La Puerta a Ezcae´z - Nunca Sabrás Cual es la Entrada y Cual es la Salida Capítulo 6 Capitulo 6 - El Renacer Del Caído
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Después de varios días de ver a mis amigos estar en peligro, ser encerrados y no poder hacer nada trate de enfocar mi mente en algo más pero solo logre empeorar la situación y ver otra clase de problema, escuche su nombre cuando divagaba en su memoria al verla frente a un puñado de árboles era como si la conociera pero no tenía idea de quien era, «Mitna» se adentra en un bosque, detrás de un castillo hermoso prepara un conjuro que dice es para liberar a su padre, durante los últimos trece años estuvo creándolo, mejorando su habilidad, esperaba después de sus miles de intentos fallidos llegar a
l final con algo más poderoso que el hechizo mismo de la reina Esmeralda, así que va hacia allá, a donde la obscuridad puede tornarse roja o cristalina, a donde la luz llena hasta el más mínimo rincón, protegido y lleno de magia.
Según Sofia se llama el bosque del olvido, donde se encuentran un sin número de almas, los entes perdidos que vagan por ahí, no son más que espíritus profundos con luz, allá en lo más profundo, en el centro de todo este bosque se encuentra un árbol grande, el árbol de virtud, con hojas de color blanco pintadas de rojo que destellan pequeñas luces de cristal, un florecer particular de donde emanan pequeños diamantes dorados, ahí es donde se encuentra retenido un hechicero tan poderoso que practica la magia obscura.
-Mi señor, replica -este día saldrá de su prisión, su venganza por fin se realizara, juntos gobernaremos, juntos seremos invencible, comienza con palabras algo confusas y después esparció un bruma negra de una pequeña caja que lleva a todos lados -Anomost Camiti Dotons Acronimiu, salga mi gran mago realice lo que tanto desea, aquí me tiene para cumplir con su maleficio guíeme, vuelva a reinar, renazca de las cenizas como cualquier fénix, su voz la escucharan todos, no abra nadie que no se pose ante sus pies o gran señor su trono espera.
De pronto aquella sombra que permaneció oculta durante tanto tiempo despertó, recuperando toda su energía, sus poderes volvieron y su sed de venganza era ahora más grande, apoderarse de Ezcae´z es su único objetivo, sin el rey ni la reina sería más fácil controlarlo, tomo un ejército que Mitna creo para él, se dirigió hacia el castillo, invadió con sus tropas el reino de Rameity, he hizo que sus sombras se esparcieran en los ocho reinos, infligiendo temor en cada rincón de Ezcae´z, buscándome, ahora tenía en sus mano a varios de los pueblos.
-padre, ha vuelto, la princesa regreso, déjame esta misión yo la buscare, es mi tarea, voy a matarla y a todos sus amigos que han venido con ella -no es necesario, ella vendrá a mí, sabe la verdad, querrá ver a sus padres, esperare veras que vendrá, -pero padre, -no me cuestiones, la agrede con una bofetada, -yo sé lo que hago
Despierto asustada gritando y mi rostro está lleno de sudor, estoy temblando y mi respiración se acelera, -el regreso, sabe que estoy aquí, -quien regreso, Melany no hay nadie aquí -sus ojos es el - ¿Quién princesa? -no lo sé pero me quiere a mi -fue un sueño amor, Sofia esta empeorando llegaremos pronto -falta poco para llegar a Darstem de ahí son un par de días de camino -eso no lo va detener incluso un grupo de sombras se dirige a mí, están registrando el reino, los guiara hasta donde me encuentro, sé que lo hace para que yo vaya hacia él, para que lo busque, pero yo no le he hecho nada -si es quien temo, no habra lugar seguro, debemos darnos prisa.
El pueblo de Darstem es impresionante me toma por sorpresa, ellos me reciben alegremente, todos me saludan, se inclinan ante nosotros, Sofía pasa diciendo -la princesa, ha regresado salgan todos, vengan ha vuelto la princesa Melany, sorprendidos por mi regreso aplauden cortésmente, que le voy a hacer Sofía que esta tan entusiasmada, esa hada bribona que sonríe de vez en cuando grita muy alto a todos que yo he vuelto, no sé qué pensar aún no sé quién soy o lo que debo hacer, no sé qué me pasa, ni si mis sueños tienen que ver con algo o alguien en particular, si es verdad o si estoy en peligro si mis amigos lo están, pero ella ya ha causado que este pueblo sonría que tengan esperanza, pero no me siento lo suficientemente valiente como para proteger a esta gente.
