Capítulo 9 Capitulo 9 - El Poder Del Laberinto

Aquella noche de la cual no hablamos más aún me tiene inquieta, si el tanto quería verme, me intriga cual fue ese motivo para obligarla a rendirse a regresar al castillo.

Mitna tuvo que cruzar rodeando el reino pero es más fácil para una bruja aparecer y desaparecer en cualquier lado, son lecciones muy avanzadas que aun no comprendo, tomo menos de lo que debería, solo junto sus manos y al otro instante ya está cerca de la trampilla.

Su padre la espera sentado en el salón principal, sus ojos son las de una serpiente a punto de atacar,

-que has hecho padre, llega gritando Mitna, -ya la tenía en mi poder, estaba a punto de traerla ante ti, - cómo te atreves a desafiarme niña insolente, te dije que no fueras a buscarla, me has desobedecido, -pero padre solo quería hacerte sentir orgulloso, -baja la cabeza, lo que has hecho es una ofensa, no arruinaras todo lo que he logrado, tengo un plan y no lo vas a derrumbar por tus idioteces, -lo siento padre, pero te traje algo, para que ella venga, -no importa vendría de todos modos, llévensela, a ver si dos días en el hoyo de la perdición te enseña que mis órdenes se acatan, -no padre, no, ese lugar no -llévensela, la encerró durante dos días, sin magia, sin luz, la dejo ahí, pero seguía esperándome, quería que fuera.

Han pasado tres mes desde que el director del campamento reporto nuestra desaparición, todo el tiempo pienso en mis padres, en aquellos que deje del otro lado de la puerta, sé que no podré volver a casa hasta no resolver esta situación y más haya no volvería aun así, Jack decidió dejar todo atrás, olvidar cada recuerdo, yo no, sigue en mi la necesidad de regresar así como de quedarme, de que mi familia fuera solo una.

Mis padres, los de mis amigos tratan de encontrarnos, la policía hace operativos de rescate, no saben nada y temen lo peor, el bosque está repleto de agentes de seguridad, más allá de la línea que divide la parte segura del bosque.

Por las noches se detienen, en las mañanas los perros huelen la tierra mojada, algunas rasgaduras de ropa en los árboles, cruzan el rio llegan a donde apareció la puerta, pero solo es un camino vacío, siguen días buscando alguna señal de nosotros, sin encontrar nada después de meses sin saber suspenden toda operación.

Abecés cuando dormíamos en aquellos bosques o en las praderas, mi mente generaba sus recuerdos, me pregunto si están bien, ellos son importantes para mí, despierto mirando el sol recordando la vieja casa en Janesville, los caminos de aquel prado, el sonido de las rocas cuando el arroyo las golpea.

Ahora estoy en este lugar muy diferente a casa, suelo soñar que vuelvo con ellos, pero me encuentro con la fe que estas personas han puesto en mí, con las pesadillas, con el miedo, de nuevo veo la realidad, un gran muro entre yo y mi otra vida.

Y ahí está, la puerta, aquella que me trajo aquí, volveré a cruzarla, razón por la cual estoy nerviosa, a mis espaldas hay 7 personas tan asustadas como yo.

-oigan que hacen, grita un joven que mira detrás de los arbusto, lo noto al pasar, desde que llegamos no deja de observarnos -entraremos ahí, le digo, -que locura, grita aquel que se escondía de nosotros, -si entran jamás volverán, ese laberinto esconde muchos secretos, es peligroso de noche, nos sigue insistiendo -te conozco, le pregunto, apenas puedo ver su rostro asomarse de entre los arbustos, -siento que me eres muy familiar, quien eres, le digo.

Sale de su escondite y contesta, -tal vez alteza, mi nombre es Wencel, vivo cerca de aquí, en el arroyo Filhims, yo estuve aquí cuando sucedió, recuerdo cada detalle, poco a poco el color azul del hielo empezó a cubrirlo todo, aparecieron estructuras de follaje, grandes muros cubriendo el bosque frente al castillo, también, pauso un momento -porque te detienes, que pasa -lo siento, los recuerdos aun viene a mí, también estuve cuando regreso por primera vez, -regresar, yo jamás había estado aquí -ella la trajo, fue dos años después del incidente, solo usted y el príncipe pueden abrir la puerta, lo saben, ese fue la condición de la reina, -no lo sabía, -Pues ella sí, entro, antes me pidió regresarla, dijo que tenía que hacerlo, que no la siguiera, que debía llevarla a salvo -no lo recuerdo, -no sé lo que hizo, espere durante años frente al muro y nunca volvió, aún sigo esperando, -quien era ella, porque quiso entrar, -su nombre es Suliba, ella era mi esposa, trataba de llegar al castillo, quería tanto como yo salvar a nuestros amigos, ella sabía cosas que los demás no, secretos de la reina, se fue, entro en la puerta y aún sigo esperando, se lo digo, no hay salida y aun que lograra entrar es imposible salvarlos, -debemos hacerlo, le digo, Jack me tomo del hombro y me dice, -vamos es momento, -no pueden hacerlo, no deben entrar, cualquier puerta que crucen los llevara un paso adelante y desaparecerá -a que te refieres con eso, le dice Andy un poco asustado -jamás sabes si una puerta es de entrada o salida, hay hechizos poderosos que confunde su alteza, lo más terrible está dentro de ese laberinto, no deben hacer esto pero aun con mis palabras no voy a convencerlos verdad, si de algo sirve les daré un consejo, manténganse juntos, se ve mortificado aquel joven, -ha y una cosa más, prepárense, porque dentro del laberinto lo que está por venir será mucho peor de lo que es ahora, lo repetiré de nuevo mantengas siempre juntos no se separen.

