Capítulo 9 Capítulo 9

"¡Qué diablos!", gritó Carmen muy asustada.

Con el auto sobre la pista, la expresión de Derrick se tornó sombría en tanto miraba por el espejo retrovisor solo para descubrir que Sebastian había perdido el control de su coche y se había estrellado contra la parte trasera del suyo.

"¿Por qué diablos aceptaste esta carrera? ¿Por qué me metiste en esto? ¡Eres un idiota!", lo reprendió la mujer con el rostro pálido y con mucho miedo.

No obstante, mientras gritaba, escuchó a Derrick responder con indiferencia; "Agárrate fuerte, voy a acelerar".

¿Acelerar? ¿Cómo podían seguir corriendo con lo que acababa de suceder?

El auto comenzó a correr nuevamente a toda velocidad en tanto ella pensaba que estaban completamente condenados.

Al segundo siguiente, vio a Derrick golpear el volante, ya que estaba a punto de estrellarse al no poder girar el timón con las manos atadas a él.

Carmen notó la curva que tenían por delante, por lo que actuó por puro instinto. En ese momento, se armó de valor, tomó el volante y lo giró hasta rozar el obstáculo. Finalmente, el coche volvió a su trayectoria original gracias a ella.

Derrick respondió de inmediato, volviendo a tomar el control del volante al tiempo que cruzaba la línea de meta.

La multitud se volvió loca a medida que celebraban a los ganadores con aplausos y ovaciones.

Todo se oscureció para Carmen dentro del auto. Ella respiraba con mucha dificultad y sus oídos estaban entumecidos debido al rugido constante del motor.

De hecho, tuvieron que pasar bastantes minutos para que ella pudiera recuperar todos los sentidos y notar que sus manos y piernas temblaban.

A continuación, miró hacia el costado donde se encontraba Derrick, quien también estaba recuperando sus sentidos.

¡Él había ganado la carrera!

Mas, lejos de emocionarse demasiado, prefirió fijarse en Carmen y preguntarle; "¿Estás bien?".

Cuando lo escuchó, la mujer sintió que la ira dentro de ella crecía en gran medida.

"¡Cómo que si estoy bien? ¡Claro que no lo estoy! No puedo creer que tenga que decir esto, pero no me arrastres a este tipo de cosas la próxima vez. No nos conocemos", se quejó.

Al terminar de hablar, salió rápidamente del auto y se puso en cuclillas junto a la pista para vomitar.

El hombre cogió una botella de agua y se apresuró a seguirla hasta estar a su lado. "¿Por qué te mareaste tanto en el coche?", le preguntó.

Mas, ella solo lo ignoró.

Sebastian también se bajó de su auto, mostrando una expresión sombría y apagada.

No solo había perdido la carrera, sino que, junto a ella, su orgulllo y hasta el proyecto de su empresa.

Él apretó los dientes muy enfadado, mientras Derrick lo miraba seriamente.

"Bueno, te he ganado. Más tarde arreglaré contigo los daños que le has ocasionado a mi auto".

Sebastian lo escuchó en silencio para luego supirar e irse de la pista.

...

Luego de celebrar la victoria, la multitud se dispersó de inmediato.

Carmen había estado vomitando demasiado tiempo, así que tenía el cuerpo débil y tembloroso.

El hombre le ofreció la botella de agua, algo que ella aceptó y bebió de inmediato antes de conseguir calmarse un poco.

La chica se puso de pie lentamente con mucha dificultad, pues aún sentía que el cielo y la tierra daban vueltas en su cabeza.

Derrick inmediatamente se dio cuenta de eso, por lo que la sujetó por la cintura para que no volviera a caerse.

"Suéltame, no me toques", le dijo ella con un tono de voz bajo y suave, ya que no tenía fuerzas para luchar contra su agarre.

"Tranquila. Te llevaré al salón para que descanses y luego te dejaré en tu casa", afirmó él.

Por consiguiente, como se sentía demasiado débil como para decir algo, ella solo lo miró furiosa.

...

Al llegar al salón, Derrick acostó a Carmen con mucho cuidado sobre la cama y le sirvió una taza de agua caliente. "Toma, te hará sentir mejor si la bebes".

La mujer agarró la taza sin decir una sola palabra en tanto pensaba en lo lunático que él era.

Asimismo, bebió el agua en silencio, obedeciendo al hombre.

Al ver esto, Derrick se levantó y le dijo; "Voy a cambiarme de ropa, ¿sí? Cuando te sientas mejor, puedes ir al auto y esperarme allí".

En ese momento, él sintió una ligera sensación de culpa al ver la miserable mirada de Carmen. Quiso decir algo más antes de irse, pero no pudo.

Por su parte, Carmen solo hizo un puchero y continuó bebiendo su agua.

Su cuerpo se relajó después de algunos minutos, lo que permitió que se sintiera más cómoda y menos molesta.

Cuando se bajó de la cama, notó que sus piernas aún estaban un poco débiles y apenas podía mover los pies.

Todo eso gracias al accidente que había experimentado en la carrera.

Aún así, salió del salón como pudo y se dirigió al auto de Derrick para esperarlo.

Habían pasado unos cinco minutos, cuando un Ferrari rojo se detuvo repentinamente junto al auto.

Cuando la puerta se abrió, Carmen vio salir a una sexy mujer con una falda roja ajustada, cuyas largas y delgadas piernas brillaban a contraluz. Además, llevaba gafas de sol y su hermoso cabello se ondeaba atractivamente mientras salía del auto.

La mujer se fijó mucho más en ella y se sorprendió al reconocerla. ¡Era la prometida de Derrick!