Terminé por acceder ante la petición sin sentido de Summer, lo último que quería era perder el tiempo discutiendo con ella. El espíritu del verano me agradeció antes de despedirse de Patrick, traté de ignorar el hecho de que no se despidió de mí.
-Muévete, Patrick -lo apresuré.
Patrick me siguió el paso rápidamente, volábamos muy cerca el uno del otro, pero ninguno dijo nada por varios minutos. El silencio resultaba un poco incómodo, aunque siendo sincero no tenía ganas de entablar otra conversación como la que habíamos tenido en el palacio de Nikolai.
Divisé una pequeña área poco transitada, Patrick insistió en verificar la salud de esos árboles. No dejó de asegurar que un árbol saludable en apariencia puede estar enfermo y ser frágil.
-No le veo caso a esto -dije y me crucé de brazos-, son árboles en zonas urbanas. Creí que te interesaban más los bosques.
Patrick parecía demasiado ensimismado inspeccionando las raíces, el tronco y las ramas.
-Un árbol enfermo puede infectar a otro -comentó sin mirarme-, cortarlo es la única forma que tienen los humanos de detener la propagación de la enfermedad y evitar que se propague a los que estén cercanos.
En ese momento su mirada se oscureció, en escasos segundos el árbol se desintegró y en su lugar apareció un pequeño brote.
-¿Para el creador del invierno mi don no es suficiente?
-No es eso -dije exasperado-, no importa. Anda, revisa cada árbol.
Él se encogió de hombros antes de continuar, me quedé observándolo con una sonrisa de superioridad que duró muy poco. Sorpresivamente pude ver la rapidez con la que los árboles fueron sustituidos y curados.
-¿Cómo lo hiciste? -dije en shock.
Patrick se encogió de hombros, restándole importancia. Me sorprendió lo diligente que podía ser ese joven espíritu, parecía cuidar cada pequeño detalle.
-Quizás el mundo mágico piensa que odio a los humanos, pero intento hacer todo lo que está dentro de mis posibilidades para que ellos sigan viviendo.
-Eres un espíritu peculiar -dije observándolo de pies a cabeza-, si todos fueran como tú no estaríamos en problemas.
-Puede ser, ya vámonos -me apresuró mientras volvía a elevarse.
Asentí todavía sin poder creer lo que me decía, era ilógico y poco creíble que él estuviese más preocupado que Madre Naturaleza. Mientras volábamos comencé a hacer que nevara y me detuve para crear una delgada capa de nieve sobre la torre eiffel.
-Summer tenía razón -dijo Patrick a mis espaldas.
-¿Sobre qué? -dije sin voltear a verlo, estaba concentrado.
-Sobre que París es hermoso de noche, más si está nevando.
Lo volteé a ver y alcé una ceja, sonriendo.
-No te pongas romántico, las criaturas del bosque no son mi tipo.
Patrick me miró con una expresión de sorpresa y yo sonreí, después ambos reímos.
-Creo que no entro en esa definición -dijo bajando la mirada.
Su sonrisa se había borrado, no pude evitar sentirme culpable por remarcar el problema que lo aquejaba.
-Vamos a recuperar la magia, Patrick. Te vamos a ayudar -dije intentado imitar el tono paternal de Nikolai-, cuando los espíritus naturales se unen es imposible que fallen.
-Quisiera creer lo que dices, pero ni tú mismo lo crees -susurró sin retirar la mirada del piso.
Suspiré sin saber qué decirle, no podía echarle en cara el hecho de que ninguno confiaba realmente en la misión para recuperar la magia.
-Dime algo, Patrick.
-Algo -dijo dibujando una sonrisa burlona y alzando una ceja.
Comenzaba a odiar esa expresión, pero al menos había recuperado su humor.
-Qué tonto -rodé los ojos-, pasaré por alto ese pésimo chiste si me aclaras algunas dudas sobre ti.