-Gracias Wencel pero nada nos hará cambiar de opinión le dice el rey, -lo sé su majestad, -esperen, se oye una segunda voz, -no pueden entrar háganle caso a mi padre, el laberinto es muy peligroso, pero lo es más de noche, si no tienen un plan, es mejor que se preparen, porque lo que encontraran haya puede arrebatarles la vida, sé que no cambiaran de opinión, pero deben esperar hasta mañana, yo iré con ustedes si me permiten, -no hija, no te dejare, -papá tengo que ayudarlos, es lo mejor mamá lo querría así, pasaran la noche con nosotros, nuestra casa está a dos minutos, partiremos temprano de regreso, se lo aseguro su alteza, es lo mejor que pueden hacer, -creo que debemos hacerle caso Mel, ellos saben más que nosotros acerca de este mundo, -está bien, esto será lo mejor, pasamos la noche en una vieja cueva, el calor de hogar la hacía parecer a estar en casa, descansamos y por la mañana partimos de vuelta a aquel muro verde al que muy pronto entraremos.

Tomo la manija y abro aquella puerta que por fuera es hermosa pero por dentro el escalofriante rugido de las paredes lo hace aterrador, esa puerta que nunca se queda tanto tiempo desaparece, es como si el laberinto tuviera vida, como si se defendiera.

Esmeralda diseño cada parte de él cuidadosamente, el suelo tiembla, nos movemos de un lado a otro, brota una espesa lava verde y viscosa de las paredes, después unas enredaderas crecen y lanzan espinas al momento de pasar, la oscuridad aparece como si en un instante se hubiera convertido el día en noche, de pronto una neblina húmeda no deja ver el camino, un humo extraño empieza a brotar es un gas intoxicaste, nos cubrimos la boca, tratamos de alejarnos, es inminente salir cuanto antes a la siguiente puerta que espera al final del corredor.

Ese es el momento en que nos separamos, cada uno en un lugar diferente, él dijo sigan juntos pero este laberinto planea algo más para nosotros, al atravesarla nos manda a lados distintos, corredores en medio de todo, para encontrarnos de nuevo hay que llegar a la siguiente puerta, cada uno en su corredor, -Melany se oye a lo lejos, -donde están grita Brenda -pueden oírme, -lleguen a la puerta, crúcenla, oigo a Andy decir, cuando la luz aclara todo el pasillo me doy cuenta de que no podemos movernos, el suelo esta derrumbado, solo hay pequeños trozos en distintos lugares acomodados en zigzag al fondo un abismo que llevaba a ningún lado solo un oscuro vacío interminable, al final una puerta sostenida por una estructura de tierra, -que sude grita el rey Francis, -no se muevan digo asustada, -la puerta debemos llegar a ella, tomo una roca del suelo, la arrojo a uno de los peldaños que parece tener un dibujo en él, Brenda grita, -que sucede quien hizo eso, un trozo de tierra cae de su lado izquierdo dejándola con la mitad de su peldaño, hay me doy cuenta, todo está conectado, como un rompecabezas, hay que cruzar pero de la manera correcta, se me ocurrió una idea y advierto a los demás, -creo que se cómo cruzar, cuando mencione su nombre, saltaran uno a la vez, si ocurre algo griten y el que este en el primer peldaño volverá, -Jack tu turno, se lanza, lo oigo caer, una parte de mi lado derecho se derrumba, -regresa, regresa, me quedo quieta unos segundo, el suelo tiembla, -muy bien, me digo tratando de analizarlo todo, -ahora Andy, nada pasa, todo silencio, -todos están bien, me responden con un sí, pienso por un instante en cada detalle con mucho cuidado, algo que me haga entenderlo, -Mel, me escuchas, son nueve, son nueve peldaños, -si lo sé, me detengo mirando las formas y me digo, -una para cada uno, -ya lo sé, grito, -puedo resolverlo solo es cuestión de adivinar cuál es de cada uno, -Andy, ves el siguiente peldaño que figura hay en él, -es como una águila Mel, bien no me equivocare, -su majestad, puede escucharme, -si te oigo, deben hacer lo que les diga, ira al primer peldaño, cruzara el segundo y se detendrá, Andy cuando el rey de la señal saltaras al segundo, así lo aran todos, no se adelanten, ni se muevan hasta que yo lo diga, listo su majestad, -sí, -ahora, se oye como caen en los peldaños al saltar, -ahora Andy, grita el rey, ya están los dos en el mismo peldaño y nada ocurre, así debemos hacerlo, uno por uno saltar, -díganme que símbolo hay en el tercero, -es un flor, «muy bien, aun no lo sé, adivinare si me equivoco, solo regresemos atrás», -esta vez no lo sé, haremos lo mismo que al principio, -sigues tu Jareth, al caer en el peldaño, tuvo que regresar Leila grita fuerte, pierde un trozo de tierra como yo, -regresa ahora, me equivoque esta vez pero conforme iba pensando en cada uno, así podemos seguir avanzando encontrando los símbolos de cada quien, «piensa Mel, piensa», -si ya se de quien es, -Jack me escuchas, -sí, -es tu turno amor, solo ten cuidado, -bien, así conforme encontramos la manera de cruzar nos acercamos más a la siguiente puerta, -el siguiente una paloma, es mi turno, estoy nerviosa, brinco al primero nada pasa, sigo al segundo, después al tercero, así hasta llegar al cuarto peldaño, -pueden avanzar, ya estoy aquí, «o por dios», me digo, se mueve y siento que he hecho algo mal, después se detiene.

