Capítulo 7 Capítulo 7

La alegría de alguien puede ser la miseria de otro.

Los ojos de Lucía se oscurecieron. ¿Cómo podría tocar a esa zorra teniendo a Wyatt Hernández detrás de ella?

"Mamá, ¿vamos a ser parientes de los Hernández?", preguntó Hailey al oído de Lucía.

Lucía fulminó a su hija con la mirada y le dijo: "Vámonos a casa".

"¡Oh!" Hailey hizo un puchero.

Lucía se sentía impotente. Aunque su primogénita era sólo dos años mayor que su hermana Chinwe, no era tan avispada e inteligente como ésta, a quien le descubrió una expresión maliciosa en su rostro.

Al percibir la mirada recelosa de su madre, Chinwe forzó una sonrisa.

El hombre de quien se acababa de enamorar, iba a comprometerse con Shakira.

'¿Por qué todo lo bueno tiene que ser siempre para ella?', se preguntó Chinwe, tomando su bolso con tal fuerza, que lo deformó.

Intentando persuadirse, Chinwe pensó: 'No importa, sólo se trata de un compromiso, ya tengo otro objetivo'.

Chinwe, quien la miraba con odio, se dijo mentalmente: 'Tú sólo espera, Shakira, recuperaré a mi padre y, además, me quedaré con todo lo que te pertenece'.

......

"Yo. haré lo que digas.", murmuró Shakira.

La animosa Shakira se sentía ahora como un globo sin aire. Quería preguntarle a él por qué tenía que ser ella, pero no se animó.

"Bueno, está decidido entonces, la fecha será el 28 de septiembre", espetó Wyatt por encima del hombro, antes de marcharse.

Ese día sería el último del período de luto por su madre.

Shakira se decidió por fin a levantar la cabeza para echar un vistazo a la espalda de Wyatt Hernández.

De inmediato, Shakira intuyó una mirada de odio hacia ella e, instintivamente, buscó su procedencia. Encontró a Chinwe, quien estaba de pie con la cabeza gacha.

A pesar de que no estaba mirando a Shakira, ésta tuvo la certeza de que tal odio procedía de esa chica.

En ese momento, le pareció bien estar comprometida con Wyatt Hernández.

En esta vida, mientras Lucía García y sus hijas estuvieran con mala racha, Shakira estaría dispuesta a que se consumara el asunto.

Después del funeral de Karissa, Shakira perdió mucho peso. Además, no podía dormir, ni siquiera cuando estaba cómoda en su cama.

Todas las cosas que habían sucedido desde su renacimiento seguían dando vueltas en su cabeza, y muchas de ellas no estaban ocurriendo como en su vida anterior.

Como muestra estaba el hecho de que Wendy y Luke seguían vivos, y otra demostración era que ella estaba a punto de comprometerse con Wyatt Hernández. Sin embargo, otras siguieron igual, por ejemplo, la enemistad entre ella y los García no pudo resolverse.

De súbito, sonó el intercomunicador.

"Señorita", dijo Lauren.

"¿Qué pasa?" Shakira miró la hora. Eran las cuatro de la tarde.

"Señorita, por favor, ¿puede bajar? La señora García vino con sus dos hijas". Aunque Lauren tartamudeaba, había una clara aversión en su voz.

Wendy, Luke y Lauren eran ancianos ayudantes que habían estado con los Allen casi toda su vida; no era excesivo decir que habían visto crecer a Shakira. Pero en su vida anterior, el accidente dejó lisiada a Wendy y se llevó para siempre a Luke. De Lauren y los demás, Shakira no recordaba lo que había sido de ellos después de aquello.

"Bajaré enseguida".

En su vida anterior, aquella vez Lucía y sus dos hijas se mudaron a la mansión de la familia Allen.

Resultó ser que ese día, Shakira tuvo una descomposición estomacal que le duró tres días. Lucía la atendió todo el tiempo, dándole medicinas y aseándola. Por otra parte, Chinwe y su hermana le hicieron compañía.

Dado que su madre Karissa la había educado en una estricta disciplina, carecía de mimos y demostracines de afecto. Ella no tardó en conmoverse, dando carta blanca para que Lucía y sus hijas se instalaran en la mansión, sin poner objeción alguna.

Hoy, Shakira no se opondría a que estas tres arpías vivieran con la familia Allen, pues sólo manteniéndolas cerca podría jugar con ellas de a poquito. ¡Hasta la muerte!

De todos modos, resultaba casi imposible ingresar fácilmente a la familia Allen.