Capítulo 2 Capitulo 2 - La Construcción De Una Nueva Era

Han pasado cinco años desde que escapamos del Davilon y aún no se ha ido, sigue aquí en las mañanas absurdas donde no pasa nada extraño en las tardes ruidosas a causa de los golpes al entrenar y en las noches que suelen ser un poco aterradoras y congeladas, durante todo este tiempo jamás hemos hablado, es nuestra rutina bien fabricada del día a día, despertar, entrenar, mirarnos a los ojos un par de minutos recoger las cosas, caminar, descansar un par de horas, seguir avanzando, la noche vuelve, el prepara la cena y luego vamos a dormir mientras finjo no saber que me observa, esperando que tam

bién él se duerma solo para agotarme y caer en mis sueños, levantarme apenas sale el sol y seguir caminando, esa es mi vida, es lo que hasta ahora hemos hecho, pero siempre en silencio.

Llegamos a una de las más antiguas ciudadelas, la vieja Acrom, hay un enorme rio que atraviesa la ciudad paramos en medio del bosque casi hasta la orilla del mismo para hacer un pequeño campamento ya no podemos seguir de esta manera ignorando que no existe algo entre nosotros, aunque no se definir si es bueno o malo, ya estoy cansada y después de todo este tiempo creo que también él, se acercó al rio mojo sus manos y su rostro con el agua -quieres un poco, me ofrece sin dudar, es la primera vez en cinco años que lo escucho hablarme, su voz es tan singular, muy diferente a la de aquel entonces -no, estoy bien respondo algo cortante -ya puedo saber a dónde vamos -no lo sé hacia adelante porque hasta ahora te interesa -si llegaremos o vamos a seguir caminando, a qué lugar quieres llegar apuesto a que no existe estas perdida cierto -a que viene esto ahora porque de repente te haces tantas preguntas, no te pedí que vinieras o si, es mejor que de una vez te vayas -¿Por qué huyes? -ya no me fastidies, me estoy portando muy grosera, es la manera más fácil de alejar a las personas, sobre todo a las que más me importan -deja de preguntar era mejor cuando no hablabas no tenía que aguantar todo esto -solo quiero saber porque seguimos caminado dame una respuesta -ya no quiero hablar -dime acaso tienes miedo, es eso temes algo -basta está bien si tienes tanta curiosidad te lo diré, no se solo quiero huir sea cual sea el lugar no me importa mi único objetivo es llegar a donde no me encuentren -pero esa no es la única razón verdad hay algo más que no quieres decirme -no me crees -sí; te creo pero siento que me estas ocultas algo -tu no lo entenderías, ahora respóndeme tu a mí, ¿Por qué no te has ido? ¿Porque aún sigues aquí? esa noche pudiste tomar otro camino, pero me seguiste, no me debes nada entonces cuál es tu escusa -no hay razón, nunca la hubo, solo decidí seguirte es todo, tenía curiosidad a donde irías, pero parece que te diriges a ninguna parte -estas dándole vueltas al asunto y no quieres responder con la verdad, está bien tu eres quien me oculta las cosas, ya entiendo lo que tramas, ellos te mandaron no es así, están espiándome, sigues siendo un Solder, trabajas para Ana, ese día en el comedor, cuando pensé que moriría creí haber visto algo diferente en ti, algo bueno y puro pero solo actuabas o será más bien que vienes por mi perdón porque no conseguirás eso de mí, nunca debí haber confiado en ti, jamás debí permitir que me engañaras ni que vinieras conmigo que tonta soy -eso piensas de mí, que soy ese tipo de persona, tu no me conoces y por lo visto tampoco yo a ti, crees que te traicionaría después de todo este tiempo me crees capaz de eso o de que te volveré a lastimar, sí que eres tonta, no puedo creer que no te des cuenta, no vine aquí por tu perdón, no me arrepiento de lo que hice ni mucho menos porque me hayan mandado yo no soy una de sus piezas, me toma fuerte del brazo y alza la voz asustándome un poco -tienes miedo, llora entonces porque no me detendré -suéltame idiota, me mira fijamente -temes que te lastime princesa, ya no eres tan fuerte o si -déjame ir, comienzo a gritar -es que de verdad no te entiendo, que haces aquí, a que estás jugando, ya vete es lo mejor que podrías hacer, es cierto no quiero que me toques y no quiero que vuelvas a lastimarme y jamás te quiero volver a ver, lárgate -quieres la verdad de porque sigo aquí, lo quieres saber -si es lo que quiero saber, porque no me dejas en paz porque sigues torturándome, comienzo a parlotear desesperada exigiendo una explicación justa y el solo me mira sin decir nada, se aleja un poco, después me sujeta de los brazos me empuja contra un árbol solo mirándome, es la misma mirada de aquel día, estoy asustada va golpearme de nuevo, mi corazón late rápidamente me invade una vez más esa sensación al tenerlo cerca, esto no está bien pero la verdad no me importa porque me gusta sentir esta especie de shock de adrenalina que calienta mi sangre y hace que explote, no estoy segura de lo que hará, por un momento solo nos miramos y de pronto; me besa, es algo inesperado, un beso muy dulce que no trato de detener porque me doy cuenta de que esto precisamente es lo que había querido hacer desde que lo conocí, mis labios tocan los suyos, es una sensación de dulzura y calidez, que no es posible describir a detalle, solo me dejo llevar, me mira y sonríe mientras me da un beso en la frente y repite -está la razón, está siempre fue mi razón, he comprendido lo que pasa, me enamore, es tan fácil de decir ahora, me enamore de un chico tierno, fuerte y atractivo, me enamore de sus ojos cafés, de su forma de ser, me enamore de la persona más idéntica a mí.