-el siguiente, -un espejo, -es mío grita Leila, sin que yo diga nada aun, -ahora voy, -el que sigue, -es una estrella, -voy yo grita Max, avanzando como lo otros por cada uno de los peldaños, se oyen las voces jadeantes intentando cruzar, -ahora es un corazón, -Brenda, estas lista, -eso creo, con voz temerosa, cruza como los demás, quien sigue, -hay un grifo, Jareth sigues tú, -listo, -sí, cruza y todos nos encontramos un peldaño antes del final, -bien escúchenme, Demian, vas a llegar al último sin detenerte, cruzaras al otro lado, cuando des la señal todos saltaremos, caemos uno por uno esquivando aquel abismos, abro la puerta saliendo a otro gran pasillo, me encuentro sola, nadie a la vista aun, las paredes pueden moverse, casi me quedo encerrada entre dos muros, corro una y otra vez pero no hay ninguna salida, navego en los mismos lugares, es una enorme trampa que conduce a perderse en medio de la nada, volverse loca entre verdes que te encierran, dejando salir tus emociones.

Sigo sin poder ver a nadie, de las paredes salen varias espinas filosas que se entierran en mi cuerpo, veo venir cada una directo a mí, trato de esquivarlas pero es inútil, con dolor por las filosas espinas corro para escapar, me tropiezo, caigo, me levanto y sigo corriendo, de pronto no es una espina común, es más grande que las otras, como una daga filosa que brilla en su recorrido también es algo extraña, se dirige justo a mi pecho, Jack sale de la nada, se lanza contra mí haciéndome caer al suelo, casi rosando el brazo de Max que viene de uno de los lados, -o por dios, - vamos, toma mi mano, me dice Jack, -sigamos, - donde están los demás, -venia tras de mí, dice Max, -no los veo, -vámonos, susurra Jack cuando del suelo crece un árbol gigantesco, que alarga sus raíces, haciendo tropezar, golpeado como látigos nuestra piel, el brazo de Max es alcanzado por uno igual que mi pierna, sangran, el veneno es sumamente doloroso pero no mortal, el ardor hace entumecer mis nudillos, no puedo levantarme, siento como recorren por mi pierna miles de cosquilleos insoportables, cuando por fin logro ponerme de pie con la ayuda de Jack, no consigo caminar, Max no puede mover el brazo le pasa lo mismo que a mí, solo me grita fuerte, -cuidado Mel, aquel gigantesco árbol me sostiene enredando mi cintura, poco a poco lo hace con mi cuello, no puedo respirar, tratan de cortar las lianas, sacan sus espadas, es en ese momento cuando los demás se incorporan, pero el árbol se defiende si intentan acercarse, los golpea mandando a todos al suelo, Brenda prueba lanzando unos cuchillos de su bolsa, pero el árbol los toma, como si los viera venir y los devuelve.

Me estoy quedando sin aire, es sofocante y no puedo moverme, mis ojos se posan en el rostro de Jack que ante todo intenta desesperado cortar las lianas, comienzan a soltar unas lágrimas, hasta que Jareth milagrosamente corta la rama que me sostiene del cuello, así puedo hablar aunque muy débil, giro mi mano hacia el árbol que aún me sostiene, con voz suave y apenas tenue digo varias palabras como si mi cabeza las ha memorizado, -Vhira, Kast, Rotna, Esnet, el árbol empieza a estallar, salimos volando casi unos sesenta centímetros de él, sus raíces regresan a la tierra, todo se normaliza, hasta que el suelo comienza a desmoronarse como antes, correr es lo único que podemos hacer, pasamos por tantas puertas, regresar y volver.

Seguimos adelante, del otro lado el pasillo es obscuro, solo hay un pedazo de tierra, el resto es pantano, estoy ahí pensando en la forma de atravesarlo, del centro justo en medio emerge una bola de luz atenuada, coma la de una linterna, se acerca, nos rodeó un par de veces, intento capturarla pero no puedo, su color comienza a cambiar a rojo, se queda inmóvil unos minutos en el mismo lugar, se trasforma en una figura humana, su color ahora es violeta, de él salen pequeños destellos como rayos en una tormenta, electrificando las paredes, como las chispas en un corto circuito, con ellas toma uno por uno a todos excepto a mí, -quieres salvarlos, deberás hacer lo que yo te diga, su voz es escalofriante como las psicofonías de un fantasmas, -dime que hacer, respondo, -debes cruzar el pantano, sin usar tu magia, hay una llave, si logras cruzar y abrir la puerta, soltare a tus amigos, tienes una hora treinta minutos, si el tiempo se acaba ellos morirán, tú no podrás salir quedaras atrapada aquí serás mi prisionera, -sabes quién soy -si es por eso que eres valiosa, pero recuerda algo, este no es un pantano cualquier, frente a mí los números gigantes de un reloj aparecen, -tu tiempo comienza, avanzo entre el espeso y desagradable pantano, es demasiado viscoso, tardare mucho en cruzarlo, además siento que suben sobre mi animales pequeños, -vamos me gritan los demás, -tu puedes lograrlo, como lo hare si es demasiado grande, una hora y media no bastaban con el esfuerzo que logro dar, cada paso es un minuto de tiempo perdido, necesito algo con que continuar más rápido, aun con los gritos de aliento, es un martirio avanzar, me duele el cuerpo y lo siento entumecido, me arde la piel como cuando te quemas con el sol, sudo demasiado, siento al mismo tiempo escalofríos.

