Al escuchar su nombre, Ashley se detuvo, se dio la vuelta, y lo miró con los ojos fríos e indiferentes. Sin expresión alguna en el rostro, ella le dijo: "Raymond, lo nuestro ya se acabó, así que espero que podamos superar lo que vivimos juntos y en el futuro ser solamente amigos. Además, recuerda que ahora estás comprometido con Lena, mi hermana. ¿Qué crees que sentiría ella si te ve acosándome de esta manera? Necesitas dejar de hacer esto".
Ashley habría llorado si hubiera dicho esto un mes antes, ya que realmente amaba a Raymond y nunca imaginó que podría decirle estas palabras.
Sin embargo, ahora había encontrado el coraje para decírselo, dado que era algo que él necesitaba escuchar. Ashley se sintió aliviada después de expresar lo que tenía en mente.
Se percató de que los sentimientos que tenía hacía Raymond no era románticos, sino fraternales. Tenía que admitir que la amabilidad de Raymond lo convertía en un hombre atractivo; su naturaleza gentil y lo comprensivo con ella que era formaban parte de sus encantos. Sin embargo, todo esto se desvaneció en el momento en que Ashley lo vio acostándose con Lena.
"Ellie, creo que ya es hora de irnos", dijo Ashley.
Raymond se quedó atónito ante lo sucedido, ya que jamás imaginó que Ashley fuera tan fría con él; incluso mencionó el nombre de Lena solo para restregarle en la cara el hecho de que ya no había nada entre ellos. Como sus pies no reaccionaban y su corazón se negaba a aceptar lo sucedido, simplemente se quedó allí parado mirando la espalda de Ashley mientras partía.
"Me alegra mucho poder irme de este lugar. Cuando uno está ingresado, no se puede hacer mucho en la sala. ¿Tienes idea de lo aburrida que estaba en este hospital?", se quejó Ashley con Ellie, quien caminaba a su lado. La brillante sonrisa en su rostro no mostraba indicios del hecho de que últimamente había estado enferma.
"Bueno, por lo menos si lo piensas por el lado positivo, parece que has aprendido la lección. Los hospitales son lugares aburridos, así que debes venir lo menos posible y también tienes que cuidar bien de tu salud, especialmente cuando yo no estoy cerca. Si en algún momento vuelves a ser ingresada, te las verás conmigo", Ellie regañó a Ashley tiernamente y fingió amenazarla mirándola con enojo.
"Sí, mi reina, lo entiendo", Ashley se burló de ella con una sonrisa infantil, y ambas se sintieron aliviadas al poder bromear nuevamente entre ellas.
Continuaron caminando hasta que Ashley tiró de la manga de Ellie para llamar su atención y le dijo: "Ellie, ahora tengo muchas ganas de ir a un restaurante de hot pot. ¿Qué te parece si vamos a alguno que se encuentre cerca?".
"Ashley, ¿acaso ya se te olvidó de que acabas de recuperarte de tu resfriado?", Ellie, de inmediato, se negó a su petición.
"No es que lo haya olvidado, pero llevo mucho tiempo comiendo la comida del hospital. Era muy insípida y creo que perdí el sentido del gusto cuando estuve ingresada, así que tengo muchas ganas de comer algo picante aprovechando que ya estoy mejor de salud. Ellie, por favor...", Ashley sostuvo la mano de su amiga mientras rogaba, suplicándole con una voz tan dulce como la de una niña pequeña.
Después de escuchar sus palabras, Ellie también comenzó a tener ganas de ir a un restaurante de hot pot.
Dado que a ambas les gustaba el tipo de comida que servían allí; querían probar el sabor más picante posible, lo que era una de las muchas cosas que disfrutaban hacer juntas. Sin embargo, habían estado tan ocupadas con el trabajo que no habían podido ir a un restaurante, y había pasado bastante tiempo desde la última vez que lo hicieron.
Ashley notó que Ellie estaba vacilando en aceptar su propuesta. Sin embargo, sabía que solo necesitaba persuadirla un poco más para hacerla cambiar de opinión, por lo que rápidamente habló sobre los platillos favoritos de Ellie, lo que provocó que esta última tuviera más apetito.
