Capítulo 6 ¿Te abalanzaste sobre mí

Después de unos instantes, todos los presentes recuperaron la compostura, sin poder evitar lanzar un suspiro. "¡Nunca antes había visto a una persona tan descarada!", exclamó una mujer. "¡Debería darte vergüenza!

¿Cómo puedes bailar tras haber sido insultada y humillada? ¡No lo puedo creer!".

"¡Tienes razón! Es una mujer sin sangre en la cara y dispuesta a hacer de todo con tal de ser parte de la familia Frost".

La gente seguía insultando a Cherry mientras la veía bailar, aunque esta continuaba con su presentación, ignorándolos.

Por su parte, Adrian estaba muy ansioso. "¿Por qué está bailando?", preguntó sorprendido. "¿Acaso es estúpida? ¿No ve que todo el mundo se está burlando de ella? ¿Cree que van a apreciar su baile?

Puede que tú prefieras seguir sentado, pero yo no lo haré", agregó mirando a Melvin. "Esto es humillante para la familia Frost y no voy a permitirlo. El compromiso de Cherry y Ron se celebrará lo más pronto posible. Si la prensa se entera de que ella está haciendo un estriptis aquí, estoy seguro de que la reputación de tu familia quedará en los suelos. Probablemente a la familia Frost no le interese esto, pero a los Wood sí nos importa. Si mi tía se entera de esto, me matará a golpes".

Adrian estaba a punto de levantarse para detener a Cherry cuando Melvin lo agarró repentinamente del brazo. "No te preocupes", dijo este con calma y una sonrisa indiferente. "Ella sola se encargará de salir de este problema".

"¿De qué estás hablando? ¿En serio crees que Cherry va a encontrar una solución a esto? ¿No sabes lo estúpida y disciplinada que es? ¿Qué crees que puede hacer ella? Si esperamos a que se quite la ropa, todo este asunto empeorará", respondió Adrian mirando a Cherry, quien todavía estaba bailando. No daba crédito a la estupidez de esa mujer y a sus ansias de convertirse en la esposa de Ron.

"Espera y verás", dijo Melvin, aun mirando fijamente a Cherry con una sonrisa llena de aprecio, como si estuviera frente a algo fascinante y precioso.

Adrian cedió al ver que su primo estaba de buen humor. "Melvin, ¿cómo sabes que ella va a poder solucionarlo?", preguntó con curiosidad. "¿Qué es lo que puede hacer?".

Melvin se reclinó contra el respaldar del sofá y cruzó los brazos sobre su pecho. Era obvio que no tenía intención alguna de darle explicaciones a Adrian, así que siguió observando a Cherry con los ojos entrecerrados. Se veía tan hermosa mientras bailaba, era una excelente bailarina.

Sin embargo, varios jóvenes comenzaron a burlarse de ella. "No solo bailes. ¡Quítate la ropa!".

"¡Sí! ¿Cómo puedes llamar estriptis a lo que haces si no te estás desnudando? ¡Quítate el vestido ahora!".

"¡Vamos! Quítatelo, Cherry. ¿Siquiera sabes bailar? ¿O necesitas que busquemos a otra estríper para que te enseñe?". Todos los presentes observaron con lujuria y morbo el delicado y curvilíneo cuerpo de la chica.

De repente, Cherry puso las manos sobre sus redondos y suaves hombros, y bajó con suma lentitud los tirantes de su vestido mientras balanceaba suavemente sus caderas.

Todos contuvieron la respiración, ansiosos por ver sus pechos blancos cuando, de repente, sus piernas golpearon la mesa central mientras se balanceaba. Perdió el equilibrio y cayó directamente sobre el sofá, antes de que el público pudiera reaccionar, su baile había terminado.

Melvin se dio cuenta de que Cherry estaba por desplomarse sobre él, por lo que extendió las manos inconscientemente para ayudarle. Todos los presentes se sorprendieron al ver sus brazos envueltos con firmeza alrededor de la esbelta cintura y la hermosa espalda de la chica.

Cherry se ruborizó al sentir el pecho musculoso y la respiración de Melvin. Su único objetivo había sido caer sobre el sofá, no esperaba que él la atrapara y la sostuviera de una manera tan íntima.

Quiso levantarse rápidamente pero Melvin no la soltó; en cambio, la abrazó con más fuerza y presionó su cuerpo contra el suyo. Podía sentir la suavidad de sus grandes senos mientras su pecho subía y bajaba debido al nerviosismo.

Melvin se inclinó hacia ella, y acarició su bonita y redonda oreja con sus labios. "Señorita Shaw, ¿acaso se abalanzó sobre mí al propósito?", susurró con sensualidad.

Su perfume masculino y su voz coqueta se mezclaron con el dulce olor del vino tinto, haciendo estremecer los sensibles oídos blancos de Cherry, quien sintió una corriente eléctrica que la hizo temblar y ruborizarse aún más.

"Por favor, caballero, compórtese", dijo ella con nerviosismo. Luego, se apresuró a ponerse de pie, fingiendo no comprender lo que había querido decir.

No obstante, como llevaba tacones altos y su cuerpo se inclinaba hacia abajo, no pudo mantener el equilibro, por lo que volvió a abalanzarse hacia Melvin. Este no la esquivó y, en cambio, la vio caer sobre él. Sus miradas se encontraron y sus labios se tocaron ligeramente.

Melvin saboreó los suaves labios de Cherry y estaba seguro de que recordaría por siempre su sabor a algodón de azúcar.

"Por favor, señorita Shaw, compórtese", dijo él amablemente con una leve sonrisa y mirada encantadora.