Max toma una soga de entre las cosas de la mochila y como puede me la lanza, el gancho que tienen en un extremo lo intento sujetar hacia donde se encuentra la puerta, pero no logro llegar tengo que avanzar un poco más, siento detrás de mí estallar en la espalda las cargas de energía que aquella luz me da no me detengo, cuanto más cerca estoy más alta es la potencia de sus descargas, llego a la mitad, lanzo el gancho que no se sostiene, intento una y otra vez hasta encajarlo por completo en la tierra, eso me hace avanzar un poco más rápido, quedan ya menos de treinta minutos, casi estoy por llegar, lucho hasta que no pude más, subo a la barandilla al final del pantano, ahora debo saber cómo encontrar la llave, no está por ningún lado, «piensa, piensa donde la pudo esconder, como será» sin rendirme hago hasta el más mínimo esfuerzo, intento hasta lo imposible, son los diez minutos más cortos de toda mi vida, hasta que recuerdo, «yo, soy yo» toma la manija, abro la puerta y la cruzo, he caído fuera, Jack aparece junto a mí, así como todos, me sostiene para para poder levantarme, -buen trabajo su alteza, -lo hiciste genial, estas bien, descubre mi espalda y esta roja, hay marcas de lianas en ella, me duele, incluso arde un poco pero no preocupo por eso en este momento, -no te fijes en eso ahora, estoy bien, -segura amor, -sí, estoy algo agotada pero sigamos.

Cruzamos hasta el otro lado, hacia una nueva puerta y la que está justo al acabar de este pasillo es diferente, su color es cristalino, puedo ver a través de ella al final solo queda una puerta más, se de inmediato que es la correcta, algo en mi me dice que es la salida, pero que secreto esconde aquel pasillo, en ese momento todo me da vueltas, los pensamientos no me dejan en paz, caminamos despacio esta vez, pequeños fragmentos de hielo atraviesan los muros superiores hacia nosotros, -cuidado, alerta Jareth, -agáchense, bajamos la cabeza contra el suelo, hincándonos en la yerba, puedo oír el tronido de cómo se estrellan los cristales de hielo sobre nosotros mientras avanzábamos por el corredor de aquel lugar, en uno de los lados hay ramas entrelazadas, -cuidado, se oyó la voz de una mujer, aquellas enredaderas pronto crecen como antes, se alargan, como queriendo tomarnos de los pies para enredarnos poco a poco, Jack y Jareth las cortan, pero mientras más lo hacen, más crecen, la voz es de la madre de Leila, Suliba, al mirar sus ojos recuerdo que ella me sostenía en brazos y luego dice unas extrañas palabras, al verla Leila corre para ayudarla, esta contra la pared, sostenida por lianas, corta unas cuantas hasta dejarla libre, -que haces aquí, pregunta desconcertada, -ahora no es tiempo mamá, como salimos, -es imposible salir de aquí ya lo intente.

Seguimos sin parar, casi al llegar los muros se alargan unos metros más, los siento moverse rápidamente, frente a nosotros aparece una figura encapuchada, corremos sobre ella atravesando su cuerpo como si fuera solo una bruma de luz, nos lanza un par de hechizos, viene detrás de nosotros atacándonos, solo veo explotar a mi lado las bolas de fuego naranja rojizo, esquivándolas mientras intento llegar al final del corredor, esta vez sin hablar solo muevo mis manos como si fuera una hechicera experta y naciera de mí, salen uno tras otro los hechizos como si mi mente los fabricara, volteo y lanzo, hasta llegar a la puerta, pero no se detienen los ataques, salir de inmediato es la única solución, de esto no podemos escapar ilesos, tenemos varias quemaduras en el cuerpo y la ropa rasgad, siento un alivio al llegar a la puerta, cuando la abro es en sí perturbador salgo de este lugar solo para presenciar otro momento desgarrador, no es calma al contrario de eso es una impresionante pena, todo afuera desmoronado, destruido, cubierto de hielo, personas, lugares, rincones congelados, escombros en todas parte si esto fue un pueblo hoy ya no lo parce, hay cadáveres en todas partes, -que paso aquí pregunta Andy abrumado, -una batalla que devasto a todos, Esmeralda creyó que podía protegerlos, mientras ella trataba de alejar a Leonard de su reino, le respondió el rey, -a pesar de ello se sacrificó por todos nosotros, -ella solo quería lo mejor para usted su alteza, yo vi como su mejor amiga la abandonaba, como se llevó a sus hijas y al príncipe Jack, sabía que, era imposible controlar la situación y que si algo malo les pasaba a ustedes o al príncipe jamás se lo perdonaría, -ella tiene a mi hermana verdad, la mujer de la que hablas -si su alteza, creí que estaba con usted ella no volvió, -no ni siquiera la conozco, -debió llevársela con ella, está perdida seguramente, no puedo creer como alguien puede traicionar a una persona que ama, entonces quise entrar la seguí, vi donde la tenía, la traje pero no pude llevarme a su hermana, le pedí a Wencel que la llevara de vuelta porque la reina así lo quiso, pero no se a donde la envió, mis esperanzas están aquí en este lugar, Esmeralda era mi amiga también, siempre fue mi amiga antes que una reina, -es horrible dice Brenda, -todo aquí está, hubo una pausa en sus labios, -como muerto en vida, completa la frase Jareth -hay que seguir no, dice Andy, mientras aplasta los escombros debajo de sus pies.