-Creo que la callare, dice Vanesa algo frustrada - calma, solo esta... -gritando -bueno amenos es entusiasta -que no se supone que debemos pasar desapercibidos -no creo que tengamos que ocultarnos de esta gente.
Sonreímos por un momento entre nosotros, caminamos hasta un gran castillo de cristal columnas gigantes y una puerta con las talladuras de flores en el centro ocho lunas divididas por una flor, estoy ante el rey quien al saber de mi decide alojarnos por un día he iniciar en mi honor una fiesta para celebrar nuestro retorno, aquí es maravilloso, en toda mi vida nunca tuve tantas aventuras como las que en este momento estoy viviendo, siempre creí por un instante guau esto es mágico, no es posible he sido una huérfana abandonada y segundos más tarde tengo dos familia, qué más puedo pedir. Me dicen que este es el pueblo de las estrellas me parece que son especiales, espera tengo un dejabu, acabo de recordar ciertas cosas, será que yo ya he estado aquí, había escuchado antes sobre este lugar pero en donde, en donde, tengo que averiguar de qué me es familiar. Brillan y es tan espectacular, es en realidad muy mágico, ese brillo refleja sus sentimientos, aquí todos lucen jóvenes casi de mi edad, hasta ahora no he visto a nadie que sobrepase los veinticinco años, es extraño, no hay ancianos, solo jóvenes y niños -que le parece su alteza, se acerca el rey cuestionando si la fiesta es de mi agrado, él es un hombre de mediana estatura, con barba y pelo rojizo, ojos marrones y tez clara -la música es perfecta su majestad, -parece que el príncipe Jack y su amiga se divierten, el baila y sonríe -sí, gracias su majestad por permitir que estemos aquí, entiendo que es un gran riesgo y en definitiva se lo agradezco -es un placer su alteza, lo haría hasta con los ojos cerrados y mis manos atadas, algún día usted como yo gobernara como reina y entenderá la importancia de ser valiente y amable con su pueblo, entonces mirara al frente y será capaz de ver por los otro antes que por usted misma, esa es la lealtad de un rey eso es por lo que nos permitimos actos de bondad, porque un rey no demanda, un rey tiene fe en su pueblo y en sus decisiones -tiene razón aunque no sé si algún día seré suficientemente capaz para llevar una corona que no me pertenece -es de sangre real su alteza, eso se lleva en el corazón y la dignidad de una corona es el valor que usted demuestre a mí me parece que está llena con ese don, solo téngalo en cuenta -lo tendré presente majestad una vez más gracias, solo sonríe, me mira mientras yo platico con las personas a mi alrededor, de verdad piensa que tanto Jack como yo somos sus príncipes que venimos de este lugar y que lucharemos por ellos, hasta yo ya estoy comenzando a crearlo, Jack me toma de la mano y hace que me pare a bailar, normalmente no lo hago en frente de los demás, pero esta ocasión es especial en medio de esa fogata y con estas personas que son agradables y divertidas no puedo negarme, puedo hacer una excepción, no conocí gente así jamás, una de las estrellas empieza a hablar fuerte de entre la multitud, paseándose mientras conversa junto a todos los que estamos ahí, con un tono de suspenso, algo tétrico si lo pienso, escalofriante de hecho, cuenta una historia de su pueblo, tal vez quiere que nosotros entendamos cuán grande es su responsabilidad en este mundo, porque se unen para sobrevivir o la manera en que apoyan y esa bondad que los define. Comienza con una frase muy conocida, como los cuentos infantiles
-había una vez en un tiempo cercano a este y lejano a los otros, en una región oculta más allá de un mar y rio extenso, yace un reino entre las sombras, un octavo es coronado al final de un crudo invierno de guerras constantes, viviendo en la profundidad sus tierras inician más allá de la playa de Pometen, las lejanas montañas oscuras de Espayliat, despierto solo para cambiar las cosas, nosotros siempre nos consideramos sus amigos, tomaron nuestra fe para doblegarnos y la convirtieron en odio, cuando solo queríamos compartir nuestra felicidad con ellos, llenos de envidia, rencor y maldad fingieron retribuirnos con los mismos sentimientos pero ellos no pertenece al mundo de los vivos, son sombras sin cuerpo, en una obscura noche que ilumina su luna blanca seden ante el mal, querían tomar vida de otros seres, pensándonos vulnerables trataron de asesinarnos y tomar nuestro lugar, el rey Edward y el rey Jemes se unieron para desterrarlos, habían llegado demasiado lejos arrebatándonos nuestro brillo para un solo propósito destruir a Ezcae´z, pero aún quedaba esperanza en nuestro pueblo, dimos para ellos nuestra última oportunidad y les otorgamos una luz para guiar su camino, sin saber que ellos tenían una sorpresa para nosotros, nos embarcamos en un viaje a las tierras de nuestro enemigo no lo pudimos vencer, aprisionaron a la reina y la mataron frente a su hijo la hicieron desvanecerse hasta pertenecer a ellos, Elidas estaba furioso le quitaron a su esposa, mando traer un ejército para acabar con ellos, pero tan solo son almas, no pueden ser destruidos, así que acabaron con las tropas, uno por uno dieron su vida