Capítulo 9 Algo completamente inesperado

Fernando se dirigió hacia el elevador para abandonar el edificio, cuando este estaba a punto de abrir sus puertas, él miró atrás y casualmente se chocó con la mirada de Amelia, ella no pudo evitar quedarse viéndolo cuando pasó por su lado.

Sin embargo, ella fingió indiferencia, y continuó con lo que estaba haciendo, además le sonrió a Jean, y le acarició el brazo, mostrando felicidad por el nuevo hombre que la pretendía. Fernando resopló producto de la ira, ella había regresado tan diferente a lo que recordaba, que era como si estuviera presenciando otra mujer. La Amelia que él conoció jamás hubiera actuado de esa manera, coqueta y llamativa.

Unos cuantos minutos más tarde, regresó a la gran mansión que compartía con su esposa, pero Virginia no estaba, después de la noticia que le dio, lo único que quería era hablar con ella, marcó su teléfono varias veces, pero ella rechazó sus llamadas.

Mientras tanto, en la clínica más prestigiosa de la ciudad, Virginia estaba ansiosa, después de haberle dicho a su esposo que estaba embarazada para poder accionar sus chantajes, debía solucionar ese asunto de inmediato.

-¿Señora Virginia Donovan?-la voz de una enfermera la sacó de sus pensamientos

-Sí señorita ¿ya me va a atender el doctor? Llevo mucho tiempo esperándolo.

-¡Por supuesto! es que usted llegó sin avisar y ya su agenda estaba copada, pero por tratarse de usted, decidió atenderla.

-Gracias-respondió Virginia sarcástica, tomó su bolso y con pasos firmes fue hasta su doctor de cabecera.

-Querida Virginia, tanto tiempo sin verte, sigue por favor -Demian Willys, un afamado y joven doctor le dio la bienvenida

-Si, sé que llevo meses sin venir, sin embargo, voy a ir al grano, Demian he venido porque me urge quedar embarazada, necesito que me des algun medicamento que agilice el proceso, tú sabes que yo te puedo pagar muy bien

Demian se quedó viéndola, ellos se conocían desde hacía años atrás, él la pretendía, pero ella siempre había estado enamorada de Fernando , así que solo se limitó a ser su fiel amigo.

-¿Qué hiciste ahora Virginia? ¿por qué ese afán tan imprevisto?

-No hice nada grave, ¿qué te pasa? pero a ti no puedo mentirte, le dije a Fernando que estaba embarazada-Demian la miró de arriba abajo y le dio una sonrisa pretenciosa.

Se acercó a un armario, empezó a buscar y de una de las gavetas sacó una carpeta, sobre ella iba marcado el nombre de Virginia. La puso firme sobre la mesa, ella lo miró confundida.

-¿Qué? ¿Qué es esto?

-Virginia, tú tenías que venir por tus resultados médicos hace más de tres meses, pero hiciste caso omiso a mis llamados.

-Después de lo que pasó entre los dos, lo mejor era no volver a tener contacto-Virginia respondió, mientras sus mejillas se coloreaban.

-Pues bueno, aquí están los resultados, Fernando no es estéril como lo pensaste mi querida Virginia, lamento decirte que aquí la que tiene problemas para concebir un hijo, ¡eres tú!

Virginia sintió como el mundo se desmoronó a sus pies, ella no podía ser estéril, ya le había dicho a Fernando que estaba en cinta ¿cómo retrocede el tiempo? ¿qué iba a hacer?

-¡No! eso no es cierto, eso me lo estás diciendo porque no me quise acostar contigo de nuevo ¿verdad? eres un farsante Demian-Virginia se levantó de la silla, estaba llena de angustia, de ira, desconfiaba del concepto que le había dado su médico.

-No tengo ninguna razón para decirte mentiras, aquí están los resultados Virginia, no hay nada que puedas hacer.

A Virginia le temblaban las piernas, tanto que tuvo que sentarse de nuevo, las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, ahora si su matrimonio terminase. Demian se acercó a ella y le acarició el hombro para darle algo de consuelo.

-¡Cálmate, Virginia! todo tiene una solución, debes hablar con tu esposo y contarle la verdad de lo que está sucediendo, por favor, tranquilízate

-Es que tu no lo entiendes, ya le dije que estaba esperando un hijo suyo, es que hay muchas cosas que son difícil de explicar, y no tengo que decirte-Virginia se secó las lágrimas y se levantó de repente, quedando frente a frente a Demian. -pero tú puedes ayudarme a solucionar todo

-¿Yo? ¿como? lo que podía hacer por ti ya lo hice, no puedo hacer más ¡eres estéril!