Caminamos por las calles de un pueblo fantasma, de un lugar sin vida, a la entrada del jardín principal del castillo, en medio del patio esta mi madre congelada, la reconozco la he visto en mis sueños es ella, su mirada de tristeza me penetra en el alma, no puedo creer que haya pasado esto, mis padres han hecho tanto por salvar a estas personas, como puedo decirles así cuando yo no pude hacer nada para salvar a esas personas, en mi puedo sentir aquella necesidad, les debo la vida su sacrificio al protegerme, necesito hacer algo para salvarlos a ellos, no puedo dejarlo todo como esta, estoy segura, sé que no me iré hasta verlos de nuevo, hasta encontrar a mi hermana, me ocultaron para que yo pudiera estar hoy aquí, para cumplir con la profecía, yo soy la única que puede hacerlo, confiaban en mí, debo regresarles la felicidad que ellos me dieron, aunque no recuerde nada algún día lo hare, estoy en deuda y no descansare hasta acabar con él, decidí pelear y por esa razón me volví más valiente ya no tendré miedo nunca más.

Entro al castillo y a pocos metros puedo ver a mi padre también congelado aquel hechicero se encuentra sentado en la silla de mi padre burlándose, a su lado esta Mitna, esa mirada nunca la voy a olvidar, no puedo, esos ojos que por poco acababan con mi vida y la de Jack aquella noche, flotando justo frente a mi esta Roger, decaídamente su mirada perdida en el vacío, algo pálido, parece dormir pero la verdad es que esta inconsciente.

-que gusto verte de nuevo, dice Mitna regodeándose de felicidad, -no es mutuo, sonríe cuando contesto -hola princesa, no piensas saludar a tu tío, me dice en tono irónico, -quien te crees que eres para ocupar ese lugar, no tienes ese derecho, nunca lo tendras, jamas permitiré que te apoderes del trono de mi padre, -solo a eso vienes a balbucear de cosas que no entiendes, -no vine por él, asi que suéltalo ahora o no tendré piedad, mi capacidad para manejar esta situación me parece algo incomoda, como soy lo suficientemente capaz para hacer esto, -crees que puedes venir aquí a insultarme, tú no tienes derecho, ahora yo soy el rey, dice mientras ríe, mira niña ingenua, tu madre no pudo detenerme que te hace pensar que tú lo harás, él no se ira de aquí por eso ella acabo así, congelada, por enfrentarme, nadie entiéndelo bien, nadie me podrá detener, tu acabaras como ella, sola por el resto de tu vida mirando al horizonte solo recordando lo que hiciste para acabar ahí, eso es ahora ella, nada, absolutamente nada.

Lanzo un hechizo hacia él, solo rebota como si tuviera un campo de fuerza y lo único que puedo hacer es tratar de liberar a Roger, entonces lance uno tras otro hasta que lo hice caer al suelo, despierta al instante tosiendo de golpe, -corre le grito, llega a nosotros y Leonard se levanta de su silla, me mira, en cuanto volteo hacia atrás para irme, Mitna grita, -es tu oportunidad padre, acabala, cierro los ojos unos segundos y de inmediato los abro, -es momento de que entiendas lo que gobernar significa, mi poder es tan grande que todos incluyéndote me obedecerán, todos serán mis súbditos, jamás ha existido alguien como yo, te mostrare mi verdadero ser obscuro e inquebrantable, -no te dejare, lo juro, vas a pagar el daño que has hecho, te metiste con lo que más quiero, -si así lo deseas, ahora sabrás de que soy capaz, comenzó a ordenar con sus manos hacia el suelo, - sombras en la obscuridad, sombras a mis pies, quiero que ataquen, destrúyanlos, no quiero a nadie con vida.

De la nada aparecen cientos de soldados hechos de las sombras con magia, emergiendo del suelo rodeándonos, lo único que podemos hacer es defendernos, Jack lanza una de las espadas a Roger, Margarita se hace grande para ayudarnos, así ahuyenta varias de ellas, luchando con nosotros, mis poderes, mis hechizos sirven para destruir a algunas, junto a las espadas y arcos de los demás.

