Capítulo 2 Enfrentamiento con Jian Wei

Mei Ling caminaba a toda prisa por las calles, su respiración agitada y su corazón acelerado. Las imágenes del paquete, la nota escrita por Sofía, todo eso se repetía una y otra vez en su mente. ¿Por qué Jian Wei no le había contado nada de esta mujer? La rabia la consumía por dentro.

No notó el sonido de los pasos tras ella hasta que, al girar una esquina, Jian Wei la alcanzó.

-¡Mei Ling! -exclamó él, respirando con dificultad. Había corrido detrás de ella, sin importarle nada más.

Mei Ling no se detuvo. No quería mirarlo. La furia era tal que le dolía el pecho. No estaba dispuesta a escuchar sus explicaciones. Pero Jian Wei la tomó del brazo, obligándola a pararse.

-¡Suéltame! -gritó Mei Ling, apartándose de su agarre.

-¡No! -Jian Wei la miró con desesperación-. ¡Mei Ling, por favor! Tienes que escucharme.

-¿Escucharte? -Mei Ling giró hacia él, sus ojos brillando de rabia-. ¿Para qué? ¿Para que me sigas mintiendo? ¿Para que me digas que todo esto no significa nada?

-No es lo que piensas. -Jian Wei parecía tan frustrado como ella-. Por favor, déjame explicarte.

-¿Qué me vas a explicar? -Mei Ling lo miró con incredulidad-. ¿Por qué una mujer a la que ni siquiera conocías te manda un paquete con corazones y te escribe como si fueras más que un conocido?

La sangre de Jian Wei se heló por un momento. No había forma de que Mei Ling pudiera comprender lo que realmente había ocurrido sin explicarle todo, aunque sabía que no sería fácil.

-¡Dime ahora mismo quién es ella! -Mei Ling levantó el tono, su voz temblando de rabia.

-Mei Ling, escúchame... -Jian Wei respiró profundamente-. Sofía es alguien de mi pasado, pero no lo que crees.

Mei Ling lo miró fijamente. No quería escuchar más excusas.

-¡Tu pasado! -rió con amargura-. ¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¿Que es parte de tu pasado? -El sarcasmo en su voz era evidente-. ¿No te das cuenta de lo que me estás diciendo? Esto no es un simple "pasado". Esto es algo reciente. Ella te sigue escribiendo, te manda paquetes... ¡Y tú me dices que no pasó nada!

Jian Wei sintió cómo su pecho se oprimía. No podía perderla, no podía dejar que esta confusión se llevara lo que tanto había costado.

-Mei Ling, escucha bien. Sofía no significa nada para mí. Cuando estuve en España, conocí a muchas personas, y ella fue una de ellas. Tuvimos momentos juntos, sí, pero nada más. No hubo amor, no hubo nada. Ella insistió mucho, pero yo siempre le dejé claro que no estaba interesado.

-¡Entonces por qué sigue enviándote cosas! -Mei Ling lo interrumpió, los ojos llenos de lágrimas de furia. ¿Por qué ella te manda un paquete con una nota tan... personal?

Jian Wei se acercó un paso más, mirando a Mei Ling con un dolor que ni él mismo podía ocultar.

-Porque no entendió que no quería nada con ella -suspiró, buscando las palabras correctas-. Me mandó ese paquete para "recordarme" lo que supuestamente compartimos, pero te lo juro, Mei Ling, no pasó nada. Nada de lo que ella cree.

Mei Ling lo miró con incredulidad. No sabía si creer en sus palabras, pero algo en su tono parecía sincero.

-Entonces ¿por qué nunca me lo dijiste? -preguntó, su voz temblando.

Jian Wei bajó la mirada, avergonzado.

-Nunca pensé que tendría que hablar de ella -su voz era baja, casi inaudible-. Pensé que si dejaba todo en el pasado, sería mejor. No sabía que iba a volver a aparecer de esta forma, especialmente no con un paquete tan extraño.

Mei Ling lo observó en silencio, sus emociones mezcladas, desconcertadas. El dolor que sentía seguía allí, pero las explicaciones de Jian Wei parecían sinceras.

-No sé si puedo creer en todo lo que me estás diciendo... -susurró, bajando la mirada. -Pero... ¿qué quieres que haga, Jian Wei? ¿Que olvide esto?

Jian Wei dio un paso más cerca de ella, la desesperación y el dolor reflejados en su rostro.

-Solo te pido una oportunidad -Extendió su mano, con la esperanza de que Mei Ling la tomara-. Créeme, por favor. No tengo nada que ver con Sofía más allá de lo que te he contado. Lo que realmente quiero, lo que siempre he querido, es estar contigo.

El silencio entre ellos se hizo pesado. Mei Ling miró su mano extendida y, por un segundo, dudó. ¿Podría confiar en él después de todo esto?

Finalmente, tomó su mano. No sabía qué iba a pasar después, pero estaba dispuesta a escuchar.

-Te lo prometo, Mei Ling -Jian Wei la miró a los ojos, su voz firme-. No hay nada entre Sofía y yo. Y no quiero perderte.

Mei Ling no dijo nada más. Solo se quedó ahí, en silencio, tomando su mano mientras el viento frío acariciaba sus rostros.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022