Finalmente, las palabras de Ashley la hicieron ceder. Ellie decidió que irían juntas a algún restaurante de hot pot, aunque se sintió decepcionada consigo misma al ver lo fácil que pudo ser convencida. Otras personas podrían pensar que Ashley era una mujer tranquila y reservada. Sin embargo, cuando las dos estaban juntas, ella se comportaba como una niña malcriada.
Ellie prefería a la Ashley alegre y animada; no quería que se convirtiera en una persona seria ni callada.
Durante el mediodía, el sol de verano hacía que las calles ardieran, por lo que la gente era reacia a abandonar la comodidad de sus casas y oficinas, y en consecuencia, había muy poca gente en el restaurante de hot pot.
Ashley y Ellie entraron y se sentaron en una mesa. Miraron el menú y llamaron a una camarera para ordenar algo de comida.
La camarera rápidamente fue hacia su mesa, sacó su cuaderno y preguntó qué sería lo que ordenarían. Sin embargo, ninguna de las dos lograba ponerse de acuerdo respecto a qué tipo de sopa elegirían.
Ashley le respondió de inmediato a la camarera: "Sopa picante roja, por favor".
Pero en cuanto dijo esto, Ellie de repente detuvo a la camarera y dijo: "No. Será sopa de dos sabores, por favor".
"¡Ellie!", se quejó Ashley con un puchero. A las dos les gustaba la comida picante, pero Ellie refutó el pedido de su amiga ordenando una sopa de dos sabores porque creía que por la condición actual de Ashley, todavía no era conveniente que comiera demasiado picante. Sin obtener lo que quería, Ashley miró fijamente a su amiga con sus tristes y hermosos ojos, como una niña que acababa de perder a su muñeca favorita.
Finalmente, Ellie se sintió mal por Ashley y cambió de opinión; realmente sentía un gran cariño por su amiga, con lo cual era imposible ser dura con ella. Decidieron ordenar una sopa picante roja, pero que fuera menos picante de la que normalmente se servía.
Así que terminaron disfrutando de una sopa con un sabor más suave. Hablaron de la última vez que salieron a comer juntas. Cuando terminaron, todavía era temprano, así que de camino a casa se fueron de compras.
El sol comenzó a ponerse cuando Ellie y Ashley llegaron a su departamento; decidieron pasar la tarde limpiando el apartamento. Después comenzaron a preparar la cena juntas.
...
En el Grupo Lu, Andrew se encontraba sentado cómodamente en su oficina con un documento bastante importante en la mano, el cual estaba mirando fijamente con una expresión distante en su rostro parecía que sus ojos estaban enfocados en el documento, pero su atención estaba divagando en otros asuntos muy diferentes.
Ver a Andrew así de preocupado confundió a Johnny, quien se encontraba a su lado; quería intentar decirle algo, pero tenía miedo de ofender a su jefe.
'El Señor Lu ha estado mirando ese documento durante media hora, pero no ha pasado ni una página, y tampoco ha reaccionado respecto al contenido en ello. ¿Qué estará pasando por su mente?'.
"Señor Lu, ya es la hora de salida. ¿Le parece bien si vamos al hospital a visitar a la señorita Mu?", Johnny finalmente habló, pero a pesar de hacerlo con toda claridad, en el fondo le temía a la respuesta de su jefe.
Andrew finalmente reaccionó; parecía que todo este tiempo había estado esperando escuchar esas palabras.
"Está bien. ¡Vayamos para allá!", dijo él mientras dejaba en su escritorio el documento que tenía en la mano, y su rostro, el cual antes lucía inexpresivo, ahora estaba lleno de vigor. Se puso de pie y se arregló la corbata, señales claras de que estaba listo para partir.
Johnny se sorprendió por la respuesta que recibió por parte de su jefe, dado que solo había dicho eso para llamar su atención, porque se sentía preocupado al ver que todo el día de hoy su jefe había estado muy distraído; nunca se imaginó que su propuesta sería exactamente lo que Andrew quería hacer.
Johnny fue a toda prisa hacia el estacionamiento, arrancó el auto, condujo hacia la entrada y esperó a que Andrew subiera.
Mientras Johnny se dirigía hacia el hospital, Andrew le pidió que detuviera el automóvil cuando pasaron por el restaurante Harkim, así que ambos se bajaron y se dirigieron hacia el establecimiento.