Son demasiados, quinientas o más sombras contra nueve de nosotros, además de que también él se unía junto con su hija para enviarnos hechizos de ataque, nos acorralan, me mantenían ocupada para evitar ayudar a los demás, la única solución es escapar o por lo menos salir del castillo hacia el patio, adentro es contenerlos sin lograr nada, -tenemos que salir de aquí, nosotros solos no podemos vencerlo, pensé que al venir aquí podía hacer algo, pero resulto que es inútil, -necesitamos ayuda, si nos quedamos no podremos lograrlo digo desesperada, mientras mis manos siguen ocupadas creando hechizos -como saldremos de nuevo por el laberinto, dice Brenda -no se algo se nos ocurrirá, por ahora tenemos que llegar afuera, nos abrimos paso, corremos hacia afuera, el solo nos ve con una sonrisa en el rostro de satisfacción como si la ventaja le da algo de oportunidad a su ansiedad por destruirnos, es para él un juego divertido, intentamos de todo hasta lograr zafar las sombras, nos paramos en el patio, pensando cómo hacer para salir, como escapar, las sombras no nos siguen, cuál es ese motivo, me paro justo frente a la estatua de hielo de mi madre, la miro, -que hago dímelo, dame una señal, sus ojos me miran y desde el fondo oigo un susurro, -vete de aquí, sé que es ella intentando hablarme pero a pesar de que quiero creerlo la vida no recorre su cuerpo, esta inmóvil, no estoy segura pero algo me hace quedarme con ella, no escucho a los demás solo me detengo, me gritan -apresúrate Mel tenemos que salir, pero yo solo la veo, me atrae su mirada, -vamos Mel, repite una vez más Jack, me toma de la mano, -no podemos quedarnos aquí, anda vamos, -será mejor que entremos al bosque replica Jareth, -nos ocultaremos y armaremos un plan.

Lo miro a los ojos, -no puedo, susurro, -no quiero dejarla aquí amor -no tenemos tiempo, tenemos que averiguar cómo salir, exclama Jack -es cierto, hay que irnos, Melany por favor me suplica una vez más Roger.

Tomo su mano para despedirme, esta fría y siento un cosquilleo algo extraño -estarás bien, volveré lo prometo, volveré por ti mamá, de repente, un destello sale de mi hacia el cielo, como una bengala de auxilio se releja en sus ojos, ilumina todo el lugar de color azul claro, desvaneciendo a su paso cada sombra que intentan llegar a nosotros.

El laberinto que mantiene oculto el castillo, comienza a desaparecer a desmoronarse en él aire, alrededor todo aquel ser congelado vuelve a respirar como si su aliento hubiera sido cortado, incluyendo mi madre, he roto el hechizo, no sé como pero lo hice, ahí está frente a mí, aun no puedo averiguar cómo obtuve ese poder, como logre hacerlo, despierta inclinándose hacia mí, sin fuerzas la tomo en mis brazos, ella es como yo, sus rasgos tan definidos en su rostro, una joven mujer fuerte que lucho ante cualquier cosa, la misma ímpetu de aventuras en sus ojos cristalinos llenos de esperanza.

Al mirarme solo sonríe, -Melany, pequeña, sabía que volverías, eso fue lo único que me pudo decir, está débil, se desmaya y luego vuelve en sí.

Le sonrió una vez más pero esta vez tratando de alejarla, al levantarla, la apoyo en mi hombro -rápido amor ayúdame hay que sacarla de aquí, tengo que ponerla a salvo, después solo escucho un grito.

Jack esta junto a mí, sostenemos a mi madre, saca su brazo, levanta la mirada y grita, -cuidado papá, las sombras de Leonard sostienen al rey, intenta soltarse pero es inútil, después solo repite, -váyanse, yo estaré bien, corran no tienen tiempo, llévense a Esmeralda, solo háganlo -amor corre ayúdalo, ve -no su alteza váyanse, ahora, grita más fuerte, -Jack tienen que irse, aquel que mira desde la ventana, solo ríe impaciente por empezar a pelear, por lanzar su próximo ataque.

Jack corre para ayudarlo, así como también Jareth y Demian que están un poco más cerca, pero es inútil, ninguno de los tres llega a tiempo, desaparecen como lo que son sombras en una noche obscura junto con el rey, Jack no puede ocultar la rabia y la tristeza que siente, sostiene su mirada quieta durante unos segundos, aprieta los puños, golpeando una estructura de roca a su lado, sé que se niega a entender cuál fue la razón de no actuar a tiempo como si se culpara, lo que ha pasado lo dejo un poco desconcertado, su padre es lo único bueno en su vida después de tanto tiempo, en un segundo Leonard le arrebato a su padre, el único verdadero que nunca tuvo, ese que apenas ha encontrado, puedo entenderlo, durante un tiempo sufrí de la misma manera al no saber quién soy, no puedo quedarme así, quiero enfrentarlo, contraje mi puño pero no lo hice no pelee, no puedo ponerlos en riesgo no aquí, ya no.

Porque razón se retira, así como si nada, algo no anda bien, no creo que rendirse sea su objetivo, no para él, esconde algo, tiene un plan, lo sé, mira fijamente hacia nosotros como si fuera a atacar, apunta directamente, yo estoy de espaldas intentando levantar a mi madre de nuevo para salir de ahí, crea con sus manos un arco de luz, una flecha negra resplandeciente con llamas de fuego verde, como en cámara lenta puede distinguir como la dirige a su punto y dirección correcta, esta vez no fallara su tiro, la velocidad de aquella marca de dolor atravesándolo, penetro hasta lo más profundo de mi corazón, fue imposible pararlo.

