Capítulo 5 La decisión Pt. 2

Dos meses después - Día del juicio. 2/2

El momento llegó y la menor se preparó, temblando y temiendo por su futuro, tanto el de su familia, mantuvo la cabeza en solo una cosa, el bienestar de todos y el de ella.

Lorena

La juez habló y me pregunto lo que sucedió y no me quedo más que solamente hablar con la verdad.

Le empecé a contar todo lo que sucedió ese día, desde que amaneció hasta el momento en que sucedió, lo dije todo sin olvidar algo, admito que me sentía amenazada, ellos me miraban con una furia que jamás pensé que me tendrían, sin embargo, me equivoqué.

_ Dime querida, ¿Ellos son siempre así?_

_S...Si_

_¿Desde cuándo?_

_ Desde que tengo memoria, al principio no era tan malo, pero todo empeoró _

Mi voz salía temblorosa y puedo jurar que sentía que se me iba, pero no fue un impedimento.

_ Puedes decirme, o más bien describirme que era lo que sentías estando con ellos y como te sientes ahora, que ya han pasado unos meses._

_ La verdad, es que estando con ellos era una tortura, no tenía espacio, ni siquiera he podido ir a la escuela, siempre me encontré sola y aunque ellos estuvieran en casa, aun así me sentía sola, prefería mi soledad que tenerlos cerca a ellos, todo el tiempo gritando sé, odiando sé y lastimándome en el proceso, yo siempre me metía para que no hubiera una desgracia y salía con algún moretón, rasguño e incluso con insultos, desde que tengo memoria padre llega borracho, madre le reclama e inician las peleas, pero cuando todo pasa, ellos se contentan.

«Estoy cansada de ser yo quien soluciona o intenta solucionar las cosas, estoy cansada de velar el sueño de mi madre, consolarla, ser fuerte por ambas y recibir regaños por nada, estoy cansada de ser la peor hija y que ellos quieran a otros, que les den el amor que no me dan a otros, que me sacrifiqué y ellos no lo vean, que mi opinión no vale para ellos, que todo lo que digo sea una estupidez. Ellos me destruyen constante mente y sigo ahí, no me voy porque los quiero, a ellos les molesta mi forma de ser y me lo hacen saber de la peor manera, ni siquiera puedo confiar en mi madre porque va y se lo cuenta a todos y se burla en mi cara. »

«Sin embargo, estos meses han sido muy buenos, he prendido nuevas cosas, mi autoestima va mucho mejor, mi manera de interactuar con otras personas va mucho mejor, ya no me espanta tanto salir y ver personas, he retomado mis clases. Pero admito que aun así los extraño, son mis padres y a pesar de todo los quiero.»

Las lágrimas no aguantaron y salieron sin más, mis ojos ardían y no podía hacer nada, pues me dolía tanto todo lo que pasó. Y aun así ellos decían que era mentira todo lo que yo decía y eso dolía mucho más.

_ Eso es mentira señora juez, todo lo que dice es mentira _ decía ella

_ Es una total mentira, no le crea _ hablo él.

_ Basta, ¿a caso no ven todo lo que han hecho? _ grito la juez.

_ Pero... _

_ Pero nada, aquí la juez soy yo y si no quieren ir a la cárcel por un buen tiempo cállense y escuchen. - dijo amenazante y cuando escuche eso me preocupe, no quería que eso sucediera.

_ Bien, tomaré una decisión, pero antes, quiero saber una cosa pequeña, ¿Qué preferirías para tus padres?_

_ Yo... No sabría, supongo que hacer algo para ayudarlos, no quiero perderlos _ dije ante a su atenta mirada.

_ Bien, tu tranquila, aré lo que pueda _ solo asentí con una pequeña sonrisa.

La juez salió de la sala, por lo que tengo entendido, es para que ella tome la decisión o algo así. La habitación se sumió en un silencio incómodo y con mucha tensión en el ambiente, mis nervios no ayudaban mucho y sentí la boca un poco seca. Después de un tiempo mínimo unos 10 minutos que me parecieron eternos, la juez volvió a entrar.

_ La decisión está tomada, ustedes dos aran servicio comunitario, el señor conseguirá un empleo, la menor volverá a la escuela, la señora ira a psicología, al igual que toda la familia, tanto junta como separadas y lo primordial es que cada mes se notificara el avance tanto de la menor como el de ustedes y el señor tiene que dejar de tomar alcohol o será internado para que deje de hacerlo, tienen que encontrar un mejor lugar para la menor, por mientras ella seguirá en el instituto y será entregada a sus padres cuando cumplan con todo._

_ y si no cumplimos ¿qué sucederá?_ pregunto ella.

_ La menor quedará en el instituto y se dará en adopción, mientras a ustedes se les dará un juicio _ hablo fuerte y claro la juez.

El silencio se torna por un momento, yo los miro con nerviosismo, es una buena idea todo eso, al fin seremos una familia si lo aceptan, pero no sé por qué lo piensan tanto.

_ Pueden quedarse con ella _ dice mi padre de repente.

_ No necesitamos un estorbó y más que nada una chismosa y metiche, que se mete donde no la llaman, seguramente nadie la querrá de verdad, solo es una tonta. _ Esta vez hablo mi madre y sentí una punzada justo en el pecho.

El dolor era insoportable, pero no deje que miraran mi dolor, seguía en shock, supuse que todo sería diferente y lo fue solamente que no como lo espere.

_ ¿Y nuestra familia?_ me atrevía preguntar por un intento de entender.

_ ¿Familia?, tú únicamente eres un obstáculo, nosotros ni siquiera queríamos una niña, eres despreciable y por eso nadie te va a querer. _

_ Suficiente, ustedes han elegido y, por lo tanto, esperen su juicio _ sin más que decir unos policías se los llevaron.

El enojo me embargo y no pude evitar apretar mis manos formando puños, mi semblante era enojado, sin duda lo estaba, en cuento ellos salieron, mi corazón no resistió y ese enojo se transformó en completo dolor, decepción y más que todo me sentía inútil por no haber dicho nada.

El pecho me dolía, las lágrimas salieron a cántaros, el dolor era tanto que no pude más y caí de rodillas, todo paso en cámara lenta, estaba tirada en el suelo, llorando como nunca antes, apretando mi pecho, me ardía, me quemaba y sin duda ningún otro dolor se comparaba a este, de mi boca salió un grito que hizo que la garganta me ardiera, empecé a sentir que me faltaba oxígeno, los ataques volvieron y este lo hizo con ganas.

Personas que no conocían se acercaron a mí y me ayudaron, no las podía identificar, pero sabía que ellos no eran, estaba sola y eso hacía que mi agonía se volviera mucho más fuerte.

                         

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