insignificante mujer lo venciera.

Cuando Amelia notó que él se dirigía hacia ella, sintió la misma sensación, pero mantuvo la compostura, su orgullo estaba enardecido, y su objetivo siempre claro.

«Este hombre te hizo daño, este hombre te hizo mucho daño» se repetía mentalmente.

-Amelia Reynolds -Fernando se cruzó de brazos frente a ella.

-¡Fernando Donovan! ¿En qué puedo servirte? -Amelia le respondió cortante.

Él se quedó mirándola embelesado, en especial directo a sus labios, como olvidar los besos que ella le dio cuando vivieron su furtivo romance, pero había dudas que él debía resolver.

-¿A qué has venido? Dime ¿de dónde conoces a Elise Peterson? -preguntó decidido

-¿A que he venido? Hum, es algo que no estoy en la obligación de responderte Fernando, pero ten la plena seguridad de que no es por ti -respondió Amelia con seguridad y en un tono sarcástico.

-No sé qué es lo que estás planeando en mi contra Amelia, o en contra de mi familia, porque conozco a la arpía de Elise -Amelia abrió sus ojos cuando él llamó así a su protectora -y estoy seguro de que algo se traen entre manos, pero quiero decirte que no lo voy a permitir. -Fernando ahora cambió su expresión y la miró desafiante

-Primero que todo no te dirijas así a Elise ¡Respétala! Ella es una mujer y merece tu respeto y el de cualquiera, ella no es ninguna arpía, las diferencias que haya entre ustedes no es mi problema, ahora no tengo porque escuchar tus estupideces Fernando , si te has acercado a decirme esas cosas, creo que no tenemos nada más de que hablar.

Amelia dejó su copa sobre una mesa y salió con paso firme hacia los tocadores, apretó sus ojos con decepción, y no miró atrás, mientras que Fernando sintió como ella hirió su ego, y se fue detrás para seguir con su fastidio.

-No me dejes hablando solo Amelia, no seas insolente.-dijo a sus espaldas

Amelia apretó sus puños , no soportaba que él la tratara de esa manera, se giró y lo miró con furia.

-¡Conmigo no te metas Fernando Donovan!, porque no sabes de lo que puedo ser capaz.

-Se de que eres capaz, huiste el día de tu boda, rompiste el compromiso pactado por tu familia, sin importar que ellos fueran lanzados por completo al desprestigio, te olvidaste de ellos, ¿Qué puedo esperar de ti?

Amelia sintió como Fernando tocó las fibras de su corazón, en parte ella había dejado a su familia con todo atrás.

Tragó un duro nudo que tenía en la garganta y lo miró retadora.

-Lo que yo haga o deje de hacer con mi vida, no es tu problema Fernando , ahora solo nos vamos a limitar a hablar de la compañía, ese será nuestro tema en común, por ahora, aléjate de mí, ¿entendiste?

Fernando la miró de arriba abajo, intimidando, ella sintió como si sus ojos la hubieran desnudado, y palideció por completo, sus manos empezaron a sudar y rogaba internamente porque algo sucediera y la sacara de ese incomodo momento, por fortuna para ella, Jean la estaba buscando y llegó a su rescate.

-¿Pasa algo? -preguntó oportuno.

-No, no pasa nada Jean, aquí hablando con el señor Donovan, pero ya finalizamos nuestra conversación.

-Si, ya finalizamos nuestra conversación -puntualizó Fernando , pero antes de irse, le susurro al oído:

-¡No te saldrás con la tuya Amelia!

-Con permiso -dijo ella, Amelia se retiró de su lado, y tomó de gancho a Jean, ella no comprendió porque hizo eso, pero fue una reacción inesperada.

Por su parte, Fernando sintió un extraño sentimiento en su interior, le molestaba verla cogida del brazo de otro hombre, y maldijo para sus adentros, pero ahora tenía una motivación y debía luchar, Virginia tenía razón, tenía que sacar a Amelia del camino, por las buenas o malas, pero lo haría.