Mis ojos quietos durante unos segundos, lo sé, alguien grita -cuidado, mientras menciona mi nombre «Melany» luego solo escucho el sonido del crujir del suelo, sus huesos estamparse en las losas de concreto que forman la figura del patio central, aquel estallido que para siempre llevare grabado en mí, volteo al oír mi nombre, solo veo su cuerpo caer lentamente golpeando fuerte el concreto, mirándome con una sonrisa, en ese momento dejo salir todo de mí, se escucha un grito de ahogado que es lo único que me queda, al verlo ahí tendido en el suelo, puedo comenzar a llorar, -Jack, pronuncian mis labios, -Jack, mis ojos pronto se llenan de lágrimas, deslizándose por mis mejillas cubriendo mi rostro, es como si me hubieran disparado a mí, justo en medio del pecho, como si le dieran un golpe a mi alma, dejo a mi madre suavemente en el suelo, -ve me dice, llego a él rápidamente, no sé cómo, ahora no lo recuerdo.

Saco de su pecho aquella flecha, esa arma negra que se hace cenizas en mis manos, solo pienso «estará bien, tranquila esto no es nada, estará bien lo sé» no es así, Roger que mira desde otro extremo conmocionado, sale en dirección a él, igual que los demás, está llorando también, el tiempo se detiene, su mente quieta sin razonar la situación, ojos que miran a lo largo sin ver más que una escena desagradable, una que nunca quiso ver, su mejor amigo está herido, posiblemente ni siquiera sobrevivirá, llega a él y se arrodilla frente a su cuerpo, que yo sostengo mientras pronuncio repetidamente, Jareth también llega muy rápido mencionando -Jack, vas estar bien, no te preocupes hermanito te sacaremos de aquí -no, no esto no puede estar pasando, mi mano bañada con la sangre que sale de su pecho, en ese momento no percibí las cosas a mi alrededor, mi centro está destruido en mil pedazos y Leonard solo se retira triunfante, como si hubiera ganado la batalla, riéndose, después de nuevo se detiene a mirar el espectáculo que ha creado, como si lo gozara.

Ahora posiblemente tiene todo para destruirme fácilmente, pero no me importa, Jack está herido, que debo hacer, no tendría por qué ser así, al llegar a este lugar me imagine toda clase de aventuras, no esto, todos con una expresión de incertidumbre, con la inquietud de lo que sucederá, solo nos miran sin decir nada, como si las palabras faltaran, el silencio está ahí durante unos minutos, flota en el aire, como el dolor, así de nulo, así vacío -porque deje que pasara, como es que no pude evitarlo, dice Roger algo aturdido culpándose, -no la culpa es mía yo debí protegerlo, no se supone que eso hacen los hermanos mayores, debí estar con él, apenas lo recupero y ya me lo han arrebatado -amor, sostengo su cabeza, -Jack respóndeme mi amor por favor, dime que estas bien, por favor respóndeme, insisto una y otra vez, -amigo yo sé que estarás bien solo resiste, -Mel ahí que sacarlo de aquí, Andy comenta agobiado, pero yo solo hago comentarios desesperados, -has algo Roger, por favor has algo, estoy asustada, descontrolada, no tengo claros los pensamientos, todo me da vueltas, -no bromees conmigo Jack, por favor, -Mel mi amor, apenas puedo oír su voz, -escúchame, tienes que salir de aquí, Roger, Jareth llévensela, -estás loco, no me iré sin ti, se fuerte te pondrás bien me oyes estarás bien, solo resiste -no escúchame tu a mí, tienes que ser fuerte, me sostiene la mejilla, voltea hacia mí, me mira tiernamente como siempre, -lo que viene no será fácil, solo puedo decir que te amo, no lo olvides, me volteo un instante sin poder resistir y comienzo a llorar, -mírame, mírame me dice una y otra vez, por favor Melany mírame, yo te amo Melany pero ahora tienes que irte, lo siento pero fue todo lo que pude hacer para protegerte, no debes llorar, me seca las lágrimas con sus dedos, tocando mi mejilla suavemente -solo escúchame, solo un momento, -amor no puedes morir, yo sé que vas a estar bien yo lo sé, amor resiste, -Roger tengo que pedirte un favor, -lo que sea lo hare, -necesito que te la lleves y la mantengas a salvo, -pero Jack, habla como si se despidiera, -promete que la cuidaras, prométemelo, -te lo prometo amigo, nunca la abandonare, pero resiste por favor, -gracias, siempre serás mi mejor amigo, Jareth siempre seremos hermanos no lo olvides, tú me proteges y yo te protejo ati águila del corazón, -las palabras de mamá, las recuerdas -justo ahora Jareth, te quiero -lo sé, también te quiero hermanito -Mel, antes de que te vallas, quiero que sepas que he dejado algo para ti, aun no puedo contener las lágrimas apunta directo a mí pecho con su mano -mi vida está en tu corazón, ahí estará siempre recuérdalo, pausa un momento, hay lágrimas en su rostro también, luego me pregunta, -me dejaras de amar, -jamás, aun cuando muera mi corazón va ser siempre tuyo, lo sabes siempre estarás en él -sí; lo recuerdo y quien esté dentro sabrá lo mucho que te amo, le doy un último beso en los labios, -llévatela, ahora Roger, llévatela.

