Capítulo 9 ¡No es malo!

Los camareros sirvieron los platos muy rápido. Todos los platos fueron servidos en pocos minutos.

En ese momento, lo que estaba pensando no era comida, sino cuánto costaban estos platos caros.

Ella realmente quería decir, "jefe, puedes darme el dinero pero no los platos. Puedo comer bollos ". De esta manera, ella puede comprar algunos nutrientes para el hijo de su hermana mayor.

Pero ella solo lo pensó y no dijo ni hizo nada.

Ivy sabía muy bien lo intrigante que era este CEO. ¿La satisfaría él? ¡Obviamente, no lo haría!

Ivy hizo pedazos su idea y tomó sus palillos, inclinó la cabeza y recogió algo de comida.

Efectivamente, los platos cocinados por restaurantes de lujo eran diferentes, deliciosos y atractivos.

Mirándola, Edgar frunció el ceño. Ella no tenía modales en absoluto. Incluso comió un gran bocado, como si no hubiera comido en años.

Pensó, toda mujer fingiría ser una dama frente a los hombres, pero ¿cómo podría esta mujer frente a él? ¡No ser una dama!

Edgar dejó los palillos y se echó hacia atrás, mirando a Ivy entrecerrando los ojos.

Tenía malos modales en la mesa, pero esto no afectó en absoluto el humor de Edgar. Por el contrario, a los ojos de Edgar, ella siempre fue directa y no se vio afectada, a diferencia de otras mujeres a las que siempre les gustaba fingir frente a él.

En ese momento, "Edgar, ¿por qué estás aquí?"

Cuando la voz le llegó desde lejos y más cerca, giró la cabeza casualmente. Cuando vio a la bella mujer con un vestido amarillo, sonrió.

"Donna, mucho tiempo sin verte!" Había una clara sensación de frialdad en su actitud, que mantenía a la gente lejos de él.

"¿Qué quieres decir con 'mucho tiempo'? Si quieres verme, no mantendrás tu distancia ".

Cuando esta hermosa mujer vio a Ivy, sus ojos brillaron con disgusto.

Donna era la hija de la familia Wang. Había pensado en la única cita a ciegas con Edgar, por lo que pensó que era solo su novia. En esa fecha, Edgar se vio obligado a venir por su madre, pero solo unas pocas veces.

Luego, la bella dama mostró con calma su sonrisa característica y preguntó: "¿Quién es esta?"

"¡Mi novia!" Edgar dijo con calma. Lo dijo casualmente porque no quería que alguien estropeara su buen humor. Pero otros estaban inquietos.

¡Explosión!

Era la primera vez que Ivy había tomado un sorbo de champán, y se vio obligada a echarlo todo sobre el inocente plato de Edgar.

Estaba ahogada hasta un punto de sonrojo. Este Dios de la peste estaba realmente loco: "¿qué más puedo decir?"

Luego continuó comiendo como si nada hubiera pasado.

Donna también estaba sorprendida. Miró los extraños ojos de Edgar sin comprender. ¿Cómo podría ser esto? Habían estado en una cita a ciegas el otro día. ¿Cómo podría tener novia ahora?

Sus hermosos ojos se pusieron rojos y le dio un empujón a Edgar, sus ojos llenos de tristeza.

"Edgar, ¿qué hay de mí? ¿Se acabó todo entre nosotros? "

"Donna, sabes qué tipo de persona soy. Te he dicho que es imposible para nosotros estar juntos. ¡No me hagas decirlo de nuevo! "

Después de decir eso, Edgar le dirigió una mirada fría. Había estado un poco agitado en este momento.

Fue la señal de advertencia en los ojos de Donna, lo que hizo que su mano sobre su hombro temblara ligeramente. Luego su nariz se puso roja y las lágrimas cayeron en silencio.

Ivy bajó la cabeza para comer e ignoró por completo lo que estaba sucediendo aquí. ¿Quien era él? ¡Era solo su jefe, y su comportamiento íntimo con mujeres hermosas no tenía nada que ver con ella! Estaba contenta y sería mejor si la mujer pudiera ocupar el tiempo de su jefe durante todo un día, para poder descansar y no tener que aparecer más delante de él.

Aunque Ivy siempre lo pensó, había alguien que no cumplió su deseo.

Cuando bajó la cabeza para comer, de repente Edgar la pateó debajo de la mesa y la miró de reojo.

¡Ivy suspiró! Como era de esperar, almorzar era imprescindible. Ella tuvo que pagar por su comida.

Se echó un poco hacia atrás y golpeó la mesa con palillos mientras se aclaraba la garganta. Luego se volvió para mirar a Donna y dijo en tono de broma: "Oye, bella, ¿podrías abrir los ojos y ver claramente que su novia está aquí? ¿Cómo pudiste acercarte tanto a él? ¡Voy a estar celoso! "

Donna puso los ojos en blanco y no dijo nada. ¡Pero su expresión y ojos le dijeron a Ivy eso! ¿Tú? ¡Pobre nadie!

¡Multa! Ella no le gustaba.

Como una mujer como Ivy, cuando era despreciada y sarcástica, ¿no se defendería?

Por lo tanto, al mismo tiempo, Ivy se levantó y se acercó a Edgar. Ella apartó a Donna y se sentó sobre sus piernas.

Le guiñó un ojo a Donna con una sonrisa encantadora y dijo: "Oye, belleza, no es apropiado que coquetees con mi novio, ¿sabes? ¿Y sabes por qué no le gustas a mi novio? Mira tu cara rígida. Oh, mira tu nariz. Tu nariz es casi plana. Y mira tus dos bolsas de sal. Si un día mi novio tiene sexo contigo, y cuando los tocó, no solo tocó las falsificaciones, sino que también tuvo que preocuparse de que se cayeran de vez en cuando. ¡Eso sería una mala influencia en su estado de ánimo! "

Con los ojos rojos de ira, Donna señaló a Ivy y dijo: "¡tú!"

Ivy extendió las manos y dijo inocentemente: "¿Qué me pasa? Estoy diciendo la verdad, ¿no es así? Además, ¿crees que no soy tan hermosa como tú? ¿No tan caliente como tú? ¿Cómo podría gustarle mi novio con todas las falsificaciones en su cuerpo? "

Luego, giró la cabeza y levantó la barbilla, "ya que eres tan racional y te gusto pero no a ella, ¡te recompensaré!"

Al terminar sus palabras, lo besó en los labios. Edgar estaba a punto de negarse. Pero para su sorpresa, no la apartó.

Después de besarse, Ivy incluso volvió la cabeza y le mostró su fuerza a Donna. Se sacó la lengua a la boca y sonrió, "bueno, ¡sabe bien!"

Donna miró a la niña. Las dos personas frente a ella coquetearon entre sí. Luego echó un vistazo a Edgar, que había estado fijando sus ojos en Ivy, y le dijo ferozmente: "Edgar, te arrepentirás de lo que me has hecho algún día. ¡Sólo espera y mira!" Luego salió corriendo de la habitación con torpeza.