Esta vez todas las palabras empiezan a aparecer, tenía miedo de mostrarme y de no saber lo que pasaría, de ser la persona que él pensaba y terminar decepcionándolo, pero ya no más, tenían que haber pasado cinco años para que sucediera, no voy a alejarlo esta vez, aunque no quiera perderlo como a mi padre no iré a ningún lado sin él, confiare en el destino y me dejare llevar por mi corazón.

-Recuerdas algo antes de llegar a Davilon -muy poco en realidad solo algunos momentos con papá, pero si recuerdo sus palabras, que yo no pertenecía a Davilon y que lograra escapar con vida -donde está el ahora -en casa supongo -haya es a donde vamos, volverás con el -no, creo que si voy el no estará a salvo, ya te lo dije solo quiero ser libre y que no me obliguen a elegir, buscaba un lugar que mi hermano Oliver menciono dijo que está más allá de las ciudadelas de los doce, sé que mi valor me llevara muy lejos mi padre lo mencionaba siempre y decía que encontrara mi hogar, creo que ya lo hice, tú tienes familia -mi hermano mayor y mi madre, ella también me enseñó a combatir, dijo que jamás se apartaría de nosotros, que no dudara de mi capacidad después de eso se llevaron a Cheise y cuando cumplí diez dos Solder se la llevaron por la fuerza ahí me prometí que la volvería a ver, que cuando llegara el momento los haría pagar por todo, lo miro y siento un profundo respeto -admiro eso de ti -¿Qué? -la fuerza que te mantiene de pie aun cuando estas sufriendo, creo que de ella lo heredaste, también tu sencillez, es lo que más me gusta, bueno eso y tus ojos, suelta una risita y luego me dice -de ti me gusta tu sonrisa -no se sonreír, -no la notas verdad, claro que sabes pero no te das cuenta, hay esta -es una mueca tonto -talvez pero es hermosa, el día que te golpe deje de verla, me arrepentí solamente de eso, pero te lo merecías -lo sé a veces para sobrevivir hay que aparentar -no quería lastimarte, sufrí mucho cuando paso, todas las noches miraba el techo de mi celda y pensaba en ti, cada día de la semana fui a verte a la enfermería me inventaba cualquier excusa para poder entrar y estar contigo unos momentos pero no despertaste, creí que jamás lo harías, me reproche por ello, ese día cuando vi tus ojos abrirse, corrí a la otra camilla para que no me descubrieras, yo mismo provoque el golpe, nunca en toda mi vida había pedido una oportunidad, cuando me las ofrecían no aceptaba porque sé que no es justo, pero ese día al verte así por mi culpa quise pedir cien solo para verte y saber que estabas bien, por salvarte o mantenerte con vida pediría más de las que son posibles -que pensaste cuando me viste por primera vez, te juro que ese día yo estaba asustada y cuando te vi todo para mí cambio tu mirada me inquietaba es cierto, trate de convencerme de que me odiabas pero el día que me golpeaste yo no tuve el valor, pensaba en tus ojos cada noche desde ese día creyendo que eras diferente guarde mi distancia para no seguir pensando en eso -eres una niña linda no lo niego sólo quería que te mantuvieras apartada de mí porque así podría desistir de no hablarte y que no te fueras convirtiendo en una persona importante pero no funciono me seguiste te uniste a los Solders -me resulta extraño estar así hablando los dos -ya no nos detendremos prométeme que desde hoy cualquier cosa que pase me la contaras -lo haré y te confieso algo ahora que los dos estamos siendo sinceros, me alegro de que al hacer eso me permitieras comprender qué tan fuertes soy, sin ti jamás lo hubiera descubierto, sonríe y de nuevo me da un beso; ya no trato de ocultarme porque aunque somos dos jóvenes el impacto que tienen nuestras vidas en estos momentos nos ha hecho madurar muy pronto hay cosas para las que aún no estoy preparada pero no importa las soportare porque ahora puedo sincerarme con Leo y hablar con él, durante las horas que la noche nos permite frente al fuego de la cena, estoy sonriendo entre bromas y palabras, ahora puedo recostarme tranquila porque sé que él está ahí para protegerme porque siento más confianza que aquellas otras veces.