Simplemente deja de respirar, sus ojos vacíos como si nunca hubiesen mirado, tan profundos, puedo navegar en ellos y sentir sus recuerdos, lo feliz que fue conmigo, los momentos donde solo estamos él y yo.

Un largo no sale de mis labios, después suplico a su cuerpo sin vida, que abra los ojos que vuelva, me inclino sobre su pecho llorando sin detenerme, se fue, en un instante lo perdí todo.

Brenda se inclina sobre el hombro de Jareth quien ha visto a su hermano morir, Max se arrodilla con las manos sobre su boca, mi madre toca mi hombro, yo la miro con lágrimas en mis ojos, Andy sostiene a Roger del brazo, que no cabe en la perdida, -vamos hay que irnos, su expresión es desgarradora, igual que la de todos, -ayúdame tenemos que llevarnos a Mel, se lo prometí, pero no puede más Roger suelta su llanto inclinándose al pecho de Andy, -lo sé, le dice, sus ojos también derraman un par de lágrimas, cuando la conmoción pasa se acercan a mí, -vamos Mel, -suéltame, digo furiosa, -no me toques, -no podemos quedarnos -yo no voy a irme sin él, no voy a dejarlo aquí, -no tenemos tiempo, -déjenme, no me toquen, sigo diciendo, desprendo de mi cuello el collar de flor, el que me regalo cuando prometió volver a mí, lo pongo sobre su pecho, -dijiste que volverías a mi cuando te fueras, hazlo, vuelve, lo golpeo varias veces y por último beso su frente antes de que me arranquen de su cuerpo, entonces lo recuerdo sus palabras de ese día, un sonido susurrante, "volveré a ti", oigo en mi cabeza un leve eco, "juro que volveré a ti", esa voz que tantas veces me dijo te amo se desvanece, -ahora yo iré hacia ti, lo prometo, estaremos juntos de nuevo.

Me empujan hasta el bosque, sin mi voluntad propia, miro su cuerpo en medio del patio, logro distinguir desde lejos mientras me llevan, Leonard observa a Jack tan detenidamente algo quiere, luego me mira desde la ventana como si me retara a regresar, esboza una sonrisa de gozo, lo dude, un segundo dude si podía controlarme, me zafo a la fuerza y regreso unos cuantos pasos frente a la ventana del castillo, -porque no peleas, grito al verlo irse, -mírame cobarde, acaso no tienes el valor de mirarme, porque no me enfrentas de una vez, huyes como un roedor asustado, tengo mis puños contraídos, -nunca te lo voy a perdonar, cobarde, pelea, me sostienen y con poco aliento aun llorando me alejan, saben lo destruida que estoy, lo imprudente que en ese momento soy, mis impulsos no son nada bueno.

Jack ha muerto, si ha muerto y con él se ha llevado las esperanzas que tenia de una vida a su lado se ha ido, no puedo hacer nada para salvarlo, ni la magia puede contrarrestar lo que ha sucedido, entonces todo se desmorona en mi cabeza, tratan de alejarme, pero yo no quiero dejarlo, se ve tan quieto, tan en paz, no me quiero ir, no puedo alejarme, soy una inconsciente silueta transparente en medio del bosque obscuro, nada me ara cambiar, nada me puede sacar de la cabeza la sonrisa en su último minuto de vida, la mirada perpleja, titubeo por unos instantes, nunca me imaginé que enfrentar a alguien dolería de esta manera, ahora se a lo que se refería esa voz en mis sueños, que tendría consecuencias que no podre curar, que este viaje me trajo a un mal destino, ya no puedo seguir, aunque debo hacerlo, ya no puedo.

Mitna no abandona la ventana, me ve, se ríe, como si disfrutara el espectáculo que han formado ella y su padre, pronto lanza un hechizo hacia nosotros, Leonard nos ha dejado ir pero ella quiere destruirnos de una vez por todas, huimos al bosque, desesperados, tan adentrados como se puede, ese lugar es aterrador según dicen, a mí no me lo parece además en este momento nada me importa, solo pienso en él, en su mirada cuando se fue, en el vacío enorme que sentí al dejarme, hay dolor mucho dolor en mi pecho, rabia, sentimientos encontrados, estoy segura de algo, nada me lo devolverá, corro junto a ellos pero no soy yo, solo un cuerpo vacío sin alma, mis pies siguen el curso de los demás, estoy viva y muerta al mismo tiempo, mientras tanto solo voy en dirección a un lugar, pero qué más puedo hacer si no huir, eso pensaron todos y tienen razón, como hacer para enfrentarlo así como estoy ahora tan dolida, mi perspectiva de las cosas esta segada por la furia incontrolable, me dejo llevar por ese momento que todo el tiempo gira en torno a un solo recuerdo, sus ojos, una y otra vez, perdí por unos minutos el conocimiento, me desmalle, sentí ese intenso zumbido en mi nuca, luego abrí los ojos y todos me observan angustiados, hoy deje todo haya con él, me siento vacía.

            
            

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