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19/06/2011
Ya han pasado dos días del inconveniente, todo sigue algo incómodo, con tensión en toda la casa. Hoy se supone que es un gran día, pero lo detesto tanto, pero no puedo hacer nada para quitarlo.
He estado en mi habitación, pero no me durará mucho. Madre me ha dicho que tengo que salir, ya que vendrá la familia y celebraremos. Y aquí estoy, preparándome, me coloqué un pantalón azul algo relavado, con una blusa blanca, pues es lo que mejor tengo.
Baje a la sala y me senté en el sofá, por ahora todo iba bien, madre me felicitó está mañana. Todo estaba bien hasta que él llegó, ambos al mirarse lo hicieron con odio, empezaron a discutir y una vez más me sentí mal, otro cumpleaños arruinado.
Todo paso tan rápido, esta vez no fui yo quién los alejó, si no fue el sonido de la puerta, todos habían llegado y una vez más me quité las lágrimas y me obligué a sonreír, no importa lo que aga, no tengo opción.
Todos entraron por la pequeña puerta y me saludaron, la tarde paso rápida todos convivimos, la pasamos bien.
Pero todo termino y sé que la tranquilidad igual. Llego la hora de marcharse, lo que tanto temí, pero aquí estoy, despidiéndonos.
Quedamos solo los tres y lo que me temí, sucedió. Empezaron a pelear, sin importar que, solamente pelearon y sabía que algo malo pasaría.
Madre fue a la cocina y tomo un cuchillo, padre una silla y empezaron a atacarse, todo era horrible, está vez no podía meterme, el miedo me domino, tanto por la situación, como por lo que me podía pasar.
Se escuchaban mis gritos, pero ninguno se detuvo, ambos estaban concentrados en ellos, únicamente eran ellos y su enojo.
Las cosas volaban, se escuchaba como se rompían cosas, el pánico se apoderó de mí, podía escuchar el ruido de fondo, las imágenes se volvían borrosas.
Unas sirenas sobaban a lo lejos. La puerta calló y miré a unos policías entrar, no pude hacer, ni ver más, ya que todo se tornó en negro.
• • •
Me levanté, estaba en una habitación completamente en blanco, encima de una cama de hospital. Me levanté y un dolor de cabeza se hizo presente, una enfermera se acercó a mí y llamo a un doctor.
_ Tranquila, todo estará bien _ dijo la enfermera.
_ ¿Dónde estoy?, ¿Dónde están ellos? _ pregunte preocupada.
_ Ellos están bien, tranquila _ hablo el doctor, quién empezó a checarme.
_ ¿Los detuvieron?_ dije algo triste, la enfermera miro al doctor y él suspiró y siguió con el chequeo.
_ Si, pero lo importante ahora es que te encuentres bien _ contestó el doctor.
_ Disculpen _ dijo entrando un policía.
_ ¿Qué necesita oficial? _ dijo el doctor.
_ Hablar con la muchacha _
_ Pero es menor de edad, necesita autorización de sus... _ Contesto el doctor.
_ padres _ lo interrumpí y en mi rostro se dibujó una sonrisa triste.
_ En este caso, puedo hablar con ella, ya que no hay una persona responsable de ella y yo vengo para levantar un reporte, para que digan que aran con ella _
_ Está bien_ dije sentándome con cuidado en la cama.
_ Te aré unas preguntas y tú responderás, ¿Si?_ dijo sentándose en un sillón que quedaba justo enfrente de mí.
_ Si _ fue único que dije y lo mire atenta.
_ ¿Cómo te llamas? _ pregunto mirando una pequeña libreta que cargaba.
_ Lorena Moreth Wilmon _ conteste con la voz temblorosa.
_ bien, ¿Cuántos años tienes?_ pregunto está vez mirándome.
_ 14... Los cumplí hoy _ mis ojos se llenaron de lágrimas, una salió y la sequé rápido.
_ ¿Puedes decirme que pasó? _ dijo mirándome con algo de compasión.
_ Ellos siempre pelean, hoy llego la familia y celebraremos, cuando se fueron empezaron a pelear y ella agarró un cuchillo y él una silla, desde temprano habían peleado y todo empeoró _ dije y se me escaparon unos sollozos.
_ Bien, tranquila, todo va a estar bien _ dijo guardando la pequeña libreta.
_ ¿Qué pasará?_ dije levantando la mirada.
_ Bueno, irás a un instituto donde ayudan a niños y jóvenes, que no tienen donde ir _
_ ¿Un orfanato?_ dije nerviosa.
_ Similar, pero completamente diferente, recibirás ayuda y después habrá un juicio, en dónde dictaminen a dónde irás _
_ Está bien_ suspire y observe al policía, quien salía y hablaba con otro policía.
Las horas pasaron torturándome, los recuerdos fueron apareciendo, todo llegó en una película muy rápida, la operación en mi pecho creció y las lágrimas amenazaron en salir.
Minutos después vinieron por mí, inhale una gran bocanada de aire y la expulse, había llegado el momento...