Capítulo 5 5

En cuanto me refería a él como mi pareja, escuché un fuerte gruñido que hizo que mi corazón temblara. Parecía estar furioso.

La única forma en la que podía evitar moverme era cerrando los ojos.

Muchos miembros de la manada comenzaron a caer de rodillas. No podían soportar el gruñido del Alfa con su poco poder y estatus.

Solo abrí los ojos cuando Bryan ordenó fríamente:

"Arriba".

Pensé que me estaba hablando a mí, por lo que abrí los ojos lentamente. Pero me equivoqué, estaba mirando a otras personas. Cuando Bryan gruñía, toda la manada se sometía a él.

Mi miedo me impidió levantarme. No sabía qué hacer, porque estaba perdida en esa situación.

En cuanto escucharon su orden, todos se pusieron de pie. Tenían mucho miedo de hacer ruido alguno.

Había escuchado sobre el control de Alfa Bryan sobre otros Alfas, pero ahora mismo lo estaba presenciando.

"Bryan", murmuró Mila mientras le agarraba el brazo.

"¿Qué está diciendo esta loca? Está mintiendo, ¿verdad?".

Podía ver que estaba desesperada. Bajé la cabeza y me mordí el labio inferior. Podía entender su miedo ante la posibilidad de perder a su amado.

El Beta de Bryan miró a todos y anunció:

"Damas y caballeros, hay un malentendido, pero confiemos en que nuestro Alfa podrá resolverlo. Lamentamos informarles que la ceremonia de compromiso no podrá llevarse a cabo. Más adelante les proporcionaremos información al respecto. La familia real se encargará de la situación en este momento, así que pueden irse".

Todos los invitados, excepto los padres de Mila, salieron de la casa de la manada.

Cuando vio que todos se habían ido, la madre de Bryan preguntó:

"Sophia, ¿qué estás diciendo? Dinos que estás bromeando".

Alcé la mirada y negué lentamente con la cabeza. Me fue imposible evitar llorar.

Sus pupilas se dilataron. Bruce dio un paso atrás.

"¡Qué estupidez!". Escuché otro gruñido enojado por parte de Harry Morison, quien antes había ocupado el puesto de jefe Alfa.

Enfurecido, le dijo a su hijo:

"Bryan, di algo".

Sintiéndome impotente, miré al susodicho. Me estaba observando mientras sus ojos se volvían negros de nuevo.

"Bruce", dijo, y se detuvo un momento, como si se estuvieran comunicando a través de su vínculo mental.

"Sí, hermano", respondió él con voz temblorosa. Se acercó a mí y me agarró del brazo.

"¿Qué estás haciendo?", pregunté con el ceño fruncido.

"Vámonos de aquí".

Me levantó y comenzó a arrastrarme hacia fuera.

No podía hacer nada, y tampoco sabía qué hacer en esas circunstancias.

Giré la cabeza para mirar a Bryan mientras Bruce seguía arrastrándome.

Parecía estar observándome furioso.

Por supuesto que lo estaría. No me quería como su pareja. En realidad, ni siquiera nos conocíamos. Solo nos habíamos encontrado dos veces, y además, fueron en situaciones incómodas. Por encima de todo, estaba en una relación con una mujer con la que planeaba casarse pronto.

Pero yo era su pareja y él no podía negarlo.

¿Aún pensaba continuar con el compromiso?

Pude divisar a una pareja de mediana edad, quienes asumí que eran los padres de Mila. Me estaban fulminando con la mirada, así que intenté ignorarlos.

"¿A dónde me llevas, Bruce?", pregunté.

Pero él no respondió. Me fue imposible zafarme.

Bruce me llevó a la zona residencial. Entramos a la casa de la manada y se dirigió al segundo piso.

Al vernos, las sirvientas se quedaron desconcertadas.

"¿A dónde vamos? Suéltame".

Me llevó a la última habitación en la esquina izquierda.

"Es...".

"La habitación de mi hermano", respondió él y me empujó adentro.

Era la habitación a la que había entrado ayer.

Bruce cerró la puerta, pero no le puso seguro, lo que me tranquilizó.

"¿Por qué me trajiste aquí?", pregunté.

"Mi hermano me lo pidió".

"¿En serio?", pregunté.

Bruce se acercó rápido y me agarró los brazos tan fuerte que me estaba haciendo daño.

"¿De verdad es tu pareja? Estabas mintiendo, ¿no? Solo quieres destruir la reputación de mi familia para vengarte de mí, ¿no es así?".

Le di un empujón. "¿Qué estás diciendo?".

"Lo que dijiste en el salón no era cierto", insistió él con una expresión confundida.

"Por supuesto que es cierto. ¿Crees que soy como tú? Yo jamás caería tan bajo".

"¡No!", gritó Bruce.

"Es imposible. Estás mintiendo. ¿Cómo puede mi hermano ser tu pareja?".

"No lo sé", susurré.

Miré a mi alrededor, como si así pudiera encontrar la respuesta.

Bruce volvió a agarrarme. "Eso no es verdad. Tú eres mía".

Fue entonces cuando mi mente volvió a la realidad y lo miré. Había estado tan desconcertada que casi me olvidé de su traición. Lo que me hizo era imperdonable. ¿Cómo podría olvidarlo tan rápido? Era un hombre cruel.

"Suéltame".

Intenté empujarlo de nuevo, pero él era un Alfa, así que no pude hacerlo. No tenía tanta fuerza.

De repente, la puerta se abrió de golpe y escuché una voz profunda:

"Déjala".