Todos los momentos se han vuelto efímeros ya no son vagos tampoco silenciosos estoy más feliz y me siento más libre que nunca, pasa de ser un día tranquilo a escuchar sonrisas, incluso en los entrenamientos puedo sentir más pasión de nuestra parte creo que eso nos unió más.

Esos cinco años me perdí en el intento de entender porque para él era importante seguir conmigo, no me di cuenta de lo que yo sentía; bastos sólo un pequeño instante para remediarlo, pero todo esto no impide que sigamos caminando porque aún no hemos llegado a un lugar donde pueda decir que me agrada para vivir. Ya hemos llegado muy lejos estamos a punto de cruzar el último estacionario en una ciudad llamada Brastomville pasamos por las calles y la gente nos mira confundidos, no llevamos la ropa especifica que usan en este estacionario y eso les resulta inusual, aunque no hacen nada para delatarnos, continuamos hasta las afueras donde hay un enorme campo con cientos de cultivos y un gran lago pasando el bosque, empieza a llover muy fuerte así que corremos hacia la casa que se encuentra en este lugar; frente a ella hay una pequeña montaña de tierra apilada y a su lado un hombre de unos 30 o 32 años de pelo negro, complexión delgada de estatura media y simpático, lleva puesto un uniforme azul como el que nos dan en Davilon, él tiene un perrito negro chaparrito con la boca de color blanco que hace que parezca una pequeña barba, su nombre es Steel y ladra fuerte cuando se da cuenta de nuestra presencia, él hombre estuvo peleando varias horas se ve que ha llenado un par de botes y los arrastras a su casa con un jardín que tiene plantas de zanahoria, tomate y algunas de fresas además de un par de árboles de manzanas en la parte trasera. En cuanto nos ve pide un poco de ayuda está empapado al igual que nosotros, la tierra comienza a deslizarse hacia abajo Leo toma dos botes y los carga corriendo yo recojo las herramientas que están por enterrarse en el lodo, subimos al pórtico para cubrirnos dejando pasar un poco la lluvia -muchas gracias soy Frederick por cierto un placer sus manos aún húmedas y llenas de barro -soy Mia -y yo soy Leo se ve que le gusta mucho su jardín -perdón por el lodo es que no quería dejar toda esa tierra mojarse, ni hablar quieren pasar hay chocolate caliente lo acabo de preparar seguramente están cansados -no lo creo sólo esperaremos a que se calme la lluvia y nos iremos -entren esto durará más de lo normal las lluvias son así en esta época-bueno cuénteme de dónde viene creen que no me daría cuenta que no son de por aquí -de muy lejos sólo estamos de paso -parecen muy jóvenes acaso están huyendo, nos quedamos en silencio -no se preocupen yo no soy muy fan de esos prepotentes más bien me mantengo al margen sin que nadie sospeché -pues... entramos y le contamos todo parece buena persona y se ve que no es muy fanático del Mandatus -escapamos de Davilon -eso es genial cuénteme todo y si así lo desea y les gusta el lugar pueden quedarse