Fruta Prohibida.
img img Fruta Prohibida. img Capítulo 4 LO QUE NO DEBEMOS (Parte 4)
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Capítulo 10 SUCUMBIENDO AL DESEO (Parte 3) img
Capítulo 11 SUCUMBIENDO AL DESEO (Parte 4) img
Capítulo 12 SUCUMBIENDO AL DESEO (Ultima Parte) img
Capítulo 13 Extra 2: Sucumbiendo al Deseo. img
Capítulo 14 UN JUEGO ENTRE AMIGAS img
Capítulo 15 PASIÓN PROHIBIDA. (Parte 1) img
Capítulo 16 PASIÓN PROHIBIDA (Parte 2) img
Capítulo 17 PASIÓN PROHIBIDA (Ultima Parte) img
Capítulo 18 AQUEL DESCONOCIDO (Parte 1) img
Capítulo 19 AQUEL DESCONOCIDO (Última Parte) img
Capítulo 20 EXTRA: PLACER POR TRES. img
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Capítulo 4 LO QUE NO DEBEMOS (Parte 4)

Aumento los movimientos de mis dedos ante sus ojos que me follan sin piedad.

Mis dedos entran y salen de mí tan rápido y tan fuerte que a penas sí soy capaz de abrir mis ojos para mirarlo. Aunque lo poco que logro ver es cómo acompaña mis acciones con su mano en su erecto miembro.

Fijo mí atención en él, en el negro de sus ojos en tanto lo nombro.

- Métalo duro. – muerdo mí labio inferior y luego paso mí lengua sobre ellos. – ahhh siii . . . Ahh siii . . . – simuló que mis dedos es su duro pene entrando y saliendo de mí. – que rico me lo hace, que rico es sentirla tan duro dentro de mí cuerpo. -

Logro ver en él como su pecho sube y baja y puedo deducir que le cuesta respirar, que la excitación lo está dejando sin aliento.

Movemos nuestras manos al unísono en tanto sigo encendiendo sus oídos con mis palabras directas.

- Si . . . Más, más . . . – le pido en tanto aumento las penetraciones. – ohhh por favor, no pares . . . No pares. –

Meneo mí pelvis en tanto doy palmadas con mí mano abierta sobre mí vagina, logrando hacer contacto con mí clítoris, mis labios y el inicio de esa cavidad que sé muy bien que desea explorar.

- Ahhh . . . Ohh dios, ohh dios. –

Me conozco tan bien que puedo hasta contar los segundos antes de correrme.

Aumento los movimientos de mis dedos ante sus ojos que me follan sin piedad.

Mis dedos entran y salen de mí tan rápido y tan fuerte que a penas sí soy capaz de abrir mis ojos para mirarlo. Aunque lo poco que logro ver es cómo acompaña mis acciones con su mano en su erecto miembro.

Fijo mí atención en él, en el negro de sus ojos en tanto lo nombro.

- Métalo duro. – muerdo mí labio inferior y luego paso mí lengua sobre ellos. – ahhh siii . . . Ahh siii . . . – simuló que mis dedos es su duro pene entrando y saliendo de mí. – que rico me lo hace, que rico es sentirla tan duro dentro de mí cuerpo. -

Logro ver en él como su pecho sube y baja y puedo deducir que le cuesta respirar, que la excitación lo está dejando sin aliento.

Movemos nuestras manos al unísono en tanto sigo encendiendo sus oídos con mis palabras directas.

- Si . . . Más, más . . . – le pido en tanto aumento las penetraciones. – ohhh por favor, no pares . . . No pares. –

Meneo mí pelvis en tanto doy palmadas con mí mano abierta sobre mí vagina, logrando hacer contacto con mí clítoris, mis labios y el inicio de esa cavidad que sé muy bien que desea explorar.

De momento a otro dejó de provocarme placer y me pongo de pié para girar y volver a subirme al sillón siendo esta vez, la famosa y excitante posición de "perrito".

Abro mis glúteos para dejarle ver lo que se perdió todo este tiempo y tendrá el placer de disfrutar si se anima a dar el paso para luego pegar mí mejilla en uno de los apoya brazos para pasar por de entre mis piernas mí brazo y poder llevar mí mano hacia mí zona genital.

- Ahhh . . . Ahhh . . . Así . . . Tóqueme así, tóqueme así. – le pido mientras intento mirarlo.

- Ahhh . . . Ahhh . . . Así . . . Tóqueme así, tóqueme así. – le pido mientras intento mirarlo.

Hundo los dedos tanto como puedo mientras observo la expresión de su rostro. Está por alcanzar el orgasmo.

Los muevo cada vez más rápido y él hace lo mismo. Gimo su nombre mientras voy sintiendo los espasmos en mí cuerpo, mientras comienzo a experimentar como voy alcanzando el éxtasis.

Mí piel se eriza, mis manos sudan y no solo por lo mojada que me encuentro. Mis piernas tiemblan, mí vagina se contrae encerrando mis dedos dentro mío. Mis pechos se pone duros al igual que mis pezones.

