Capítulo 10 Un hombre aterrador

En muy poco tiempo, Cherry logró ejecutar su riguroso plan al pie de la letra, de forma ordenada y sin ninguna dilación. Verla hacer eso provocó que Melvin se terminara de convencer de que en verdad era una mujer muy inteligente.

Es por ello que se preguntaba por qué una chica con sus características tenía que fingir frente a todos. E incluso se casaría con el perdedor de Ron.

Definitivamente estaba ocultando demasiados secretos. Aun así, cuanto más sabía de ella, más misteriosa e interesante se volvía. La mujer constantemente se mantenía despertando su curiosidad, por lo tanto, él no podía evitar querer conocerla mejor.

Un par de minutos después, Cherry regresó a la habitación privada para sentarse en silencio junto a Ron. En ese momento, su mirada se encontró con la de Melvin, quien le sonrió significativamente. Seguidamente, el chico le echó un breve vistazo a la copa de Juicy antes de verla de nuevo con una leve sonrisa.

Al darse cuenta del gesto, Cherry se puso pálida y comenzó a sudar frío.

¿Por qué él otra vez?

¿Por qué no podía escapar de su mirada? Parecía estar observando cada paso que ella daba. ¿Qué diablos quería?

Mirándolo, los nervios invadieron a la joven, pues estaba claro que él sabía lo que había hecho. ¿La delataría?

¿Era uno de los buenos amigos de Ron? ¿Se lo iba a contar?

Si su prometido se enterara, seguramente sería el final de Cherry. No solo Ron le daría una lección, sino que Evie también la torturaría.

En este punto, la pobre chica se preguntaba qué hacer, presa del pánico.

Por la forma en la que este hombre lucía, se podía decir que era una persona distinguida. De modo que no debería ser fácil hablar con alguien como él. Aparte de eso, a primera vista parecía un tipo peligroso.

Entonces, ¿qué debía hacer ella al respecto?

Naturalmente, Melvin descubrió el miedo en los ojos de Cherry. Ese nerviosismo que podía ver en ella en ese instante era completamente diferente al que había fingido durante toda la noche. Ahora era real, era como una cachorrita que había sido atrapada por su amo haciendo alguna travesura. Le resultó muy interesante verla tratar de esconderse tras su fachada estando así de asustada.

Allí, él le sonrió e insinuó que salieran del salón. Acto seguido, se puso de pie con gracia, se arregló el traje, y abandonó la habitación.

Agachando la cabeza, Cherry se miró las palmas de sus sudorosas manos. Sabía bien que él quería que ella lo siguiera afuera, pero estaba dudando.

Pues no tenía idea de cuáles eran las intenciones de ese peligroso hombre.

Por ende, lo pensó por unos segundos mordiéndose los labios, lo que era su hábito cuando estaba muy nerviosa. Luego, tras un breve período de vacilación, finalmente se puso de pie, diciendo: "Ron, mi estómago me está molestando de nuevo. Necesito ir al baño otra vez".

En esta oportunidad, él simplemente la ignoró. Por lo que avergonzada, bajó la mirada y salió de la habitación.

Apenas cerró la puerta detrás de ella, vio la espalda de Melvin. Siguiéndolo a través del pasillo, Cherry se mantuvo a poca distancia de él todo el tiempo.

Y cuando el chico entró en el ascensor, ella lo siguió con sus ojos fijos en el suelo. En ese espacio tan reducido, se apretó contra la esquina más alejada de él para mantener la distancia. No obstante, estaba tan nerviosa que sentía que no podía respirar.

Por su parte, Melvin extendió la mano para presionar el botón del piso veintiocho sin pronunciar palabra.

¿Qué iba a hacer en el último piso?

¿Acaso violaría a una buena mujer en medio de la noche?

A medida que su mente divagaba, más nerviosa se ponía. Finalmente, decidió romper el silencio: "Mmm... Señor, puedo saber... ¿Por qué me ha pedido que saliera de allí? ¿Hay algo de lo que quiera hablarme?".

Sin poder descifrar si todavía estaba actuando, Melvin permaneció en silencio.

Rápidamente llegaron a la azotea del hotel. Arriba, la suave brisa agitaba el vestido de Cherry, que usando una prenda tan pequeña, comenzó a temblar de frío. Tanto, que inconscientemente se abrazó a sí misma.

"¿Se imagina lo que hará Ron si se entera de que drogó a su novia?", soltó el chico de repente.

Cherry tenía razón en sus suposiciones, él vio lo que hizo.

Mordiéndose los labios una vez más, contestó en voz baja: "Yo... no entiendo de qué me está hablando".

Actuando como si no hubiera hecho nada. '¡Ja, ja! Qué chica tan encantadora', pensó él.

"Señorita Shaw, estoy seguro de que es muy inteligente. Sabía que Ron preparó esta fiesta para usted, obligándola a venir.

En ese sentido, estoy impresionado por cómo ha utilizado su astucia para escapar de los problemas una y otra vez.

También sabía que Ron propuso el juego de mahjong para molestarla, y ya que no podía huir, lo ha soportado con valentía. Aun así, ambos sabemos que no está dispuesta a ceder más de allí.

Es por eso que ha intentado protegerse sin cometer ningún error. Es consciente de que Juicy es la mujer por la que Ron se preocupa. En consecuencia, en el momento en el que se empiece a sentir mal, definitivamente la llevará al hospital pase lo que pase. De esa manera, apenas el protagonista de la fiesta se vaya, la homenajeada estará a salvo.

Admiro esa capacidad para ingeniarse soluciones en momentos tan complejos. Parece que no importa en qué crisis se encuentre, es capaz de mantener la calma.

Cuando no es lo suficientemente fuerte, sabe cómo ocultar su ventaja y aprovecharla. Eso es lo que suele hacer una persona sabia". Aunque el discurso fue largo, Cherry sintió que el tono de voz de Melvin era agradable al oído, como una hermosa melodía.

Sin embargo, todavía estaba en estado de conmoción y alerta. Realmente no estaba de humor para apreciar su hermosa voz. Con honestidad, él era un hombre aterrador.

Cherry pensaba que era una actriz experta. Había logrado que Ron y sus amigos creyeran que era una mujer aburrida, débil y fácil de engañar. Siendo así, ¿por qué este tipo que tenía en frente pudo descubrirla tan fácilmente?