Capítulo 8 Capitulo 8 - Batalla en Brotquis

Amanece con el sol radiante en las ventas de las camionetas, recuesto mi cabeza en el hombro de Leo y el me acomoda los cabellos que se me han ido a la cara, estamos llegando al campamento y noto que todo está en silencio, Elmec a punta de tiro con su arma sostenida muy cerca de su mejilla y el ojo puesto en la mira, subimos con cuidad al techo sin causar ruido que alerte a los demás, del otro lado de la valla ay un grupo de Solders merodeando -Zack, baja y lleva a Tobías, denle esto a Cheise que intercomunique las líneas, frecuencia 6.

5 -enseguida Mia -hay alguna novedad Elmec -llevan toda la noche rodeando los alrededores, se han acercado pero solo hablan y hablan -los quiero listos para atacar, alguien me pregunta -que pasa si se acercan -pues disparen, escuchen se lo difícil que será para algunos, conocen a muchos de ellos, se también que como nosotros ellos tienen algo de inocencia, pero son nuestras vidas y es más importante mantener a salvo a todos aquí, no es un acto de maldad, sino uno de supervivencia, créanme cuando les digo que si ellos los encuentran no dudaran en disparar, sus órdenes son claras -escuadrón ya la oyeron, así que preparen sus armas, grita Elmec -yo estoy con ella, quien de ustedes no lo está, menciona la comandante -los que no es hora de que se retiren, esto es una guerra muchachos más vale que tomen una decisión, saben que apoyarme es un crimen, sin embargo con eso claro siguen mis órdenes, piensan en mi como una líder, yo jamás he sabido dirigir un ejército, mi papá solo me enseñó a pelear, no me dijo que llegaría tan lejos, soy solo una simple chica que busca un mejor futuro para sus hijos.

Los vigías se retiran poco después, sus intentos fallidos por penetrar el bosque que nos rodea están agotándolos, aquí donde estamos es un viejo edificio en ruinas con una fortaleza de enredaderas y espinas que nos mantiene a salvo rodeada de un bosque, estoy segura que volverán, que me buscaran por todos lados, que no se detendrán, trabajan para una mujer testaruda y terca que no parara ante nada hasta verme morir, hasta que el mundo regrese a cumplir las leyes impuestas, obstinada con gobernar y ser tan poderosa como los doce, solo le basta con intimidar a un mundo ingenuo, sacrificando a muchas personas y su libertad, el derecho a elegir solo para conseguir su más grande deseo.

Bajamos a los poco minutos después, el sol brilla ya con una intensidad que su luz encandila, se han despertado los demás, salen de a poco hacia el exterior porque algunos de ellos ya tienen tareas asignadas como buscar comida y conseguir agua, lavar las prendas y atender a los más jóvenes mi hijo sale y al verme se tira hacia mí, me grita desde lejos y corre a abrazarme -mamá, esas palabras me dan tanta alegría, -te dije que estaría bien cierto -lo sé pero en verdad me asuste -no te preocupes ahora estoy aquí contigo -gracias mamá por cumplir tu promesa, Cheise se acerca, me abraza y dice -me alegro que estén bien, no sabes lo que nos preocupamos, ya eres parte de la familia -en qué momento te volviste tan gentil hacia mí -anoche creo, hace una broma absurda que me saca una sonrisa no lo conozco demasiado pero Leo y Thaber confían en él, además como él lo dice, es parte de mi familia ahora y nosotros nos cuidamos unos a otros, es divertido y ve los lados buenos de los momentos -oye niña, oigo detrás de mí -yo soy el jefe, ahora sí seguirás mi reglas -ni lo sueñes y me abraza tan fuerte que siento como sus músculos me magullan mi cuerpo delgado y ahora frágil debido a las condiciones en las que estaba, tengo moretones en todos lados y una pequeña herida en el brazo derecho que aún no sana, mis ojos a veces parecen perdidos y me siento tan mal que después de saludar a mi padre y escuchar las tonterías de Elmec diciéndole la envidia que siente de que tenga una hija así mientras todos sonríen y se burlan diciendo que no fuera a llorar, siento como se me nublan los ojos veo borroso, el techo me marea, no recuerdo nada más. Sé que últimamente hemos pasado cosas terribles la situación no ha sido favorable en lo absoluto, la vida, las reglas, el régimen nos ha cambiado; ha vuelto a este grupo de personas mi familia y al final después de este sacrificio y de haber luchado manteniéndome firme una parte de mí se ha quebrantado y mi cuerpo está consciente; abro lentamente mis ojos dejando tensas las manos veo a medias, vuelvo la mirada a mi alrededor y distingo que tengo un tubito transparente encajado en mi ante brazo y la parte superior con vendajes, me he mareado un par de veces desde que desperté, veo a Leo sentado apoyando la cabeza sobre uno de sus brazos y con el otro sostiene mi mano, justo al lado de donde estoy recostada, es una especie de camilla de hospital, las sabanas son suaves y de un color crema claro, tiene sus ojos cerrados y al parecer ha pasado la noche aquí, hago un sonido raro con mi garganta que está un poco seca y él se despierta -hola mi amor quieres un poco de agua, has podido descansar -sólo un poco mi voz esta ronca y es difícil pronunciar palabras sin que me raspe la garganta -cuanto eh estado aquí -dos días -que ha pasado todos están bien -si no hay peligro y Braitle está bien, no ha querido moverse pero insistí en que te trajera comida y Black se lo llevó a prepararla, vendrá en poco tiempo, Mía descansa debes recuperarte de lo que pasó -qué es esto, señaló al tubito que cuelga de una bolsa transparente, en un postecito de metal junto a la cama -es anestésico para el dolor Estiben te curo y me dijo que eso te relajaría -quiero hablar con él puedes traerlo -sí, sé que el estudio medicina mientras estuvo en Davilon y no sé qué le habrá dicho a Leo pero no puedo permitir que le dé la noticia de mi embarazo por ningún motivo, yo soy quién debo decirle necesito ver su expresión de alegría antes de su esfuerzo y necesidad de mantenerme a salvo -puedes dejarnos solos amor quiero hacer una pregunta importante -es un secreto entre ustedes dos -no quiero que me malinterpretes es solo que tengo algunas preguntas adicionales que no puedo compartirte, Esteban sonríe -vamos Leo yo la cuidaré además es hora de que salgas Cheise está buscándote, no te preocupes, sale un poco consternado pero sin pelear -se lo que preguntaras no merezco ese derecho, por la medicina no debes preocuparte me aseguré de que no te haga mal -gracias -debes decírselo, no creo que nos quede mucho tiempo hasta que ella venga, disfruta de la noche porque puede que sea la última en paz que veamos.