el tiempo que necesite aquí no viene muchos Solders siempre estoy tranquilo en esta parte de la ciudad -perdón pero no confiamos mucho en la gente -bueno que les parece si les preparo algo de comer y así seguimos charlando, deben tener hambre seguramente, mientras prepara la cena habla demasiado -cuando pasó llevan mucho tiempo huyendo -desde que teníamos 12 y 13 años -eso es aún más increíble -bueno ella fue la de la idea yo sólo la seguí y no me arrepiento fue la mejor decisión que tome, se sorprende al saber nuestra historia, de cómo sin ayuda escapamos del mejor lugar vigilado de todo Colbert dice que somos valientes que burlamos y desafiamos las leyes tan fácil, que nunca hubo alguien que se atreviera como lo hemos hecho nosotros, después de un tiempo se acostumbró a nuestra presencia mientras Leo le ayuda a cultivar vegetales y hacer reparaciones en la casa, yo cocino y arregló las habitaciones a veces incluso puedo leer un poco los libros que Frederick tiene en la estantería, cada mes Fred parte hacia el pueblo llega con una despensa que sólo tiene un poco de cada cosa, no ajusta ni para dos días mucho menos con dos personas más viviendo con él, así que Leo suele ir a cazar y podemos contar con comida suficiente, en los días de lluvia vemos televisión en el sofá, cuando el sol tiende a ser muy fuerte caminamos un poco por el bosque para no perder la costumbre. Me he sentido un poco mal estos días así que Fred me lleva con una amiga suya y ella me da una noticia que me impacta «estás embarazada» la oigo y no me es fácil creerlo, Fred me felicita y me pide que le cuente de inmediato a Leo sobre esto pero no puedo reaccionar, no entiendo qué es lo que pasa, como sucedió esto y como sacaremos adelante a este bebé que se desde hoy crece dentro de mí, después de un momento caigo en si despertando del shock en el que estaba sumergida, me sonrojo y me siento feliz, llegamos a casa y Leo aún no ha terminado con la reparación del ático así que subo para hablar con él y ver su reacción ante esta situación somos dos jóvenes de 17 y 18 con una responsabilidad nueva y muy aterradora, qué dirá se opondrá o se alegrará, -hola mi amor ya terminaste -aún no falta poco cómo te sientes ya estás mejor -perfecta pero tengo que decirte algo, no quiero que te asustes ni que te rehúses -qué pasa -no es nada malo, -ya dime que es lo que pasa -es que estoy embarazada, también él se queda en shock y sólo me mira, después de un par de minutos sonríe y me toma de la cintura para abrazarme -no bromeas verdad -no pero tengo miedo -lo sé yo también estoy igual que tú pero quiero decirte que gracias, es una gran noticia -qué pasará Leo cuando crezca, que pasará si se lo llevan cómo lo hicieron con nosotros -no te preocupes yo me encargaré de protegerlos -te amo -y yo a ti, te agradezco el haber dejado que me quedara contigo en este momento me has dado el regalo más perfecto que puedo recibir -gracias por no marcharte cuando tuviste la ocasión.

