Tire el bate de béisbol a un lado jadeante, sonreí mientras lo miraba retorcerse bajo mis pies entre un enorme charco de sangre, tratando de arrastrarse desesperadamente a mi para que lo ayudara
Sacudí mi pie de su agarre, y camine hacia la mesa donde habían un par de recipientes con combustible
Por cierto, ¿recuerdas la vez que casi me quemas la c