Regresar Al 1995
img img Regresar Al 1995 img Capítulo 2 Cortesía
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Capítulo 16 Lo primordial era ser educado img
Capítulo 17 Discúlpate con ella img
Capítulo 18 Haciendo las paces con Jane img
Capítulo 19 Un buen día para aprender img
Capítulo 20 Eres la chica más inteligente que jamás haya visto img
Capítulo 21 Puedo traerlos img
Capítulo 22 Huevos y sal img
Capítulo 23 Los tiempos difíciles revelaban las fortalezas de las personas img
Capítulo 24 Cuando había dinero de por medio, se debía manejar todo con mucho cuidado img
Capítulo 25 Buscando la ayuda de su mamá img
Capítulo 26 Los visitantes inesperados img
Capítulo 27 Nos hemos visto más de dos veces img
Capítulo 28 Ella no era como cualquier chica img
Capítulo 29 El encuentro en el restaurante img
Capítulo 30 Aferrarse a ella img
Capítulo 31 Este es mi hermano mayor img
Capítulo 32 ventas exitosas img
Capítulo 33 ¿Cómo podría escapar con otros img
Capítulo 34 No soy una mujer con la que se pueda jugar img
Capítulo 35 Los demandaré img
Capítulo 36 Castígalos severamente img
Capítulo 37 Disculpa no aceptada img
Capítulo 38 Expulsado de la aldea img
Capítulo 39 No voy a la escuela img
Capítulo 40 Por favor, sé amable img
Capítulo 41 Darle lo que necesitaba era lo más difícil de hacer img
Capítulo 42 ¿Por qué eres tan desvergonzado img
Capítulo 43 Hasta luego img
Capítulo 44 Admira tu coraje img
Capítulo 45 Llevarse bien con las mujeres img
Capítulo 46 Argumentos img
Capítulo 47 No dispuesto a alcanzar una posición social más alta img
Capítulo 48 No es de tu incumbencia img
Capítulo 49 No me gustan las mujeres img
Capítulo 50 Seré responsable de estos huevos img
Capítulo 51 Cena en un gran restaurante img
Capítulo 52 La primera cita img
Capítulo 53 El escaldado en la mano img
Capítulo 54 Encuentra una salida img
Capítulo 55 John Lin, El Comprador img
Capítulo 56 Mujer interesante img
Capítulo 57 Charla privada img
Capítulo 58 Sharon desapareció img
Capítulo 59 Bofetada a la tía img
Capítulo 60 Llévala a la estación de policía img
Capítulo 61 Enséñales una lección img
Capítulo 62 Para ser tu nuera img
Capítulo 63 Dignidad img
Capítulo 64 Los hombres no eran confiables img
Capítulo 65 Perspicacia img
Capítulo 66 Advertencia img
Capítulo 67 El enemigo de un enemigo es un amigo img
Capítulo 68 Ve a la escuela lo antes posible img
Capítulo 69 No la aceptaré img
Capítulo 70 Tu hijo estaba enamorado de esa chica img
Capítulo 71 Cena fuera img
Capítulo 72 Sé que no lo merezco img
Capítulo 73 Hijo no filial img
Capítulo 74 Ojalá pudieras aprobar el examen img
Capítulo 75 Prueba de papel img
Capítulo 76 Mala actitud img
Capítulo 77 Siempre te apoyaré img
Capítulo 78 Sufriendo de injusticia img
Capítulo 79 Burn The Bridge img
Capítulo 80 Su mamá se interpuso en el camino img
Capítulo 81 No le interesa tu hijo img
Capítulo 82 Yendo a una huelga de hambre img
Capítulo 83 No engañó img
Capítulo 84 Visita al hogar img
Capítulo 85 La apoyo para que vaya a la escuela img
Capítulo 86 Un trabajo decente img
Capítulo 87 Inferioridad img
Capítulo 88 No inscrito de inmediato img
Capítulo 89 Segunda opción img
Capítulo 90 Supervisor img
Capítulo 91 Honor img
Capítulo 92 Llévame a ver el mundo img
Capítulo 93 ¿Quién me quiere img
Capítulo 94 Un tesoro del exterior img
Capítulo 95 Toma la nota img
Capítulo 96 No has tenido suficiente en mi casa img
Capítulo 97 Sin contacto img
Capítulo 98 Ojos astutos img
Capítulo 99 Coqueteando img
Capítulo 100 siendo sometido img
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Capítulo 2 Cortesía

El doble sentido en las palabras de su suegra golpeó directamente a Wendy, la cual se puso tan pálida que no podía ni pronunciar palabra.