Me cuesta respirar . . . La sangre me quema, el aire se vuelve escaso. El grito no me es suficiente para expresarle cuánto me hace vibrar, cuanto logra prenderme, quemar mí carne.

Él no se detiene, le gusta lo que ve y yo disfruto regalándole este candente espectáculo.

- Ahhh . . . Ahhh . . . – grito los últimos gemidos al mismo tiempo que él llega al éxtasis abrazando mí nombre en su último suspiro. Acto seguido logro alcanzarlo yo misma.

Sonrío como idiota mientras me recargo en los apoya brazos y cierro los ojos intentando no pensar en nada, pero de repente alguien me toma bruscamente de mí brazo izquierdo haciendo que en un abrir y cerrar de ojos tengo el calor de un cuerpo desnudo pegado al mío.

Él no se detiene, le gusta lo que ve y yo disfruto regalándole este candente espectáculo.

- Ahhh . . . Ahhh . . . – grito los últimos gemidos al mismo tiempo que él llega al éxtasis abrazando mí nombre en su último suspiro. Acto seguido logro alcanzarlo yo misma.

Sonrío como idiota mientras me recargo en los apoya brazos y cierro los ojos intentando no pensar en nada, pero de repente alguien me toma bruscamente de mí brazo izquierdo haciendo que en un abrir y cerrar de ojos tengo el calor de un cuerpo desnudo pegado al mío.

- Voy a darte lo que deseas. – me dice y yo vuelvo a encenderme.

Sonrío y lo invito.

- Entonces arde conmigo. -

Me tomó bruscamente el brazo e hizo que me pusiera de pie inmediatamente. Debo admitir que esa actitud repentina provocó entre medio de mis piernas una sensación electrizante.

- Me vuelves loco. – me dice con su voz entre cortada y pegándome a su pecho.

Mi cuerpo desnudo sobre el suyo que aun estaba vestido. Sus manos me recorren y me aprietan con una necesidad desesperada y contenida que en la vida pude experimentar.

No me besa, y deseo tanto que lo haga, pero lo único que hace es acariciar mi rostro, pasar sus dedos por mis labios y meterlos en mi boca. Instintivamente comienzo a chuparlos sin dejar de mirarlo a los ojos y me doy cuenta que solo es un punto negro en aquel ovalo blanco y puedo sentir como mis piernas comienzan a perder el equilibrio que él, al darse cuenta que voy a caerme, me sujeta con tanta fuerza que hace que su erección se clave en mi monte de venus y eso me hace arañar el placer al mismo tiempo que el dolor.

- Eres malvada. – susurra pegando su boca en mi mejilla derecha. – ohhh . . . – lo escucho gemir cerca de mi oreja como resultado de introducirme, completamente, su dedo en mi boca. – me encanta cuando lo tragas. – me dice jadeando y yo vuelvo hacer lo mismo. – ahhhh . . . – vuelve a gemir.

Mientras repetían una y otra vez la misma acción, su agarre era aun con más fuerza y sus uñas ya podía sentirlas rasgar mi piel, mi carne.

Moría por besar sus labios, pero sabía que esto lo estaba haciendo era disfrutarme centímetro a centímetro, milímetro a milímetro.

- Quiero follarte . . . muero por hacerlo. – me confiesa y yo sonrío con su dedo en mi boca.

Todo lo que estaba viviendo parecía un sueño. No es que no confiaba en lo que con mi perseverancia podía lograr, pero Ángel parecía tan lejano que, en verdad, no imaginé que lo tendría arrodillado a mis pies.

- Entonces hazlo. – le digo sacando su dedo de mi boca y lamiendo la punta.

Él estaba totalmente hipnotizado que solo podía seguir los movimientos de mi lengua sobre esa parte de su cuerpo y a sabiendas cómo es que lo estaba encendiendo es que pensé ¿por qué no adelantarle verbalmente cómo voy a realizarle el sexo oral?

Mientras lamía y disfrutaba no dejaba de mirar sus ojos y sin que él lo espere comencé con mi juego.

- Sí tu dedo fuese tu polla no me cansaría de lamerla. – solo escucharme pude ver como su boca se hizo una perfecta O y continué. Esto será muy divertido – pasar la lengua por toda, toda – alargando la letra o. – sin dejar ninguna parte seca. Te voy a mojar cada milímetro de tu polla. – me muerdo los labios. – con mi lengua. – mientras hablaba, le expresaba lo que quería hacerle realizaba la acción y lo simulaba con su dedo en mi boca. – chuparía la puntita de esta manera. – y paso la lengua en la parte superior, donde está la uña. – y te la mordería suavecito. – y pasaba mis dientes, mordiendo suavemente la punta haciendo que él soltara un gemido bastante audible y que su miembro se mueva involuntariamente aun haciendo presión sobre mi monte de venus. – quiero chupártela hasta que termines en mi boca. – al decir esto él se muerde con tanta fuerza el labio inferior que logra lastimarse y yo, victoriosa continúo seduciéndolo. - ¿y sabes qué quiero hacer después, con todo lo que dejes en mi boca? – él niega y me acerco a centímetros de su boca para decirle lo que haré. – tragarme hasta la última gota. –

            
            

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