La segunda oportunidad: amor fatal y venganza
img img La segunda oportunidad: amor fatal y venganza img Capítulo 6 : Descrédito
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Capítulo 8 La hora del ajuste de cuentas img
Capítulo 9 La restitución img
Capítulo 10 Pecados y promesas img
Capítulo 11 : Una calma desconcertante img
Capítulo 12 : Bésame img
Capítulo 13 En el ojo del huracán img
Capítulo 14 En el ojo del huracán img
Capítulo 15 Pruebas irrefutables img
Capítulo 16 : El veto img
Capítulo 17 : Una entrada estrepitosa img
Capítulo 18 Que comience el espectáculo img
Capítulo 19 : Una lección img
Capítulo 20 : Te enseñaré a hablar img
Capítulo 21 : Perdiste tu oportunidad img
Capítulo 22 Cariño img
Capítulo 23 Arrodíllate ante Danielle img
Capítulo 24 : Sra. Gin img
Capítulo 25 : Se habían casado img
Capítulo 26 : Un talento oculto img
Capítulo 27 : Elton salvado img
Capítulo 28 : Una sonrisa peligrosa img
Capítulo 29 La persona equivocada img
Capítulo 30 Una doctora anónima img
Capítulo 31 Un duelo en el lienzo img
Capítulo 32 : Una elección inesperada img
Capítulo 33 Una llamada calculada img
Capítulo 34 Lo que no le concierne img
Capítulo 35 : Medicina para Bain img
Capítulo 36 Una carrera contra el tiempo img
Capítulo 37 Te ves genial con cualquier cosa img
Capítulo 38 : La voz y la obra maestra img
Capítulo 39 : No merece el premio img
Capítulo 40 : La palabra del maestro img
Capítulo 41 : Hecho añicos img
Capítulo 42 Danielle, ¿me amas img
Capítulo 43 Suena a excusa img
Capítulo 44 : El deber de un esposo img
Capítulo 45 Nadie se mete con Danielle img
Capítulo 46 El precio de la libertad img
Capítulo 47 : El señor Herrera se irritó de nuevo img
Capítulo 48 : Celos y propuestas img
Capítulo 49 Que comience la función img
Capítulo 50 : Contraataque img
Capítulo 51 : Bajo el amparo de otro img
Capítulo 52 : Había dos mujeres en la habitación img
Capítulo 53 : ¿Quién importa más img
Capítulo 54 : La amenaza img
Capítulo 55 : No saldrás de aquí con vida img
Capítulo 56 : Tan grosero como decían img
Capítulo 57 Abejas y engaños img
Capítulo 58 A tu disposición img
Capítulo 59 : Un protector, una lección img
Capítulo 60 : ¿Por qué me miras img
Capítulo 61 : El precio de la arrogancia img
Capítulo 62 : Una invitación a Luv Letter img
Capítulo 63 : Fuera de aquí img
Capítulo 64 El sabor de la sospecha img
Capítulo 65 Anoche nos excedimos un poco img
Capítulo 66 : Una tesis magistral img
Capítulo 67 Vernon, Conténtame img
Capítulo 68 : Están de regreso img
Capítulo 69 Enemigas predestinadas img
Capítulo 70 : Tengo montones de estas img
Capítulo 71 : Un mensaje claro img
Capítulo 72 : La dueña del juego img
Capítulo 73 : No es que me guste tanto img
Capítulo 74 : Una confesión img
Capítulo 75 No quiero enojarme contigo img
Capítulo 76 Ahogar las penas img
Capítulo 77 : No es imposible img
Capítulo 78 Aprender a quererte img
Capítulo 79 Gritos en la oscuridad img
Capítulo 80 : Danielle era Queenie img
Capítulo 81 : Te traje una visita img
Capítulo 82 Cuentas pendientes img
Capítulo 83 : Un paraíso para el diablo, un infierno para los débiles img
Capítulo 84 : ¿El otro hombre img
Capítulo 85 : Le arrancará hasta el último cabello img
Capítulo 86 La favorita de la oficina img
Capítulo 87 El dios de las carreras img
Capítulo 88 : Una advertencia fantasmal img
Capítulo 89 : Un hombre guapo a morir img
Capítulo 90 : El pavo real img
Capítulo 91 : Un as bajo la manga img
Capítulo 92 : La prueba irrefutable img
Capítulo 93 Danielle conoce a muchas personas importantes img
Capítulo 94 Hasta las últimas consecuencias img
Capítulo 95 : La esposa ejemplar img
Capítulo 96 Be Expelled img
Capítulo 97 ¡Guarde el dinero para un buen abogado! img
Capítulo 98 : La accionista mayoritaria img
Capítulo 99 Nadie es más importante que mi nieta img
Capítulo 100 Caída en desgracia img
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Capítulo 6 : Descrédito

Danielle no se levantó hasta las diez de la mañana, sintiéndose completamente renovada.