para proteger a su rey, el cual murió en la batalla también, el príncipe Bartemis no arriesgaría más hombres, su padre y su madre habían muerto así que pidió a una estrella del cielo que bajara a ayudarlos, solo ella tenía la magia suficiente para regresarlos a la obscuridad, la estrella dorada reina de las estrellas en el cielo, Omilus cumplió su promesa, bajo he hiso un pacto con el príncipe, solo si dejaba que viviera en su mundo ella les traería paz, estaba dispuesta a renunciar a su otra vida con tal de estar en la tierra, solo una estrella en el cielo tiene la luz para acabar con las sombras, Bartemis acepto, el brillo que la estrella alcanzo, era tan poderoso como cientos de hechiceros juntos, así el príncipe pidió su deseo, que ayudara a alejar el mal que corrompía su pueblo, llevando a las sombras a donde pertenecen, a su hogar en las tinieblas, libéralos para que encontraran la paz y no volvieran a este mundo.
Su deseo se esparció entre su reino, las montañas obscuras quedaron vacías y jamás fue habitado de nuevo, solitario y silencioso aún está ahí, esperando volver a vida, Bartemis se casó con la reina Omilus, por el gran acto de fe que hizo la dejo quedarse a su lado, después de muchos años nació Dalia, la pequeña estrella dorada que hoy miramos en el cielo y que se dice que como su madre ella también traerá paz.
La historia que conto es hermosa, en ninguna parte he escuchado alguna como esta, después de acabar solo seguimos festejando, estoy mirando a Jack y noto que está feliz, esos momento en los cuales de repente lo veo sonreír hacen que me olvide un poco de la realidad y que quiera conservarlos para siempre, llega de sorpresa sin avisar sale del cielo una enorme bola de fuego cae justo frente a nosotros haciendo arder aún más las brasas de la fogata, estoy paralizada cerca de alguien que está ahí, su cuerpo se prende en llamas y grita desesperado al no poder zafarse del fuego, intento reaccionar pero la escena es un poco fuerte que me tiene en shock, el fuego se extiende y cada vez es más difícil de sofocarlo, Jack me ve he intenta moverme pero aún sigo atónita -Melany hay que irnos, Melany, escucho decir, cuando por fin logro despegar mis pies del suelo, corro solo corro, Bartemis nos lleva al castillo lo más rápido que puede, mientras nos defiende de los ataques con sus poderes, Vanesa junto una rama, un pequeña bolita de fuego viene hacia nosotros -cuidado Mel, grita para alertarme, la lanza hacia uno de los hombre que flotan
-corran vamos, tienen que llegar a mi castillo, dice Bartemis apresurándonos
-vamos Mel
-pero no podemos abandonarlos, miro a aquellas personas que están sufriendo, no puedo hacerles esto -no podemos, por favor no quiero dejarlos, le repito una y otra vez
-Mel no hay tiempo, vámonos, mis ojos se encuentran firmemente clavados en las personas que no pueden salir del fuego, tratan de protegernos, nosotros solo tratamos de huir, no es justo, miro las cenizas esparcirse entre los cuerpos sin vida que están tendidos en el suelo de este campo, veo a estos soldados, a estas personas pelear contra un poder incontenible, solo para que nosotros podamos escapar, quiero regresar a ayudarlos hacer cualquier cosa para que esto pare, me niego a abandonar esta gente que se está sacrificando por mí, aunque no entiendo cuál es el motivo de que lo hagan, en verdad no creo ser tan especial, el rey nos apresura hasta un refugio en el castillo, una entrada que da a la parte trasera, repite una y otra vez que nos vayamos que ellos estarán bien, dos de sus guardias nos acompañan
-vayan por ahí saldrán a salvo, mis guardias los acompañaran
-pero ustedes, que pasara con ustedes, digo un poco asustada mis manos tiemblan, aun veo en mi a esa chica, no dejare que nadie sufra por mí, no puedo hacer eso
-ahora no es el momento, nosotros estaremos bien su alteza, lo tenemos controlado, no son demasiados, ya hemos hecho esto antes no se preocupe, lo importante es mantenerla a salvo, vayan, no deben quedarse háganme caso estaremos bien usted está en peligro y daré mi vida si es necesario para mantenerla la suya
-no, Jack tenemos que ayudar
-vamos Mel, el rey tiene razón, no estamos a salvo aquí no sabemos cómo enfrentarlos, no estamos preparados aun, de nada serviría que nos quedáramos solo estorbaríamos
-Váyanse de aquí ya, grita el rey Bartemis, -Timoti, Jeison, vayan con ellos, su alteza salgan
-pero no podemos dejarlos, sigo insistiendo -entiéndeme no puedo abandonarlos grito de nuevo mientras me sostiene del brazo haciendo que me mueva contra mi voluntad -volveré su majestad lo prometo, los ayudare -solo confíen en mí y váyase su alteza mientras me esboza una sonrisa
-si nos quedamos no podremos hacer nada por ellos Melany, busquemos alguien que si pueda hacerlo
-Hay que llegar con su padre alteza, lo mejor es que nos apresuremos, comenta Sofía quien tampoco se esperaba algo así -es muy peligroso, tenemos que irnos
-Mel, mírame a los ojos, te prometo que cuando lleguemos le pediré al rey que mande ayuda para ellos, pero ahora tenemos que irnos
-está bien, pronuncias mis labios aunque en mi corazón aun no estoy convencida.
