Capítulo 4 CAPITULO

No contengo mis lágrimas de la emoción, arrodillándome igual que él lo abrazo fuertemente hablándole

-Si quiero pasar el resto de mis días contigo y crear ese hermoso jardín Eric, quiero conocer los hijos, nietos y bisnietos que tengamos juntos.-

Fin del flashback.

.......

Tengo 10 minutos en el estacionamiento del hospital pensando en lo que me pueda encontrar en esos resultados, no tengo el valor de bajarme a recogerlo

Que miedo, joder.- digo apoyando mi cabeza al volante

Vamos Amelia, todo estará bien. Tu puedes con esto y mucho más.- me digo en voz alta

Me dirijo a recepción y me indican dónde debo recoger las pruebas de laboratorio. Camino tan rápido por el pasillo que ni siquiera determino a las personas que tengo alrededor, de pronto siento ya esos papeles en mis manos, Dios que difícil. Sin embargo decido no abrirlos allí sino en casa, por el bien de mi carro y de los demás.

-Mamá, papá ya llegué-grito desde las escaleras- tengo los resultados ya.- .

-Ya sabes los resultados? -baja mi mamá arreglando su cabello en una coleta un poco desordenada.

-No he tenido el valor mamá, tengo miedo de lo que pueda ver ahí. Se que todo es posible, y lo que dijo papá no es del todo descabellado. Que haría si estuviera embarazada? No podría sola- hablo sollozando y me abrazo a mi mamá

Cariño estaremos aquí para ti, por qué dudas de eso? Aparte eres una mujer inteligente y trabajadora, si en tu trabajo no te quieren puedes venir con nosotros que manos siempre hacen falta y tú sabes de pasteles también.- dice mi papá con una sonrisa cálida.

-Bueno mucho parloteo, quiero ver si seré abuela de una vez. – dice mamá

Al ver los resultados siento como mi corazón se paraliza y que la calma que he logrado conservar estos últimos días se desborda.

-Cariño, siempre estaremos contigo. Esto es una alegría para nosotros nunca lo olvides. Será el niño o niña más amado del mundo- hablan pero ya no distingo ni sus voces

Siento como todo se pone oscuro y como mi cuerpo se relaja involuntariamente.

Huele a alcohol pero no estoy en una clínica, estaba en mi casa. Me renuevo en algo suave y cómodo en lo que dormiría toda la vida. Veo grandes ojos azules frente a mi

-Cariño, Amelia como te sientes? Dice mamá con voz suave

-Que pasó? –

-Te has desmayado de la impresión, la noticia te puso así. Pero cariño no hay de que preocuparse, nos alegra en cantidad que tengas un pequeño retoño dentro de ti.- dice con ilusión- Ya puedo imaginarlo correteando por toda la casa y llamándome abuela. – la miro sin darle crédito

-Yo... yo quiero descansar, mañana iré a trabajar. Les pido no decir nada, no diré nada en el trabajo hasta ver qué voy a hacer, no sé si pueda seguir ahí ese jefe es lo mas insoportable del mundo y no quisiera un mal embarazo, Eric no lo hubiese permitido.

Me levanto del cómodo sofá y subo a mi habitación. Encontrando mi suave cama donde me tiro a llorar y a pensar en lo alegre que estaría él aquí disfrutando de la noticia juntos si su corazón no hubiese decidido tener un paro a su corta edad. "el organismo a veces es impredecible dijeron los médicos".

Siento el horrible sonido de la alarma que suena cada día a las 6 de la mañana, recordándome la horrorosa cara que debo ver en unas horas. Bueno no es horrorosa pero su interior no le hace tributo al exterior.

Durante el desayuno están mas atentos de lo normal, los veo incluso con mejor cara que estos días. Es como si la noticia hubiese sido un bálsamo para ellos

Amelia debemos agendar cita con una obstetra, debes iniciar con tus vitaminas y ver cuánto tiempo tienes exactamente. Un embarazo requiere de control y cuidado. – Dice mamá

Y papá completa – Quiero un nieto fuerte saliendo de ese vientre-

-Ya ya, si sé. Hoy llamaré a mi ginecóloga para hacer cita, les avisaré cuando, si?-

-Perfecto cariño- dice mamá dándome un beso en la frente.

Está mañana salgo un poco más tranquila, saber que es lo que me pasaba ha sido bueno. Quizás el saber que no es una enfermedad grave me alivia. Voy tan metida en mis pensamientos que no me doy cuenta enseguida.

-Señorita Garibaldi, está usted bien de la vista?- escucho delante de mi y es cuando me percato que choque con un objeto duro e insensible, ah pero no era un objeto, habían unos ojos azules tan oscuros como la noche mirándome con intensidad.

