Capítulo 5

El proceso de divorcio se alargó más de lo esperado ya que ellos tenían demasiadas propiedades para dividir.

Esa noche, Dinah organizó un cuidador para Jeffrey y se mudó de su casa.

Transcurrió un mes completo y, para cuando Jeffrey fue dado de alta del hospital, la división de bienes casi estaba completa.

Jeffrey podía volver a trabajar como antes.

Dinah se encontró con él en el ascensor de la empresa.

Después de un mes, Jeffrey había mejorado bastante.

Sin embargo, una gran cicatriz cruzaba todo su ojo.

Era fea y bastante desagradable a la vista.

Dinah incluso tuvo arcadas al verla.

El rostro de Jeffrey se puso sombrío. "Ya que estamos divorciados, no deberías seguir trabajando en mi empresa".

Dinah arqueó las cejas y miró sus pertenencias fuera de la puerta de la oficina. "¿Me has echado?".

Jeffrey la miró de reojo. "A Rose le gusta tu oficina. ¿No me deseaste felicidad? Si se la cedes, puedes quedarte".

A Dinah no le importaban esas cosas y le pidió a su asistente que la ayudara a mover sus cosas.

Sin embargo, su asistente dudó. "Dinah, ahora soy la asistente de Rose...".

Dinah la miró sorprendida, pero rápidamente lo aceptó. "Lo haré yo misma".

Al parecer, se iría antes de lo planeado.

Jeffrey no podía soportar la actitud de Dinah y apretó los dientes. "Rose trabajará contigo en el departamento de proyectos a partir de ahora. Ella dirigirá la reunión más tarde".

Dinah accedió de inmediato e invitó personalmente a Rose a la reunión.

Esa noche, todo el equipo cenó junto y Dinah le extendió una invitación a Rose.

No esperaba que Jeffrey, quien nunca asistía a las cenas del departamento, también se presentara.

Cuando Jeffrey y Rose hablaban, no había distancia emocional entre ellos. Eran demasiado íntimos.

Cualquier cosa que dijera Rose le sacaba una sonrisa al rostro generalmente frío de Jeffrey.

Dinah apretó su copa con fuerza.

Desde el lado, sus ojos se veían tan encantadores como antes.

Casi sale corriendo de la habitación al salir a tomar aire fresco.

Tan pronto como se detuvo, escuchó pasos detrás de ella.

Rose estaba observando a Dinah con una copa de vino en la mano. "Dinah, ¿lo viste? Jeffrey nunca asiste a un evento así, pero solo vino porque yo se lo pedí. Soy más importante para él que tú".

Dinah asintió y le dijo: "Ya lo sabía".

Rose se molestó. "Entonces, ¿por qué no te vas de una buena vez?".

Dinah comenzó a envidiar a Jeffrey, que pudo seguir adelante tan pronto.

¿Por qué él pudo encontrar un reemplazo tan fácilmente?

¿Y quién podría reemplazar a su Jeff en aquel entonces?

Dinah no pudo evitar suspirar y decir: "Porque sus ojos son excepcionalmente cautivadores".

Al escuchar el murmullo de Dinah, Rose cambió su expresión de inmediato. "Dinah, ¿aún no estás dispuesta a dejarlo ir? No me importa qué sentimientos tengas por Jeffrey. Pero tienes que romper con eso. Él solo me ama a mí. Hasta es capaz de dañarse a sí mismo por tal de salvarme. ¿Puede hacer eso por ti?".

Dinah negó con la cabeza. "No, no puede".

Jeffrey no la amaba.

"Entonces, ¿por qué no te vas?".

Dinah la interrumpió. "Renunciaré mañana. Rose, no volveré".

El rostro de Rose se endureció.

Pero finalmente se contuvo y le dio a Dinah una copa de vino.

Luego levantó la copa ligeramente y dijo: "Gracias por lo que vas a hacer".

Cuando Dinah llevó la copa a sus labios, un aroma dulce le llegó a la nariz.

Su rostro cambió de repente, y lanzó la copa contra Rose preguntándole: "¿Estás jugando con fuego?".