Sus palabras quedan suspendidas en el tiempo y creo que es verdad lo que me dices, puedo imaginarme en mi mente que ella vendrá y que será capaz de cualquier cosa, así que después de que se va sigo pensando en cómo hacerlo, como decirle, porque me atormenta la idea de que no quiera que yo luche sigo así un buen rato hasta que me quedo dormida y las pesadillas me invaden, siento de nuevo los golpes de los guardias y su rostro mirándome firmemente, veo a aquellos niños y a los hombres que están a mi alrededor muertos, me pasmo ante sus cadáveres que están llenos de sangre, hay algunos a los cuales no les reconozco el rostro, miro detenidamente a todas partes pero solo hay cuerpos y más cuerpos, cuando por fin llego al final del sendero del bosque en el cual me encuentro caminando, veo que ellos están ahí, Leo, Braitle, papá, todos los demás, sin vida y todo gracias a mí, siento una culpa grande de la cual no puedo escapar, me detengo a llorar, después de ver el rostro de mi hijo, despierto y solo sigo llorando, si algo pasa será culpa mía, si mueren no me lo perdonaría. Ya está obscureciendo y me doy cuenta de que no debo dejarlo pasar, será una noche en calma y sobre este tiempo limitado podemos reír un poco, convivir con los cientos de niños, jóvenes, hombres y mujeres refugiados que hacen una fogata pequeña en el centro de todo el campamento, puedo ver cómo las cosas están regresando a ser como eran antes, salgo hacia donde están ya he descansado lo suficiente y quiero unirme a ellos sobre todo para poder platicar con Leo, me detengo en un pequeño montículo y me sostengo con la mano, estoy estática mientras los recuerdos y su voz me invaden, susurra mi nombre y me llevan a 24 años atrás, suena familiar y estoy segura de que también la he escuchado durante el tiempo en que estuve en las celdas -Mía, Mía susurra -no te alejes, veo como sus labios se mueven y lo hermosa que es, después giro y a mi lado encuentro a Owen que parece alegre de haberme alcanzado, toma mi mano tropiezo y él me sostiene, entonces vuelvo a sus ojos -adelante estará segura conmigo, me remonta a ese día cuando escuche a mi padre por primera vez decir las palabras "tu corazón es fuerte porque está hecho de hierro sólido" reaccionó y veo de reojo hacia dónde se encuentra, me acercó lentamente y le pido que hablemos a solas, en este momento tengo muchísimas preguntas y un shock me para por completo el corazón -papá puedes venir un momento necesito que hablemos, nos alejamos del resto y es entonces cuando puedo hacerle saber mis dudas, confió mucho en que me ayude a resolver mis sentimientos, gracias a él soy la persona que se encuentra en pie -puedo preguntar qué piensas acerca de esto, estamos en lo correcto, asiente moviendo la cabeza -no es por esto que querías hablar, eh visto tu mirada sabía que algún día tendría que decirte lo que sucedió, ya no quiero mentirte, ni poner excusas vacías por lo que hice, mereces la verdad, sí al terminar encuentras motivos para juzgarme o para odiarme no te reprochare sólo hazlo, lo merezco tienes todo el derecho. Cuando sucedió tu tenía 3 años y Owen cumplía 9, vivíamos lejos de las ciudadelas ocultos tras los túneles de las montañas más allá de la frontera donde los doce residen en sus lujosas mansiones y la ciudad brilla en las noches con las miles de luces despampanantes, uno de los poblados más ricos de Colbert, tu madre y yo vivimos en las mejores condiciones económicas que cualquiera de los más pobres, solo nos faltaba una cosa, que nos dejaran escoger, escape con tu mamá debido a las estúpidas reglas, construí una casa para los dos, el día que todo pasó ella sonreía, aun la recuerdo esa hermosa sonrisa que llevo años extrañando, caminamos por el bosque cubierto de nieve los cuatro, recuerdo que arrancaste una flor del suelo y la mirabas sin parar, después se la diste a tu mamá -cómo se llamaba ella -Alister su nombre era a Alister, me doy cuenta de que era el mismo nombre de aquella mujer en la celda por la que le iba a poner su nombre a mi bebé en su honor, ella me apoyo en un momento en donde no tenía a nadie, cuando estaba decaída y apunto de morir esta enfermera entro y me dijo algo que no olvidare, jamás te rindas ni viendo una batalla perdida, ni contra las cuerdas jamás dejes de luchar -se acercaron tan rápido que fue imposible huir, sus camionetas nos rodearon vigías de Colbert, con ellos Ana, réplica -ella era joven imponente de unos 20 años, su padre es uno de los doce; aunque no lo creas Alister siempre estuvo en paz con su hermana pero de Ana no puedo decir lo mismo, hicimos todo lo que pudimos para protegerlos cuando nos capturaron Ana ordenó a dos vigías que se la llevaran, la arrastraron por el bosque mientras yo no podía hacer nada, forceje una y otra vez pero no logré zafarme, Ana solo sonreía, los miraba a ustedes con recelo, sólo quería que los soltaran, me ofreció un trato al que no pude negarme, firme con ella un contrato para evitar que ustedes murieran, recuerdo sus palabras muy claras en mi mente -decídete en este momento o disparó -cómo lo soportaste, como soportarte todo esto -gracias a ti y a Owen, pero tú ya lo sabías no, que Ana no era tu madre -lo supe en aquel entonces cuando llegué al Davilon, Ana regularmente no me visitaba y el día que lo hizo vi su verdadero rostro, solté lágrimas de alivio quise abrazarla pero ella me detuvo -no me toques eso fue lo que me dijo -de ahora en adelante estás bajo mis órdenes no tendré que fingir o tocarte, no lo comprendía hasta que su discurso me rompió la poca fe que tenía en ella -yo no soy tu madre ella está muerta todo gracias a ti, debes sufrir tanto como ella, le supliqué que guardar silencio pero siguió, siguió una y otra vez -nunca, voy a recordártelo cada segundo de tu vida, así sabrás que no tendrás ninguna oportunidad de sobrevivir porque te mataré como lo hice con ella, será mejor que por el momento estés de mi lado, quería correr esconderme y salir de ahí fue duro verla todos los días y sólo poder repetir «sí señora» después de eso te juro que la odie, enserio la odie, como una persona sin remordimiento alguno tiende a vivir de esta manera, me dijo que nunca saldría, que me detestaba, que nunca me amo, pensé que tenía algún defecto porque sólo quería a Owen cerca, me pregunto porque la siguió durante tantos años -ha sufrido hija y mucho, Owen ha callado sus sentimientos durante tanto tiempo para protegerte, -se lo que hizo cómo se entregó a ella para que yo pudiera vivir se sacrificó por mí -fue la condición que Ana le puso, con tal de no convertirte en alguien como ella -estuvo al pendiente de mí siempre, solo quiero saber porque lo hizo, porque a nosotros -todo esto es para castigarme por elegir a tu madre en su lugar, no se quedó tranquila convenció a su padre para que me eligiera para ella, por eso hui, te pareces tanto a Alister, se la recuerdas y eso la pone furiosa -esto es por ella papá, para su beneficio, tiene un objetivo claro, no ve más allá de su ego y del poder, eso es lo que la motiva -hija disfruta el tiempo que queda antes de que inicie la guerra, mira a tu alrededor, los vez, sus rostros, vez lo felices que están de saber que no hay más prisión en su vida, que no hay leyes que los impongan, se queda unos minutos en silencio mirándome -te noto algo diferente -papá estoy embarazada, aun no se lo he contado a Leo, he estado esperando el momento justo y paceré que no llega, peleare no importa lo que pase -eres muy valiente pero que te impide decírselo -creo que tengo miedo, mi fuerza se fue por los suelos -más vale que lo hagas, esto le traerá fe, la cual siempre gana cualquier batalla, es saber que existe esperanza, ve con él y por esta noche olvídate de todo y disfruta de tu libertad -gracias papá.