Corremos y corremos, mi corazón late fuerte, hecho la miranda hacia atrás y puedo observar como el fuego consumía el reino y a todas aquellas estrellas, dos sombras no siguen, mientras huimos hacia el bosque, los guardias del rey que nos protegen se quedan a medio camino luchando -sigan nos dicen una y otra vez -vamos corran nosotros los detendremos, en definitiva solo puedo correr es mi única opción escapar de este peligro incontrolable que me persigue, más ya no puedo negarlo, esto es verdaderamente real, mis pies están cansados pero siguen moviéndose, el olor del humo me está atosigando, se ha extendido a más kilómetros adentrados del bosque.
Vanesa tropieza con una raíz de los árboles, se levanta sin ninguna dificultad y sigue, su brazo está sangrando demasiado pero no podemos detenernos sin antes saber que no hay nadie siguiéndonos, Sofía interviene atando una hoja larga en donde se encuentra la herida, mi temor pasa de un miedo simple a un pánico profundo que no se va, ya no miramos hacia atrás solo seguimos corriendo tratando de alejarnos.
-Aquí su alteza señala Sofía -entremos no podrán encontrarnos, hay un hueco en un árbol, nos topamos con él por casualidad, es un pequeño golpe de suerte
-vengan, entren, estaremos a salvo, los dos hombre pasan de largo, alcanzo a mirar sobre una rendija de este enorme árbol hueco como recorren un poco la zona para localizarnos, ellos son de un color negro bastante obscuro y parece como si se desvanecieran de la mitad de su cuerpo para abajo, como la bruma de la niebla solo que en un color grisáceo obscuro, sus ojos son totalmente verdes brillantes como las esmeraldas, creo que puede que estén hechos de ellas, después de unos minutos se marchan y podemos salir
-que fue eso, pregunto a Sofía
-es el su alteza, como lo temía ha regresado, viene por usted, quiere encontrarla saben que está aquí, no es seguro estar en este bosque, no con él tras de nosotros -quien es él y como se atrevió a atacar a esas personas, porque quieren llegar a mí, yo no lo conozco, nunca le hice nada para que me persiguiera
-su nombre es Leonard su alteza, es alguien muy poderoso que no tiene corazón, solo le importa una cosa ser el rey de Ezcae´z, no importa lo que hizo o no, el vendrá por usted, porque lo único que se interpone entre su poder y el reino es usted
-no puedo más, oigo la voz débil de Vanesa -Max estas hay, Mel, Mel, es Max, mira apunta hacia adelante con su dedo índice donde no hay nada -Max no te vallas, dice una y otra vez antes de desmayarse -no te vallas, no vuelve, su brazo está sangrando mucho la herida que tiene es una línea larga y profunda, dentro de ella hay pequeñas espinas clavadas jamás había visto algo como eso, levanto su brazo para observarla y noto que se está poniendo un poco negra en las orillas de la herida
-Vanesa, Jack que le pasa, estoy asustada que voy a hacer Vanesa corre peligro.
