Fruta Prohibida.
img img Fruta Prohibida. img Capítulo 6 LO QUE NO DEBEMOS (Última Parte)
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Capítulo 10 SUCUMBIENDO AL DESEO (Parte 3) img
Capítulo 11 SUCUMBIENDO AL DESEO (Parte 4) img
Capítulo 12 SUCUMBIENDO AL DESEO (Ultima Parte) img
Capítulo 13 Extra 2: Sucumbiendo al Deseo. img
Capítulo 14 UN JUEGO ENTRE AMIGAS img
Capítulo 15 PASIÓN PROHIBIDA. (Parte 1) img
Capítulo 16 PASIÓN PROHIBIDA (Parte 2) img
Capítulo 17 PASIÓN PROHIBIDA (Ultima Parte) img
Capítulo 18 AQUEL DESCONOCIDO (Parte 1) img
Capítulo 19 AQUEL DESCONOCIDO (Última Parte) img
Capítulo 20 EXTRA: PLACER POR TRES. img
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Capítulo 6 LO QUE NO DEBEMOS (Última Parte)

Se me escapa un gemido de mi boca al sentir su áspera lengua sobre mi clítoris que no se detiene ante aquella reacción y por el contrario sigue atacándome sin piedad.

Me retuerzo bajo su boca en tanto sujeto con fuerza sus cabellos hundiéndolo más contra mi cuerpo.

Su lengua entra y sale de dentro de mí, haciéndome vibrar, logrando que todos mis sentidos se alteren con todo aquello que hace conmigo, con todo lo que hará conmigo y no diré que no.

De momento a otro deja de penetrarme con su boca y se aleja de mis piernas.

- Eres sabrosa. – me dice y yo solo lo escucho, no puedo verlo aun mi cuerpo no se recupera de su batalla. Y lo que le falta – pero aun no estás tan mojada. – me dice y abro inmediatamente los ojos ¿qué hará?

Sin previo aviso abre mis labios vaginales y me escupe tres veces para luego comenzar a darme, ahí ¡AHÍ!, palmadas ¿tienen idea de lo excitante que es eso? ¿de cómo todo tu cuerpo comienza a realizar movimientos involuntarios en respuesta a ese acto? Es algo realmente maravilloso y excitante que todas las mujeres debemos experimentar, aunque sea una vez en la vida. Aunque si es más mejor.

- ¡ay! – grito al sentir el golpe, pero no se detiene. - ¡ay! ¡ay! – me estaba volviendo loca pero no quería que se detenga.

- ¡ay! ¡ay! ¡ay! – se burla de mí, pero sé que lo disfruta tanto como yo, se que lo pone duro verme entregada a él.

Comienza a masturbarme, a estimular mi clítoris y no demoro mucho en alcanzar el orgasmo dado que con todo lo que me había hecho, me había dejado muy sensible la zona.

- Ahhh . . . . ahhhh . . . ahhh . . . – mi cuerpo empieza a temblar, mis ojos se van hacia atrás, mi voz se transforma y él, para mi sorpresa, recibe mi propio éxtasis en su boca.

Grito. Grito tan fuerte al terminar y seguir sintiendo como aún así él no detiene los movimientos de su lengua sobre mi clítoris. Me estoy desarman do en su boca.

- Mmm . . . . – degusta mi sabor.

Puedo escuchar cómo un plástico se rompe y puedo suponer que se trata del preservativo y me sorprendo, en cierto modo, al darme cuenta que, por el movimiento de sus hombros se esta colocando el condón, en tanto no despega su lengua de mi vagina, empapada.

- Ahora tendrás, por lo que tanto me suplicabas. – me dice tomando mi mano y haciendo que me ponga de pie y casi sin poder mantenerme así, de un solo movimiento él me alza entre sus manos y me conduce hacia la ventana, me sienta en el marco de ella y me dice algo que me genera pánico inmediato. – tómame tan fuerte como puedas del cuello, si no mantienes el equilibrio te caerás. –

- ¿qué? – no me dio tiempo si quiera a poder reaccionar que llevo mis piernas hacía los costados de su cuello. Admito que tuve que sujetarme tan fuerte de su cuello que terminé por clavarle mis uñas en él. – lo siento. – dije al ser consciente que la marca que el deje le traerá problemas con su mujer, pero no dijo nada. Parece no importarle mucho.

Del mismo modo en el que viene poseyéndome, bruscamente rozando lo violento, es que me penetra y antes de hundir su rostro en espacio entre mi cuello y mi hombro es que me dice algo que me deja inmóvil.

- No me nombres. Pero quiero que jadees tan fuerte como tu garganta te permita. – lo miro extrañada porque eso que me esta me expone a que todos se enteren que estoy teniendo sexo.

- Si hago eso se darán cuenta que estoy teniendo sexo. – se encoge de hombros.

- Te masturbas para mí cada noche ¿y te preocupa que te escuchen follar? – no dije nada. Supo como cerrarme la boca. – vamos, no me hagas perder el tiempo, que en cualquier momento llega mi mujer.

Ese comentario me molestó. ¿para qué mentir? Pero sé muy bien que hacer esto con un hombre casado conlleva situaciones y comentarios como el que me estaba dando, pero ¿qué me importa? Después de todo, soy capaz de hacer vibrar el suelo por donde camina.