-No, quiero que me ayudes a fingir un embarazo, y que consigamos un bebe y lo hagamos pasar por mi hijo, tú conoces muchas mujeres que dejan sus hijos abandonados ...y...

Virginia hablaba demasiado ansiosa, Demian se alejó de ella y levantó sus brazos tratando de calmarla.

-A ver, a ver, eso no es así de fácil, eso no se puede hacer como lo dices, no es tan fácil tomar un bebe, fingir un embarazo, un vientre falso, nada de eso, si no quieres quedar como mentirosa, dile que lo perdiste y ya está.

-¡pero no ahora! no puedo hacerlo ahora, te daré lo que me pidas, ¡ayúdame por favor! -Virginia le suplico.

Sus súplicas fueron melodías para los oídos de Demian, quien se aprovechó de la situación para perpetrar un chantaje.

-¿Lo que yo quiera?-sus ojos se tornaron ambiciosos

-Si, por favor-respondió ella desesperada

En ese momento Demian y Virginia sellaron un trato, ella regresó a casa con un sobre en donde se confirmaba su embarazo, decía que tenía hasta ahora cuatro semanas, pero eso le daba el tiempo suficiente para pensar en que iba a hacer.

Al llegar a la mansión, Fernando estaba sentado en su gran sala de estar, bebiendo una copa de vino, cuando ella entró, se levantó y la miró fijamente.

-¿En dónde estabas Virginia? no contestaste mis llamadas

-¡Mi amor! -saludo emocionada - estaba en el doctor, olvide decirte que tenía consulta -Virginia se abanicaba con el sobre de manera intencional ante los ojos de Fernando , él se acercó y se lo quitó de las manos.

-¿Qué es esto?

-Míralo por ti mismo -respondió ella con un aire de satisfacción

Él abrió el sobre rápidamente, y comenzó a leer, al ver lo que decía sintió una inmensa felicidad, si era cierto lo que su esposa le dijo en la reunión de la empresa.

Fernando la abrazó y le dio un beso.

-Entonces ¿vamos a ser padres?-preguntó con ilusión

-¡Claro que sí!-Virginia suspiro, ahora sí tenía en sus garras a su querido esposo y detrás de él su fortuna, solamente bastaría deshacerse de Amelia.

Unos cuantos días más tarde, Amelia había decidido dejar todo listo con sus gemelos antes de empezar a trabajar en Donovan, entre eso, sus controles pediátricos, a la misma clínica en donde Virginia tenía sus consultas, llegó la mujer con sus dos pequeños, cada uno de la mano.

-¡Pero les he dicho que se comporten por favor...!-Amelia les dijo irritada

-Pero mamá, Jonathan no me quiere dar mi juguete

-Jonathan dale su juguete a Santiago-los tres pasaron frente al pasillo de maternidad.

Amelia estaba concentrada en sus pequeños así que pasó por desapercibido, que Fernando estaba sentado frente al consultorio de Demian, esperando a Virginia que se estaba haciendo un control médico. Al verlos pasar, sintió como algo en su ser se despertó, una sensación indescriptible, un sexto sentido que suelen llamar.

Se levantó de su silla y con sigilo los persiguió.

<<¿Amelia tiene dos hijos? ¿que? ¿Pero quién es el padre? ¿está casada?>> pensó

Un montón de dudas surgieron, si antes tenía preguntas, ahora estaba peor que al comienzo, trató de seguirles el paso, hasta que ellos se perdieron por los pasillos de pediatría, impaciente por saber de qué se trataba, los intentó seguir más allá.

-¡Fernando ! ¿para dónde vas?-Virginia le gritó detrás de él, haciendo que abortara su misión

-Hola cariño ¿cómo estuvo tu control?-le respondió nervioso

-Bien, pero ¿qué estás haciendo aquí? ¿por qué no me esperaste frente al consultorio?-Virginia empezó a mirar a su alrededor tratando de encontrar el motivo de los nervios de su esposo.

-No pasa nada cariño, pensé haber visto un viejo amigo, ven vamos y me cuentas todo lo que te dijo el doctor.

Fernando tomó por la espalda a Virginia, se giró hacia atrás a ver si encontraba a Amelia de nuevo, pero ya no había ningún rastro, ahora tenía que averiguar sobre su vida otra vez , y quien era el padre de sus dos hijos.