Dicho esto, voló a la torre eiffel y se sentó casi en la cima. Me quedé un par de segundos pasmado mirándolo antes de seguirlo y sentarme a su lado.
-¿No podíamos hablar abajo?
-Sí podemos, pero tengo la sensación de que tienes muchas dudas sobre mí.
Lo miré buscando la forma de hacer la pregunta que me rondaba la cabeza.
-Evitemos el asunto sobre mi relación con Madre Naturaleza -sonrió, formando una pequeña enredadera en su brazo.
-No iba preguntarte sobre ella, no soy Summer.
Me golpeé mentalmente, quizás más tarde podría pedirle que me explicara para poder entender el contexto de las burlas de Pascual.
-Hablando de Summer, tú y ella parecen cercanos.
Podría haberme ahogado con mi propia lengua debido a la sorpresa, no esperaba una suposición tan ridícula.
-Oh, no. Claro que no -dije negando con la cabeza.
-¿Entonces fue mi imaginación la terrible mirada que dirigías hacia mí? -murmuró con una sonrisa.
-Estás viendo cosas donde no las hay. Solo piénsalo un poco, Patrick.
-¿El qué?
Formé un pequeño montículo de nieve, sentándome de manera más cómoda.
-¿Summer y yo? -resoplé demostrando incredulidad.
-No veo lo extraño, después de todo no creo que quieres estar solo el resto de tu existencia.
La elección de palabras llamó mi atención, no pude evitar pensar en que Patrick tenía algunas ideas que no eran aptas para un espíritu natural.
-No estoy solo, Patrick. Además, habías dicho que no querías hablar de esos temas.
-Lo sé -sonrió-, te quería persuadir.
-Persuasión, eso es demasiado controlador de tu parte -señalé en broma.
-No soy un controlador -se defendió con seriedad.
Suspiré sin ánimos de comenzar una discusión, dirigí mi mirada hacia el cielo para observar la Luna.
-Supongo que puedes darte el lujo de ser arrogante sí tienes la razón, después de todo acertaste con lo de mis poderes.
-Ojalá siempre tuviese la razón, así podría haber evitado que algunas cosas sucedieran. Ahora más que nunca soy consciente de que no sé muchas cosas.
-¿Exactamente qué no sabes, Patrick?
-No sé cómo detener esto -dijo bajando la mirada-, es como si mi esfuerzo fuese en vano.
Realmente parecía que le dolía demasiado esa situación, me pregunté si él se culpaba por las consecuencias del mundo.
-Vamos, solo ha sido un descuido de los humanos -dije restándole importancia-, cada cierto tiempo lo hacen.
-Tú lo dijiste, me he deteriorado. No podías reconocerme.
Me permití observar cada detalle de su rostro, los recuerdos de su aspecto estaban demasiado borrosos en mi memoria.
-Solo te había visto un par de veces, probablemente tus rasgos son más afilados. Eso podría resultar atractivo para algunas chicas del reino mágico, Summer lo notó -agregué.
Patrick bajó la mirada y aunque por la oscuridad no podía verlo muy bien, sospechaba que estaba ruborizado. Me aclaré la garganta sintiéndome un poco incómodo, había hablado de más.
-Hey -carraspeé-, escuché que eres de los espíritus naturales con aspecto joven al igual que yo.
-¿Joven? Creí que tenías los mismos años de la tierra.
Su sonrisa burlona me hizo sonreír sin poder evitarlo, ya no me parecía tan insoportable.
-Como te decía -dije rodando los ojos-, eres de los pocos de apariencia y mentalidad juvenil.
Por alguna razón, el niño del bosque comenzaba a agradarme; tal vez porque habíamos pasado un tiempo sin insultarnos, posiblemente porque era el único chico de mi rango de edad con el que había tenido una conversación o solo tal vez porque no parecía un cretino después de todo. Patrick sí era tan encantador como Summer decía, sí era buen chico como Nikolai me había asegurado.