/0/16137/coverbig.jpg?v=4fda298238280541c6a473f853ce8bbc)
Nicola
La daga se deslizó en el aire, rozando mi rostro antes de clavarse en la pared detrás de mí.
Sentí el calor emanando de un pequeño corte en mi oreja, y mi mano voló a mi cabeza.
Sangre. Maldita sea, me había cortado.
Mi cuerpo se movió antes de que pudiera pensarlo, y avancé en dos zancadas, cerrando el espacio entre nosotros. Mi mano se
COPYRIGHT(©) 2022