Capítulo 4 Jian Wei trata de calmar la tormenta

La tensión en el departamento era palpable. Después de la llamada con Sofía, el aire se había vuelto denso, como si cada palabra fuera una carga más en los hombros de Jian Wei. Mei Ling se mantenía a su lado, en silencio, pero sus ojos hablaban más que cualquier palabra. El conflicto estaba lejos de resolverse, pero Jian Wei estaba decidido a aclarar las cosas.

-Mei Ling... -comenzó, con la voz cargada de cansancio-. Sé que esto no es fácil de entender.

Mei Ling lo miró con una expresión fría, los brazos cruzados como si protegiera su corazón de cualquier intento de acercarse. Estaba furiosa, pero no podía negar que el tono de Jian Wei parecía genuino, aunque las dudas seguían rondando en su mente.

-Sé que no es fácil, Jian Wei -su voz era baja, pero clara, casi desafiante-. Pero lo que no entiendo es por qué Sofía sigue en nuestras vidas. ¿Por qué no simplemente cortas todo contacto con ella?

Jian Wei suspiró profundamente, buscando las palabras adecuadas. A pesar de la creciente desesperación en su pecho, sabía que solo una explicación sincera podría calmar a Mei Ling.

-Sofía es alguien a quien conocí hace años, cuando viví en España -Jian Wei dejó caer su mirada al suelo, como si la sola mención de Sofía le pesara-. Ella se encariñó conmigo, pero yo nunca le di razones para pensar que podía haber algo más. En ningún momento le hice promesas ni le di falsas esperanzas.

Mei Ling frunció el ceño, observándolo con atención. Algo en su tono parecía sincero, pero la situación era demasiado complicada como para confiar ciegamente. Aun así, una idea comenzó a formarse en su mente. Tal vez, por una vez, debería fingir creerle para que Jian Wei bajara la guardia. Si él pensaba que todo estaba en orden, podría obtener más información, más pistas sobre lo que realmente sucedió entre ellos.

-¿Y por qué el paquete, Jian Wei? -preguntó con una calma sorprendente. Su tono había cambiado de inmediato, de confrontativo a un curioso interés. La suavidad en su voz contrastaba con la furia que había sentido minutos antes-. Si de verdad no significa nada para ti, ¿por qué aceptaste ese paquete de ella?

Jian Wei se pasó la mano por el cabello, visiblemente incómodo ante la pregunta, pero decidió ser honesto.

-Ella envió ese paquete porque pensó que podría ser un buen recuerdo de lo que compartimos -su rostro mostraba una mezcla de molestia y resignación-. No sé qué esperaba con eso, pero te aseguro que no tenía ninguna otra intención. En cuanto me di cuenta de lo que había hecho, ya no había forma de evitarlo.

Mei Ling lo miró fijamente, el silencio se hizo pesado entre ellos. Pero, para su sorpresa, algo dentro de ella hizo click. Las palabras de Jian Wei no eran completamente satisfactorias, pero algo en su actitud parecía genuino. Decidió no presionar más por ahora. Necesitaba tiempo para pensar, para analizar todo esto desde una perspectiva diferente.

-Está bien -finalmente, Mei Ling soltó un suspiro-. Creo que puedo entenderlo.

Jian Wei la miró, sorprendido por su repentina calma. No estaba seguro de si debía sentirse aliviado o más preocupado, pero decidió no cuestionarlo.

-¿De verdad me crees? -preguntó, esperanzado, aunque la incertidumbre seguía marcando su rostro.

Mei Ling sonrió levemente, pero había algo calculador en su mirada.

-Sí, Jian Wei, creo en ti -dijo con una voz serena, casi tranquila, como si realmente hubiera dejado todo atrás-. Quizá me dejé llevar por mis emociones, pero... creo que tienes razón. No tiene sentido seguir dándole vueltas al pasado.

Aunque sus palabras parecían sinceras, en su interior, Mei Ling estaba tramando algo. Aún no podía confiar completamente en lo que le había dicho Jian Wei. Todo aquello estaba demasiado enredado, y el hecho de que Sofía no pareciera dispuesta a dejarlo ir solo aumentaba sus dudas.

Mei Ling no iba a quedarse quieta. Si Jian Wei no podía darle todas las respuestas, ella iba a buscarlas por su cuenta. Necesitaba saber qué había realmente entre él y Sofía. No podía permitir que la sombra de esa mujer siguiera flotando sobre su relación.

-Quizá, para darle un cierre a todo esto, debería intentar conocer más sobre Sofía -pensó en voz alta, sin mirar a Jian Wei. Estaba formulando sus propios planes en su mente, ya imaginando las preguntas que podría hacerle a la mujer que tanto la perturbaba.

Jian Wei parecía relajarse un poco ante la aparente aceptación de Mei Ling.

-Gracias por confiar en mí -dijo con un suspiro de alivio, acercándose a ella y tomando su mano-. Te prometo que no hay nada entre Sofía y yo. No tienes que preocuparte.

Mei Ling asintió, sintiendo la presión que se aliviaba momentáneamente. Pero en su interior, estaba lista para empezar a mover sus piezas. Si Sofía quería jugar a un juego de mentiras, ella también jugaría.

-Ya veremos, Jian Wei. Ya veremos -pensó para sí misma, mientras una pequeña sonrisa aparecía en sus labios.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022