-Joven Lanz que desafortunados nuestros encuentros, disculpe mi torpeza-hablo un poco harta de él

El arquea una ceja

-Ha venido respondona hoy?- siento una pizca de gracia en su pregunta pero la descarto, el no es así.

-Hago lo que puedo para siempre dar respuestas acertadas en mi trabajo-. El ascensor llega y subimos juntos

El se coloca en la esquina viéndome sin importarle que yo lo note. Siento como una mirada me evalúa por completo

-Señorita Garibaldi, espero que en sus respuestas nunca pierda la dulzura que siempre tiene- dice saliendo del ascensor- y quiero un café sin azúcar en mi oficina ahora.

Quedó estática de la impresión, procesando todo lo que acaba de pasar. Me doy cuenta que no da un cumplido sin luego dar una orden altiva como las de siempre. Es como si estuviera en su propia guerra interna por ser mejor persona

Kate frunce el ceño al verme parada sin hacer nada

-Amelia, que te sucede? Te veo mejor cara pero pareces asustada.- dice ya riéndose

-Katherine, tu siempre tan chistosa. No has ido a ver si la gallina puso-.

-Y tú tan amargada como siempre, le estás haciendo la competencia al joven Gael, a ver dime? -se cruza de brazos fingiendo molestia- El hecho que seas su asistente personal no implica que seas igual que él.-

Ruedo los ojos

-Ya ya, no exageres- le doy un abrazo- me iré a buscar el café del señor.

5

Gael

Parado desde esa esquina del ascensor puedo verla a detalle, no lo había hecho antes. Estaba tan ido en mis asuntos que solo había logrado tratarla mal de manera injusta, no me había tomado el tiempo de conocerla y de charlar con ella. Era una desconocida y convivíamos todo el día 5 días de la semana.

No es muy alta puedo notar, siempre tiene una coleta un poco desordenada que aligera la formalidad del uniforme típico. Maquillaje usa el necesario parece incluso que no usa tanto, aunque sus labios siempre van de rojo. La veo con su mirada un poco perdida, tan abrumada la va dejado todo? Mi instinto se despierta, quisiera ayudarla a estar bien pero eso no me compete. Que puedes hacer tu por ella Gael? Lo único que has hecho es molestarla estos días. Le digo algo que luego es que veo el significado y me dirijo mi oficina.

La he alagado sin darme cuenta? –digo para mi- Debo estar volviendome loco.

Siento vibrar mi celular en el bolsillo y lo saco

-Hola papá-. Digo

-Gaelin, hijo. Este sábado hay un cóctel importante con varios inversionistas de la empresa y con otros que quieren hacerlo. Debes ir

-Claro si, obvio que iría. Ya sabía de ese cóctel, he confirmado mi asistencia.- me siento extraño que me lo repita cuando ya lo habíamos hablado

-Gael, ya se que lo hablamos pero quiero pedirte algo importante. Debes ir con Amelia, ella sabe todo lo concerniente a los inversionistas, ella era mi acompañante y me ayudaba a resolver cualquier problema. Ella no solo te organizara tu agenda hijo, ella es hábil para los negocios. Por eso no gana como las demás, su sueldo es mayor-.

Resoplo

-Lo he notado, tiene bastantes libertades no te parece?-

Escucho una pequeña risa del otro lado

-Acaso mamá está escuchando la conversación? –

-Cariño tu papá y yo no tenemos secretos-dice mamá – no solo compartimos cama, también compartimos las decisiones e información importante de la empresa. Entre ellas Amelia.

No lo puedo creer. Pienso

-Bien, como quieran. Igual no me pidan mayor amabilidad con ella.- digo molesto

Cuelgo y sigo en lo mío

De repente siento como la puerta se abre sin ser tocada antes, y veo como dos idénticos cuerpos invaden mi lugar de trabajo.

Que hay viejo amargado? Ya te condenaste a esta vida vulgar y aburrida?- Dice el rubio

Jimi por favor no te arriesgues que te lancen por la ventana a tan temprana edad- dice el pelirrojo con desdén.

Jonas por qué siempre le quitas la gracia a mis chistes? De verdad no puedes seguirlos por una vez en tu vida?. – dice el otro indignado

Me río sin poder evitarlo

-Ustedes son tan iguales como diferentes, que hacen aquí?

-Hemos venido a salvar tu alma de la rutina querido primo- dice el rubio- vemos que Mateo no es de gran ayuda, es otro aburrido como tu- dice cruzándose de brazos.

-Mateo es un hombre trabajador como yo y no anda haciendo chistes por la vida.

            
            

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