Voy directo hacia el con una sonrisa y lo beso en la mejilla es posible que, si le cuento, este en una situación muy complicada, feliz y triste al mismo tiempo -que pasa amor, me mira inquieto -tengo que hablar contigo -primero tu padre y ahora yo, que te traes entre manos -anda solo ven -espera amor deja que Trabis termine la historia si -anda la escucharas luego, es importante vamos -está bien, comencé una charla poco usual, tonterías de cuando vivimos en el bosque pero luego de un rato ya no puedo fingir mas -que pasa Mia, algo te preocupa, acaso es grabe, te noto muy seria amor, que está ocurriendo -no es eso, simplemente tenía ganas de hablar, es que, ay... debo juntar el valor necesario -vamos amor que pasa, te conozco, tiene algo, dime la verdad, recuerdas no, ya no mentir jamás -no es una mentira y tampoco estoy tratando de ocultarlo es solo que tengo miedo -pues dilo entonces entre más rápido me lo digas mejor será -estoy embarazada, así es tendremos otro hijo, en realidad es una niña, se queda en silencio, solo mirándome, no sé qué hacer, no reacciona -bromeas, me abraza fuerte y da varias vueltas mientras me sostiene de la cintura y me besa -es increíble, te amo lo sabes no -yo también -Braitle debe saber esto -aún no se lo digo quieres hacer el honor -si claro, Braitle ven -que pasa papá -no sabes la noticia que acaba de darme tu madre, te interesa conocerla campeón -si dímela papá -tendrás una hermanita que te parece -eso es genial, es cierto mamá -muy cierto cariño -mamá no sabes que feliz me siento, prometo que la cuidare como papá nos ha cuidado -mi niño valiente, estoy orgullosa de ti -estoy preocupado mi amor, el riesgo que corres es muy grande -no digas nada, tú sabes que no importa eso, estarás ahí y me protegerás, cuidare de ella pero no dejare de luchar -a que costo -el precio que sea, mi vida si es necesario -lo sé y no te detendré, estaremos bien.