Las personas dentro de esa familia la habían intimidado durante años.

Ella solo había estado vomitando por una enfermedad en el estómago, no había ninguna relación entre ella y Andy Wang. Jamás se habría imaginado que su suegra tuviera ese tipo de pensamiento.

A Celia le dolió en el corazón ver aquella escena, aunque no conocía bien a Wendy. No pudo soportar ver aquella cara de humillación que tenía su madre.

Así que, rápidamente, avanzó hasta donde ella se encontraba y le pidió que se pusiera de pie, pues, no quería verla arrodillada. Y, sin una pizca de miedo, le dio una mirada a su abuela y a sus dos tías que parecían complacidas mirando todo, luego, dijo: "¡Pueden insultarme a mí, pero a mi madre no! Les advierto que, de ahora en adelante, si alguien se atreve a insultarla una vez más, jamás los perdonaré. Ya me enfrenté a la muerte, así que no le tengo miedo a absolutamente nada. Y, otra cosa, de ninguna manera me voy a casar con Harold. ¡Es mejor que vayan olvidando esa idea!".

Su abuela, Lucy y Mary la miraron con asombro, ya que, no esperaban que ella pudiera ser capaz de actuar de esa manera. En ese momento, parecía una persona totalmente diferente.

Pero su abuela era la persona a quien más se le debía respeto dentro de la familia, por lo que no podía permitir ese tipo de comportamiento. Por ende, respondió con frialdad: "El nuevo semestre va a comenzar en mes y medio. Si no puedes casarte con él, entonces no lo hagas, yo puedo encargarme del asunto con la familia Li. Sin embargo, tú deberás hacerte cargo del dinero para la matrícula de Wade. Además, nosotros no ayudamos a personas holgazanas. Ya fuimos lo suficientemente generosos como para mantenerte, tanto a ti como a tu madre durante dieciocho años, pero a partir de ahora, pueden mudarse al cobertizo".

"¿Nos estás echando? Bueno, puedes hacerlo hoy. ¡Pero puedo apostar que algún día rogarás para que regresemos!".

Celia habló con enojo, y sin ningún ápice de miedo en su voz. Todos los presentes se encontraban sorprendidos, incluso su madre, pues nadie esperaba aquella reacción. Wendy no se habría imaginado que la chica pudiera hacer una declaración tan atrevida.

La abuela, por otro lado, estaba completamente feliz de poder aprovechar la situación y deshacerse de esas dos cargas. Y una vez que vio que se irían sin luchar, se ofreció a darles cinco gramos de comida.

Luego de que la abuela, Lucy y Mary se fueran, Wendy tomó las manos de su hija y la miró cuidadosamente, entonces, con mucha ansiedad, preguntó: "Dime, ¿sientes que algo está mal?".

"Mamá, estoy completamente llena de energía. No sucede nada malo conmigo. ¡Créeme! Estoy muy bien". La chica caminó hasta quedar frente de su madre y sonrió.

"Bueno, no debiste molestarte con la abuela. Wade necesita 500 dólares para poder ir a la escuela. ¿De dónde sacaremos ese dinero? Y, por otra parte, el cobertizo está en ruinas. En días normales, es fácil sobrevivir en ese lugar, no obstante, cuando llueva todo será un poco más difícil. Yo estoy bien teniendo una vida difícil, pero no quiero que tú tengas que pasar por lo mismo que yo". La mujer le dio una mirada suplicante a su hija, y dijo: "¿Podríamos ir a suplicarle a tu abuela? Puede ser que ella nos permita...".

"¡Mamá, basta! ¿Por qué sigues esperando su piedad? Después de todo lo que hemos hecho por ellos, siempre nos trataron como basura. Quizás su hogar sea un refugio para el viento y la lluvia, pero allí solo recibimos insultos. ¡Prefiero vivir en una mala condición que seguir escuchando sus burlas! Necesitamos tener una casa propia. ¡No quiero seguir viviendo bajo el mismo techo que ellos!", insistió la chica, intentando que su madre entrara en razón.

Antes de renacer, ella había confiado en su capacidad para convertirse en Directora Ejecutiva, ella tenía la firme creencia de que podía mejorar su vida. Basándose en su trabajo fuerte y sus habilidades, deseaba poder sacar a su madre de la pobreza.