- Muero por meterlo aquí. – dijo introduciendo uno de sus dedos en mi ano para darse cuenta que no lo tenía dilatado, entonces lo pregunta. - ¿eres virgen? – negué, él cierra los ojos y niega antes de volver a preguntar. – ¿que si te han hecho sexo anal? – niego inmediatamente y él sonríe. – entonces seré el primero. Pero no ahora, necesitamos tiempo y mi mujer puede llegar en cualquier momento. –

¿debo tomarlo como que esto se repetirá? No lo dije, pero mi yo interior saltaba de alegría.

En un abrir y cerrar de ojos introdujo todo su miembro dentro mío, haciendo que grite de dolor. La tenía muy gruesa.

- Ahora grita. – me ordena mientras comienza a penetrarme con fuerza.

Sus movimientos bruscos y salvajes hacen que mi pelvis comience a resbalar y que mitad de mi cuerpo se encuentre en la cornisa ¿qué si tengo miedo de caer? Claro que sí, pero este hombre me esta dando el mejor polvo de toda mi maldita vida.

- Ohhh . . . ohhh siiii . . . . ohhh siiii . . . que mojada estas . . . –

Decía jadeando mientras no dejaba de moverse raídamente dentro y fuera de mí.

Mi agarre era tan fuerte que no dejaba de rasguñar su cuello y creo que la excitación ya le hizo perder la cabeza dado que no se puso a pensar en que las marcas lo delatarían.

- Ahhh . . . más . . . más . . . ohhh . . . . siii . . . así . . . – le pido más y a él parece enloquecerlo.

Toma con rabia mis glúteos y me penetra tan fuerte, tan violentamente que ya puedo sentir el dolor en mi interior.

Encierro su miembro, lo retengo dentro mío mientras él muerde mi cuello, besa, lame y succiona.

- Te deseo . . . te deseaba tanto. – me confiesa entre besos yo solo sonrío con sus labios devorando mi cuello, - esas tetas. – dice al llegar a uno de mis senos.

Me muerde el pezón mientras intenta meterla por completo dentro de su boca. Está completamente desatado y ¡DIOS, QUE ME ESTA VOLVIENDO LOCA A MÍ TAMBIÉN!

No deja de moverse por un segundo y yo ya puedo sentir como mis piernas se acalambran en esa posición, pero no se detiene y ya comienzo a experimentar cómo le calor dentro de mi cuerpo, corriendo en mi sangre por cada milímetro, logrando quemarme por completa.

Las aguas circulan por mis venas, un torrente de deseo arrasa con mis adentros, fluye y fluye avivando el fuego.

Estoy ardiendo en sus brazos. . .

Me quemo . . .

Me quemo . . .

"No pares" le pido.

"No te detengas" le exijo.

"Así" me besa con desesperación.

"Así" me toca con total y completa brusquedad.

"Así" me toma entre sus brazos mientras hunde su erecto miembro, rasgando mi carne, mojándome hasta los huesos.

- ¿lo sientes? – me pregunta sin dejar de envestirme con su falo. - ¿esto deseaste? –

- Sí . . . – digo como puedo y vuelvo a sujetar su cuello. – ahhh . . . siii . . . fóllame, fóllame duro. – cierro mis ojos y echo mi cabeza hacia atrás y comienzo a gemir entre gritos. - ...¡AHHH, ASÍ . . . ASÍ . . . AHHH, MÁS ADENTRO, MÁS ADENTRO . . . . AHHHH!

Esto provoca en él, una excitación que no puede manejar.

Se hunde en mí, su cuerpo sudado no me permite sujetarme bien y cuando alcanzo el orgasmo, me fallas las manos y me suelto, gracias a dios tuvo mejor reflejo que yo para sujetarme. Sí bien estoy a metro y medio del suelo una caída en estas condiciones puede ser peligrosa y muy vergonzosa.

Me sacudo en sus brazos, mientras empapo su polla, encerrada en ese látex pero no tarda en alcanzar su propio orgasmo que pone sus ojos en blanco, me enviste con un par de movimientos dentro y fuera de mí.

- Ahhh . . . ahhh . . . ahhh . . . . – gime en tanto me penetra con fuerza, pero de momento a otro deja de hacerlo y me ayuda a salir de la ventana, me obliga arrodillarme jalando mis cabellos de la parte baja, se saca el preservativo ante mis ojos y tomando mis mejillas, "entierra" su polla dentro de mi boca, inundándomela de liquido seminal. – ohhh . . .ohhh . . . ohhh . . . – gime mientras vacía sus testículos en mi boca y yo deseosa de tragarme hasta la última gota.

Luego de unos segundos tomo el control de la situación, sujeto su polla y la saco de mi boca, haciendo que algo de semen caiga sobre mis pechos, chorreando por mi cuello, una imagen realmente excitante para cualquier hombre, incluyéndolo a él.

Me trago lo que tengo en mi boca y mientras succiono lo que le haya quedado en su polla, él me acaricia el rostro mientras sonríe.

- Perversa y golosa. – me dice y le sonrío aún saboreando su miembro.

- Siempre que quieras. – le digo y sonríe.

- Lo sé. – responde y se muestra pensativo. – aunque ahora estoy en problemas. – no le doy mucha importancia a su comentario, más bien estoy deseando volver a experimentar esto. – ahora que te he provocado se me hará difícil no volver a disfrutarte.

- Entonces cuando quieras. Mi ventana y mis piernas estarán abiertas para ti. – le adelanto y mira mi cuerpo de arriba abajo. - ¿por qué me miras así? – se muerde el labio.

- Eres fuego, mujer. – me dice hipnotizado, quemándome con su mirada.

- Entonces puedes arder conmigo cuando quieras. –

Y luego de un beso, él volvió por donde entro. La ventana.

            
            

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