-tranquila Mel ella estará bien ya lo veras
-Creo que fue el isolo, es un árbol venenoso sus espinas esparcen un veneno potente, descuide su alteza, -estará bien Sofía -le pondré este ungüento, retirara el veneno un poco, pero creo que alguien que sepa de esto ayudara mejor, ella sabe más de este mundo que nosotros intento confiar en que Vany está bien, pero parece absurdo que algo así pueda suceder, después de todo este mundo ya se está volviendo un poco aterrador para mi gusto - pasaremos aquí esta noche mañana seguiremos, tenemos que llegar cuanto antes al castillo, lo mejor es que Vanesa descanse, cuando estemos haya los médicos curaran su herida, ha perdido mucha sangre, lo mejor es que continuemos mañana, partiremos muy temprano, cree que pueda hacer un hechizo para serrarla su alteza, -no tengo idea de cómo hacer algo así -está bien la envolveré de nuevo con una hoja, enserio le prometo que ella estará bien, confié en mí
-no sé qué pensar Jack, yo no quería que pasara esto,
-lo sé, pero tranquila saldremos de esto.
Me voy a dormir con el temor en mi mente, las pesadillas me despiertan unas dos o tres veces, pero Jack sigue junto a mí y eso es lo que más me preocupa, luego regresa a mis ojos la pesadez del cansancio.
He tenido que levantarme a hogar el llanto, cuando logro cerrar mis ojos de nuevo, estoy frente a esas personas, niños, hay fuego en todas partes nunca vi tanto color rojo, mis ojos están llorosos, siento ganas de volver, suplico varias veces regresar a aquel lugar, Jack me sostiene tan fuerte que no logró zafarme, no me deja ir, pero yo me escapo, corro hasta dónde se encuentra el pueblo de Darstem, pero no puedo cruzar el muro grande de piedra que esta frente a mí, después de tantos intentos logro llegar hasta la sima, miro un poco del otro lado y todo está en cenizas, los árboles secos, sin sus hojas que llenaban este campo de un verde impactante, el negro profundo del suelo atemoriza pues está cubierto de mucha gente, cadáveres que no logro sacar de mi mente, con sus rostros deformes indetectables, he imagino las caras de muchos bailando a mi lado felices y con ese brillo, jamás conocí tanto a estas personas, apenas y les di un vistazo, pero ellos me salvaron la vida, yo solo los deje morir, estoy aquí de pie en aquella tierra que alumbran con la luz que irradiaban, ahora esta solo encendida por las brasas calientes del fuego, salto del otro lado, caigo sobre mis manos que se ponen de un color negro muy obscuro, estoy sola sin ninguna compañía, veo todo aquello sin poder creerlo, hay muchas brasas sobre el suelo las toco con mis manos y se esparcen con el viento, las observo volar a mi alrededor he irse como si fueran las almas de todos ellos, estoy ahí mirando las pequeñas lucecitas rojizas y naranjas, sintiéndome culpable, después oigo un ruido extraño de entre los árboles, es la voz Jack llamándome sé que me ha seguido, volteo atrás y él está ahí parado frente a mí a una distancia lo baste cerca como para mirar perfectamente sus ojos, está sangrando y no se detiene después de un instante solo deja de respirar, no entiendo Jack está muerto, que sucede, a los pocos minuto de haber llenado mis mejillas con lágrimas, desparece como los otros, entonces vuelvo a escuchar su voz y es cuando me doy cuenta, todo fue sueño, más bien una horrible pesadilla ahora solo quiero despertar.
Trato de calmarme pero es imposible, despierto gritando su nombre y él se abraza a mí, entonces intenta tranquilizarme, ese sueño parecía real, ya no logro dormir, siento que si vuelvo a cerrar los ojos ellos aparecerán ante mí, esta angustia juegan un papel en mi mente, sé que ahora no me podre ir hasta acabar con esto, hasta llegar con aquel hombre que destruyó en segundos mi mundo, si este mundo que hoy me demostró que le pertenezco, ahora estoy segura que debo hacer algo por ellos, se convirtió en mi pelea desde este momento, por ellos y por Jack pase lo que pase, seré capaz de todo, fue como lo dijo el rey Bartemis que encontraría mi valor una vez que entendiera que puedo hacerlo por mi pueblo.
Cuando el sol aparece volvemos al camino, ponemos a Vanesa en nuestros hombros, todavía nos falta mucho pero no podemos parar
-hay que apresurarnos, Vany está muy mal, no creo que pueda seguir más.
-ya mero llegamos su alteza, no se preocupe todo va a salir bien.
Las palabras de Sofía me tranquilizan por un momento el temor lo hizo todo tan complicado, no sé cuándo parara, en donde se encuentra aquel que me hizo sufrí a estas personas, pero sé que quiero encontrarlo para que no siga haciendo daño, convirtió esto en algo muy personal para mí.