Capítulo 2 Sufrimiento

Oigo que alguien abré la puerta a mis espaldas, no me volteo por el sonido de sus pasos me doy cuenta perfectamente que es Anika una concubina y mi madre.

Me doy la vuelta aún cubierta en mis sábanas y solo al verla no puedo contener mis lágrimas, ella se sienta en la cama y me da una pequeña sonrisa; sin embargo, puedo ver por sus ojos que también a estado llorando.

- Tus hermanos - habla su voz está demasiado ronca - quieren verte.

- Solo que entre Fran - le respondo en un susurró que dudaría que me escuchará si no fuera por el silencio de mis aposentos.

Mi aposento... Se basa en una gran cama con dos muros levantándose a los lados, una pintura de mi madre y yo al lado de la cama, en una esquina se encuentra un pequeño cuarto de baño, dos pequeñas puertas de vidrios que son la salida al balcón y finalmente al frente de la cama se encuentra un gran espejo con una mesa.

- sabes que esto no es tu culpa no- me cometa pero es imposible evitar no sentirme culpable.

- ¿entonces porque se sigue sintiendo como si fuera mía?- le pregunto en un susurró sollozando me siento sucia - ¿porque a mí ? Hice algo para provocarlos.

- no hiciste nada tú único error es saber pensar por ti misma y no bajar la mirada ante nadie y mucho menos ante una hombre, cariño. - suspira tomando mi barbilla para alzar mi mirada y afirmar- así que no pienses que fue tu culpa, jamás en la vida nosotras tendremos la culpa de que un hombre nos ponga la mano encima. - asiento regalando le una sonrisa en medio de mi llanto.

Supongo que ese es el poder de todas las madres sacarte una sonrisa y hacerte sentir aunque sea un poquito mejor a pesar de las adversidades y los golpes de la vida.

Me mira con una sonrisa característica y sus lindos ojos negro, es que la amo.

Según las historias que me ha contado, la abuela y ella fueron traslados desde África a España cuando mi mamá tenía 1 año de edad ahí fueron compradas y esclavizadas por un Marqués junto a muchas personas más; sin embargo, cuando mamá tenía ocho años fue escogida por la hija del Marqués como su esclava personal pero al paso de los años se hicieron amigas aunque delante de otras personas solo eran señorita señorita y esclava.

Natalia la hija del Marqués fue comprometida a la edad de 10 años con el Príncipe heredero de Alasquia Jorge Luis sussex.

Cuando Natalia tenía 17 años y mi mamá 15 se trasladaron al reino de Alasquia fue hay donde mi madre vio al Príncipe por primera vez.

Con el tiempo se enamoraron así que el Príncipe le propuso ser su concubina así que Anika le contó a Natalia lo que el Príncipe le había dicho fue ahí cuando intentaron comprar la libertad de Anika las cosas se pusieron muy difícil por lo que es hay cuando deciden pedir ayuda al rey regente en esa época.

Para poder obtener la libertad de Anika y calmar un poco a los nobles el Príncipe tuvo que tomar primero a la hija de un Baron llamada Gabriela una chica egoísta y prepotente como concubina.

Aveces creo que a esta historia le falta una parte importante.

- te amo- le digo saliendo de mis pensamientos.

- yo también- me dice dándome un beso en la frente- le diré que entre- asiento.

Ella sale y unos minutos después entra mi hermano, se queda mirándome pero no sé acerca se que tiene miedo a que le rechace y es que le entiendo ya que eso es lo que he estado haciendo todos estos días.

Le estiró mi mano para que se acerque y así lo hace

-Fran ven.

Francisco, Fran de cariño es un Príncipe y mi hermano solo por parte de papá, él es hijo de Gabriela la Primera concubina del Rey. El tiene 12 años y siempre a sido muy callado supongo que eso se debe a su tartamudeo de pequeño.

- ¿como te sientes?- pregunta.

- bien me siento mejor- como puedo sentirme mejor aunque ya ha pasado un mes el sentimiento de asco y pesadillas no se han ido y aunque las heridas físicas empiezan a sanar las emocionales siguen latentes como el primer día.

- Las chicas quieren verte.

- Lo se.

No habla simplemente se acuesta a mi lado así pasamos la mayor parte de la tranquila mañana yo leyendo un libro y el se a quedado dormido.

Hasta que alguien interrumpe nuestra tranquilidad es mi Nana una señora de unos 40 años es baja en estatura, cabello café y ojos grises pero volviendo al tema junto a ella entran dos esclavas Genoveva y Camila dos africanas, Miranda ella es una sirvienta criolla. Traen varias cosas en sus manos

Mi Nana me mira con una sonrisa que le devuelvo sin muchos ánimos.

- En un rato te traerán la comida.

-No tengo hambre.

- tienes que comer.

- Nana por favor.

-es hora de baño- me ignora cambiando de tema, camina hasta al lado de mi hermano y le despierta.

- es hora de tus clases ya te has saltado varias.- avisa mi Nana, el solo se levanta dándome una mirada adormecida.

Cuando ya está fuera me levanto para quitarme el vestido de pijama y quedar en camisón claro. Mientras Genoveva y Camila llevan agua al cuarto de baño de mi aposento.

Me siento en la cama viendo lo que hacen; cuando ya han terminado me levanto despacio Miranda Viene a mi ayuda le doy una mirada agradecida, En el tiempo que llegamos al cuarto de baño les pregunto.

-¿ que han dicho la reina y mi madre que ha sucedido?- Se miran entre ellas.

- dijeron que estás enferma- habla- tienes tú sangrado es lo que se rumorea entre los criados ya que no te han visto pero los caballeros que saben la verdad se han encargado de esparcir los rumores de que han entrado al palacio pero que solo era para robar, te dieron un susto y te golpearon- me mira- ya que ha pasado tiempo y no se te a visto.

- no creo sospechen de algo o se atrevan a decir más y si lo hacen el rey se encargará de mandarlos a la horca o darles un castigo.- opina Genoveva.

-ok- digo sentadome en la bañera dejando que me echen agua y pasando la mano por mi cuerpo para quitar la mugre.

Después de un rato salimos mientras yo me siento en la cama

Ellas buscan algo sencillo que ponerme.

- saldrás de esto ya lo verás- Espeta Miranda - al fin y al cabo siempre lo haces.

-esto esdiferente-Aseguro- antes me enfrentaba a las críticas por querer más y no simplemente querer ser la esposa perfecta con lo hijos perfectos no es-to... esto es diferente- digo mordiendo mis labios para no llorar. Miranda me da un pequeño abrazo.

Por lo menos tengo el consuelo de que personas que me quieren como estas tres chicas, Miranda, Genoveva y Camila aunque dos son esclavas y otra una sirvienta eso no ha evitado que una amistad surja entre nosotras

- llora todo lo que quieras.

- ¿saben que a dicho padre?- pregunto. e miran entre todas antes de que mi Nana conteste.

- ¿no ha venido a verte?.

-no y mamá no a dicho que haya preguntado por mi ¿creen que ya no me quiera? - digo bajando la mirada.

- te ama.- alzó la mirada para ver a Camila que es la que ha hablado .

            
            

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