Mientras estamos sentados en un pequeño silloncito verde en el cobertizo Fred nos observa fijamente alcanza a escuchar qué Leo me dice -este es tu idea de libertad -si es perfecta justo como lo imaginé -muchachos voy a hablar seriamente con ustedes de su situación, con la noticia y viéndolos así creo que se me ocurre algo, no es suficiente con escapar y huir, si queremos romper las leyes y que vean que no nos controlan hay que hacer las cosas bien empecemos de nuevo formen su familia de la manera adecuada -de qué hablas, nos mira algo extraño demostrando que trama algo -qué sucede Fred cuestiona Leo -bueno se me ocurre que deberían casarse, sí cásense unan sus vidas esa absurda ley que no permite el amor no debería de existir -estás bromeando Fred eso va más allá de lo que podemos hacer -a qué le tienes miedo ya desobedeciste una otra más no hará daño ustedes deben ser libre de elegir a quién le entrega su corazón -es una locura -pero es perfecto Mia va en contra de todo, rompe la ley del Mandatus, te casarías conmigo sí te lo pido pregunta emocionado -lo harías, piénsalo empezaríamos desde cero, que dices yo quiero casarme contigo estás dispuesta porque yo lo estoy -aceptaría una y otra vez si así me lo pidieras, si quiero, me quiero casar contigo, esto dará un giro a todo es un inicio nuevo por fin llegaré al que mi padre creía era mi hogar estoy asustada por todo lo que viene pero se irá como lo ha hecho siempre en este momento no hace falta nada.

Fred invita a su amigo Cleip un hombre canoso alto y robusto él es el ministro de Brastomville se ofreció porque sabía que este paso era uno muy importante y como Fred él también está en contra de las leyes se había convencido de que nosotros éramos especiales dijo tener esperanza cuando nos conoció que éramos diferentes, una semana después esa posibilidad se volvió real, fue una tarde hermosa con el sol metiéndose y la mesa repleta de comida, yo lucía un hermoso vestido blanco de flores amarillas en un costado, era de la esposa de Fred, bajo los escalones a la sala y Leo me espera con un traje negro, corbata azul, camisa blanca y zapatos elegantes -me recuerdan a cuando yo me casé, tal vez Bivian y yo no estuviéramos juntos por nuestros méritos pero tratamos de vivir de la mejor manera -si ella estuviera aquí estaría orgullosa de ti, el jardín de Fred estaba adornado con flores y una mesa en el centro y Cleip parado detrás, Fred a un lado esperándonos, nos acercamos tomados de la mano -hoy estamos aquí con la única voluntad que Dios ha dado a los hombres, la libertad, no importa cuánto lo nieguen nosotros creamos nuestros caminos, para este amor que ha crecido y ha dejado huella no creo que haya una ley que lo impida, cualquier cosa comparada será banal y vaga en estos momentos, en este lugar sagrado donde se entregan sus corazones se miraran a los ojos y dirán sus palabras, un voto solemne que mostrara su amor.

–Leo cuando tus ojos me miraron ese día, entendí algo muy importante, todo esto es más grande que nosotros, el cielo puede caer a pedazos pero no importa, las estrellas seguirán ahí, no cambiaran, todas la noches me siento protegida, todos los días me vuelvo más valiente, solo tú me puedes dar ese amor que necesito, te prometo ser fuerte, enfrentar mis miedos, luchar a tu lado y sobrevivir, porque mi corazón hecho de hierro solido te pertenece, pero más que nada te prometo amarte hasta que mi cuerpo se quede sin vida, mis pulmones sin aire y mi corazón deje de latir y aun así más haya seguirá siendo mi amor solo para ti.

–Mia, no era mi intención lastimarte aquel día, hubiera preferido morir, pero es inevitable no guardar las apariencias, has logrado que mi cuerpo tiemble, has llenado mi interior con paz y libertad, aquellas estrellas que dices siempre estarán son testigos del amor que te tengo, del que siempre te tuve y siempre te tendré, hoy reparo mis errores, este soy realmente yo, Te prometo que seré aún más fuerte que voy a luchar por ti y contigo que mantendré a nuestro hijo a salvo y sobreviviremos porque mi corazón te pertenece prometo que te amaré en esta vida y después de la muerte.