Luego de que les entregaran sus cosas, Celia y su madre se mudaron a la cabaña que se encontraba en la entrada del pueblo, siendo seguidas por la mirada lúgubre de su abuela.

Aquella cabaña solía ser el almacén del servicio público, pero había estado desierta por años. Unos años atrás, la familia Tang la había alquilado para colocar su leña, sin embargo, se encontraba muy lejos de la casa principal. No solo eso, el lugar estaba en muy malas condiciones, por lo que la lluvia entraba fácilmente. Así que simplemente dejaron la leña junto a la cabaña, y mantuvieron el almacén sin uso durante años.

A partir de ese momento, se suponía que Celia y Wendy debían dormir en aquel sitio.

Aquella cabaña era un verdadero desastre, estaba casi a punto de destruirse por completo, de hecho, se podía ver claramente el cielo desde el interior.

"Celia, ¿estás segura de que puedes vivir aquí? Si no, seguimos a tiempo de ir a hablar con la abuela", inquirió Wendy, quien miraba a la chica con incredulidad al ver las condiciones de su nuevo hogar.

"Bueno, mamá, ya que estamos aquí, deberíamos instalarnos. Este lugar no parece tan horrible si piensas en que no debemos tolerar más humillaciones e insultos. Sé que estás triste, pero esto será solo temporal. ¡Encontraremos un lugar mejor pronto!", Celia intentó consolar a su madre, mientras la miraba directamente a los ojos.

"Desgraciadamente, todo esto es mi culpa. ¡Soy muy inútil! Si tu padre no hubiera muerto, no nos habrían expulsado de la casa...", ella se trabó en su discurso, para luego comenzar a llorar.

"Mamá, aún podemos vivir felices. No necesitamos hombres que nos apoyen económicamente. ¡Cree en mí!", dijo la chica, muy segura.

Y con los ojos aun llorosos, Wendy asintió, luego, miró a la chica con sus ojos tristes, y dijo: "Siento que después de que caíste al agua cambiaste mucho. Jamás te atreviste a contradecir a la abuela de esa manera y, mucho menos, a mudarte. ¿Qué fue lo que te pasó hoy?".

Como dice el dicho: nadie conoce más a los hijos que sus madres. Porque, pese a que la mujer no sabía que le había sucedido a ella, claramente podía ver que algo cambió en su personalidad. Ella parecía una persona totalmente diferente.

Celia no quería que nadie más se enterara de quién era realmente, así que, al escuchar el tono de sospecha en la voz de su madre, tomó sus manos, y dijo: "¿Qué cambio, mamá? ¿Acaso ahora soy más hermosa que antes?".

"¡Para mí siempre lo has sido!", respondió Wendy, mientras pellizcaba la nariz de la chica. Luego, respiró profundamente, y habló: "Ahora que nos mudamos, debemos hacer este sitio nuestro hogar. Limpiemos todo antes de buscar una solución".

El lugar era muy grande. Las dos mujeres decidieron limpiar primero para que no tuvieran que vivir en la intemperie.

Y luego de barrer todo, quedaron totalmente exhaustas, por lo que decidieron cocinar un poco de avena para tener algo en el estómago.

No había la suficiente comida para ellas, así que debían buscar algún medio para cambiar su situación actual. O, de lo contrario, rápidamente morirían de hambre, ya que después de todo, esa viciosa abuela tan solo les había dado cinco kilogramos de comida.

Celia pensaba en cómo poder cambiar todo ese asunto, mientras miraba cómo su madre lidiaba con algunos problemas. Entonces, al ver los bambúes verdes y regordetes que se encontraban en la otra montaña, una idea cruzó su mente. Tal parecía que ya había encontrado una manera para ganar dinero.

"¡Mamá, tengo una idea brillante!", exclamó, sin poder evitar su emoción. Luego, sin perder tiempo, tomó una hoz y se dispuso a cortar aquellos bambúes.

"Celia, ¿te encuentras bien? ¿Por qué agarraste eso?", preguntó la mujer, ansiosa, mientras caminaba hasta donde estaba la chica.

"Cortaré algunos bambúes y regresaré pronto".

De esa manera, sin esperar alguna señal de su madre, Celia salió corriendo del lugar.

Sin embargo, apenas y había salido cuando se encontró a un fuerte hombre caminando con un saco lleno de comida en su espalda. Él no era otra persona que Andy Wang, quien su abuela había nombrado anteriormente.

Seguro estaba tramando algo.

            
            

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