Es ahí donde te das cuenta de lo grande que es la fortaleza de una persona, de como un pequeño momento lo cambia todo, somos libres, aunque sea por un instante, nos vamos a dormir con una sonrisa ahogada en angustia, tenemos que descansar porque no sabemos cuánto nos dure, se avecina una guerra y será difícil, no solo para mí, sino para todos aquellos que han decidido seguirme.

Son las cuatro con veintiséis minutos, no puedo dormir, el techo es lo único que veo antes de escuchar el sonido ensordecedor de las bombas al tronar en la barrera, unos minutos más tarde se hacen presentes las balas, se lo que significa, me levanto de golpe, Leo ya está de pie preparándose, me dirijo al cuarto de monitoreo -Mia hay vigías en todas partes, están lanzando muchas bombas -quien revelo nuestra ubicación -Marc y su equipo se fueron por provisiones, su camioneta esta al costado pero ellos no -y nadie me aviso -dijo que ya lo sabias, que te dijo anoche que ya no quedaba comida -yo no lo autorice, tenemos tiempo de sacar a todos -están a unos metros, creo que serán unos veinticinco minutos para que lleguen -bien preparen a los niños que Astrid los lleve a donde acordamos, todos los demás nos quedaremos a pelear, equipo 6 y 7 los quiero en los laterales -son demasiados Mia -Elmec, tú y mi padre no dejen el techo, mandare al equipo 1 y 2 para apoyarlos retrásenlos lo más que puedan -entendido -Martha encárgate quieres -iré a preparar las armas -Cheise no quiero que te muevas de aquí, tú y Estiben manténganme informada si -claro Mia -estas lista amor -sí, me toma de la mano y siento que no me dejara ir -te mantendré a salvo, a ambas -equipos 3, 4 y 5 me copian -adelante -necesito que le den tiempo de escapar a Astrid cúbranlos todo lo que puedan, equipo ocho conmigo al frente -vamos para allá, estamos al pie de la estructura con las armas listas, si es necesario atacaremos, por estos jóvenes y niños inocentes, sus vidas dependen de nosotros.

            
            

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