-Ahora puedo preguntar si los dos están de acuerdo y aceptan este compromiso de por vida -yo lo estoy -claro que aceptó -la más pequeña marca deja un rastro en el destino y se forja para no ser borrada, establecemos entonces nuestra propia ley, yo los declaro marido y mujer, ahora pueden sellar con un beso, no es suficiente decir que estoy maravillada y que ha sido una experiencia única -tengo que mostrarte algo vamos, toma mi mano y me arrastra por el bosque, cuando casi llegamos venda mis ojos y me guía para no tropezar -espera un poco sí -qué tramas, me quita la venda y dice -está bien puedes mirar, vaya sorpresa es una hermosa casa justo en un campo rodeado de montañas al final de la Colina hay un pequeño lago, es de color blanca y con un jardín lleno de flores -aquí es donde comenzaremos nuestras vidas, ya somos una familia, te amo Mia, -yo también Leo.

Creo este es el mejor momento hasta ahora, pero como de costumbre empiezo a sentir que en el fondo aun siendo tan fuerte soy vulnerable, porque vivimos en mundo cruel, en donde debemos escondernos para estar juntos y sé que la misma vida le tocara a mi hijo si no hago algo, que este pequeño tendrá la misma suerte que nosotros si nos quedamos sin hacer nada, eso es lo que más temo, que pague de lo que no tiene culpa, de errores que no cometió, no quiero que viva esa vida.

A pesar de todo lo malo, somos felices, los días se han convertido en semanas y las semanas en meses, la primera vez que lo tuve en brazos fue hermoso, sentir sus manitas delicadas tocar mi rostro, es como una caricia en el alma que nadie podría imaginarse hasta que lo vives tú mismo, te sientes tan viva, tan llena de amor, que no cambiarias nada de lo que sucede, constantemente aprendo a ser mejor persona, a ser madre aun con mi corta edad, están fácil llegar a amarlo, estando con el somos uno, nada va a detener esto, no van a quitarnos la felicidad, tan pronto como lo vi, me enamore de el al instante y supe que lo iba a proteger de cualquier cosa, que nada me apartaría de su pequeño cuerpecito y que nunca le faltaría nada.

Le dimos el nombre de mi padre, Braitle, Leo estuvo de acuerdo porque sabe que así me quedaría más tranquila sabiendo que me lo recordaría a menudo, su cabello castaño y algo obscuro, liso y perfecto, se parece mucho a papa, tiene sus ojos, es increíble cómo pasa de largo el tiempo, más rápido que hoy y que ayer, ya das sus primeros pasos, se ríe de tonterías junto a nosotros cuando nos ve, pero el temor no se ha ido, en las noches siento escalofríos, pero ataca más profundo en esas ocasiones que no sabes si dios lo dejara contigo o se lo llevara.

Como esa madrugada que para mí fue la más larga de mi vida esa ocasión que fue un poco frustrante ya que Braitle no dejaba de llorar, es insoportable verlo de esa manera, adolorido sin poder acudir a un hospital, con el temor de ser descubiertos, me siento nerviosa viene a mí una ansiedad que dejaba recaer en Leo, sé que no estoy preparada, pero logro enfrentarlo, mi padre siempre me lo dijo, firme hasta en la más dura prueba mantén la cabeza en alto y no te dejes vencer.

Leo no deja de caminar de un lado a otro, yo intento calmarlo, Frederick baja las escaleras, se ha quedado en casa porque ya era muy tarde y terminábamos un juego de mesa que Fred guardaba -que pasa pregunta mientras se talla los ojos y bosteza, -no para de llorar, no sabemos que tiene, se ve irritado, -saben que lo llevaremos con Hald, ella es la enfermera que me reviso, bueno lo fue hace mucho tiempo, tuvo que dejarlo por su enfermedad -ella nos ayudara, se los aseguro, -no es arriesgado, -y que si lo es tantito, la vida de su hijo vale más -tienes razón, Frederick -es la única persona con la capacidad para hacer esto y la única que me hará ese favor.

