Capítulo 8

Era el informe oficial de la policía.

Se desarrolló un nuevo vehículo de rescate el año anterior, pero Dinah no tenía suficiente efectivo disponible.

Ella logró añadir dos vehículos al equipo ese día.

Justo cuando terminó de ocuparse de los asuntos de la comisaría, Jeffrey la llamó.

Dinah no habló y esperó en silencio a que Jeffrey comenzara.

En el pasado, ella siempre rompía el silencio.

Siempre pensaba que había sido ella la que se aferraba a Jeffrey, así que naturalmente pensaba que debía aliviar la atmósfera incómoda.

Pero esa vez no quería hablar porque él ni siquiera había sido capaz de mantener lo más importante para ella y no valía la pena su tiempo.

Ambos extremos quedaron en silencio de repente, y solo se escuchaba el sonido de la respiración del otro.

La respiración de Jeffrey se volvió más rápida. Se notaba que estaba reprimiéndose.

"Je...". Exhaló pesadamente y dijo: "¿Ahora ni siquiera quieres hablar conmigo? ¿Es solo porque no soy ese Jeff que amas?".

Sus palabras hicieron que Dinah perdiera la racionalidad. "Cállate. No tienes derecho a mencionarlo".

Jeffrey casi tenía el corazón roto. Resulta que solo el nombre de Jeff podía hacer que Dinah explotara de emoción, aunque generalmente se veía distante.

Él le había pedido que lo llamara Jeff cuando estaban juntos, pero ella nunca lo hizo.

No es que no estuviera acostumbrada a tal intimidad, sino que él no lo merecía.

Jeffrey se mordió el labio con fuerza, y la sangre goteó hasta caer en su mano.

Sintió como si su corazón se estuviera rompiendo. "He decidido que ya no trabajes aquí. Si lo deseas, puedes trasladarte a la sucursal".

Por un lado, no quería ver a Dinah en aquel momento, pero por el otro, temía que realmente se saliera de su control y desapareciera.

Los pensamientos contradictorios tiraban de sus nervios, como dos personas tirando desde lados opuestos.

Por eso tenía un dolor de cabeza insoportable.

Dinah se negó. "No es necesario.

La sucursal no...", Dinah lo interrumpió. "Gracias, pero no iré. Dejemos de vernos".

Después de colgar, eliminó todos los contractos que tenía con Jeffrey.

Quería borrarlo completamente de su vida.

Después de que la llamada se cortó, Jeffrey arrojó su teléfono con furia y casi golpea a Rose, que justamente estaba entrando en ese momento.

Ella dijo suavemente: "¿Quién te molestó? Hice tu café favorito. ¿Por qué no lo pruebas y ves si tiene el mismo sabor?".

Jeffrey miró el café, reflejando un rostro lleno de frialdad y dureza.

Levantó la mano y rompió la taza.

"¿Eso es todo lo que haces durante las horas de trabajo? ¿Solo piensas en cómo complacerme?". Su reprimenda resonó en todo el piso. "Has estado gestionando el departamento durante una semana, pero no has logrado ningún resultado. ¿Los empleados de I+D se limitan a sentarse sin hacer nada?".

El rostro de Rose se puso rojo, y sus manos casi arrugan su ropa de tanto retorcerla. "Los apresuraré de inmediato. En realidad...".

Dijo mientras observaba la expresión de Jeffrey, "Di instrucciones desde el principio, pero nadie me ha respondido. Tal vez no soy tan capaz como Dinah, pero haré mi mejor esfuerzo para aprender. Me aseguraré de quedarme donde siempre puedas verme. Por favor, no te enojes".

Jeffrey la miró por un momento.

De repente, la atrajo hacia sus brazos y la besó ferozmente.

No contuvo su fuerza y rápidamente mordió sus labios hasta que sangraron. El sabor metálico se extendió por su lengua.

De repente se acordó de Dinah aquella noche.

Sus manos también estaban cubiertas de sangre. ¿Sabía igual?

"¡Vete ahora!". De repente se volvió loco y empujó a Rose lejos.

Ella cayó pesadamente fuera de la puerta, y todos lo vieron.

Ella miró a Jeffrey incrédula y quiso cuestionarlo, pero al ver sus ojos asesinos, deshizo esos pensamientos y se fue avergonzada.

Jeffrey murmuró: "Tú no le llegas ni a los talones. Si fueras ella, seguro volverías. Dinah, eres tan cruel...".

Ella lo había dejado solo y desapareció por completo.

Pasó una semana y Jeffrey no escuchó nada de Dinah durante ese tiempo.

Su antiguo departamento en aquel momento era un completo desastre.

Los productos que debían ser entregados no se enviaron a tiempo, y los que se entregaron resultaron estar defectuosos.

La cooperación que se había arreglado previamente se canceló en el último minuto.

Jeffrey comenzó a entrar en pánico.

Dinah había manejado todas esas cosas antes. En aquel momento que había problemas, ni siquiera sabía a quién buscar para solucionarlos.

Pero el teléfono de Dinah estaba apagado.

Justo cuando Jeffrey estaba a punto de llamar a la policía para informarle, le llegó un paquete con un aviso de la policía. "Lamentamos informarle que Dinah Flynn falleció hace dos días".