'Creí que el señor Lu estaba emocionado por ir a visitar a la señorita Mu en el hospital. ¿Por qué decidió parar primero para cenar?', pensó Johnny mientras trataba de comprender las inusuales acciones de Andrew.
Pero a pesar de estar confundido, lo siguió hacia el establecimiento y se detuvo en la entrada para dejar que Andrew entrara solo. Johnny esperó a su jefe en la puerta.
Después de unos minutos, Andrew salió del restaurante Harkim con varias cajas en las manos. Johnny inmediatamente se dio cuenta de que la comida que Andrew había comprado era para Ashley.
Además, se percató de que en los últimos días su jefe lo había estado sorprendiendo constantemente con sus acciones, y notó que estos cambios comenzaron desde el momento en que Ashley apareció en la vida de Andrew.
La curiosidad de Johnny por aquella chica continuó intensificándose a medida que su influencia en el comportamiento de su jefe se hacía más evidente.
Esto le hizo desear convertirse en amigo de Ashley, porque pensaba que si tenía una relación estrecha con la chica, Andrew lo trataría mejor.
¡En verdad Johnny era un hombre muy astuto!
En cuanto llegaron al hospital, Andrew se bajó rápidamente del auto; era tal su prisa que ni siquiera esperó a que Johnny le abriera la puerta.
Él mismo se preguntaba por qué le prestaba tanta atención a esa mujer. '¿Es solo porque no me desagrada?', pensó Andrew, quien corrió hacia la sala donde ella había sido ingresada, pero fue cuidadoso con las cajas de comida que llevaba, sosteniéndolas con fuerza para asegurarse de que no se derramaría la comida mientras se preguntaba si esto era digno para el paladar de Ashley.
Por la cabeza de Andrew pasaron muchos pensamientos y dudas mientras caminaba hacia la sala. Sin embargo, su mente se quedó en blanco cuando llegó a la puerta y vio que las colchas de la cama ya estaban perfectamente dobladas y la sabana cambiadas; en la habitación no había nada más que tranquilidad.
Andrew se sintió abatido, lo que provocó que su rostro se tornara sombrío mientras en sus ojos reflejaban la ira que sentía por dentro, y parecía que tenía la intención de romper algo para aliviar su ira.
Johnny, de inmediato, percibió el cambio en el estado de ánimo de su jefe, ya que se encontraba justo detrás de él y también notó que la camilla estaba vacía.
Johnny se mantuvo la calma, llamó a una enfermera que justo iba pasando por su lado, y le preguntó: "Disculpe, ¿sabrá dónde se encuentra la señorita que esta mañana estaba aquí?".
"¿La señorita que estaba ingresada en esta sala?", la enfermera sacó su cuaderno y revisó los registros. "Al parecer, después de la terapia intravenosa, ya se sintió mucho mejor, así que le dieron de alta alrededor del mediodía. ¿Por qué lo pregunta, algo anda mal?".
"No, nada. Gracias, y disculpe por haberla interrumpido en su trabajo", Johnny le sonrió cortésmente a la enfermera, quien se fue inmediatamente.
Sin embargo, por dentro estaba furioso: '¿Qué le pasa al personal de este hospital? Deberían saber que fue el señor Lu quien personalmente trajo aquí a la señorita Mu. ¿Cómo pudieron permitir que ella se fuera así, como si nada? Al menos pudieron haberle notificado en el momento que fue dada de alta'.
"Señor Lu...", Johnny se sintió mal por Andrew, dado que esta era la primera vez que lo veía preocuparse tanto por una persona; quería consolarlo, pero no se le ocurría nada apropiado para decir.
'El señor Lu vino aquí porque le importaba la señorita Mu, así que ahora debe estar furioso porque ella se fue sin decir ni una palabra', pensó él.
Mientras Jonny caminaba hacia su jefe, este último le dio las cajas de comida que había comprado para Ashley, después se dio la vuelta y caminó abatido hacia la salida;
A Jonny casi se le cayeron las cajas por la brusca reacción de su jefe y su rostro se puso muy pálido mientras temblaba de miedo. '¡El señor Lu es aterrador cuando está enojado!'.
...
Mientras tanto, Ashley disfrutaba de la cena en su apartamento; no tenía ni la más remota idea de que Andrew le había comprado comida y que había ido a visitarla. Nunca se le pasó por la cabeza que Andrew estuviera pensando en ella todo el día.