Género Ranking
Instalar APP HOT
Renacida, el tío de mi ex me reclamó.
img img Renacida, el tío de mi ex me reclamó. img Capítulo 3 No.3
3 Capítulo
Capítulo 7 No.7 img
Capítulo 8 No.8 img
Capítulo 9 No.9 img
Capítulo 10 No.10 img
Capítulo 11 No.11 img
Capítulo 12 No.12 img
Capítulo 13 No.13 img
Capítulo 14 No.14 img
Capítulo 15 No.15 img
Capítulo 16 No.16 img
Capítulo 17 No.17 img
Capítulo 18 No.18 img
Capítulo 19 No.19 img
Capítulo 20 No.20 img
Capítulo 21 No.21 img
Capítulo 22 No.22 img
Capítulo 23 No.23 img
Capítulo 24 No.24 img
Capítulo 25 No.25 img
Capítulo 26 No.26 img
Capítulo 27 No.27 img
Capítulo 28 No.28 img
Capítulo 29 No.29 img
Capítulo 30 No.30 img
Capítulo 31 No.31 img
Capítulo 32 No.32 img
Capítulo 33 No.33 img
Capítulo 34 No.34 img
Capítulo 35 No.35 img
Capítulo 36 No.36 img
Capítulo 37 No.37 img
Capítulo 38 No.38 img
Capítulo 39 No.39 img
Capítulo 40 No.40 img
Capítulo 41 No.41 img
Capítulo 42 No.42 img
Capítulo 43 No.43 img
Capítulo 44 No.44 img
Capítulo 45 No.45 img
Capítulo 46 No.46 img
Capítulo 47 No.47 img
Capítulo 48 No.48 img
Capítulo 49 No.49 img
Capítulo 50 No.50 img
Capítulo 51 No.51 img
Capítulo 52 No.52 img
Capítulo 53 No.53 img
Capítulo 54 No.54 img
Capítulo 55 No.55 img
Capítulo 56 No.56 img
Capítulo 57 No.57 img
Capítulo 58 No.58 img
Capítulo 59 No.59 img
Capítulo 60 No.60 img
Capítulo 61 No.61 img
Capítulo 62 No.62 img
Capítulo 63 No.63 img
Capítulo 64 No.64 img
Capítulo 65 No.65 img
Capítulo 66 No.66 img
Capítulo 67 No.67 img
Capítulo 68 No.68 img
Capítulo 69 No.69 img
Capítulo 70 No.70 img
Capítulo 71 No.71 img
Capítulo 72 No.72 img
Capítulo 73 No.73 img
Capítulo 74 No.74 img
Capítulo 75 No.75 img
Capítulo 76 No.76 img
Capítulo 77 No.77 img
Capítulo 78 No.78 img
Capítulo 79 No.79 img
Capítulo 80 No.80 img
Capítulo 81 No.81 img
Capítulo 82 No.82 img
Capítulo 83 No.83 img
Capítulo 84 No.84 img
Capítulo 85 No.85 img
Capítulo 86 No.86 img
Capítulo 87 No.87 img
Capítulo 88 No.88 img
Capítulo 89 No.89 img
Capítulo 90 No.90 img
Capítulo 91 No.91 img
Capítulo 92 No.92 img
Capítulo 93 No.93 img
Capítulo 94 No.94 img
Capítulo 95 No.95 img
Capítulo 96 No.96 img
Capítulo 97 No.97 img
Capítulo 98 No.98 img
Capítulo 99 No.99 img
Capítulo 100 No.100 img
img
  /  2
img

Capítulo 3 No.3

La comisaría era una colmena caótica de miseria y burocracia. Las luces fluorescentes zumbaban con una frecuencia que inducía dolor de cabeza. El aire olía a café rancio, cera para pisos y cuerpos sin lavar.

Alba estaba sentada en un banco de madera dura, con su maleta metida protectoramente entre sus piernas. Había dado su declaración. Los oficiales estaban impresionados, pero sospechosos. Una mujer de su tamaño derribando a dos asaltantes armados planteaba preguntas que no podían responder.

Al otro lado de la sala, de pie cerca de la oficina del Capitán, estaba Eliseo Abrojo. Había sido traído por separado para proporcionar un relato de testigo. Estaba de pie en una burbuja de silencio; el caos de la estación parecía apartarse a su alrededor. Su traje costaba más que el presupuesto anual de la comisaría.

No le había hablado. No le había ofrecido llevarla. Simplemente la había observado con esos fríos ojos grises mientras la policía los conducía a coches separados.

Ahora, al terminar de hablar con el Capitán, se giró. Caminó hacia la salida, su camino pasaba por delante de su banco.

Hizo una pausa.

Alba levantó la vista. De cerca, era aún más imponente. Pero también vio la tensión en su mandíbula, la ligera palidez de su piel.

-Tienes un instinto de supervivencia único -dijo Eliseo. No era un cumplido; era una observación.

-Necesario en esta ciudad -respondió Alba, con voz fría.

Eliseo miró sus nudillos magullados. Luego su mirada se desvió a su rostro. Parecía estar buscando algo: miedo, orgullo, reconocimiento. No encontró nada de eso.

Levantó la mano para ajustarse el gemelo, su mano temblando ligeramente. Fue un movimiento microscópico, un fallo en su perfecta compostura.

Los ojos de Alba se entrecerraron. No lo tocó. No necesitaba hacerlo. Vio la forma en que sus pupilas eran ligeramente desiguales en reacción a las luces duras. Vio el brillo de sudor frío en su sien a pesar del aire fresco.

-Deberías ver a un médico por ese temblor -dijo suavemente-. Y la migraña que envuelve tu ojo izquierdo.

Eliseo se congeló. Sus manos se detuvieron en su gemelo. Sus ojos se agudizaron, el gris oscureciéndose como una tormenta.

-¿Disculpa?

-Tu nervio mediano no es el problema -continuó Alba, bajando la voz para que los oficiales cercanos no oyeran-. Es inflamación sistémica desencadenando un pico neural. Estás bebiendo demasiado café y no duermes. Está degradando la vaina de mielina.

Eliseo la miró fijamente. El aire entre ellos se volvió pesado. Había visto a los mejores especialistas en Suiza. Ninguno de ellos lo había diagnosticado con un vistazo en una sucia estación de policía.

-¿Quién eres? -exigió, su voz baja y peligrosa.

-Solo una testigo -dijo Alba. Se puso de pie, recogiendo su maleta-. Prueba con magnesio y raíz de valeriana. Y duerme.

No esperó su respuesta. Caminó hacia la salida, sus tacones haciendo clic rítmicamente en el linóleo.

Eliseo se quedó clavado en el sitio. El dolor en su cabeza palpitaba, un recordatorio brutal de que ella tenía razón.

Sepúlveda apareció a su lado.

-El coche está listo, señor.

Eliseo no se movió de inmediato. Observó las puertas automáticas cerrarse tras ella.

-Sepúlveda -dijo Eliseo.

-¿Señor?

-Olvida la verificación estándar. Quiero un dossier completo. Dónde nació, qué lee y quién le enseñó medicina.

-Sí, señor. ¿Consiguió su nombre?

-Alba -murmuró Eliseo, probando el peso de la palabra-. Encuéntrala.

Anterior
            
Siguiente
            
Descargar libro

COPYRIGHT(©) 2022