Capítulo 5 Capítulo 5

Shakira miró boquiabierta a Isiah Reed. Aquel hombre era su padre, el que tan bien había cuidado de ella cuando estaba en su lecho de enferma, hacía una vida.

"Padre, ¿está bien mamá?", preguntó Shakira mientras corría hacia la cama de Karissa.

Isiah y Lucía intercambiaron miradas, aliviados al creer que la niña acababa de llegar y no había escuchado la conversación de ambos.

Isiah le indicó a Lucía que se marchara primero. Él se quedaría para encargarse de todo.

Con el susto que se llevó al ver a Shakira, Lucía no estaba de humor para quedarse allí, así que se marchó rápidamente.

Shakira tomó la mano helada de Karissa, preguntándose por qué había llegado tarde otra vez.

"Shakira, tu madre se fue en paz", le dijo Isiah, fingiendo consolarla, aunque también aprovechando para sondearla.

¿Seguro que fue así?

Ella apretó los labios con fuerza y la presión del agarre casi rompe la mano de Karissa.

Al final, miró a Isiah y consiguió decirle: "Papá, gracias por acompañar a mamá, yo tenía que haber estado aquí también".

"Somos una familia, no tienes que agradecerme eso. Ha pasado mucho tiempo desde que tu madre." Isiah suspiró, haciendo un esfuerzo para que se le escapara una lágrima.

"Papá, ¿quién es esa mujer que acaba de irse?"

Una de las cejas de Isiah se crispó ligeramente. Estudió el rostro de Shakira y dijo: "Es. mi exmujer. Cuando la gente va a morir, siempre quiere decir antes lo que siente verdaderamente su corazón. Tu madre sabía que iba a irse pronto, así que la llamó para borrar el odio que hubo entre ellas en el pasado".

Shakira no pudo evitar una mueca de desprecio. Su madre era tan arrogante que ni siquiera rencor sentía por aquella mujer.

Este hombre había jugado bien delante de su madre a fin de allanarle a Lucía el camino para meterse en casa de los Allen.

¡A Isiah Reed debieron quedarle deshechos los sesos, conspirando con esa bruja!

......

En una semana se realizaría el funeral de Karissa.

Ya corrían rumores de que Isiah y su difunta esposa habían estado muy enamorados, y que su dolor por perderla era tan intenso que casi enfermó. Por su parte, su hija Shakira estaba ocupada cuidando de sus dos sirvientes en el hospital, y parecía indiferente a las exequias de su propia madre.

Era cierto que Shakira iba a diario al hospital a visitar a Luke y Wendy, pues sabía que estas dos personas la apreciaban genuinamente.

En cuanto al funeral de Karissa, Isiah Reed, como marido devoto que era, lo organizaría de forma digna e imponente.

"Señorita, no tiene que venir más a vernos. La señora, Karissa, ella." Wendy no pudo reprimir su pena cuando mencionó el nombre de su difunta patrona.

Wendy y Karissa habían crecido juntas. En realidad eran como hermanas, a pesar de su relación laboral.

"Wendy, no tienes que preocuparte, papá lo preparará todo bien". Shakira consoló a la mujer mientras le daba de comer una sopa que le había traído de la casa.

"El amo." empezó a decir Wendy, pero se lo pensó mejor y calló. Finalmente, suspiró y extendió la mano para acariciar la cara de Shakira. "¡Eres realmente como tu madre!"

Es cierto que ella se parecía mucho a Karissa, y de la vida a la muerte, sus destinos fueron similares.

Shakira cerró los ojos. Cuando volvió a abrirlos, estaban despejados y luminosos.

......

El día del funeral de Karissa Allen, el cielo estaba radiante.

La funeraria más importante de Ciudad A estaba a reventar de gente. Casi todos los presentes querían abrazar a Isiah para reconfortarlo.

Ahora que Karissa había pasado a mejor vida, estaba claro quién dirigiría a la familia Allen. El apellido más adinerado en Ciudad A ahora era reconocido como Reed. Por supuesto, no por Shakira, sino por Isiah.

Shakira asimiló todo fríamente en esta situación.

En su vida anterior, Isiah también la había impresionado en la misma circunstancia. No había entendido por qué el carácter de su madre había sido tan malo, pero su padre parecía haberla llorado de corazón.

Hoy, finalmente, entendió que sus lágrimas debieron ser de alegría.

"¡Bien, disfrutaré de tu actuación!"

'¡Tengo que vivir mejor y más que tú en esta vida, y lo haré por mi madre!', pensó Shakira.

Al pensar en cómo Isiah la usó para amenazar a Karissa en el hospital, Shakira sintió una pena enorme en su corazón.

De repente, se produjo un alboroto en la entrada y tres mujeres vestidas de negro aparecieron ante los ojos de Shakira.

Esas mujeres eran Lucía García y sus hijas.