Tras vestirse y bajar a la planta principal, buscó a Vernon, pero no lo encontró en ningún lado. Entonces, preguntó en voz alta: "¿Alguien ha visto a Vernon?".

La sirvienta ponía la mesa. El mayordomo, que estaba cerca, fue quien respondió: "El señor Herrera salió muy temprano esta mañana. Parecía de mal humor, pues se fue sin desayunar".

"¿No desayunó?", preguntó Danielle con el ceño fruncido. Se preguntó quién podría haberlo molestado de nuevo.

¿No parecía estar de buen humor ayer?

En su vida anterior, Vernon siempre estaba de mal humor, y parecía que en esta nueva vida nada había cambiado.

No le importaba que él no quisiera desayunar con ella. De hecho, se sentía más cómoda sola.

Mientras comía, Danielle tomó su celular para revisar las noticias.

Hattie y Wilbur eran tendencia.

Fotos de ambos, completamente desnudos, inundaban internet.

"¡Última hora! ¡La bomba del año! La famosa actriz Hattie Gilbert y el heredero millonario Wilbur Frazier, ¡atrapados teniendo sexo al aire libre! ¡Síganme para ver el video!".

"Dios mío... Qué intenso. No puedo creerlo. Hattie es más salvaje de lo que imaginábamos. Se veían muy heridos en el video. ¿Cómo pudieron seguir con eso en medio de una escena tan sangrienta?".

"Increíble. Hattie, la que siempre se hacía la mosquita muerta, resultó ser así de promiscua. ¡Esto es demasiado, incluso para mí!".

"La alta sociedad es un asco. Hattie está acabada. Por cierto, me di cuenta de que tiene el busto muy pequeño. ¿Usaría relleno en la televisión?".

Danielle soltó una carcajada al leer los comentarios. De excelente humor, comió con apetito.

La reputación de Hattie estaba hecha añicos.

Danielle seguía revisando el celular con una sonrisa en el rostro cuando, de repente, el teléfono sonó.

Un escalofrío le recorrió la espalda al ver el nombre en la pantalla: Shane Gilbert, su padre.

Aquel hombre, de origen humilde, había seducido a su madre con engaños para apoderarse del estatus y la riqueza que ahora ostentaba.

Por él, su madre llegó a romper lazos con su propia familia, solo para que Shane le fuera infiel y tuviera una hija fuera del matrimonio: Hattie. Tras la muerte de su madre, Shane no tardó en casarse con su amante y llevarlas a vivir a la casa.

En su vida anterior, Danielle no descubrió que ellos habían asesinado a su madre sino hasta que estuvo en su lecho de muerte.

Danielle reprimió la oleada de odio que la invadió, respiró hondo y atendió la llamada.

De inmediato, un grito furioso estalló al otro lado de la línea. "¡Danielle! ¡Vuelve a casa ahora mismo! ¿Qué demonios hiciste? ¡Arruinaste la reputación de Hattie! ¡Maldita! ¡Eres tan perversa como tu madre!".

Danielle apretó los dientes, sujetando el celular con una fuerza desmedida.

"Danielle, ¿estás sorda? ¡Te estoy hablando!", rugió Shane al no obtener respuesta.

"Está bien, voy para allá", respondió Danielle, esforzándose por contener la ira antes de colgar. Su respiración era agitada, casi un jadeo.

Si él exigía que volviera, entonces lo haría.

De todas formas, ya tenía la intención de vengarse.

No pensaba perdonar a ninguno.

Sin embargo, volver sola no sería suficiente.

Necesitaba ayuda.

Después de pensarlo un momento, Danielle tomó su celular y marcó el número de Vernon.

Grupo Herrera.

Oficina del presidente.

Después de firmar el último documento, Vernon miró su reloj. Ya era mediodía. "¿Ya se despertó?", preguntó.

Stefan informó: "La señora se levantó a las diez y desayunó más de lo habitual".

Vernon soltó una risa breve y seca. "Vaya que tiene apetito".

"Señor, hay algo más", dijo Stefan, y vaciló un instante antes de continuar. "Hoy su padre la llamó, solicitándole que volviera a casa. Probablemente sea por el escándalo de Hattie y Wilbur. Me temo que podría meterse en problemas si va sola".

Danielle le había causado un daño considerable a Hattie. Volver a la casa de los Gilbert en un momento como este podría ser desastroso para ella.

"¿Desea que envíe a algunos hombres para garantizar su seguridad?".

En realidad, Stefan no sentía ningún aprecio por Danielle, pero sabía que a Vernon sí le importaba. Si algo le pasaba, su jefe sería el más afectado.

El rostro de Vernon se tensó al pensar en la situación de Danielle. Sin embargo, el recuerdo de ella pronunciando el nombre de otro hombre en la cama endureció su semblante y volvió su voz gélida. "¿Por qué necesitaría protección? Sabe cuidarse sola. Déjela en paz".

Esa mujer desalmada merecía un castigo.

            
            

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