Sabía que ayudarnos es un crimen, ya le hemos causado muchas molestias, aun así sigue con nosotros a toda costa, sin impórtale su propia seguridad, Fred nunca nos abandonó, vamos hasta su casa que está al otro lado del pueblo, tomamos el auto y Fred condujo hasta haya, al llegar toca la puerta son ya casi las dos de la mañana, en una fría madrugada que a cada segundo se vuelve más tenue como si de pronto todo se fuera a acabar -Hald, perdón por la molestia, al principio se ve enfadada pero las suplicas de Fred hacen milagros hasta para cualquier persona generosa y con un corazón como el de ella, -es algo arriesgado -vamos Morrison, ya lo has hecho -señora le prometo que nos iremos y no volveremos -se lo suplico, con la más sumisa calma que pude mostrar - está bien entren, me debes una grande -si lo que sea y besa su mejilla -eres la mejor después te invitare la cena.

Es un largo rato de angustia, pero por fin sale del cuarto, -está estable, le di antibióticos para contrarrestar el malestar, no es nada de cuidado, tendrán que arreglárselas para las medicinas, yo no puedo entregarles nada, aunque puedo darles una receta así será más fácil conseguirlas -gracias Hald -ya vallase no vaya ser que los Solders los encuentren aquí -te debo una Morrison -mi cena no se te olvide -claro que no linda, paso por ti el viernes.

Fue todo lo que supimos de ella esa noche, no la volvimos a ver, a excepción de Fred, pero estoy en deuda, por lo que hiso por mí hijo, dos meses después murió y aún sigo preguntándome si hice suficiente para pagar mi deuda. En una semana cumplo los 18 y Leo 19, no tenemos experiencia en estos casos, hace más difícil la situación de ser padres, estando tranquilos en casa, viendo como duerme, sé que todo estará bien.

Simplemente el tiempo pasa, largas horas intentando enseñarle a caminar a decir sus primeras palabras a mostrarle cómo será el mundo, que es tan peligros y tan maravilloso al mismo tiempo, le hablamos de nuestra familia, le mostramos imágenes que conservamos aun, a decir verdad, somos únicos, los tres compartimos un sentimiento que jamás se ha visto en Colbert antes, Frederick está enseñándole a cultivar y cuanto más crece, más listo es.

Ya pasaron nueve años, Braitle sabe acerca de todo, lo hemos preparado para lo peor, lo mantenemos fuerte, le enseñamos a pelear, en esos ratos cuando no aguanto las ansias y me muerdo los labios, contengo el miedo, me distraigo ayudándole para no pensar en cosas malas, Frederick le ha enseñado muchas cosas técnicas que también se medan muy bien pero él es mejor explicándolas, es fuerte como su abuelo y su corazón también está hecho de hierro.

He vivido mucho tiempo temiendo y creo que seguirá así por largos años de no encontrar una solución, por más que me esfuerzo por encontrar esperanza, por no pensar en ello, siempre vuelven a mí los sentimientos de dolor aferrándose a mi carne y dejando una herida que jamás se cerrara, intento llevarme en todo el día los mejores momentos que hemos compartido sin pensar de lleno en el peligro, sin intentar actuar de manera alterada, pero rara vez consigo parecer fuerte, intento imaginar un futuro para nosotros, al menos uno en el que sigamos vivos los tres. Después de mediodía, las camionetas de Solders recorren el perímetro buscando alborotadores, en ese tiempo de tres horas donde siempre pasamos escondidos bajo una trampilla que cerca del sendero a la carretera principal, está bien oculta por si se acercan mucho, los guardias registran la casa, pero no encuentran nada, al irse solo continuamos normalmente con nuestra vida, pero ese ticteo en el corazón sigue intacto y cada vez se acelera más.

La semana pasada cuando Braitle cumplió once años los Solders se llevaron a Frederick y no volvió, en qué momento no me di cuenta del enorme peligro que corría al estar con nosotros, debí entender que siempre hemos sido una bomba de tiempo y que explotaremos en cualquier instante.

            
            

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